1| Un corazón que huele a flores
En las profundidades de cualquier pecho humano, el corazón late con un ritmo tenaz e incansable, bombeando vida a cada recodo del cuerpo, él coexiste en esa insuperable armonía de ser el responsable de la perfecta circulación sanguínea y de ser el epicentro de todas las emociones, en él resuenan los ecos de las alegrías, de las culpas, de los miedos y de los amores.
En cualquier pecho humano... pero este pecho no era humano y tampoco era cualquiera, este era un corazón diferente, un corazón violeta que olía a flores y que impulsaba con cada latido un torrente que despertaba los sentidos de cada Alfa que se le acercaba.
En su pecho translúcido ese corazón latía con fuerza brutal, cada pulsación desataba una oleada de energía que hacía temblar la Tierra y estremecía a los cielos.
Jimin, Park Jimin era el poseedor de un corazón único que había heredado de la unión de un Alfa y una Omega del más noble abolengo, de la última camada de la manada Omela, una raza pura y casi extinta debido a la falta de nacimientos de Omegas capaces de procrear.
Un pueblo entero había puesto todas sus esperanzas en que Jimin, último doncel de máxima pureza, se una a un Alfa puro y juntos den una camada de cachorros que aseguren la descendencia y continuidad de la especie, eso siempre y cuando, nazcan Omegas que den a luz...
Y con esa meta en vista, Jimin era el lobo más protegido y cuidado de la pequeña aldea. Él pasaba sus días con un séquito de al menos cinco mujeres Betas que no lo dejaban ni a sol ni a sombra, y otros tres Betas, armados hasta los dientes que eran los ojos en su espalda.
Cansador.
Así vivía el pobre Omega, día tras día, hora tras hora. Aunque hubiera querido hacer vida normal, le era prácticamente imposible porque cada mañana llegaba a sus aposentos el nefasto séquito para vestirlo, asearlo, peinarlo y hacer por él todo lo que él debería hacer por sí mismo.
Ya estaba harto, cansado, humillado porque tener que hacer sus necesidades frente a dos gordas que luego le lavaban las zonas íntimas como si se tratará de un bebé, no era para nada agradable.
Estaba a punto de estallar, planeaba cada día cómo escapar de esa pesadilla. Necesitaba como el aire que respiraba salir huyendo de ese claustro asfixiante, eso o que apareciera un maldito Alfa puro que lo liberara de una esclavitud que aunque no tuviera cadenas ni grilletes, estaba atado a una vida miserable y solitaria.
Él ya estaba en una edad en la que la mayoría de los jóvenes habían hecho su vida, formando pareja o simplemente vivían en plena libertad siguiendo sus sueños.
Pero él estaba allí, anclado al estúpido designio que pesaba sobre su cuello.
En uno de esos inútiles paseos en los que fingía recolectar frutos, Jimin iba cada día alejándose un poco más de la abadía y dejaba pequeñas marcas en el suelo en forma de pistas para que el día que finalmente se atreviera a huir, poder guiarse hacia una salida segura.
Pobre Jimin, cada marca que él dejaba eran sistemáticamente levantadas por Namjoon, uno de los carceleros que tenía mayor cercanía con el Omega porque además de custodiarlo y de cuidarlo, era su hermano mayor. El único Alfa con el privilegio de poder acercarse a él.
—Sabes que no puedes salir de aquí, Jimin —Nam le entregó una piedra de las tantas que el Omega había dejado en el sendero.
Levantó la piedra de la mano de su hermano y rió bajo y con angustia.
—No pierdo las esperanzas, Nam. No quiero seguir viviendo así. Y si siguen obligándome a esta vida de mierda, yo mismo le pondré fin.
—¡Jimin! Jamás vuelvas a decir algo así, hermanito —Nam lo atrajo a su pecho y le dio cobijó— Si te pasa algo, yo me muero. Por favor no intentes nada estúpido, Jimin, te lo ruego.
—Entonces, ayúdame por favor. ¡Al menos evítenme la humillación de tener gente que me lave el culo cada día! ¡Soy un hombre! Merezco respeto.
—Te... te lavan el cu-- —No quería reírse pero no podía evitarlo— ¿Cómo que te lavan el culo? ¿Quién?
—Ríete, sé que te da gracia, pero a mí no —. No terminó de decir la frase y ambos rieron a carcajadas.
—Janna y su hija, cada vez que voy al baño, ellas están detrás esperando para asearme.
—¿Janna, la gorda?
—Sí y su hija, la otra gorda ...
—Ja, ja, ja, me voy a morir, no sabía eso, Jimin.
—Pues ahora lo sabes. Habla con quién tengas que hablar y que ellas desaparezcan de mi vida.
—Lo haré. Pero las vas a extrañar... —Nam volvió a reírse sin pausa.
—¡No es gracioso! —dijo Jimin a las carcajadas. La hermosa y sonora carcajada del Omega resonó por los confines del territorio frío que rodeaba la abadía y llegó a oídos de un extraño que arribaba por primera vez al clan Omelas.
Al hocico de Nam llegó el olor de un Alfa y se alteró, con un aullido convocó a la guardia real compuesta de Betas y rodearon cada rincón de la abadía. Al pobre Jimin lo llevaron de la mano, la gorda y su hija, la otra gorda.
«No hay honor en esto» pensó mirando a las mujeres que lo llevaban a sus aposentos y no evitó reírse ignorando que afuera, estuviera el mismísimo peligro encarnado en un Alfa desconocido.
El desconocido solo se quedó mirando desde lejos, era obvio que no atinaría a acercarse después de ver el despliegue de hombres y seguridades tras su presencia, lamentablemente eso le llamo más la atención. ¿A quién o qué protegían esos lobos?
—No puedo olerlos —Le comentó a su acompañante.
—Porque son Betas, no huelen.
—¿Betas? ¿Pretenden cuidar un tesoro, sea quién fuere a quién están cuidando, con Betas? Es ridículo. Cualquier lobo se los come vivo.
—Al parecer no son Betas cualquiera, son entrenados en tierras humanas, y ya sabes, no hay nada más despiadado que un humano con armas.
—¿Cómo sabes tanto?
—Porque he buscado este lugar hasta el cansancio, y también sé a quién protegen.
—¿A quién?
—No debe importarte a ti. Está fuera de tu alcance. Él será mío.
¡Hola!! Largamos!! Después de mucho tiempo me decidí a publicar los primeros capítulos de Épsilon.
Confieso dos cositas, una es que estoy jugando una pulseada conmigo misma porque voy a publicar algo que aún no he terminado, eso es para mi TOC es una puñalada por la espalda...
La otra es que me está costandito bastante hacer un Jungkook villano, porque... ¡Porque mis JK siempre son adorables!!! Pero buehh, quería salir de mi zona de confort y aquí estoy, con las patas embarradas en "villanidad"
Bueno, sin más que decir, los dejo con el próximo capítulo...
Lola Caracola 🐌🧉
Purple U 💜
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