👑CHLOE👑

Llevamos casi una semana en el mundo real, y los deseos por ver a mamá crecen cada día. Han pasado ya dos días más, y ahora estamos en un motel a las afueras de una ciudad ecuatoriana llamada Cuenca. Hemos recorrido parte de la Amazonía, hasta esta linda cuidad. Acabamos de llegar y me tiro sobre la cama. Estoy muerta de cansancio. Después del hotel en la reserva, al día siguiente la misma recepcionista que nos atendió, le ordenó al bus que llevaba a los turistas de regreso, que nos lleve a nosotros también, así que llegamos a Francisco de Orellana cerca de las diez de la mañana. Caminamos por un par de hora y nos detuvimos a comer en ciertos lugares. La verdad es que me siento mal por las personas a las que les mentimos, pero no tenemos ni un centavo y tuvimos que hacer lo necesario.

La historia del ataque animal nos sirvió hasta que entramos a un hotel relacionado con el hotel de la reserva. El chofer del bus le explicó nuestra situación y nos dieron una habitación simple con el desayuno y un almuerzo. Luego de eso, salimos en otro bus, en camino hacia Pastaza, otra provincia amazónica, al amanecer llegamos a Morona Santiago, y el camino siguió hasta donde estamos ahora. En las afueras de la capital de la provincia del Azuay, Cuenca. Mañana en la mañana, los efectos del eclipse habrán desaparecido y podremos volver a casa.

Me quedo dormida al instante al igual que James. A la mañana siguiente, James me encuentra saliendo de la ducha, con una bolsa que, por el distintivo olor, asumo que son hamburguesas. Me visto con la ropa que nos dieron el otro día en el hotel, que consiste en unos pantalones deportivos y una sudadera sencilla. Son abrigadores para el clima de la sierra y frescos para el clima húmedo del oriente. Comemos y agradecemos a la recepcionista por ayudarnos con la habitación. Tuvimos que decirle que fuimos asaltados en el camino y no tenemos nada aparte de la ropa que llevamos puestos. De cierta forma es verdad, así que la mujer se compadeció y nos ofreció una habitación pequeña para pasar la noche.

Salimos del lugar y caminamos hasta encontrar un lugar escondido en dónde podamos abrir el portal. Nos adentramos al bosque que iniciaba en la orilla de la carretera y caminamos hasta estar lo suficientemente escondidos. Una vez que nos aseguramos de que nadie pase por aquí, James abre el portal y nos metemos dentro de él. En un segundo, estamos en el bosque donde solíamos entrenar.

Chillo de la emoción y me lanzo a los brazos de James, besándolo y abrazándolo. Quiero correr hacia mi casa, pero James tira de mi brazo y me atrae nuevamente hacia él.

- ¿Qué sucede? – pregunto

- Antes de ir a tu casa – habla con nerviosismo – Quiero enseñarte algo – sonríe con misterio

- ¿Qué cosa?

- Es una sorpresa que planeaba dártela en tu graduación, pero las cosas se salieron de control

Río con sarcasmo y asiento ante su propuesta. Caminamos en dirección a mi casa, pero dos calles antes de llegar a mi edificio, damos vuelta a la izquierda. Nos alejamos tres calles más y nos detenemos ante otro edificio.

- Una vez – empieza a hablar James, mientras abre la puerta principal – Cuando corríamos por aquí como calentamiento, nos detuvimos frente a este edificio y me mencionaste lo mucho que te gustaba...

*Flashback* James

- ¿Por qué te detienes? – pregunto cansado

- Para descansar y admirar el lugar – responde Chloe con las manos apoyadas en sus piernas

- Aquí solo hay edificios

- Sí – dice incorporándose – ¿Ves el edificio de en frente? – pregunta y asiento – Es hermoso. Las ventanas son de vidrio y desde el tercer piso se puede admirar la ciudad. Los departamentos son grandes, pero mantienen todas las habitaciones cerca. Tiene un hermoso balcón en la habitación principal y en la cocina. Puedes subir a la terraza y ver las estrellas a través del techo de cristal que tiene. Me encantaría vivir en un lugar así

- Es cierto – digo atontado por la forma en la que habla – Suena hermoso

- Lo es – me mira y sus ojos son dardos que me queman el alma. La amo. Y no sé qué es lo que me quema más, si el amarla como lo hago, o el no poder decírselo.

*Fin del Flashback*

- Desde ese momento, supe que no importaba si éramos seres mágicos o simples humanos, supe que te amaba y que te amaría por siempre – llegamos al cuarto piso y nos detenemos frente a una puerta, marcada con un número y una letra en cursiva, de un dorado brillante

- 4.M – leo la inscripción.

- Chloe – lo miro – Bienvenida – abre la puerta y me quedo estática ante la hermosa vista del departamento.

Los muebles blancos hacen contraste con los grises de la cocina. Las puertas de las habitaciones están abiertas y distingo una cama en dos de ellas. Hay cuadros de paisajes y las ventanas muestran a toda la ciudad en su máximo esplendor. La luz del sol entra por todas partes y el lugar se llena de vida.

- No lo entiendo – hablo una vez que salgo de mi trance

- Lo compré días antes de tu graduación – se acerca a mí – Para nosotros.

- ¿Solo nosotros? – pregunto emocionada

- Este es nuestro hogar a partir de ahora.

Mis ojos se abren de sorpresa y abrazo a James con todas mis fuerzas.

- ¿Te gustó la sorpresa? – pregunta aún abrazados

- Mucho – aparto mi rostro de su pecho para fijar mi mirada en su rostro – Aunque no tenías que hacerlo. Tú eres mi hogar y si te tengo a ti puedo ser feliz en un castillo o bajo un puente, pero te lo agradezco mucho.

- Ahora tendremos un lugar al cual escapar cuando estemos abrumados o necesitemos un respiro – dice sonriendo – Tú también eres mi hogar, Chloe.

- Te amo – digo besándolo despacio

- ¿Vemos las habitaciones? – pregunta sugerente

- ¿Solo las veremos? – hago un puchero

- Claro que no – me guiña el ojo y me carga hacia la habitación principal de nuestra casa.

Que bien que suena eso: Nuestra casa.

Ya faltan 9 capítulos para el final y estoy muy entusiasmada con esto.

Les dejo que disfruten este capítulo un poquito corto. El capítulo explica un poco del trayecto por el Oriente del Ecuador hasta llegar a la Sierra. Como ya había explicado, una parte de mi país va  a estar siempre en mis historias, me parece la mejor manera de enorgullecerme de mis orígenes.

Nos leemos la próxima!

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