primera
Disclaimer: Ya saben. J.K. Rowling creó esto. Quizá yo cree este angst o esta angustia existencial me creó el fic.
Summary: "Déjame decirte todo lo que no puedo por miedo a herirte. Déjame escribirte cartas que jamás voy a enviarte."
Advertencia: Angustia, dolor, sufrimiento. Si les gustan las historias dulces este no es su fic. Slash (relación hombre x hombre). No, no estoy haciendo OoC. Estoy escribiendo un fic metiéndome en la parte menos vista o usada de los personajes. No hay buenos ni hay malos, sólo hay personas de papel con errores de tinta.
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[epistolar; adj. De la epístola o relacionado a ella.]
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¡Belleza de luna llena!;
No soy el único que parece pensar que necesitas un lugar donde guardar todos los lunáticos pensamientos para que tengan un lugar fuera de tu cabeza. ¡Quizá este diario te sirva! Y si no siempre puedes ayudar con el acuerdo comunitario post-exámenes y hacer que el fuego de la Sala Común arda más.
Con cariño, Canuto.
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Querido Sirius;
como verás, sigo haciéndolo todo mal. En primer lugar, no le doy el uso adecuado a este diario que con tanto cariño has comprado, encantado y hechizado para leer cada cosa que escribiera, un poco horrible de tu parte, ¿sabes? Y un poco peor si nos disponemos a pensar, y considerar, que este es un hechizo mucho más avanzado de lo que tú siquiera eres capaz de aprender con buena gana e incapaz de siquiera recordar su nombre en mala gana, por lo que deberías haberlo comprado, ¿no se sentiría Walburga Black muy orgullosa de encontrarse las lechuzas de Sirius Black recogiendo un paquete de dudosa procedencia del Callejón Knockturn?
Quizá a ti te parezca repugnante tener la familia que tienes. Quizá no tengas la menor idea de que al menos tienes una familia.
Déjame decirte todo lo que no puedo por miedo a herirte. Déjame escribirte cartas que jamás voy a enviarte. Incineraré cada página luego, cada gota de tinta ardiendo entre llamas verdes y azules devorándose las letras como los pensamientos, y todos (tú, yo, las cartas, la tinta, el fuego muriendo en la chimenea) podremos descansar en paz.
Querido Sirius, adorado Sirius. Un perro callejero, lanudo de los Black y salvaje entre los brazos domados de una familia que siempre te ha otorgado todo menos lo que tú querías. Puede que odies a tu familia; hazlo. No te lo prohíbo. Puede que te sientas miserable entre los despojos que ha quedado de las preferencias a tu hermano, artes oscuras, negrura impregnada en dedos que no dejan de lanzar maldiciones y pueden voltear carnes a la vista, sangre derramándose sin importar quién la contenga, meras botellas de un vino tóxico que sólo alimenta la destrucción. Déjame decirte, Sirius: tanto odias la negrura impregnada en las almas y tanto que juras adorarme que no encuentro dónde comienza la mentira y termina la hipocresía.
Hipócritas. El ser humano lo es, Sirius. También soy un ser humano, quizá muy dentro, quizá donde la carne se desgarra para transformarse en bestia y el corazón sigue latiendo sin cambio alguno. Quizá pueda transformarme en oscuridad, pero déjame fingir mi humanidad y decirte que también soy hipócrita. Soy hipócrita al no gritarte que aproveches lo que tienes, tú que lo tienes. Soy hipócrita al callar, porque no quisiera más que deshacerme en los despojos de dolor que gente como tú ha dejado, y gente como tú me seguirá dejando hasta el final de mis días.
Soy hipócrita al quererte tanto Sirius. Todos somos hipócritas. Déjame ser humano siéndolo, porque no encuentro otro modo de serlo que no sea fingir que nada me importa, que el silencio es mi amigo, que las sonrisas y la amabilidad lo son. Déjame tragar mis verdades y enterrarme en palabras que morirán con las lágrimas desde un cielo que no cesa su llanto en gotas de llovizna gélida, incapaces de hacer más que enfriar hasta el alma en las noches de otoño. ¿Cuánto cuesta una mentira, Sirius? ¿La mentira te alejará de mí, la verdad te acercará? Prefiero un intermedio amargo en donde estar de pie es un puñal y estar de rodillas un llanto lastimero. Pero te prefiero a ti. Por eso callo. Por eso escribo.
Por eso todo arde.
Con cariño (quizá demasiado), Remus.
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No sé si vieron/leyeron/fueron amablemente informados (<3) que tenía problemas de salud. Bueno, los sigo teniendo, pero también tengo tonterías dentro que tienen que salir por algún lado. Tenía esta idea desde hace tiempo... sólo espero no destrozarla tanto, en mi cabeza quedaba hasta bonita-mente angustiosa y no tan rara-mente dramática.
Si no están deseando matarme hasta ahora y si tienen alguna pregunta pueden dejarla. Muchas gracias a todos por leer y acompañarme en mil mundos que aunque no sean hermosos, por ahora, son lo que tengo dentro.
Gracias <3
xx G.
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