Punto de vista de Sunwoo:

"Apuesta por eso."

Esta es probablemente la respuesta más tonta que él podría haber dado. "Genial, te contrataré como mi ama de llaves a tiempo completo" digo.

Él pone los ojos en blanco, "No estoy bromeando, te ayudaré a limpiar. La casa es un desastre. Además, tú pagaste indirectamente por la comida. Por existir."

Lo ignoro y continúo hacia mi habitación, con él siguiéndome de cerca.

Cuando entramos en mi habitación, me dirijo inmediatamente a mi armario y empiezo a agarrar ropa para Eric. Cojo una camiseta y un pantalón de chándal. "Puedes ducharte primero. Los dos tenemos que usar mi baño porque es donde está el jabón bueno." Le tiendo la ropa.

"O podemos ducharnos juntos" dice, guiñando un ojo.

Pongo los ojos en blanco: "Cierra la boca, Eric. Ve a ducharte."

"¿Qué? ¿No soy tan guapo como todas las chicas que te lo piden?" coloca las manos en las caderas, con una expresión descarada.

Me burlo. "Eres un bicho raro. Eso es gay, ya vete a la ducha."

Pone cara de ofendido pero acepta la ropa y luego mira con preocupación la camiseta. "Eh... ¿me prestas también una sudadera con capucha?"

"Maldita sea, Eric, estás realmente decidido a ser mi novio hoy, ¿Eh?" busco en mi armario y saco una sudadera negra con capucha.

"Claro que no. Eso es gay" se burla, me quita la sudadera y corre hacia el baño.

Me quedo en el mismo sitio, desplazándome por mi teléfono, hasta que oigo una maldición. "Mierda."

"No hace falta que anuncies que te estás cagando" le grito a través de la puerta.

"Vete a la mierda" me grita él.

Fingiendo que no lo escuché, me acerco a la puerta y llamo: "¿La comida era demasiado elegante para que tu cuerpo roto pudiera soportarla?"

Hace una mueca de dolor, lo que hace que me asuste por un segundo, pero sólo un segundo. "¿Necesitas ayuda para lavarte la espalda, amigo?"

Tarda un segundo en responder, pero finalmente oigo un diminuto "Necesito vendas."

Esto sólo aumenta la sutil preocupación que sentía antes. "¿Qué carajo, Eric, eres un niño pequeño? Te he dejado solo un segundo, ¿Y ya te has hecho daño?"

Hace una pausa: "No, idiota. Me lastimé hace unas semanas, y necesito tener vendas. Se empaparon con la lluvia, pero de todos modos habría tenido que cambiarlas después de ducharme."

Aunque no puede verme, enarco una ceja. "¿Cómo te has hecho daño?"

"Dios mío, Sunwoo, ¿Es necesario que lo sepas todo? Si no me ayudas, llamaré a Cami para que me ayude."

"Genial, eso me hará la vida más fácil." me alejo de la puerta del baño, ligeramente cabreado.

Ni siquiera puedo sentarme porque estoy empapado, lo que no ayuda. Me quedo donde estaba antes, desplazándome por mi teléfono durante unos treinta minutos, hasta que oigo abrirse la puerta.

Sin embargo, Eric no sale. "No contesta."

Pongo los ojos en blanco: "Bajo el fregadero. ¿Necesita ayuda con ellos?"

"No." La puerta se cierra.

¿Qué carajos le pasa? Echarlo a patadas parece una gran idea en este momento.

Finalmente, la puerta se abre y él sale. Todavía se está secando el pelo con una toalla mientras se dirige a mi cama y se sienta. La ropa le queda un poco grande, ya que es más pequeño que yo, y la sudadera negra queda perfecta con su piel pálida y su pelo rubio. Se ve mejor de lo que debería.

Sacudo la cabeza, intentando sacudir los pensamientos con ello. "Ya era hora de que termines. Si me resfrío, pagarás la medicina." Paso junto a él, hacia el baño.

Intentando no tardar tanto como Eric, me ducho lo más rápido que puedo. También me pone nervioso tener a alguien que apenas conozco en mi casa.

Cuando termino de ducharme, me visto excepto la camisa. Agarro la camisa y salgo del baño.

Eric no está en mi habitación, así que me pongo aún más nervioso. Bajo las escaleras y casi me tropiezo en el último escalón. "¿Eric?"

"Aquí dentro." doy la vuelta a la esquina y lo encuentro en mi cocina con una bolsa de basura, recogiendo basura. Cuando me oye entrar en la habitación, se gira para mirarme.

"¿De verdad vas a limpiar?"

Él ignora mi pregunta, mirando mi pecho desnudo. "Mierda, ¿tienes abdominales?" Prácticamente corre y comienza a pasar su mano por mi piel.

Siento escalofríos por la espina dorsal debido a sus fríos dedos, aunque siento lo contrario en mi cara. Rápidamente doy un paso atrás. "Para, eres raro."

Mientras me pongo la camiseta, dirige su atención a mi cara. "¿Te has duchado con agua caliente? Tienes la cara roja."

Sintiendo el calor en mis mejillas, me encojo de hombros. "Tal vez." Se da la vuelta y empieza a limpiar de nuevo. "Ya no llueve, ahora puedo llevarte a casa."

Vuelve a levantar la vista, con los ojos iluminados. "Genial. Deberíamos comprar un helado por el camino" dice, acercándose a mí.

"No quiero pasar contigo más tiempo del necesario."

Frunce el ceño. "¿Por favor? Yo pago."

Niego con la cabeza: "No. Lavaré tu ropa y te la llevaré al colegio. Deberías pedir que te cambien el asiento o algo así."

"Seh, no. Ahora somos amigos" dice, enlazando los brazos conmigo.

Esto me cabrea. Le agarro del brazo y se lo quito al mío. "No lo somos."

"Ya veremos." pasa junto a mí y entra en el garaje.

"No llegarás muy lejos sin mí." digo, siguiéndole.