Parte única
● Contigo sexual
● lenguaje vulgar
●Neteyam hermafrodita.
● Relaciones consensuadas.
>🔥<
La época de estro.
Algo nuevo para los jóvenes.
Una pesadilla para los padres.
Cada estro es diferente para cada tribu. Mientras que para los Omatikaya es un acto de amor y cortejo. Para metkayina es algo de lujuria y calor insoportable.
Los machos tienden a volverse intensos.
Mientras que las hembras se volvían más melosas y algunas agresivas.
Tanto los líderes metkayina como ambos guerreros omatikaya están enterados de la relación entre sus primogénitos.
Mientras Tonowari esta orgulloso.
Jake resguarda a su hijo de tan hormonal muchacho como lo era Ao'nung.
—¿Porqué tengo que usar esto padre?
Cuestiona Neteyam al ver como su padre le aplicaba a su piel una especie de sabia agria.
—Es para mantener a ciertos individuos lejos de ti.
Responde terminando de untar la piel de su hijo.
Sentía náuseas de solo imaginar la azul piel de Neteyam con marcas.
—Ma'Jake no olvides su collar.
Recuerda Neytiri, este mismo sirve como protección para evitar alguna mordida de enlazamiento.
El menor omatikaya pensaba que exageraban, tenía tantas restricciones por esas épocas.
Vamos, el es un macho y un guerrero fuerte, ve innecesarias tantas medidas.
—¿Ya puedo ir a realizar mis tareas? Se me hace tarde.
Señala esperando una respuesta positiva.
—Claro, pero recuerda que Lo'ak deberá ir contigo.
Neteyam lo ve incrédulo.
¿No era eso demasiada exageración?
Pero decide no protestar, suficiente es que le deje ir a hacer sus tareas en esa época.
Se despide de sus progenitores y emprende camino con Lo'ak detrás quien le gruñía y siseaba a cualquier macho que se le acercara más de lo debido a su hermano.
Solo Neytiri, Jake y Lo'ak están enterados de la inusual anatómica del mayor.
El como este puede procrear vida, al tener un organismo femenino debajo de la base de su pene.
Esa ya era suficiente razón para que su hermano menor lo sobre protegiera.
—¡¿Qué le estás viendo grandísimo skxawng?!
Exclama empuñando sus dedos corazón en un gesto ofensivo.
Neteyam lo toma por la espalda.
—Basta Lo'ak, él solo preguntaba por consejos.
—Por supuesto que consejos ¿Luego qué? ¡Andará de amiguito detrás tuya!
Exclama con notable molestia y sigue caminando tras su hermano luego de haber ahuyentado a ese na'vi.
Ugh, incluso apestaba a feromonas.
Neteyam se sentía levemente irritado.
Las sabia esparcida en su piel le provocada picor. Y Lo'ak no ayudaba en nada.
Incluso le obligó a usar uno de los chall de Kiri para ocultar su cuerpo más.
Soltó un suspiro de frustración.
Levanto la mirada y lo vio.
Su malhumor se esfumó por completo al visualizar a aquella coqueta sonrisa de su pareja.
Lo'ak notó la reacción y llevo sus dorados ojos hacia donde su hermano miraba.
Frunció el ceño.
—Que casualidad verte por aquí Net.
Dice Ao'nung intentando acercarse al otro pero una mano se lo impide.
—Trasero de pez, que extraño verte aquí y no en tu charco.
—No había notado tu presencia, skxawng.
Lo'ak gruñe.
Neteyam solo suspiró, eso dos eran peor que una cría de viper lobo.
El segundo hijo omatikaya se posiciona enfrente de su hermano, haciendo de barrera entre él y el metkayina.
Arrugó la nariz, asqueado por el olor a macho en pleno estro que Ao'nung desprendía.
—¿Enserio crees que atacare a tu hermano?
—No lo creo, estoy seguro. Lo miras igual que todo ese montón de machos calientes que solo piensan con la cabeza de abajo.
—No eres más que un exagerado. Puedo controlar mis instintos mejor de lo que tú lo harías.
—¿Acaso quieres que te muestre otro truquito?
Ao'nung siente escalofríos al recordar eso. Si que ese na'vi sabia dar un buen golpe.
—Claro, pero a cambio me dejaras enseñarle algunos trucos a tu hermano. Si sabes a lo que me refiero.
Molesta con una sonrisa engreída. Esto saca de sus cabales a Lo'ak quien lo lanza al agua golpeándolo por doquier. Y el metkayina no se quedaba atrás, recibía y repartía golpes.
—¡Es suficiente ambos se comportan como dos niños! Me largo.
Dice con molestia Neteyam y toma camino hacia el área boscosa.
—Oye, oye, oye. ¿A donde crees que vas solo? ¿Olvidas acaso la época en la que estamos?
—Voy con A'üwe. Además soy lo suficientemente capaz de defenderme.
Nos vemos en la cena.
Sentencia y retoma su camino.
Tanto Lo'ak como Ao'nung lo ven irse. Lo mejor era dejarlo solo a menos que desearan una flecha en sus traseros.
—Agh. Esto es tu culpa.
—¿Mi culpa? Te recuerdo quien es el que anda detrás de él como una asquerosa sanguijuela.
Ambos se lanzan un siseo.
Y parten por camino distintos. Mientras Ao'nung le gruñe de nuevo, Lo'ak le muestra su dedo corazón.
♡♡♡
—¿Puedes creerlo A'üwe?
Dice a su Ikran, la bestia lanza un leve bufido en respuesta.
Hace poco que fue a dar una vuelta en ella para despejar su mente.
Aterrizo de nueva cuenta en el claro, ya más relajado.
—Además Ao'nung es alguien dulce. Parece un completo idiota, pero en el fondo es alguien tierno.
La bestia emite un sonido en desaprobación.
—¿Tú también? Vamos, lo digo enserió. Incluso si llegamos a eso, estoy seguro de que será algo hermoso.
Menciona con sus pómulos rojos y soltando un suspiro para recargarse en el ala de su Ikran.
Con su cuchillo quita la cascara de una fruta que encontró, llevándose una trozo a la boca degustando el dulce sabor.
—Esto sabe muy bien. Ten pruebalo A'üwe.
Dice ofreciendo una fruta a la bestia hembra, la cual recibe la comida de su compañero.
Emite un sonido de felicidad.
—Te lo dije, es deliciosa.
Ciertamente necesitaba un descanso.
Todo ese alboroto del estro lo estresaba más que a las hembras metkayina. Tener que usar la odiosa sabia que le dejaba picor en la piel.
Usar ropas demás para protegerse de las vistas indecorosas de los machos he incluso hembras.
Sin mencionar la sobre protección que recibía. Él esta seguro que no es para tanto. El estro omatikaya es menos odioso, los únicos cambios son que sus habitantes se notan más melosos y alegres nada más.
Además su padre no tiene el derecho a tomar tantas medidas. Para empezar el no pidió el permiso de nadie para llevar a su madre al árbol de los espíritus.
¡Es más!
Su madre le cuenta que fue a su voluntad y sin rechistar.
—¿Crees que exageran mucho?
La bestia gruñó.
—Si lo sé. Pero soy un guerrero, se defenderme.
Se excusa, recibe un pequeño golpe de la cola del Ikran y Neteyam se lo regresa con la propia.
—Hey, ¿No crees que estás un poco sucia mi niña?
Dice viendo las alas levemente empolvadas.
Sus ojos dorados viajan por todos lados, busca ubicar el camino hacia un lago que pudo ver cuando volaban sobre el terreno selvático.
Suspira y voltea a ver a su Ikran.
—Creo que volaremos de nuevo. ¿Qué dices A'üwe?
Procede a entrelazar su cola neuronal a la de la bestia, sube a ella y con un "Hya" emprende vuelo de nuevo.
♡♡♡
—Mierda.
Lanza la maldición al aire.
Trata de encontrar a Neteyam para disculparse por lo de su hermano esa mañana.
Y también para pasar tiempo a su lado, claro. Pero más para disculparse ¿ok?
A lo lejos visualiza una enorme sombra en la arena. No tarda mucho en deducir que se trata del Ikran de Neteyam.
¿Como dijo que se llamaba?
Agh. Da igual, el omatikaya siempre piensa en los nombres más complicados.
Sabe que lo encontrará en las áreas selváticas, el azul oscuro siempre acude a ese sitio para despejar su mente por el parecido que tiene a su hogar originario.
Ao'nung odia esas junglas.
Llena de mosquitos y hojas que solo saben golpearle la cara y estresarlo.
Las cosas que se hacen por amor.
—maldito bosque.
Se queja golpeando un árbol con su cola, solo logrando lastimarse y maldiciendo con más furia.
—Ojalá que estés aquí. Porque de lo contrario te mataré.
Fue una locura para el escapar de la mirada atenta y amenazante de los jefes omatikaya.
Estos lo tenían vigilado las 24 horas del solsticio.
Sin mencionar a su insistente padre con acercarse al na'vi azul oscuro. Esta más que fascinado por los genes de este.
No sabe cuanto tiempo lleva caminando exactamente. Solo sabe que le duelen las piernas y está cansado.
Ese no es su habitad para nada.
Su lugar está en el mar, no en tierra.
El rugido de la imponente bestia amazónica lo estremece. Su mirada azulina viaja al cielo y en efecto ve las inconfundibles trenzas de Neteyam y su grito de euforia cuando vuela.
—¡NETEYAM!
intenta llamar con toda su fuerza pero en vano. Esta muy arriba como para escucharlo. Bufa molesto y sigue el camino que tomo este con su Ikran.
¡A'üwe! ¡Ese era el maldito nombre de esa bestia!
♡♡♡
Por fin tocan suelo nuevamente.
El chico le ofrece comida a la bestia para reponer energías.
—Muy bien A'üwe, hora del baño.
Menciona, pero la Ikran se lanza al suelo sin intenciones de moverse.
Neteyam le toma las riendas he intenta jalarla.
—¡Vamos, muévete!
Exclama tirando con todas sus fuerzas, fracasando.
Suspira derrotado pero su cabeza rápidamente piensa en una solución.
Saca de su bolso un trozo de carne, la favorita de su Ikran.
—¿Ves esto A'üwe? Te lo daré si dejas que te asee. ¿Trato?
No ve el momento exacto en el cual su compañera ya está en el agua.
Suspira, la parte difícil acaba de comenzar.
...
Luego de batallar durante un rato logra limpiar completamente a su Ikran.
Se siente victorioso.
Le da la señal a la bestia para poder irse para que el viento seque su piel.
Aletea un par de veces y emprende vuelo.
Ahora era su turno, al bañar a su compañera la suciedad pasó a él.
Decide darse un baño, después de todo se merece consentirse de vez en cuando.
♡♡♡
—¡Carajo!
Gruñe al ser golpeado nuevamente por una hoja.
Esta harto.
—Esto es absurdo no se como esos omatikaya soportan tan siquiera est-...
Sus ojos se abren en sorpresa y alerta al visualizar a su objetivo de ese día.
Lo ve.
Vulnerable, desnudo y deliciosamente expuesto.
Neteyam no se da cuenta. Esta muy ocupado tallando su suave piel mientras tararea una melodía cualquiera.
Los hambrientos ojos de Ao'nung no tardan en hacer de la suyas.
Sus azulinos ojos viajan por el cuerpo delgado. Pasan por su espalda baja y parte de sus glúteos.
Observan también su diminuta cintura y su pecho fornido, al igual que el fuerte abdomen.
Por último su rostro apacible y tranquilo.
Oh Eywa, su taparrabos se siente apretado.
Pasa saliva a duras penas por su garganta y se oculta tras una de las rocas.
Neteyam escucha el crujir de una rama y se alerta.
—¡¿Quién anda por aquí?!
Pregunta furiosamente.
No logra ver a nadie y se extraña de sobremanera.
—¿Uh?
Ao'nung busca regular su errática respiración.
Jadea de forma fuerte mientras el tamaño con el que fue bendecido se erguia orgullosamente.
—Oh, carajo.
Masculla entre dientes.
Su estro se encuentra en el lugar más fuerte, en la cumbre del deseo.
La nariz del omatikaya se remueve al detectar un aroma conocido.
Cree haberse confundido pero al pasar los segundos se hace más fuerte, tanto que siente que se marea.
—¿Ao'nung?
Llama tratando de confirmar sus sospechas.
El pecho de primogénito metkayina se detiene y sucumbe al pánico.
—¿Eres tú?
Escucha que le llaman de nuevo, sin más remedio responde sin salir de su escondite.
—Soy yo Neteyam.
El otro sonríe y baja la guardia.
—¿Qué haces aquí?
Interroga el Sully, a lo que Ao'nung intenta idear una convincente excusa.
—Vine a cazar y me perdí.
—Oh, ya veo. Bueno ¿Qué tal si vienes?
Oh no.
Mal momento para eso.
El metkayina lucha contra su instinto más primitivo como lo era aparearse.
Tiene una guerra interna antes de responder.
—No. Estoy mejor aquí.
—¿Sucede algo? Escucho tu voz, extraña.
Carajo.
¿Es que acaso no podía dejar de ser tan atento por unos segundos?
—¿Enserio quieres que vaya? Podría ser peligroso para ti en mi estado actual.
Dice. Neteyam entiende enseguida. Por un momento olvido la época en la que estaban.
Se enrojece al igual que el contrario.
—Yo... yo entraré al agua para calmarme. Solo date la vuelta y aléjate un poco más.
Era eso u obligar al contrario a...
Ni siquiera puede imaginarlo. Es un escenario desagradable para su persona obligar al contrario.
Por muy necesitado que este, pudo incluso llorar por ese pensamiento. Pero se aguantó.
De manera lenta sumerge su caliente cuerpo al agua sumamente fría.
Suelta un respingo al sentir el abrupto cambio de temperatura. Siente como se calma levemente y procura no ver al azul oscuro por nada de Pandora.
Pero Neteyam no parece pensar lo mismo.
Le escucho soltar aquel respingo, erizando su piel. Se siente atraído.
Ao'nung se asusta y abre sus ojos desmesuradamente al sentir como un par de manos delgadas se arrastran por su abdomen para envolverlo en un abrazo.
Peligroso.
Es lo que describe a aquella situación comprometedora.
—¿Neteyam, qué...? ¿Qué haces?
La voz le tiembla. Lucha contra su instinto primitivo.
Gira su cabeza para ver al otro na'vi. Este lo ve con sus ojos dorados. No le hace falta ni una palabra, su mirada fogosa y con un eje de necesidad hablan más que mil palabras.
El Sully desvía su mirada apenado. Siente humedad en aquella zona que tanto repudia.
Ao'nung siente a sus manos temblar de deseo por tocar todo a su alcance.
Como si se hablarán telepáticamente, Neteyam asiente tímido.
Y el metkayina pierde el control.
>🔞<
Se inclina levemente para alcanzar al omatikaya, estampa sus labios contra los azules oscuro empujándolo levemente por el choque.
Abre su boca para recibir gustoso la contraría, permitiéndose disfrutar de tan intimo acto.
Su paladar está encantado con el sabor del otro, las húmedas extremidades de rozan una contra otra.
Se enrollan y frotan.
Es estimulante.
Ao'nung se pega un poco más a Neteyam y este suelta un gemido ahogado al sentir el roce del miembro erecto en su pierna.
La falta de aire se hace presente, el turquesa se separa dando una mordida sutil al labio inferior de Neteyam haciéndolo jadear.
—No habrá vuelta atrás, Neteyam. ¿Estás seguro? ¿Crees poder soportar mi pasión?
—Yo, Yo puedo hacerlo. Ao'nung, tienes mi permiso.
Dice apenado mientras recuesta su cabeza en el pecho fuerte del heredero Olo'eyktan.
Este jadea débilmente ante las caricias que empezaron en su abdomen.
—Ao'nung. No quiero hacerlo aquí.
Hace saber a su pareja. Su cintura es rodeada por los fuertes brazos en forma de aletas.
El acuático lo piensa. Y le indica que se tape para poder llevarle a un lugar.
Neteyam obedece y usa el Chall de Kiri para cubrir su desnudez. Caminan, ambos impacientes, uno más que el otro.
Hasta que por fin dan con un marui apartado de toda la aldea.
El futuro líder le explica que este lugar lo ha construido para descansar de vez en cuando lejos del ruido de la villa.
Ingresan y el omatikaya se impresiona por la estructura bien elaborada.
No pasan ni segundos para que Ao'nung lo acorrale en una de las paredes y se apodere de su boca otra vez.
El estro metkayina si que era intenso.
—Ugh...
Neteyam gime en respuesta a la estimulación repentina a su boca.
El metkayina está encantado con este sonido y planea hacer que emita más de ellos.
Se deshace del molesto Chall y con una paciencia tortuosa le quita su collar de cuero al igual que su fajero.
—Esta es una hermosa piel.
Halaga ensimismado con la anatomía de su compañero.
Acariciaba con paciencia el cuerpo azul oscuro, Neteyam suspira bajo el toque.
Su mano abanicada pasa por un lugar específico de la pequeña cintura.
—¡Ah...!
Obtiene un delicioso gemido.
Sonríe en satisfacción.
Con dos de sus dedos masajea ese punto exacto de la cintura haciendo que el menor se escogiera en su lugar mientras gemidos salían.
La hombría de omatikaya no tarda en salir a relucir.
Esto llama la atención del macho en estro, no lo piensa y carga al menor para recostarlo en la suave tela en el suelo.
—Ao'nung...
Suspira el nombre de su amado.
—Ao'nung...
Llama de nuevo buscando la atención del contrario. La obtiene pocos segundos después.
—¿Sucede algo?
—Es... solo que debes saber que allí abajo es un poco... extraño.
Explica o bueno más bien intenta explicar su condición anatómica.
Ao'nung solo se nota confundido.
¿Extraño?
¿Extraño en que sentido?
No lo sabe hasta ver un líquido transparente escurrir por los muslos azules.
Neteyam se sienta, impidiendo al contrario el acceso a ese lugar privado.
Procede a explicarle su condición. Ao'nung se sorprende pero no muestra signos de desagrado o algo parecido.
—De hecho. Detesto esa parte.
Transmite el omatikaya y sus orejas bajan.
Ao'nung parece ignorarlo todo y le recuesta bajo su cuerpo nuevamente.
Admite haberse acostado con algunas hembras metkayina. Así que lo que hay allí abajo no le parece extraño en ningún sentido.
—Déjame enseñarte que puedes llegar a amar esta parte de ti.
Le dice con una sonrisa sugestiva y coqueta. Neteyam se sonroja.
Pero asiente y la sonrisa contraria se ensancha.
—Hazme espacio Neteyam.
Dice y el otro de a poco habré sus piernas.
El liquido transparente se estira en pequeños rastros que se rompen a medida que los muslos se separan.
La pequeña y casi inexistente abertura femenina se ve necesitada como su hombría erguida.
Era excitante de ver, al menos a su parecer.
Ao'nung se inclina lentamente y posiciona sus manos en los muslos contrarios buscando evitar que este cierre sus piernas.
—Ao'nung...
Dice temblorosamente al sentir el cálido aliento tan cerca de su zona privada.
Esa parte no había sido acariciada por nadie, ni por su persona.
Y ahora estaba dejando que el metkayina lo hiciera.
Una lamida cautelosa fue el punto de partida y Neteyam tiembla violentamente soltando un gemido.
Ao'nung al ver la reacción lame de nuevo.
Neteyam gime nuevamente extasiado.
—parece gustarte tanto.
Molesta un poco el turquesa pero el de ojos dorados esta tan ido que pasa por alto la burla.
Todo su cuerpo vibra.
Una serie de lamidas inician dejando sin aliento al omatikaya. La traviesa lengua entra y sale de sus adentros.
Sus gemidos son sonoros, su espalda se arquea levemente y sus piernas inconscientemente se abren más.
Ao'nung sonríe al ver esto.
Su boca succiona un punto exacto que hace a Neteyam casi gritar de no ser porque mordió su labio inferior.
— A-Algo va a salir... Ao'nung...
Pronuncia en gemidos. No tarda nada en ocurrir lo dicho. Su espalda hace un perfecto arco y sus manos se aferran con desespero a las mantas.
El rostro del metkayina se ensucia ante el líquido que ha salido.
Una segunda descarga se apodera del cuerpo débil del más delgado cuando sale el semen de su miembro, causando una sobre estimulación a su ser.
Lágrimas caen por su rostro.
Y su hipidos son audibles. Se siente mareado.
—¿Tanto lo disfrutaste?
Pregunta burlón.
Neteyam luego de recobrar un poco de su compostura frunce el ceño.
Ao'nung sonríe divertido, pero sus ojos lo ven con... hambre.
Neteyam piensa en regresarle el favor.
Aunque su intención real es devolverle las burlas por su éxtasis.
Se endereza y posicionando una mano en el pecho turquesa le obliga a recostarse poco a poco.
El metkayina se deja guiar mientras sostiene su sonrisa coqueta y su erección seguía erguida en su poder.
—Quisiera... hacerte sentir lo mismo.
Oro y mar se cruzan.
Ambas miradas conectan y transmiten lujuria.
El estro de Ao'nung le hizo alcanzar el suyo a Neteyam. Y así como cambió sus costumbres también podría cambiar su estro natural.
A decir verdad no le molestaba en absoluto.
—Hazlo Net. Has relucir tus tantas habilidades.
Le responde mientras muerde su labio inferior al ver que su compañero baja lentamente dejando un camino de besos desde su cuello hasta el borde de su taparrabos.
Lo desata y deja en libertad la prominente erección que ruega por atención, específicamente la atención de Neteyam.
Inicia como Ao'nung lo hizo con él. Da una lamida experimental.
Obtiene un suspiro profundo de parte del acuático. Esto lo alienta a seguir, siguiendo por instinto trata de hacer todo aquello que cree le dará placer.
Y no se equivoca.
—Oh... Neteyam...
Suspira nuevamente, la lengua caliente humede su miembro mientras que sus manos se ocupan de todo aquello que le provoque deseo.
El jugueteo no tarda mucho, el omatikaya es apartado de la virilidad.
—Ah...
Jadea al poder por fin obtener una generosa cantidad de aire. La cual le hizo falta cuando ocupaba su cavidad al placer del contrario.
Lo besan con deseo lujurioso. Mientras es lentamente recostado de nuevo, siendo acorralado contra el suelo y el fornido cuerpo turquesa.
—No creo poder... soportar por mucho más Net.
Menciona el primogénito metkayina. Neteyam lo entiende, él mismo está en las mismas condiciones.
Dedos se abren paso en su interior femenino provocandole molestia pero es compensado con un bombeo constante en su hombría.
Dolor y placer ocupan a su cuerpo.
Los fluidos naturales hacen la preparación más fácil.
—Creo... que estoy listo, 'Nung. Hazlo.
—¿Seguro? ¿No quieres que te prepare un poco más?
Neteyam niega con su cabeza.
—Tómame, dame tu amor y yo te daré el mío. Ambos lo deseamos.
Dice y el metkayina no se hace de rogar.
Se masturba un poco y el omatikaya hace lo mismo. Se acercan, sus ojos cruzan antes de fundirse en un beso que ahogue los inminentes gritos que están por salir del más delgado.
La punta resbala entre sus labios exteriores, él suelta un respingo mientras sigue dándole atención a su pene.
Ao'nung se adentra lentamente en las estrechas paredes internas. Es cálido y suave.
Ao'nung jadea profundamente al estar dentro completamente.
Neteyam deja salir un potente gemido que deja en claro la incomodidad que siente.
— ¿E-Estás bien?
Pregunta jadeante, trata y hace uso de su poco auto-control para no empujar como un insensible.
—Solo... deja que me acostumbre.
Sentencia y el otro asiente. Ocupa algunos minutos repartiendo besos a la boca y cuello del omatikaya y dándole palabras dulces para que se relaje.
Una vez lo nota menos tenso inicia un vaivén lento y gentil.
Neteyam gime. Sus brazos se aferran a la espalda del acuático y este usando una de sus manos turquesa acomoda las fuertes piernas del Sully alrededor de su cadera.
Dándole un mejor agarre para lo que está por venir.
Su estro está en la cumbre de la excitación.
Sus brazos se apoyan en el suelo y el frenesí de su cadera no es de esperar.
El grito del Sully resuena y siente a sus ojos lagrimear por la estimulación repentina.
Ao'nung jadea y gime vulnerablemente. No oculta para nada lo que siente.
—Oh Eywa... ¡Neteyam!
Gime el nombre de su amado mientras busca entrar más profundo en el ser bajo de sí mismo.
El mencionado esta embelesado con el frenesí lujurioso de Ao'nung, pretende otorgarle más placer, comprime intencionalmente su interior para gozo del otro.
Jadea y gruñe entre dientes ante el placer que esa simple acción le proporcionan.
No lo soporta, toma su cola neuronal y la de Neteyam una vez esté le autoriza hacerlo.
Busca placer y lo obtiene, al conectar ambas puede y es capaz de sentir su placer y el del contrario.
Esta abrumado por tanto. Cambia ligeramente el ángulo de sus embestidas dando en el punto de quiebre de Neteyam.
—¡Ao'nung!
Gime potente y curva su espalda al sentir el placer tan repentino. Ao'nung se deleita por el placer que recibe.
Esto solo hace avivar la ardiente pasión entre ambos, tanto omatikaya como metkayina mueven sus caderas al compás del otro.
Provocando un obsceno sonido al choque de la pelvis de Ao'nung contra Neteyam.
Ambos gimiendo a rienda suelta, ambos sienten el placer del otro.
—No lo soporto más... Ao'nung...
—ah... Neteyam
Ambos están al máximo, sus clímax se acercan. Un jugoso beso es lo que comparten.
Neteyam se aferra a las telas de bajo suyo con una mano y la otra deja arañazos en la espalda fornida.
Ao'nung aprieta la piel de sus glúteos azul oscuro, no soporta tanto placer.
—Siente mi pasión Neteyam. Esto es... todo de mi.
Dice y suelta seguido un gemido.
Vacía su esencia en el interior de Neteyam, el liquido caliente es suficiente para hacer eyacular al mencionado.
Su interior se comprime haciendo a Ao'nung soltar otro gemido gutural obteniendo una segunda descarga.
Esta sensible. Demasiado sensible.
Piensa descansar pero su acompañante no piensa lo mismo.
El na'vi del bosque se posiciona sobre de él y monta de nueva cuenta la polla ajena.
—¡Oh... Mierda!
Gime y tira su cabeza hacia atrás mientras pone sus manos débilmente en las caderas que se mueven sobre él.
—Aún... e-esta sensible... Neteyam...
Este no lo escucha y se concentra en su propio placer.
Tiembla al sentir nuevamente el semen llenarlo. Ao'nung suelta un leve grito necesitado cuando obtiene una tercera descarga seguida de las últimas dos.
Está abrumado por tanta acción. Satisfecho en todos los aspectos posibles.
Por todos los cielos que ese a sido el mejor estro de su puta vida.
♡♡♡
La mañana siguiente fue un caos.
Era más que obvio que ambos pasaron la temporada de apareamiento juntos.
Cuentan con tantas marcas y mordidas que lo prueban.
Jake se desmaya y Neytiri casi mata al primogénito metkayina.
Tonowari no tiene mucho que decir. De todas formas lo hecho, hecho está.
Lo'ak por poco siente que su pulso se detiene, si no fuera que Tsireya le detuvo Ao'nung no estaría más en Pandora.
Ten más suerte con los demás Jake Sully porque Neteyam ya ha probado la pasión del estro metkayina y no piensa dejarlo ir.
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