14
"Cuando me mires, actúa como si no me conocieras y aléjate. Solía quedarme en blanco cuanto estaba frente a ti, no te conocí cuando te vi, pero todo estará bien, ahora solo sonreiré porque no te conozco. Me olvidaré de ti. No te acerques, no regresaré, no importa lo que digas."
Hann (Alone) – (G)I-DLE
. . .
Flashback.
Jungkook apenas pudo procesar todo cuando el puño de Yoongi se estampó en su rostro con violencia, una y otra vez, sintiendo rápidamente como la sangre resbalaba por su rostro, lo siguiente de lo que fue consciente fue cuando su espalda chocó con el duro suelo y enseguida Yoongi se posó sobre él para continuar golpeándolo.
No luchó por defenderse, aún estaba en total shock, sintiendo su respiración escapar de sus pulmones cuando Yoongi presionó su garganta con sus manos, Jimin lloraba, gritándole al pelinegro que parara y mientras observaba como los ojos de su hermano se apagaban cada vez.
― ¡B-Basta Hyung! ―dijo Jimin temblando de miedo viendo a Jungkook encogerse en el suelo.
Yoongi estaba cegado por la ira, no podía ver nada que no fueran imágenes de Jungkook y Jimin en la cama, su mente se burlaba de él y eso solo lograba molestarlo más. Dolía, la imagen que había presenciado le dolía de manera descomunal y le había molestado en niveles sorprendentes. Jimin jaló el brazo del mayor apartándolo del menor con una fuerza que desconocía, Yoongi se tambaleó un poco antes de golpear a Jimin, tomando al rubio por sorpresa.
Un par de golpes más fueron propinados en dirección a Jimin hasta que lo hizo caer, luego golpeó su cabeza contra el suelo y no fue hasta que estuvo casi inconsciente que Yoongi pudo caer en cuenta de quien era la persona a la que estaba golpeando, Jimin lo observó con miedo, analizando aquella mirada sombría y esa expresión desquiciada que hace mucho no veía, Jungkook se levantó entre jadeos, limpiando un poco de la sangre que corría por su cuerpo y observó a Yoongi negando con la cabeza mientras ayudaba a Jimin a levantarse.
Yoongi se arrastró hacía atrás en el suelo, horrorizado ante la imagen de Jimin sangrando gracias a él y no supo qué había hecho, se había vuelto loco, de eso no había duda. Observó en silencio como Jungkook ayudaba al rubio a levantarse, tapando la sangre que salía de la herida en su cabeza con una de sus camisas.
Las voces en la cabeza de Jimin le gritaron que debía correr, que se alejara de Yoongi y que era el momento perfecto para que entendiera que, al lado de él, nunca estaría bien.
Y eso fue lo que hizo, se levantó del suelo tambaleando y tomó lo que quedaba de su ropa para vestirse y salir de aquel departamento, ignoró los llamados de Jungkook, importándole poco el caos que dejaba atrás, apretando las llaves en su mano y cerrando la puerta sin mirar atrás.
Y en el momento en que salió de esa casa sólo tenía una cosa clara. Ya no tenía ninguna intención de volver.
Dos meses después.
Jimin arrastraba sus pies por el lugar, sintiendo los vidrios crujir bajo sus pies y el peso del arma en su mano siendo lo único que lo mantenía en la realidad, la orden de su superior resonó en su cabeza haciendo que su piel se erizara ante la sensación de déjà vu que lo invadió y disparó al hombre frente a él para luego correr detrás de sus compañeros a la salida del lugar.
El aire frio lo golpeó y observó el momento en que los demás se hallaban metiendo a las camionetas a las personas que acababan de secuestrar del edificio en el que se encontraban. Jimin suspiró, limpiando su mano manchada de sangre en su pantalón y girándose cuando Johnny llegó a su lado.
El estadounidense se había convertido en uno de los más cercanos a él desde que llegó a la mafia de Suho, al principio trató de relacionarse lo menos posible con los miembros, pues estaba allí para distraerse, no para hacer amigos; pero la actitud extrovertida y a veces un poco pesada del castaño se la había puesto muy difícil, y al final había terminado acostumbrándose a él.
―La verdad ya no sé cuántas personas más piensa secuestrar, ya no se si esto es un negocio de tráfico humano o está formando un puto ejército ― habló Johnny reposando el rifle sobre su hombro y observando como terminaban de subir las personas a los vehículos.
―No creo que Suho quiera formar un ejército con un montón de mujeres jóvenes y chicos debiluchos ―respondió Jimin chasqueando la lengua y siguiendo a su amigo hasta la camioneta del mismo.
Se subieron al vehículo y enseguida el más alto encendió el motor siguiendo a los demás, eran pasadas la una de la madruga y las calles de Busan se encontraban totalmente solitarias, aunque eso también se debía a que no mucha gente se atrevía a pasear de noche por aquellos barrios. Las camionetas se deslizaban con rapidez por las calles, pareciendo casi parte de las sombras de la noche, ignorando las luces de alto y apenas mirando a los lados antes de lanzarse a un nuevo canal.
Jimin se acomodó en el asiento y cerró los ojos. ―Despiértame cuando lleguemos.
El castaño giró su vista hacia Jimin observando como este ya se arreglaba para dormir en el asiento de copiloto. ―Hm, me gustaría preguntarte algo.
―Es de mala educación hablarme cuando estoy por dormir, pero está bien ―accedió Jimin de mala gana incorporándose sobre el asiento.
― ¿Cómo es que tienes tanta familiaridad con esto de las mafias? Y ¿Por qué no dices tu nombre? ―Jimin se tensó al instante, sin embargo, trató de mostrarse lo más sereno posible ―. Desde que llegaste, Suho te presentó como "Baby Park" pero nunca has mencionado tú nombre, ni siquiera de dónde vienes, ya que claramente no te criaste aquí en Busan. ¿Quién eres, Park?
La curiosidad de Johnny lo había dejado sin aliento, y aunque sabía que en algún momento el chico tendría curiosidad, no pensó que sería tan pronto. Había tratada de relacionar su vida personal y su pasado lo menos posible, Suho era el único que sabía su nombre y que había sido parte de BS&T, fuera de eso, sus compañeros solo sabían lo que él quería que supieran. Claro que los "rumores" nunca faltaban.
―No hay mucho qué decir Johnny, ya te lo había dicho. Soy huérfano y perdí la mayor parte de mi memoria en un accidente, no recuerdo mi nombre y poco de lo que recuerdo fue el tiempo que viví en Seúl, sobreviviendo con el dinero de las peleas y las carreras clandestinas, nada de otro mundo. ―Jimin habló tranquilamente, dando su discurso totalmente ensayado, restándole importancia a sus palabras y haciéndole creer a todo el mundo que solo era un chico más, sin nada en especial.
―Hay rumores de que conoces a Min Suga. ―La expresión de Jimin se descompuso y tuvo que poner todo de sí para mantenerse impasible.
―Yo... Quizá lo conocí, pero no lo recuerdo, tal vez intercambiamos algunas palabras una noche, solo eso ―Jimin sonó cortante, dando a entender que la conversación había terminado―. Ahora si me disculpas, estoy muy cansado y dormiré un poco.
El pelirosa se acomodó en su asiento, cerrando los ojos y durmiéndose en su lugar casi al instante, dejando a Johnny con su cabeza echa un lio.
Tiempo antes.
Días después de haberse ido con Suho, Jimin apretaba el teléfono con fuerza en su mano sin creer lo que acababa de oír en la reciente llamada. Ahora observaba la puerta cerrada de su habitación y escuchaba el murmullo de los demás miembros fuera del lugar, probablemente preparando todo para su próxima misión.
Se había enterado de que Namjoon había engañado a Seokjin con Edán, o al menos eso parecía, pero Seokjin al final lo había perdonado. Por otro lado, Edán y Hoseok habían terminado su relación al igual que Jungkook y Taehyung, todo en la mafia se había vuelto un caos. Yoongi era buscado por toda la nación debido a que había asesinado al vicepresidente y a su hijo, motivo el cual era desconocido para Jimin. Ahora el pelirosa se encontraba un tanto preocupado, ya que al parecer Yoongi había sido encontrado, y lo peor de todo era que el gobierno tenía ordenes de asesinar al pelinegro, considerándolo una gran amenaza para la nación.
Si bien su desprecio hacía el pelinegro era bastante grande, no podía anular del todo sus sentimientos hacía él, después de todo sí, seguía amando a Yoongi. El rencor y la rabia que había sentido el día que el pelinegro lo encontró en la cama con Jungkook le había durado una semana cuando mucho, ya que al final terminó entendiendo el porqué de sus acciones e incluso se sintió arrepentido de las cosas que había hecho.
Por otro lado, sabía que Yoongi lo estaba buscando por cielo y tierra, y por eso mismo era que no lo encontraba.
Jimin no estaba escondido, pero a veces las cosas que están a simple vista son las más difíciles de ver.
Se había refugiado con Suho aquel día en el que salió del departamento de Yoongi, totalmente golpeado y alterado, desesperado por conseguir un escape lo más rápido posible, y allí estaba su gran amigo Suho tendiéndole la mano sin pedir nada a cambio.
O eso había creído Jimin hasta que había terminado trabajando para el hombre como miembro de su mafia, pagándole todos los "favores" que el castaño le había hecho. Pero ahora Jimin podía decir que las cosas estaban medianamente bien, sin hablar de cómo se sentía emocionalmente. La base de la mafia "Knives and stabs" era una especie de castillo remodelado en las afueras de Busan, con seguridad diez de diez y escondido entre un amplio campo de árboles, digno de una película de fantasía.
A Jimin no le había costado nada adaptarse a aquella situación, pero aún era inevitable que ese vacío en su pecho siguiera creciendo cada día, haciendo que sintiera que nada podría llenarlo ya, y se estaba cansando, de tener que ir siempre en contra de la corriente negándole a su corazón lo que tanto anhelaba.
Actualidad.
Jimin parpadeó un poco despertándose lentamente y percatándose de que ya habían llegado al refugio, se incorporó abriendo la puerta y salió de la camioneta, observando como ya comenzaba a amanecer. Restregó sus ojos y caminó sosteniendo el arma en su mano, viendo como bajaban a las personas de las camionetas para llevarlas hasta los galpones donde acostumbraban a meter a los rehenes.
El corazón de Jimin se encogió, sintiendo aquel sentimiento amargo de familiaridad, era un masoquista total, viviendo cada día situaciones que le recordaban a Yoongi, y sin hacer nada, solo se quedaba allí hundiéndose en aquel sentimiento de vacío abrasador, en su amor ardiente hacía el pelinegro y su manía de querer alejarse para "estar bien".
Refugiándose en las sombras del día y permitiéndole a su alma llorar en silencio, sintiendo su garganta rasgarse por los gritos de desesperación que no dejaba salir, saludando a la depresión que lo acompañaba siempre, haciendo la soledad más fría y oscura.
En esos momentos se preguntaba si de verdad alguna vez había estado bien, o si sus sentimientos habían sido disfrazados por la presencia del pelinegro y por eso ahora todo era tan doloroso, pero no de la manera en que dolía cuando estaba él, haciendo que todo valiera la pena, porque incluso en el infierno podría estar bien si estaba con él.
Pero era tan tóxico, y tenía tanto miedo de perder todo algún día.
La voz de su jefe sonó sacándolo de sus pensamientos y haciendo que se hiciera a un lado para ver la camioneta que ingresaba al lugar.
―Nuestro nuevo miembro ha llegado. ―Suho habló y Jimin frunció el ceño sin apartar la vista del vehículo.
La puerta del vehículo se abrió, y Jimin tuvo que parpadear varias veces para aclarar la imagen y asegurarse de que estaba viendo bien. Baekhyun caminó hasta ellos, revolviendo su cabello mientras estiraba su mano para saludar a Suho.
―Doll Byun, un place. ―El hombre estrechó la delicada mano del chico con un asentimiento antes de presentarlo a Jimin.
―Park, él es el nuevo miembro. ―Baekhyun estiró su mano hacia el pelirosa, fingiendo no conocerlo y estrechando su mano tratando de no reflejar la sorpresa que sentía en ese momento.
Suho fue llamado por uno de los miembros y se disculpó antes de alejarse, dejando a Jimin y Baekhyun solos. En seguida el pelirosa lo miró de forma acusatoria.
― ¡¿Qué estás haciendo aquí?! ―preguntó Jimin casi en un susurro a modo de que solo el rubio pudiera escucharlo.
―Vamos a sacarte de aquí ¡Te están tendiendo una trampa! ―respondió el mayor mirando hacia la camioneta.
― ¿De qué hablas? ¿Y cómo que "vamos"? ¿A quién más trajiste? ―Jimin frunció el ceño y Baekhyun señaló hacia la camioneta, el pelirosa giró la vista, observando Edán saludarlo efusivamente desde la ventanilla de copiloto.
―Eres la carnada, Jimin. Suho solo te está usando para atraer a Yoongi, y una vez lo haga, lo matará y a ti también, así que tienes que venir con nosotros.
― ¿Qué? ¿Estás loco? Y aun si quisiera irme, no puedo. Suho lo dijo, una vez que entras a Knives and stabs, no puedes salir ―explicó Jimin con un hilo de voz, sintiéndose nervioso al tener a los chicos allí.
―Para eso estamos aquí, Jiminnie ―Baekhyun tomó el rifle que Jimin sostenía desde hace rato y destrabó el seguro―. Lo siento por esto.
Seguido de eso Baekhyun disparó a uno de los vidrios de la camioneta y luego tiró el arma al suelo, pegando un grito, todos llegaron hasta ellos de inmediato alarmados, incluyendo a Suho.
― ¡Trató de dispararme! ―chilló Baekhyun señalando a Jimin quien estaba totalmente sorprendido, Suho miró a Jimin con una expresión confundida y el pelirosa observó como Edán aprovechaba la distracción y bajaba del auto corriendo hasta el interior del refugio.
Baek guiñó un ojo sin que los demás se dieran cuenta y luego siguió con su drama gritando que había tratado de matarlo.
¿Qué carajos?
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