👑CHLOE👑

El camino a mi casa fue extraño. Al salir del departamento de James, lo primero en lo que me fijé, fue que había oscurecido. No sabía qué hora era exactamente pero seguramente mi madre debió llegar ya a casa. Nos subimos en su motocicleta y el simple roce de mis manos contra su abdomen hizo que cada fibra de mi ser se estremezca.

Llegamos a mi casa y subimos las escaleras en silencio. Al llegar a la puerta, antes de que pueda introducir la llave en la cerradura, esta se abre dejándome ver a mi madre con una expresión de miedo en sus ojos que se desvanece al verme. Me abraza con fuerza mientras solloza.

- Que bueno que estés bien linda. Estaba preocupada por ti.

- Tranquila mama, estoy bien-digo alejándome para ver su rostro. El alivio reina en sus facciones, pero luego ve a James y la desesperación inunda sus ojos. Lo inspecciona de pies a cabeza y puedo ver como un montón de recuerdos la inundan. Es como si lo conociera.

Puede preguntárselo a su madre. Ella sabe toda la verdad

Las palabras de James llegan a mi mente y trato de entender la situación.

- ¿Quién es el, cielo? –dice mi madre invitándonos a entrar.

- Soy James señora, mucho gusto-dice James extendiéndole la mano a mi madre. Ella la acepta algo incómoda y, no sé si fue mi imaginación, pero los ojos de James se tornaron completamente blancos. Mi madre lo mira fijamente y su expresión se entristece.

- Un gusto, James. Llámame Anne.

Mi madre nos guía a la sala e invita a James a sentarse. El obedece y veo a mi madre desaparecer hacia la cocina. La sigo luego de ver la expresión de James al ver mi casa. Vivo en un edificio de departamentos de 10 pisos. Mi madre consiguió este departamento después de que yo nací, ya que antes vivía en un lugar más pequeño. Nuestro departamento se encuentra en el cuarto piso y tiene unos ventanales enormes que le dan vida al lugar. James admira cada rincón de mi sala y cada cuadro colgado. La mayor parte de esos cuadros los hemos hecho mamá y yo. Cuando me sentía triste o estábamos aburridas, tomábamos un lienzo o un pedazo de madera y pintábamos lo que queríamos. Mamá tiene un dibujo de un lindo paisaje primaveral que pinté a los 8 en su habitación, y yo tengo un cuadro de un cielo estrellado en el bosque, que mamá me regaló para mi cumpleaños número 10 en mi habitación. El resto de los cuadros se encuentran distribuidos entre el recibidor, la sala y el comedor.

Ver a James embelesado y abstraído en su alrededor me hace pensar que es increíblemente adorable. Sus ojos están iluminados y en sus labios entreabiertos se forma una pequeña sonrisa de satisfacción. Viéndolo detenidamente, me doy cuenta en los gestos que hace con esos labios al estar concentrado. Se muerde la comisura del labio inferior y abre sutilmente la boca.

Que labios tan besables.

Por favor Chloe, ¿qué haces?

James mira en mi dirección y sonríe. Debo decir que su sonrisa es en extremo linda. Se ve tan tierna e inocente pero tan sensual. Siento como el calor llega a mis mejillas al pensar en sus labios y en lo bien que se deben sentir si sus labios vagaran por mi cuerpo y...

- ¿Chloe?

La voz de mi madre me saca de mis pensamientos y lo agradezco porque estaban tomando un rumbo demasiado atrevido. Mamá me hace señas para que me acerque y entro a la cocina detrás de ella.

- ¿Quién es el, Chloe?

Pensándolo bien, definitivamente prefiero los pensamientos sobre James antes que el interrogatorio de mi madre. No sé cómo empezar a explicárselo. Mi madre pareció reconocerlo y no tuvo problema en que pase a nuestro hogar. Lo dejó solo en nuestra sala con todas nuestras cosas a simple vista. Podría ser un ladrón, pero mi madre repentinamente confió en él.

- Es complicado mamá-digo sentándome en la encimera de la cocina. Creo que lo mejor es ser honesta con ella. Si James decía la verdad sobre lo que mi madre sabía entonces ella me diría si es verdad todas las locuras que dijo; y si no es cierto, pues veremos la forma de alejarlo y sacarlo de nuestra casa-

- Solo dilo, Chloe- dice tomando una fresa del frutero.

Ahí vamos.

- Estaba saliendo de la cafetería cuando unos hombres se me acercaron. Trataron de abusar de mí y me defendí tanto como pude, pero uno de ellos me tiró al piso y no supe qué hacer así que me puse a gritar- decido omitir la bofetada que me dio- me desesperé y solo cerré los ojos esperando lo peor pero luego abrí los ojos y vi a los tres hombres carbonizados. No sé qué fue lo que pasó en esos segundos que no veía, pero James llegó casi enseguida y me sacó de ahí- mi madre me mira con desaprobación al oír eso- Bueno no quise irme con él, pero dijo algo y asumo que perdí el conocimiento porque cuando desperté estaba en su departamento. Me dijo un montón de cosas que soy hija de unos reyes que murieron de no sé dónde y me trajo aquí porque dijo que tú me dirías la verdad.

Mi madre se queda con una expresión que no se descifrar, perdida en sus pensamientos. Su silencio solo me hace temer por lo que me dirá. Suelta un suspiro lleno de pesar.

- Chloe- alza su vista hacia mí y lo entiendo. Era verdad. Lo que me dijo James. ¿cómo puede ser eso posible? - Sabía que este día llegaría. Hay cosas que están ocultas para protegerte, pero eso ya no es necesario. Debes saber absolutamente todo y espero que entiendas todo lo que hice.

- ¿Estás diciéndome que toda mi vida hasta ahora ha sido una mentira? – entro en crisis – Que mi madre no es mi madre, que mi mundo no es mi mundo y hasta que yo puedo no ser yo.

- Chloe, escúchame – pide mamá con la voz temblorosa

- ¿Eso es verdad al menos? Mi nombre – digo dolida - ¿Cuál es mi verdadero nombre, mamá?

- Malika – admite en un suspiro derrotado

- ¿Cómo pudiste esconderme esto tanto tiempo?

- Ella me pidió que lo hiciera – intenta explicarse – Tu nana, quien tenía tu custodia luego de la muerte de tus padres me dijo que no te dijera nada hasta que tu Agur apareciese. Nunca supe de qué hablaba, pero dijo que sería un hombre castaño, ojos azules, alto y que me daría una señal para reconocerlo. Tuve que hacer hasta lo imposible porque tu vivieras como humana, a pesar de todo el poder que aparentemente tenías.

- No hay nada que puedas decir que me haga cambiar de parecer en este momento – respondo – Me mentiste toda mi vida y ahora resulta que un reino entero depende de mí.

- Escucha lo que tengo que decirte, por favor – pide más calmada – Te voy a contar toda la historia, desde el día que te conocí. Si sigues pensando de la misma manera luego de eso, entonces veremos qué hacer, pero primero escucha.

Asiento limpiando las lágrimas de mi rostro. Siento que lo que voy a oír no es nada lindo, pero de repente James entra en la cocina y todos mis miedos se van. Es como si su sola presencia me transmitiera paz. Tengo miedo y ansiedad llenando mi cuerpo, pero con una mirada de esos hermosos ojos grises todo se va. Me siento segura cuando él está cerca y no sé por qué. Talvez por el hecho de que es mi guía espiritual o no sé qué. Siento que él es parte fundamental de la historia que me contará mi madre.

Al ver a James le hace un ademán para que se acerque.

- A quien estaba esperando era a mi padre – dice James llegando a nosotras – Era él quién debía encontrar a la princesa y prepararla, pero murió hace un año, y yo asumí sus responsabilidades.

- Lo lamento tanto – digo observándolo

- Tienes que escuchar lo que tu madre va a decirte – me habla sin apartar su mirada de la mía y asiento instantáneamente sin saber por qué.

- Todo comenzó la madrugada de un 3 de agosto. El día en que llegaste a mi vida.

Mi madre empieza a contar su historia, y a cada palabra siento cómo todo mi mundo voltea poco a poco.

Parte 2 del maratón

💥