👑CHLOE👑

James se levanta del sofá con una actitud extrañamente protectora, como si temiera que me haga daño. Tristán lo ve con una expresión de disgusto y miedo. Y mi madre tiene una expresión neutra, pero sé que está a la defensiva en caso de emergencia. Yo, por otro lado, no sé qué hacer.

- Tristán, ¿qué haces aquí? – digo levantándome del sofá

- Estaba preocupado – dice desviando su mirada de James y dirigiéndola hacia mí – no respondiste a ninguna de mis llamadas y mensajes, así que decidí venir a ver si estabas bien.

- Estoy bien – digo acercándome a él – Vamos afuera a conversar – le digo tomándolo del brazo.

Dejo a James tenso y nervioso dentro de casa y salimos al corredor fuera de mi departamento. La expresión de furia de Tristán se carga de miedo cuando lo veo a los ojos.

- Lo siento – digo tratando de aliviar el ambiente – yo no sé en donde dejé mi celular y...

- ¿Quién es él? – dice Tristán interrumpiéndome abruptamente. Sé que se refiere a James y no sé qué decirle. ¿Que es un ser mágico y que al parecer yo también? ¿Que llegó de la nada cuando carbonicé a tres hombres sin saber cómo? – Estoy esperando – dice y su actitud arrogante me enfurece

- Es un amigo de la familia – la respuesta llega a mí antes de que pueda procesarla. No es la mejor y seguramente Tristán empezará a hacer miles de preguntas.

- Tú no tienes familia – me dice molesto. Es verdad, él lo sabe. Siempre hemos sido mamá y yo. No tiene hermanos, ni tíos, ni siquiera padres, mi familia se limita a mi madre y a mí.

- Es hijo de una amiga de mamá que es como su hermana – digo excusándome. Aún no soy experta en esto de ser mágica y eso, pero estoy segura de que no debo decírselo a nadie.

- No te creo, Chloe – dice acercándose a mí. Su miedo disfrazado de furia me molesta bastante. No soy una persona sumisa a la que puede asustar con una miradita. Tengo boca, lengua y manos para defenderme de este tipo de situaciones.

- No me importa – digo encarándolo – me da igual si no me crees.

- Escúchame, Chloe – dice tomándome con fuerza del brazo – si me entero que has estado con él todo este tiempo y me has mentido, te juro que te vas a arrepentir.

Esa fue la gota que colmó el vaso. No sé por qué estoy defendiéndome ante mi novio por alguien que obviamente él no conoce y que no significa nada.

Aún – dice una vocecita en mi cabeza que decido ignorar.

- Ah, ¿sí? – digo soltando mi brazo de su agarre – y ¿qué me vas a hacer, Tristán? ¿Romper conmigo? ¿Una rabieta en la puerta de mi casa? ¿Golpear a James hasta matarlo? – veo que esa última idea no le desagrada del todo. Un destello de arrepentimiento cruza sus ojos.

- Lo siento, Chloe, hermosa – dice tomándome del rostro con suavidad – de verdad, lo siento. Yo no sé qué me pasa. Es solo que te amo demasiado y pensar en ti con él o con cualquier otro me vuelve loco – que cliché. Esa es la respuesta más usada para situaciones así. Debí imaginar que diría algo como eso.

- Tristán – digo sabiendo bien lo que debo hacer. Nuestra relación ha ido de mal en peor desde hace casi un año y no soy de las que aguantan este tipo de toxicidad en su vida – sé lo que sientes, pero no creo que yo pueda seguir así – suelto. Su mirada se llena de miedo.

- ¿Qué estás diciendo, Chloe? – alejo sus manos de mi rostro.

- Que desde hace tiempo que esto no funciona y yo no quiero seguir amargándome la vida cada vez que a ti se te da por casarnos. Estabas tan molesto por tus celos que ni siquiera me preguntaste que me pasó ayer.

- ¿Ese idiota te hizo algo? – pregunta rápidamente

- No, Tristán, no me hizo nada, de hecho, él me salvó –

- Explícate – ordena y pongo los ojos en blanco

- Ayer estaba saliendo de la cafetería y unos idiotas me atacaron, quisieron abusar de mí, pero él llegó y me sacó de ese maldito callejón.

- ¿Por qué no me llamaste? – interrumpe y mi paciencia sigue disminuyendo

- ¡Oh, claro! Lo siento tanto, Tristán, tienes razón. Debí decirles a esos tres maleantes que paren un segundo de atacarme para poder llamar a mi novio a tiempo y que sea él quien me salve – el sarcasmo sale natural en mí y aumenta la furia de Tristán - ¡Te estoy diciendo que no sé en dónde quedó mi celular! Talvez lo tiré en la calle intentando salvar mi vida.

- ¿Es por eso que estás tan molesta? – dice con descaro y mi paciencia ha llegado a su límite

- No, Tristán, no estoy molesta, estoy cansada. Cansada de que no comprendas que no quiero casarme a pesar de que te lo he repetido durante estos tres años, pero parece que no me quieres escuchar. Tengo veintidós años, Tristán, dime, ¿por qué me casaría tan prematuramente? ¿Por qué insistes tanto con el tema?

- Porque me amas, linda y yo te amo a ti. Somos el uno para el otro – dice tratando de acercarse de nuevo.

- Tristán – digo dando un paso atrás – esto no puede seguir. No quiero que siga – me siento mal por hacer esto, pero siento que es necesario – Lo siento, pero se acabó. Lo nuestro ya no tiene sentido.

- ¡No! – dice dando un grito y golpeando la pared con la palma de su mano – Chloe no me puedes hacer esto – dice con desesperación – Yo te amo, tú eres mi alma gemela, yo debo estar contigo, linda, porfavor, sólo dame una oportunidad para explicártelo todo y vas a ver que también debes estar conmigo.

- Tristán – digo tratando de ser lo más amable posible – lo siento, pero yo no puedo seguir con esto. Solo vete y por favor, no vuelvas.

Luego de esto, veo como una lluvia de emociones lo invaden: miedo, angustia, ira, ¿amor? La verdad no lo sé, pero me siento más aliviada, las cosas se estaban volviendo intolerables.

- Está bien – dice con resignación –me iré, por ahora, pero no creas que te vas a librar de mí tan fácilmente, Chloe. Volveremos y luego estaremos juntos para siempre, como debe ser. Te daré tiempo de recapacitar y dejaré que seas tú quién me busque. Pero te lo advierto, si no vuelves a mí, las cosas serán horribles para tu querida madre.

Luego de decir eso, da media vuelta para alejarse, pero alguien lo toma de la espalda y lo aprisiona contra la pared. James tiene el rostro rojo de furia mientras sujeta a Tristán de la camiseta, este último solo tiene una sonrisa de satisfacción en el rostro.

- No te vuelvas a acercar a ella, ¿entiendes? Ni a ella ni a su familia, maldito traidor– le espeta. Aun no entiendo cómo James llegó tan rápido.

- No vas a poder salvarla. A ninguna– le susurra Tristán a James con el tono lo suficientemente alto para que yo también pueda escuchar.

James le propina un puñetazo en el rostro y un instinto inhumano que no logro comprender, hace que me interponga entre ellos. Me paro frente a James, cubriendo a Tristán con mi cuerpo y la mirada de James está llena de asombro. Yo tampoco entiendo por qué estoy protegiendo a quien claramente amenazó a mi madre.

- Basta – le digo mirándolo desafiante – Tristán, porfavor, vete – le digo volteándome hacia el – James, tu entra al departamento, porfavor.

Irónicamente ambos me hacen caso. En este momento mi mente se llena de preguntas.

¿Cómo llegó James tan de prisa? ¿Por qué Tristán le dijo que no podrá protegerme? ¿A qué se refiere cuando dijo que volverá? ¿Por qué demonios James le dijo traidor a Tristán si ni siquiera se conocen?

- Entra y responderé todo lo que quieras – dice James invadiendo mi mete de nuevo. Está parado en el marco de la puerta con una expresión de arrepentimiento.

El que vuelva a meterse en mi mente me molesta, pero primero necesito respuestas. Ya luego le daré a James una cuantas lecciones de respeto a la privacidad.

Parte 7 del maratón.

Ya sé que dije que haría una super actualización, pero soy algo controladora y no me gusta que las cosas queden en números impares o desiguales, así que publicaré hasta el capítulo 10.

Espero sepan disculpar mi obsesión pero pues que les digo.

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