↝ 21 ↜
—Es hora de hablar
La voz de la reina retumbo en aquella habitación en donde obviamente estaba el rey, aquellos tres duques que bien conocía y Yoongi, quien se mantenía a su lado firme, esperando que lo que sea que iban a hablar no fuese nada malo para el pelirrosa.
—Habla, madre
— ¿Quién crees que creo el escándalo de tu abuso público? —pregunto a Jimin.
—Puede ser tanto como la esposa de mi padre o sus hijos, todo puede ser posible con ellos
— ¿Tienes algún aliado?
—No los conozco al 100, pero puedo poner a 4 de ellos, una de ellos es demasiado buena para ser parte de las víboras
—Que la apariencia no te engañe, los ángeles se manchan cuando están junto a demonios—dijo. — ¿Sabes quién es tu padre?
—No lo sé, no recuerdo mucho, pero la madre de Yoongi me conto que los conocía se llamaban Adara y Jiseok
— ¿Jiseok? —pregunto el rey pensativo.
—Si, supongo que mi nombre hace juego con el suyo, solo sé que él era un marqués y mi madre era sirvienta de Yoonsik, mataron a mi padre cuando ella aun me tenía en su vientre, Yoonsik se unió a ella, pero no oficialmente, decidió criarme como su hijo hasta que Lore llego a su vida y se deshizo de todas las esposas de Yoonsik, incluso de mi madre en el día del parto
—Esa tal Lore suena a loca
—Lo es—dijo Yoongi. —Las preferencias son obvias en la casa y a las únicas personas que no puede pasar por encima es a mis padres, mi madre le responde sin problemas y suele dejarla callada, supongo que es porque la conoce desde antes
—Tu madre puede ser un punto clave para saber más de Lore y saber cómo pararla, tráela hacia acá
—Tan pronto terminemos aqui le di-
— ¡Ya recuerdo! —todos voltearon a ver al rey quien se levantó y camino con prisa fuera de la habitación.
—Jin, ve a ver qué le pasa a tu padre
Seokjin asintió e iba a levantarse, pero el rey volvió con varias fotos en sus manos y las extendió en la mesa para que todos lo vieran.
—Kim Jiseok, el marqués coreano japones más malditamente rico y divertido que conocí, un día luego de ir al mercado me dijo que habia conocido al amor de su vida y que pronto sería un hombre casado, semanas después apareció con ella—enseño una foto que y reconoció a los que estaban en ella como sus padres. —Adara Watson, eres idéntico a ella, esos dos estaban locamente enamorados y cuando él supo que venias en camino hizo una fiesta enorme igual o peor que cuando se casaron, me prometió que nuestros hijos se unirían cuando fuesen grandes, ni siquiera sabían que eras y ya te estaban comprometiendo con alguien—sonrió nostálgico mostrando otra foto donde su madre y la reina estaban sentadas juntas, su vientre está un poco abultado y habia un joven Seokjin en el medio de ambas con una de sus manos en el vientre, el rey y su padre, ambos con sonrisas más grandes que sus caras, posaban atrás. —No solo era bueno, era la bondad hecha persona e hizo maravillas en el reino
Jimin no pudo evitar tener sentimientos encontrados. Cada que escuchaba de los padres de este Jimin le parecía aún más injusto, eran buenos, pero el destino se encargó de hacerlos sufrir mientras que sus padres no podían ni llamarse así y andaban de lo más tranquilo viviendo como si no hubiesen hecho mierda la vida de un niño inocente.
—Aun yo siendo el rey decidieron dejar el caso de su muerte de lado, nunca supe del paradero de tu madre hasta ahora, quien iba a imaginar que la promesa que me hizo se cumpliría, nuestros hijos están comprometidos y pronto casados
Jimin miro aquel duque quien lo miraba con aquella típica mirada inexpresiva, para los demás, pues Jimin podía leer esos ojos oscuros e intensos, incluso podía sentir lo que estaba sintiendo.
— ¿Sabe donde vivía cuando estaba vivo? —pregunto Taehyung.
—Si, pero nadie puede entrar al menos de que tenga la llave, yo puse la regla, pero sospecho que alguien entro a nuestra habitación y la robo, era un hombre más rico que este reino, no me sorprende que haya sido asesinado y que quieran la llave de su casa
—Entonces estamos como al principio—dijo Jungkook suspirando.
—No tanto, hay alguien que puede tener una
— ¿Quien?
—El marqués Im—Taehyung no quiso hacer una mueca, pero su rostro fue más rápido. —Dijo que conoció un loco millonario que se habia ido de Japon hace tiempo, en este momento no lo entendí, pero estaba hablando de Jiseok, así que estoy seguro de que debe de tener una, pues ese tonto le daba llaves a la gente que de verdad confiaba
— ¿Y por qué ese marqués seria de confianza? —se quejó Taehyung.
—Taehyung cariño—hablo la reina. —El marqués Im es una gran persona, no sé por qué lo tratas como si no lo fuera, aparte hay una tensión igual que la que tienen mi hijo y Jimin o que Jungkook y Yoongi, es bueno y necesitas dejar de lado tu odio o lo que sea, es necesario y por eso tu iras a buscar al marqués y ambos entraran a la casa de Jiseok
—Pero-
—Nada de peros y debes de apurarte, es la persona aún más cercana a conocer todo este enredo, esperamos que no tengas que viajar a Japón a buscarlo
Taehyung sabía que refutar un poco a la reina sería un desperdicio, cuando ella mandaba habia que hacerlo.
—En cuanto a ustedes—la reina señalo a Jungkook y a Yoongi. —Como sus madres ya lo saben, pauten una fecha para casarse o mantengan su distancia si es demasiado temprano, porque si tu tía ya lo sabe entonces todo el mundo tendrá sus ojos en ustedes
Ambos asintieron a la advertencia, sabían que debían tener más cuidado desde ahora.
—Y sobre ustedes—por último, señalo a su hijo y a su yerno. —Pautamos la boda en 3 meses, pero tendremos que apresurarla
— ¿Que tanto? —pregunto Jimin.
—Para la primera semana del mes que viene
— ¿En dos semanas? —pregunto Seokjin dejando su típico rostro para fruncir su ceño.
— ¿Qué tiene de malo? Duermen juntos y estoy segura que no se están dando la mano todas las noches—las mejillas de Jimin reaccionaron al instante y jugo con su flequillo para esconderse un poco. —Es mejor que se casen lo más pronto posible, puede que el enemigo saque las garras cuando eso pase
— ¿Estás de acuerdo, Jimin? —pregunto el duque y la forma de dirigirse al pelirrosa no fue ignorado por su madre. Ella más que nadie deseaba que su hijo dejara las formalidades con ellos, pero él estaba empeñado en hacerlo en todo momento, pero que hablara tan informal con el pelirrosa la hizo sonreír.
—Por mi está bien—dijo después de un rato y Seokjin asintió de acuerdo.
—Perfecto, Taehyung en 5 minutos te quiero listo para ir a buscar al marqués Im, Yoongi junto Jungkook irán a buscar a tus padres y Jimin, tu vendrás conmigo tenemos solo 2 semanas para organizar la boda
El pelirrosa sabía que solo en las noches tendría tiempo para estar con aquel duque, pero pronto estaría llevando su apellido y podría besarlo cuando quisiese, nadie podría juzgarlo si sabroseaba aquel precioso duque pues sería su esposo.
Aquello sonaba más que bien.
—Quita esa cara, cuando la reina dice salta hay que saltar—Jungkook quiso ser serio, pero tenía una gran sonrisa burlona hastiando aún más a Taehyung que esperaba con disgusto a que trajeran a su cabello, ahora por que aquel tonto marqués parecía ser importante para ayudar a Jimin tenía que ir a buscarlo.
No le importaba para nada ayudar a su amigo, pero el saber que debía de ver a ese tonto, pero sensual marqués le hacía temblar y no de miedo.
Taehyung se reprochó mentalmente, se habia prometido no enredarse con nadie de aquella época y aun se aferraba a que Yoongi lo quisiese, el Yoongi de su época.
Todas las noches habia llorado imaginando como aquel pálido de supuesto corazón inquebrantable se decía asimismo que no le importaba cuando de seguro lloraba todos los días preguntándose por que habia desaparecido.
— ¿Estas escuchándome siquiera? Se que te entusiasma buscar al amor de tu vida, pero hazme caso
—Voy a partirte la cara si sigues, Jungkook
—Nadie va a partirle la cara a nadie—ambos voltearon a ver hacia Seokjin quien venia con su típica expresión siendo acompañado de Jimin quien parecía divertido por la escena y con Yoongi a su lado.
Cada que Taehyung lo veía no podía evitar querer abrazarlo y pedirle perdón, pero ya habia aprendido que ese no era su Yoongi y que Jungkook lo haría popo de caballo si se le acercaba de nuevo así. No era un misterio lo posesivo y celoso que podía ser, de la misma forma Seokjin lo era, pero sabia controlarse hasta cierto punto.
—Que no se te olvide a que vas, si pueden ir a la casa del marqués Kim desde que tengan la llave háganlo y traigan todo lo que sea evidencia
— ¿Por qué siento que me están mandando a la boca del lobo? ¿Y si termino en la cárcel?
—Tampoco hagas drama—se burló Jungkook.
— ¿Por qué no viene alguno de ustedes conmigo entonces?
—Porque no—ambos respondieron al unísono, uno más divertido que otro.
—Yo puedo ir contigo, si quieres—dijo Jimin.
—Cla-
Ni bien habia terminado cuando la expresión de Seokjin se oscureció haciendo que Taehyung tragara duro y sin querer disimularlo rodeo la cintura de Jimin causando una pequeña sonrisa burlona en el pelirrosa.
—Bueno parece que ya mi caballo está listo—para su suerte uno de los sirvientes venia con las riendas del caballo y no espero más para subirse a su caballo. —No me extrañen tanto
—No lo haremos—dijo Jungook siendo reprendido por Yoongi.
—Cuídese, duque Kim—Taehyung disimulo la mueca por el golpe de realidad, por más que se lo repitiera no podía dejar de comparar aquel Yoongi, si eran básicamente iguales ¿Como no hacerlo?
Taehyung solo asintió y guio al caballo para empezar su camino mientras escuchaba detras suyo la risa divertida de Jimin.
— ¿Acaso eres un perro gruñendo por su hueso? —pregunto divertido.
—Tú no eres un hueso y yo no soy perro
—Nada más te falto gruñirle al pobre
Taehyung solo sonrió divertido dejando a todos atrás esperando que su viaje no sea solo desperdicio de tiempo.
ک☾☽ک
Su caballo era rápido, lo suficiente como para llegar al puerto en menos de 30 minutos, pero allí no habia ni un barco a punto de zarpar, ni siquiera había personas en demasía. Solo estaban algunos barcos pesqueros y sus dueños.
Se bajo del caballo y lo amarro donde pudiese verlo para acercarse al que parecía ser el jefe de aquel puerto.
—Disculpe
— ¿Que deseas?
— ¿Cuándo se va el barco a Japón?
— ¿El barco a Japón? —pregunto incrédulo. —Ese barco zarpo a las 4 de la mañana, ya debe de estar en mar abierto hace horas, el próximo en llegar vuelve en un día
Taehyung quiso maldecir, eso quería decir que aquel tonto marqués se habia ido y que debía esperar un día para poder viajar a Japon para buscarlo en una jodida gran ciudad.
—Por allí hay un hotel donde muchos viajeros desinformados como tú se están quedando, así que puedes esperar en ese lugar
— ¿Muchos se quedaron?
—Así es
Taehyung se fue de allí luego de agradecerle y subió a su cabello hacia aquel hotel no sin antes buscar en qué lugar dejar a su caballo mientras esperaba encontrarlo allí.
Al entrar al hotel fue recibido con muchas personas tanto de clase alta como clase media y baja, se notaba que habia gente en demasía por lo ocurrido con el barco y claro que le caía bien en el bolsillo al dueño del lugar quien no dudo en acercarse para ofrecerle su servicio.
— ¿Esta por aqui el marqués Im?
—No comparto información de mis huéspedes, lo siento
Taehyung rodo los ojos, no tenía que ser adivino para saber lo que quería y sin siquiera disimularlo saco unos billetes para dárselo quien con una sonrisa triunfante lo tomo. Se encaminó con el hacia la recepción donde saco un libro donde parecía apuntar a quienes se hospedaban.
— ¿Como me dijo que se llamaba?
—Marqués Im Jaebum
—Habitación 405, si desea la llave tendrá un costo mas
El pelinegro no dijo nada más y paso más dinero para tomar la dichosa llave de su habitación para ir escaleras arriba con el corazón latiendo en su pecho, ansioso sin saber por qué y temeroso de la misma manera. Seguía sin entender por qué aquel marqués le transmitía aquello, pero no quiso indagar más con miedo de llegar a una respuesta que no quería aceptar.
Cuando menos lo espero estaba en frente de la habitación y con un largo respiro abrió la puerta aun sabiendo que podía encontrar cualquier cosa, pero no encontró nada, solo una gran cama con sabanas intactas, una mesa con dos sillas con un florero de flores recientes, pudo ver un equipaje en una de las sillas dejando en claro que era la correcta o por lo menos habia alguien allí que también perdió el barco.
No lo pensó más y entro en la habitación, no habia ni un sonido dentro como si el dueño fuese silencioso o no estuviese allí, para desgracia de Taehyung el dueño estaba allí y lo supo de mala manera. Sin esperárselo fue tomado por sorpresa por atrás y fue lanzado a la cama donde un cuerpo apreso el suyo con su peso, su cuerpo se quedó quieto al sentir un filo amenazante en su cuello y al subir su mirada asustada pudo ver los ojos amenazantes de aquel marqués mientras su cabello largo y húmedo caía desordenado hacia adelante haciéndole ver aún más peligroso.
— ¿Acaso quieres morir? Iba cortarte el cuello con un solo movimiento
Taehyung no dijo nada, solo se mantuvo allí con los ojos bien abiertos sin poder decir ni una palabra, el marqués estaba molesto, pero alejo la daga que habia usado como arma y se acomodó el cabello para poder ver mejor.
—Cada día te entiendo menos, cuando estaba cerca de ti me querías lejos, pero ahora vienes a mí, ¿Qué es lo que realmente buscas? —Jaebum parecía que se quejaba, pero le encantaba tratar de descifrar a aquel duque quien parecía en un tipo de shock. — ¿Taehyung? ¿Estas bien? —su fría, pero a la vez cálida mano toco la piel bronceada de Taehyung y este pareció reaccionar temblando a su tacto y parpadeando para reaccionar. — ¿Estas bien?
Claro que no estaba bien. Tenía a un marqués que le hacía dudar hasta de que hora era y ahora lo tenía allí encima suyo semidesnudo, tocando su mejilla y mirándolo como si fuese la vajilla de porcelana más frágil y preciada que tuviese, eran tan intenso que no supo en qué momento su dedo pulgar jugueteaba con sus labios entreabriéndolos y toqueteándolos. Taehyung trago seco, si se quedaba en esa posición seria besado por aquel marqués y no sabía si de verdad quería aquello o no.
—Quítate—suplico en un susurro sin moverse, casi como si estuviese pidiendo que se quedara.
—Me imagino que estas bien—susurro delineando sus labios por última vez y alejo sus manos de él, pero no se quitó de encima suyo. —Quiero que me expliques que haces aqui, duque Taehyung
—Si te quitas de encima de mi
—Mi habitación, mis reglas aparte tu entraste aqui invadiendo mi espacio sin importarte nada, así que yo puedo hacer lo mismo
Taehyung rodo los ojos recordando porque cada vez se alejaba de aquel tonto marqués, era atrevido, presumido, jodidamente hermoso y...
Mierda, eso no era lo que quería decir.
—Si e quitas de encima, te diré
—Mi habitación, mis reglas—repitió divertido. —Dímelo
—Como eres de insoportable—gruño. —El duque Seokjin y Jimin sospechan que la familia de Jimin quiere algo detras de su matrimonio y no saben que es
— ¿Y yo que pinto ahí?
—Si me dejaras terminar—bufo. —Estuvimos hablando y junto con el rey descubrimos la identidad del padre de Jimin, ¿Kim Jiseok se te hace conocido?
— ¿Jiseok? —frunció el ceño y aunque no quisiese se quitó de encima de Taehyung y acomodo la toalla que cubría su desnudez. —Siento que conozco ese nombre de algún lado—acomodo su cabello nuevamente y tomo su equipaje abriéndolo en la mesa rebuscando entre sus cosas. — ¡Ahora lo recuerdo! Kim Jiseok, el duque que me prometió que se haría rico y ayudaría a los demás y se convirtió en el mejor marqués de todos—Jaebum saco lo que parecía ser un diario y ojeo hasta llegar a una foto que se la extendió a Taehyung.
Allí podía ver a dos hombres de edades bastante diferentes, uno más sonriente que el otro y con espadas en manos como si acabaran de tener un duelo amistoso.
—Lo conocí cuando tenía 8, era un jodido soñador que no paraba de decir que sería más rico que los reyes y ayudaría a los demás, el maldito lo logro, se hizo rico con su inteligencia y donaba cada mes su dinero a quien lo necesitara, en cada rincón de Japón se sabe de él y hay monumentos a su nombre en las ciudades más grandes y algunos pueblos, deje de saber de él a los 12 cuándo sus cartas dejaron de llegar, si el rey lo conoce significa que llego hasta aqui, ¿Saben dónde está?
Taehyung sintió un ligero pinchazo en su corazón cuando vio la ilusión en sus ojos, ilusión de ver a un viejo amigo, pero ahora tenía que matar todas sus esperanzas.
—El... murió—susurro y mordió su labio inferior al ver la tristeza invadir los ojos del marqués que se recostó en el gabinete que reposaba detras suyo.
— ¿Como? —susurro luego de unos segundos.
—No lo sé, según dijo el rey dejaron el caso de su muerte incompleto aun cuando él dijo que debían de seguir investigando
—Hay alguien detras de eso entonces—Jaebum respiro hondo tratando de no dejar en claro que la noticia le afectaba fallando en el intento. —Entonces, ¿Jiseok se casó y tuvo un hijo?
—Y fue el hombre más feliz mientras estuvo vivo—susurro y saco una foto de uno de los bolsillos de su pantalón, la misma que el rey les habia mostrado. El marqués tomo la foto y la observo por largos minutos recordando aquella gran sonrisa que siempre tenía y sintió sus ojos llenarse de lágrimas sin poder detenerlo.
Taehyung no lo juzgo, tan solo rodeo su cuerpo y guio su cabeza a reposar en su hombro.
— ¿Ves? Estaba tan feliz que tú mismo lo puedes sentir, estoy seguro que en ningún momento dejo de serlo—el menor se tensó un poco cuando las fuertes manos del marqués rodearon su cintura en un firme pero suave abrazo. —También estoy seguro que quería decírtelo y que quería que supieras que no solo logro lo que soñó, si no que encontró a su familia
—Me prometió que no moriría antes de volvernos a ver—susurro apenas audible para Taehyung.
—Y lo siente mucho por eso, el no espero que pasara eso, ¿Crees poder perdonarlo?
Jaebum solo negó, pero no dijo nada más, dejo que las lágrimas silenciosas mojaran el hombro de Taehyung. Sabia con certeza que él no se habia olvidado de su promesa y que lamentaba no haberlo visto antes de eso, simplemente dejo que las suaves caricias en su espalda y cabello le calmaran el dolor que estaba sintiendo de perder un gran amigo y casi figura paterna.
—Renuncio a casarme
Seokjin dejo los papeles que estaba leyendo al escuchar lo que el pelirrosa dijo al entrar, luego de que Taehyung se habia ido Jimin fue arrastrado por la reina a quien sabe dónde y mientras eso pasaba, estaba encargándose de asuntos importantes en el reino, podía haberse negado al título de príncipe, pero los deberes eran los mismo y no le molestaba.
— ¿Como que renuncias?
—Si, renuncio ¿Sabes lo que es organizar una boda? ¡Es estar en el infierno!
—Si se lo que es y aun estas a tiempo de dejarlo
Jimin alzo una ceja mirándolo con su típica expresión.
— ¿Entonces te parece bien si cancelo nuestro matrimonio?
—Si así le parece, puede hacerlo
El pelirrosa rodo los ojos divertido, ya conocía ese típico tono de desacuerdo, pero obviamente no iba a obligarlo a nada. Era como un niño molesto que sabía que no podía quejarse de más.
— ¿Ahora no actuaras como un perro con su hueso?
— ¿En qué momento actúe de esa forma, Lord Jimin?
—Lird Jimin—trato de imitarlo y volvió a rodar los ojos sabiendo que el duque le miraba incrédulo, el no sonaba así, pero antes de que dijera algo el pelirrosa se acercó para tomar los papeles que tenía en las manos y mandarlos a volar.
—Esos papeles son importantes—solo dijo recibiendo a aquel travieso pelirrosa en sus piernas.
—Tú lo dijiste, no más importantes que yo—Jimin se quedó mirándolo como si lo estuviese inspeccionando y sonrió divertido. —Para tener 25 años actúas como un niño celoso y posesivo cuando le quitan su juguete favorito
— ¿Eso te molesta o te incomoda?
—Me parece tierno, por qué quieres quejarte, pero no lo haces y actúas como un viejo de 50 cuando sabes que no me gusta—Jimin solo negó divertido y aplasto con cuidado sus mejillas para abultar sus labios aún más. —Un hombre tierno de 25 años—dijo burlón y dejo un sonoro beso en sus labios.
— ¿Ahora soy tierno?
—Cada día descubro algo de ti y por ahora todo me gusta
— ¿Y si encuentras algo que no te gusta?
—Trabajare para amarte como eres, no vine aqui para cambiarte
Seokjin no pudo evitar sonreír y unió sus labios en un necesitado beso, uno que los llevo a la cama donde siguieron besándose olvidándose de todo y todos en el proceso.
— ¿Te he dicho que no puedo dejar de mirarte? Donde sea que estas mis ojos te buscan
—Me he dado cuenta—susurro acomodándose en su pecho para recuperar el aliento luego de una buena sección de besos. —Por qué hago lo mismo, no me canso de verte
El Yoongi de su época seguro se reiría en su cara, pero que cursi sonó eso.
—Eres hermoso, pero aún más cuando te beso
— ¿Ah sí? Entonces bésame
Ambos sonrieron y volvieron a besarse sintiéndose como si fuese la primera vez.
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Volví por aquiii
Amo esta historia y amo que a ustedes también les guste.
—Kim ♪
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