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7

Jungkook se encontraba sentado en la sala de espera mirando fijamente al suelo, sus ojos estaban rojos e hinchados y jugaba con sus manos tratando de distraerse con algo.

— Jungkookie. ¿Qué fue lo que sucedió? —Taehyung llegó a su lado y el mencionado se puso de pie enseguida abrazando a su novio con fuerza.

—E-El consumió heroína, Taehyung... Cuando llegamos apenas y respiraba. No sé nada de él y estoy tan asustado —Jungkook sollozó y Taehyung le devolvió el abrazo mientras acariciaba su cabello y trataba de consolarlo.

—Ya vas a ver que estará bien, Jimin es muy fuerte. ¿Dónde está Yoongi? —El menor frunció el ceño recordando qué había dicho Yoongi antes de irse.

—No lo sé, creo que no especificó a donde iría, no lo quiero cerca. —Taehyung suspiró sentándose con Jungkook mientras esté apoyaba la cabeza en su regazo.

—Yoongi está tan afectado como Jimin, Jungkookie —habló suave el mayor, acariciando el brazo de su novio.

—Pero todo esto es su maldita culpa —La voz de Jungkook sonó hostil—, nadie lo obligó a alejarse de Jimin.

—Todos somos culpables en esto. Aparte, las situaciones lo obligaron, Kookie. Lo está protegiendo.

— ¿Y hasta ahora lo ha protegido? Ni una puta vez, Taehyung. —El castaño suspiró resignado, sin ganas de empezar una discusión con el chico.

El corazón de Jungkook latía rápidamente debido a los nervios, sentía la rabia y la culpa correr por todo su ser. No había podido evitarlo, le había fallado.

Lo siento tanto, Jiminnie...

Y Taehyung tenía razón, todos tenían la culpa al haber apoyado a Yoongi y haber accedido a mentirle a Jimin respecto a todo.

Una enfermera captó su atención parándose frente a ellos y enseguida Jungkook se incorporó para verla.

—¿Son familiares de Park Jimin? —preguntó la mujer mirando la hoja en su mano y Jungkook asintió rápidamente.

—Soy su hermano. —La enfermera asintió, leyendo el informe antes de hablar.

—El chico consumió heroína, una dosis bastante alta, por un momento estuvo a punto de tener un paro respiratorio, pero logramos salvarlo —La mujer relamió sus labios antes de continuar —. Deben estar muy atentos a él, la heroína es altamente adictiva y su cuerpo pedirá más, solo deben mantenerlo en estado de abstinencia, será un poco complicado, pero no imposible, por suerte era la primera vez que utilizaba esa droga.

— ¿Ya despertó? —inquirió Jungkook apenas la enfermera terminó de hablar.

—Sí, pueden pasar a verlo si gustan. —Jungkook se levantó enseguida tomando la mano de Taehyung y jalándolo para seguir a la enfermera.

Caminaron detrás de la enfermera a través de un pasillo de color blanco hasta parar frente a una de las tantas puertas en el lugar.

—Si no habla, o no hace contacto visual, no sé preocupen, es uno de los efectos que vienen después del consumo de la droga —avisó la mujer abriendo la puerta para dejarlos entrar a la habitación. Una vez allí observaron a Jimin medio sentado sobre la cama con la vista fija al frente.

—Hola, Jiminnie —saludó Taehyung mientras se acercaba a la cama junto a Jungkook.

El chico apenas y alzó la vista, observándolos de reojo para luego relamer sus labios y volver a mirar hacia el frente. Jungkook se acercó a su hermano alzando su mandíbula con sus dedos y besó su mejilla para después abrazarlo.

—Te perdono, Jiminnie, no tienes de que preocuparte. —El mencionado cerró los ojos ante aquellas palabras, sintiendo como si Jungkook hubiese leído sus pensamientos.

Taehyung tomó la mano del rubio y la acarició con suavidad, sonriéndole de manera reconfortante.

Los tres ya estaban de vuelta en el apartamento, en el hospital Taehyung se había ofrecido a quedarse con ellos para ayudar a Jungkook a cuidar de Jimin.

Y vaya que le hacía falta.

Apenas volvieron al apartamento, las horas se habían vuelto insoportables, el síndrome de abstinencia de Jimin había comenzado y no podía ser peor con cada segundo que pasaba.

—N-Necesito... N-Necesito... —Jungkook aferraba sus brazos alrededor de Jimin impendiendo que este se levantara de la cama, el mayor pataleaba y rasguñaba los brazos de su hermano luchando con desesperación por librarse de su agarre.

—Cálmate, Jimin —habló Taehyung tomando los brazos del rubio y tratando de encontrar su mirada.

Jimin gritó luchando con más fuerzas por soltarse de su hermano. — ¡Suéltame, Jungkook! ¡MALDITA SEA!

El rubio golpeó a Taehyung frente a él y empujó a Jungkook haciendo que cayera de espaldas al suelo, agarró su cabello con frustración, gritando y sintiendo como su piel comenzaba a picar.

Los ojos de Jimin se llenaron de lágrimas y comenzó a rascar sus brazos con brusquedad, casi abriéndose la piel con las uñas. Taehyung se incorporó tratando de detener sus acciones, pero Jimin se removía como si estuviese poseído.

Se retorcía como si algo le doliera o le estuviera quemando y mordía sus labios con fuerza reventándolos hasta más no poder. Jungkook se sentó frente a él junto a Taehyung y tomó su cara entre sus manos obligándole a mirarlo.

—Jiminnie, Jiminnie mírame. —Jimin se negaba, pero con el tiempo sus ojos se encontraron con los de Jungkook.

El pelinegro se inclinó hacia él besando sus labios mientras Taehyung aun sostenía sus brazos. Jimin correspondió el beso de su hermano poco a poco, relajándose mientras Jungkook acariciaba su cabello.

Bajó sus besos por su cuello, haciendo que Jimin ladeara la cabeza al mismo tiempo que cerraba los ojos, luego metió sus manos bajo la camisa del menor y acarició su torso con las palmas abiertas.

Jungkook se separó por un momento mirando a Taehyung quien los observaba atentamente sintiendo su temperatura corporal elevarse, el pelinegro le hizo un gesto a su novio y este captó enseguida lo que estaba pidiendo. Taehyung se acercó a Jimin soltando sus brazos para poder sacarle la camisa con suavidad, dejando su pecho desnudo a la vista.

—Te ayudaremos a mantener la calma —murmuró Jungkook contra los labios de Jimin, este no fue capaz de responder.

Jungkook se quitó su propia camisa y luego hizo lo mismo con la de Taehyung dejándolos a los tres iguales. Seguido de eso se acercó a su novio para besarlo con pasión, enredando sus lenguas y friccionando sus cuerpos entre sí. Los ojos de Jimin brillaron al verlos compartir aquel fogoso beso y luego de unos segundos Taehyung se arrimó a Jimin, besando sus labios y buscando el broche de su pantalón de manera torpe.

Jimin gimió cuando Jungkook lamió uno de sus pezones, sus pensamientos se habían nublado y ahora solo podía sentir las manos junto a los labios de su hermano y cuñado recorrer todo su cuerpo.

Cuando estuvo totalmente desnudo Jungkook lo hizo recostarse de espaldas en la cama, inclinándose hasta su erección y rozándola con sus labios, Jimin gimió cuando la boca de Jungkook envolvió su falo y miró a Taehyung sonriente quien miraba a su novio casi babeando, demasiado excitado por la situación.

Jimin jaló a Taehyung quien estaba de rodillas en la cama y se inclinó un poco tomando la erección del peliverde y lo masturbó lentamente antes de lamer toda su extensión haciendo que gimiera, Jungkook aceleró sus movimientos en la polla de Jimin y Taehyung lamió dos de sus propios dedos antes de tantear la entrada de su novio e introducir uno de estos, comenzando a prepararlo con cuidado.

Los gemidos de Jungkook vibraban en la erección de Jimin y los de él mismo en el miembro de Taehyung.

Jimin se sentía extasiado, chupaba el falo en su boca con esmero sintiendo su cuerpo demasiado caliente, Taehyung ya movía dos de sus dedos en el interior de Jungkook quién empujaba las caderas hacia atrás necesitando más. Una vez que este creyó estar listo Jungkook soltó la erección de Jimin dejando un rastro de saliva que iba de sus labios al glande. Se movió un poco hasta acomodarse a horcajadas sobre Jimin y alineó la punta de la polla de su hermano en su entrada, bajando lentamente hasta llenarse con su extensión.

Jimin gimió sintiendo las paredes de Jungkook envolverlo, el chico se movió de arriba abajo con afán y él lamió dos de sus dedos para luego llevarlos a su propia entrada sin dejar de masturbar a Taehyung quien se sentía extasiado ante la escena de Jungkook montando a Jimin.

Jimin jadeó moviendo sus dedos en su interior y alzó su vista para mirar a Taehyung, luego tomó a Jungkook y salió de él antes de recostarlo en la cama mientras él se ponía en cuatro y Taehyung se posaba detrás de él.

El castaño embistió a Jimin con fuerza haciendo que este chillara y enseguida se inclinó hasta el miembro de su hermano metiéndolo en su boca, directo a su garganta.

Los gemidos y gruñidos de los tres resonaron en la habitación, estaban totalmente excitados, el ambiente estaba cargado de obscenidad, no había nada correcto en aquel acto y tanto Jungkook como Taehyung no pudieron evitar pensar en que si Yoongi se enteraba de aquello los mataría.

Taehyung embestía a Jimin con fuerza, mientras este lamía todo el falo de su hermano, Jungkook agarró su cabello obligándolo a ir más rápido y Taehyung gruñó en el momento en que se vino dentro de Jimin.

El castaño salió de su interior y se dejó caer en la cama respirando agitadamente, Jungkook aprovechó el momento para levantarse y luego se colocó detrás de Jimin, enterrándose en él sin siquiera preguntar, el mayor gimió cuando el contrario lo obligó a arquearse para besar su cuello mientras lo embestía.

—G-Ggukie... —gimió mientras su hermano tocaba su punto dulce, golpeándolo desde atrás mientras mordisqueaba la piel de su hombro.

Jungkook estampó su mano contra la nalga de Jimin y este gimió agudo.

Su hermano sabía lo que le gustaba.

Rodeó el pecho de Jimin con su mano haciendo que su espalda pegara con su pecho y con la otra comenzó a masturbarlo mientras aumentaba el ritmo de las embestidas. Jimin tembló sintiendo su orgasmo cerca, la respiración del menor pegaba en su oído y escuchar sus gemidos roncos solo le excitaba más. Unas cuantas embestidas más antes de que se corriera con un pequeño grito, soltando gruesos hilos de semen en la mano de Jungkook al mismo tiempo que sus paredes se contraían apretando el miembro del contrario haciendo que él también se corriera en su interior luego de un par de embestidas más.

Jimin cayó a la cama exhausto y Jungkook le siguió quedando recostado en el torso de Taehyung quien ya estaba a punto de quedarse dormido.

El calor emanaba aún de sus cuerpos y ahora Jimin se sentía totalmente liberado, había remplazado aquella necesidad por placer y sentía que esas eran las cosas que lo mataban cada día más.

Pero por primera vez no se sintió culpable de lo que acababa de hacer, por primera vez, se dejó envolver por completo de aquel cálido sentimiento, tan falso, pero tan real a la vez.

Era solo una ilusión, una estúpida ilusión que le hacía creer que todo estaba bien, aun cuando no era así.

Las drogas no eran suficientes, necesitaba algo más fuerte, necesitaba algo que aliviara todo y no solo de manera temporal, pero ese algo, no existía, al menos ya no.

Una semana después.

Acomodó las dos gruesas líneas del polvo blanco sobre la mesa con su tarjeta de crédito y luego las aspiró una por una.

Jimin cerró los ojos sorbiendo su nariz dejando que el ardor pasara para que llegara la conocida sensación que estaba esperando. El rubio se levantó caminando directo a la barra del lugar para pedir algún trago.

— ¿Qué acabas de hacer? —Una voz lo detuvo y luego lo sostuvieron del brazo obligándolo a girarse.

— ¡Hola Jackson! —saludó Jimin como si fuese un niño al darse cuenta de quien era.

— ¿Sigues consumiendo drogas, Jimin? —Los ojos del pelinegro reflejaron la decepción que sentía y Jimin se encogió de hombros importándole poco.

—No es tú puto problema —respondió el rubio con frialdad para luego soltarse bruscamente del agarre de su amigo y seguir su camino hasta la barra.

— ¿Qué estás haciendo con tu vida? —Jackson habló sentándose junto a Jimin quien tenía un vaso con algún licor demasiado fuerte en sus manos.

—No estoy haciendo nada del otro mundo, Jackson. No te preocupes. —Jimin sentía los distintos efectos de la droga comenzar a picar en su cuerpo y con esto las voces en su cabeza comenzaron a alborotarse.

— ¿Qué pasó con Min Yoongi? —Jimin se retorció, posando el vaso en sus labios y echando su cabeza hacia atrás para beber todo el contenido de un trago.

—No lo menciones, Jackson. Por favor, no lo menciones. —La voz de Jimin sonaba casi suplicante, sintiendo como las voces en su cabeza comenzaban a reírse de él.

— ¿Él te hizo algo? —Jimin negó frenéticamente con su cabeza, sintiendo sus ojos picar al borde del llanto.

—D-Debo irme, Jungkook está esperándome —finalizó poniéndose de pie para irse de allí.

Salió del lugar casi corriendo, sintiendo sus piernas temblar y su respiración agitarse. El aire frío lo golpeó cuando estuvo en la calle y su cuerpo se sacudió de manera violenta debido a las arcadas, imágenes de Yoongi pasaban por su mente como un Flashback y sentía como su mente volvía a hacerle una mala jugada.

Las lágrimas rodaron por sus mejillas y odió ser tan vulnerable, estaba temblando e intentó caminar a su auto siendo interrumpido cuando las arcadas volvieron a atacarlo, solo le dio tiempo de apoyarse de una pared antes de vaciar su estómago sobre la acera vomitando con violencia.

Las voces en su cabeza lo enloquecían, lo asustaban, pero, sobre todo, le ordenaban.

Ve a casa.

Revisa la casa.

Revisa la habitación de Jungkook.

Una y otra vez se repetía todo aquello en su cabeza, y cuando estuvo más recuperado sacó sus llaves para retomar el camino a su auto. Abrió la puerta y se subió encendiendo el motor casi enseguida, arrancó sacando el auto del estacionamiento y una vez en la carretera pisó en acelerador a fondo sintiendo demasiada prisa por llegar a su apartamento.

La cocaína había afectado su sistema una vez más y la sensación de euforia era palpitante en su cuerpo, haciéndolo sentir ansioso y molesto a la vez.

Se pasó varios altos hasta que al fin llegó a su destino, el auto de Jungkook no estaba en el estacionamiento por lo tanto supuso que aún no había llegado, estaba oscuro, pero no era demasiado tarde, tal vez las doce de la noche.

Jimin subió al departamento y entró dejando sus llaves en la mesita para luego caminar hasta el sofá, sentándose allí para respirar un poco, moviendo su pierna con ansiedad y tratando de ignorar el murmuro en su cabeza que no dejaba de decirle que buscara ese algo que no tenía ni la menor idea de que era.

La ansiedad era insoportable e hizo que se levantara enseguida, caminando directo a la habitación de Jungkook y una vez allí abrió los cajones de la mesita, revisó debajo de la cama y registró la habitación sin saber qué buscaba.

Estuvo a punto de callar su cabeza y salir de allí cuando sus ojos se posaron sobre el único lugar que no había revisado aún.

El armario, idiota.

El armario.

Miró el armario sintiéndose estúpido por un momento, Jungkook no podría ocultarle nada, Jungkook era su hermano, él no sería capaz.

Abrió el armario para terminar de convencerse a sí mismo de que no había nada oculto, que solo eran las voces en su cabeza jugando una vez más con él. Más a veces olvidaba, que las voces en su cabeza, eran su misma consciencia diciéndole las cosas que en el fondo sabía, pero no quería aceptar.

Reviso de arriba abajo, tratando de desordenar el lugar lo menos posible para no dejar ningún rastro.

Se había dado por vencido, ya había comenzado a reírse de lo estúpidas que eran las voces y aún más, lo idiota que era él por escucharlas.

Pero un sobre —el cual estaba seguro de haber visto antes— al fondo del clóset llamo su atención, como si hubiese aparecido allí por arte de magia. Lo tomó sintiéndose totalmente extrañado al percatarse de que era el sobre que Jungkook le había quitado el día que leyó la carta de Yoongi.

Se sentó en la cama totalmente tensó, sin permitirse creer que habría algo de importancia allí, Jungkook no le ocultaba nada. Aquello de seguro no era nada, no había de que preocuparse.

Abrió el sobre con las manos temblorosas y sacó la carta rezando por no encontrarse con nada comprometedor. Suspiró antes de comenzar a leer la carta y su alma cayó al suelo apenas terminó el primer párrafo, sus ojos se llenaron de lágrimas y negó frenéticamente con la cabeza sintiéndose repentinamente asfixiado.

Jungkook, cuida de Jimin, no lo dejes solo, escúchalo y lo más importante, no permitas que deje de sentirse amado. Debes hacerle creer que no volveré... que eso no es posible, porque no quiero que viva amarrado a pequeñas esperanzas.

El tiempo decidirá si volveremos a encontrarnos, pero Jimin no debe buscarme nunca, por eso, debe estar totalmente convencido de que he muerto. Lamento arrastrarlos a esto, pero es la única manera de mantenerlo a salvo.

Trataré de que tengamos el menor contacto posible, no diré a donde voy, ni dónde estoy, mientras menos información tengan, será mejor. Probablemente cambie mi identidad, solo hablaré con Hoseok para avisarle si estoy bien o no. Tengo el número de tu cuenta bancaria y estaré enviando dinero para que no les falte nada a ti ni a Jimin, si es posible, asegúrate de que Jimin retome sus estudios, que retome su vida, Jungkook, de manera normal, como antes de que yo llegara a cagarla...

Recuerda, Jungkook. Jimin no puede saber que estoy vivo. Jimin no puede saber que tal vez, y solo tal vez, volveremos a estar juntos algún día."


Lágrimas espesas rodaban por sus mejillas, su pecho se oprimía de manera dolorosa y en ese momento no sabía exactamente cómo manejar la situación, se sentía engañado, lastimado, en realidad no sabía que sentía.

Yoongi no estaba muerto. Estaba por ahí en algún lugar, seguía vivo.

Todas las veces anteriores en las que tuvo alguna sospecha se reprodujeron en su cabeza, esta vez encajando correctamente como piezas de un rompecabezas y no pudo sentirse más estúpido. No podía creer nada, las voces se burlaban gritándole que ellas siempre habían tenido razón, que era un idiota. Arrugó la hoja en su mano y sintió la rabia correr por su ser.

Quería golpearlos a todos, gritarles a la cara lo falsos que eran y lo mucho que lo habían lastimado. Su cuerpo se sacudió debido a los sollozos, de repente se sintió mareado y tuvo que correr al baño, vaciando su estómago en el inodoro una vez más.

Se sentía asqueado de la mentira en la que había vivido, de las personas que se hacían llamar su familia pero que al final terminaron destruyéndolo al igual que Yoongi. Ahora no sabía que era lo quería hacer, si quería ver a Yoongi o quería seguir viviendo como si estuviese muerto.

¿Por qué?

¿Por qué había permitido que sufriera de esa manera?

Su vista se nublo mientras bajaba las escaleras aún con la carta en su mano, caminó hasta la cocina, apenas podía respirar sintiéndose ahogado por culpa de aquel sentimiento amargo y devastador que lo consumía, aquella mentira en la que lo habían metido las personas en las que creía podía confiar.

No sabía con claridad lo que estaba haciendo, por un momento solo quiso liberarse de todas aquellas sensaciones, dejar de sentir. Tomó un cuchillo y sin dudar lo presionó contra su garganta, apretó los ojos, estaba a punto de darle fin a todo, era un alivio.

Pero su mano tembló al igual que todo su cuerpo y sintió que perdía fuerzas. Desde hacía rato que luchaba por respirar, sintiendo su pecho arder por el esfuerzo y no fue hasta ese momento que se dio cuenta de que estaba teniendo un ataque de pánico. De un momento a otro sintió como su subconsciente se nublaba, se dejó llevar por sus emociones, no pudo luchar más en contra de ello, de repente todo se volvió negro y cayó al suelo.

Te amo Yoongi, aún después de tanto, te amo...

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