El Cyber-Executioner retiró la puerta de metal con dificultad. El impacto provocó que parte de su armadura se destruyera, dejando ver algunos cables y engranajes sueltos.

-¡ESTBZZZZ--- ESTO NO ES TU ASUNTO!- Gritó. Había estática en su voz.- ¡NO ZZZZABES LO QUE ESTE MO--- MONSTRUO PROVOCÓ!

-En eso tienes razón.- Nightmare Moon se acercó, blandiendo su espada.- Lo único que sé es que el "monstruo" me liberó. ¡Y NO NECESITO MÁS INFORMACIÓN!

La espada provocó un sonido silbante cuando cortó el cañón del ser mecánico. Chorros de aceite salían de él, como si fuera sangre. Un grito de dolor salió de la boca mecánica.

-¡GRAGHHH! ¡LA ESPADA DESPIDE UN TIPO DE ENERGÍA DESCONOCIDA! ¡ACTUALIZACIÓN EN PRO---!

-¡OH, NO, NO LO HARÁS!- Y acto seguido apuñaló el reactor del Cyber-Executioner.

-¡AAAARGHH! ¡ACTUALI--- ACTUALIZACIÓN INCOMPLETA! ¡DEBO VEN—VENGAR A LOS MÍOS!- La máquina preparó su cañón de riel, pero la guerrera lanzó una de las navajas que componían sus alas, bloqueando el arma y haciéndola estallar.

-¡Y AHORA, PREPARAOS PARA UN PASEO!- Tomando la espada, Nightmare Moon se abalanzó y provocó varios cortes en la superficie de su enemigo. Entonces, para sorpresa del Doctor, alzó su mano en lo alto.

Y el Cyber-Executioner se elevó al mismo tiempo.

El Timelord nunca lo habría creído. Sabía de la telekinesis, pero jamás había visto un aura rodeando el objeto afectado, como en este caso. Pero la vista no le duró mucho, pues Nightmare Moon cerró su mano con fuerza, provocando que el enemigo del Doctor saliera disparado a través del techo. Sin decir nada, ella extendió sus alas mecánicas y lo siguió.

El Doctor se habría quedado paralizado para siempre, de no haber sido por una voz que resonó en su comunicador.

-¡Doctor, el teniente Stewart mandó un mensaje! ¡El gas está en las tuberías y él acaba de usar el transportador para salir de las instalaciones! ¡El resto nos toca a nosotros!

-Claro, Ditzy.- Contestó mientras veía hacia el hueco en el techo que dejaron los peleadores.-Voy para allá.- Acto seguido, tomó el Transportador y lo programó hacia el cuarto de control.

En menos de un parpadeo, el Doctor estaba junto a Derpy. Ella sonreía, pero se veía muy pálida.

-Señorita Hooves, ¿está bien?

-Oh, sí. Estoy muy muy bien, Doc.- La sonrisa falsa la delataba.- Hum, lo mejor es terminar con esto de una vez por todas.

-Muy bien.- Tomando una silla, el Doctor se puso a teclear en la computadora central.- Ahora tenemos que ver la forma de convertir el compuesto líquido a gas. Propongo...

-Tranquilo Doc.- Ella lo miró con una sonrisa pícara.- Ya resolví eso.

El viajero la observó y rápidamente tecleó otros comandos. En la pantalla apareció un texto: "Tuberías llenas de gas. Revisión requerida".

-¡¿C-c-cómo?! ¿Cómo lo hiciste?

-Fue muy fácil.- Explicó la chica.- Viendo los planos, noté que todos los pisos tienen un mini-generador, y cada uno de ellos está en el espacio entre pisos. Todas las tuberías corren paralelas a los generadores, por lo que asumí que servían como medio de enfriamiento. Lo único que hice fue...

-Sobrecalentar los generadores a través del computador.- Susurró el Doctor.- El calor fue demasiado y convirtió el líquido en vapor.- Boquiabierto, volteó a ver a la chica.- ¡Oh, Derpy, eres una genio!

Ella solo se encogió de hombros.

-Y ahora, programaremos la ruptura de tuberías en dos minutos, lo suficiente para transportarnos fuera de la estación, y así...

-¡Doctor, mire!-Derpy señaló hacia el centro de la habitación. Siguiendo la mano, el Doctor vio algo increíble.

Frente a ellos, una nube de humo azul crecía, tomando forma humana. Cuando se disipó, Nightmare Moon se hallaba ante los dos.

Y procedió a arrodillarse ante el Doctor.

-¡Mi liberador!-Comenzó a exclamar.- ¡Su verdugo ha sido derrotado, condenado a oxidarse en las aguas de la Tierra! ¡Estamos en paz!

Los dos jóvenes le hicieron una reverencia, pero el Doctor no sabía qué hacer. Era peligrosa, según los reportes, pero lo había salvado. Debería buscar una forma de capturarla, era lo correcto. ¿Pero qué pasaba entonces con su promesa de liberarla?.

-Sé lo que pensáis, liberador.- Nightmare Moon se levantó, al igual que Derpy y el Doctor.- Os advierto: no seré capturada, y no tengo intenciones de pelear con vosotros. Me dejarán ir, y eso será todo.

-Pero eres peligrosa.- El Doctor la confrontó.- Me dijeron que eres una amenaza.

La mujer soltó una carcajada.

-¡Ellos mienten! Fui capturada por querer reclamar aquello que me corresponde por naturaleza. Creedme, no quiero lastimar a nadie inocente.

Derpy la vio a los ojos. Por un instante, la guerrera perdió su semblante frío.

-Me recordáis a alguien, niña de los ojos raros.-Su mirada se fijó en el Doctor.- Y ahora que lo pienso, vos guardáis cierto parecido con alguien de mi pasado, solo que no lo recuerdo bien. Creo que era un médico, o algo así.

Nightmare Moon levantó su rostro, como si estuviera alerta a algo.

-¿A qué os referís?-Dijo en voz alta, sin referirse a nadie en general.- ¿Queréis hablar con ella? ¡No! ¡No vas a...! ¡Olvídalo, yo se lo diré!

Ella enfocó sus ojos en Derpy.

-Ella os quiere dar una advertencia, mi niña. Dice que lamenta por lo que vas a pasar, y os recomienda disfrutar de vuestra vida. Sé feliz.- Sin decir otra cosa, dio media vuelta.

Derpy corrió para alcanzarla.

-¡Espera! ¿Quién es "ella"?

La guerrera extendió las alas, sin siquiera voltear a ver a Derpy.

-Luna os manda saludos.

Y emprendió el vuelo, destruyendo el techo de la sala y dirigiéndose al espacio

Ambos se quedaron parados, sin saber que decir. Fue el Doctor quien rompió el silencio.

-Creo que lo mejor será activar el temporizador y transportarnos al cuarto donde está la TARDIS.

-¿Y qué hay del teniente? ¿Y Nightmare Moon?

-Él ya está fuera. En el caso de NIghtmare... bueno, no creo que debamos inmiscuirnos más por hoy.

Ella parecía insegura, pero no dijo nada. Tomó un Transportador mientras el Doctor activaba el temporizador. Ambos colocaron las coordenadas del cuarto y activaron los dispositivos, desapareciendo inmediatamente.

***

Afuera de la prisión, en un pequeño hangar, un pelotón de soldados esperaba instrucciones del teniente. Este veía el exterior del complejo con tristeza, cuando recibió un mensaje a través de su comunicador.

-Aquí Stewart. ¿Quién es?

-Teniente, soy yo. El Doctor.

-¡Doctor! ¡Qué alegría escucharlo! ¿Cuál es la situación?

-Las tuberías se reventarán en unos diez segundos. Me comunico con usted desde el interior de la TARDIS.

La sonrisa de Stewart se volvió una cara de confusión.

-Espere, ¿se va? ¿Ya?

-Así es, teniente. Ha sido un placer.- Entonces sonó una vibración, y luego, estática.

El teniente apagó el comunicador, al mismo tiempo que el sonido de múltiples explosiones pequeñas empezaba a resonar desde el interior de la prisión.

-No debimos dejarlo ir.

Stewart se volteó para ver a quien le hablaba. Era un soldado novato.

-¿Disculpa?

-El Doctor. Debimos liquidarlo cuando tuvimos la oportunidad.

-Esa no es la forma de actuar, soldado.

El joven dio un paso al frente.

-Señor, usted sabe lo que hizo. O lo que hará, dependiendo del número de regeneración en el que se encontrara. Si era previo a la Masacre de Trenzalore...

-De haberlo sido, yo no habría hecho nada.- Respondió cortante.- El Doctor era amigo de mi abuelo, el Brigadier Lethbridge-Stewart. Si hubiera hecho lo que usted me propone, jamás estaría en paz conmigo mismo, ni con la memoria de mi abuelo.

-¿Y si volviera? ¿Y si se lo encontrara de nuevo, cuando ya haya ocurrido su cambio? ¿Qué haría usted?

El teniente respiró profundamente.

-Entonces que mi abuelo me perdone por lo que tendría que hacer.