👑CHLOE👑

Una semana. Ha pasado una semana desde que James intenta enseñarme a usar mi magia y literalmente no he podido hacer nada. Es como si la supuesta magia que tenía en la sangre se haya ido. No he podido mover una sola rama del suelo, mucho menos recrear el hechizo que hice hace unas semanas, así que mi esperanza de hacer los hechizos que nos saque de aquí se ha ido por completo.

- Relájate, ¿sí? – me dice James

- Eso intento – respondo realmente frustrada

- No te presiones – intenta tranquilizarme, pero sé que él debe estar igual de frustrado que yo.

- No es tan sencillo – el que no pueda hacer nada me pone de mal humor

- Calma – dice tomando mis manos – Vamos a intentar otra cosa

- ¿Cómo qué? – pregunto intentando relajarme

- Iniciamos con hechizo, pusimos a trabajar tu parte bruja – responde calmado – Talvez debimos empezar con los elementos, con tu conexión de ninfa con la naturaleza, es mucho más sencillo

- Okey – respondo

- Bien, ahora, tienes que elegir cuál será tu elemento

- ¿No se supone que puedo manejar todos? – pregunto

- Si puedes, pero siempre va a haber uno con el que te sientas mejor – me dice – Ahora, elige: agua, aire, fuego, tierra o luz

- Sencillo – digo con sarcasmo

- Pon un poco de tu parte, Chloe – me reclama

- Bien – mis emociones han estado muy volátiles esta última semana

- Respira – me habla suavemente al oído – Siente el agua que cae de la cascada; el césped bajo tus pies; la luz intensa del sol; el calor del fuego; la brisa que sopla y mueve tu cabello. Siente lo que pasa a tu alrededor, y concéntrate en el estímulo más fuerte

Su voz en mi oído me relaja. Me concentro en lo que me dice y respiro profundamente. El calor que me produce su voz me recuerda al fuego, pero no me siento cómoda con eso. Intento concentrarme, pero no logro hacerlo. Abro los ojos frustrada.

- Esto es inútil – digo alejándome de James

Camino y me siento en el suelo.

- Es difícil la primera vez, pero puedes hacerlo

- ¿Cuál era el elemento de mi madre? – pregunto

- El aire, era una ninfa del aire, antes de ser la reina

- ¿Crees que ese también sea mi elemento? – intento buscar soluciones a mi problema

- Talvez – responde – Aunque es inusual que el elemento se repita en las generaciones

- Pues intentemos con el aire – sugiero

- Okey – me extiende su mano y me pongo de pie

- Ahora – me mira a los ojos – Cierra los ojos y enfócate sólo en la brisa que choca en tu rostro.

Hago lo que me dice, pero sinceramente no siento nada. No creo que el aire sea mi fuerte. Abro los ojos y suelto un bufido.

- Descansa un momento, ¿sí? – dice James – Iré por algo de comer

- Claro – digo viéndolo alejarse

Me acuesto en el suelo y cierro los ojos. Mis manos juguetean con el césped y caigo en la cuenta de que en este espacio nunca he visto una flor. Ni una rosa o un simple diente de león. Me gustaría que hubiera margaritas o girasoles, seguramente el paisaje sería más bonito.

- ¿Chloe? – me habla James a mi espalda y me incorporo para verlo. Su expresión se ve asombrada

- ¿Qué pasa? – pregunto confundida

- ¿Qué hiciste? – no me responde y su expresión sigue siendo la misma

- Nada – digo preocupada - ¿Qué sucede?

- Mira – me señala el suelo y mi boca se abre ante la imagen.

Hay dos pequeñas margaritas en el lugar donde estuvieron mis manos antes. Suelto un grito de alegría y me arrodillo para ver las pequeñas flores. Son de un blanco brillante con el centro de un amarillo intenso. Son casi del tamaño de mi dedo pulgar y siento que voy a llorar de la emoción.

- ¡Esto es increíble! ¡Mira! – digo emocionada, pero la expresión de James me provoca un escalofrío - ¿Qué pasa? – pregunto con temor

- La tierra – dice – Es tu elemento

- ¿Y eso es malo? – la cara de James me dice que si es malo

- N...no – tartamudea y se me congela la sangre.

- James no me mientas – me acerco a él

- Voy a decírtelo, pero no quiero que pienses que significa algo, ¿okey? Sólo son coincidencias y ya – explica nervioso y mi corazón late cada vez más fuerte

- Habla de una vez - ordeno

- La tierra era el elemento de Nadia, la madre de Savannah – mi boca forma una "o" y el miedo se adueña de mi cuerpo – Pero ya te lo dije, eso no significa nada, Chloe.

- ¿Ah no? – digo incrédula

- Son coincidencias, han existido tres herederas que han manejado ese elemento y hay más de cinco mil ninfas de tierra en toda Mageía y unas 500 entre los humanos. La tierra es un elemento muy común.

Quiero creerle, de verdad quiero, pero no consigo pensar en algo bueno de esto. Quién quita y soy otra loca como mi tía, o puedo ser homicida, o destruir el mundo de James. Las imágenes de los peores escenarios vienen a mi mente y empiezo a hiperventilar

- Tranquila, tranquila – dice James acercándose a mi – No pienses en eso, no va a pasar

Intenta tranquilizarme, pero siento que mi cuerpo está colapsando. No puedo respirar y la voz de James se escucha cada vez más lejana.

- ¿Chloe? ¡Chloe! ¡Cálmate! ¡Respira!

Sus intentos por calmarme me mantienen en la realidad y poco a poco mi respiración se va normalizando. Nunca en mi vida había tenido un ataque de pánico. Se sintió verdaderamente horrible. Luego de varios minutos, mi respiración y sentidos vuelven a la normalidad.

- ¿Cuál es el elemento de Savannah? – pregunto

- El fuego – responde aún con temor en su voz – La tierra no es un elemento que cause daño – dice James – Es uno de los elementos más dóciles y puros. Las ninfas de tierra juntos con las de agua han sido las menos propensas a sentirse atraídas por la oscuridad, de hecho, en el último censo se encontró una enorme diferencia de Morkheks en las ninfas de tierra que en el resto de facciones. El hecho de que Nadia haya sido vengativa no se relaciona en nada con su elemento. No tienes nada de qué preocuparte, sé que estarás bien.

- ¿Qué demonios es un Morkheks? – pregunto confundida

- Son Asterianos consumidos por la oscuridad – explica – En un principio, eran solo las brujas quienes eran propensas a esto debido a los miles de hechizos de magia negra que existían, pero conforme pasaron los siglos, el resto de facciones también se vieron afectadas. El término viene de dos vocablos "Mork" que significa muerte y "Heks" que significa brujas.

- Okey – digo - ¿Podemos terminar con el entrenamiento por hoy? Me siento abrumada

- Claro que si – accede de inmediato y regresa conmigo a la cabaña.

Aún estoy asustada, pero sé que James no dejará que nada malo me pase con esto de la magia.

- La oscuridad siempre puede tentar a cualquiera, sin importar sus poderes, el truco está en hacer las cosas no por venganza ni odio, sino por las razones correctas.

- ¿Qué es lo correcto? – pregunto

- Proteger a los inocentes

- ¿Y si por proteger a inocentes terminan muriendo más inocentes? – dejo la pregunta en el aire mientras me adelanto a la cabaña

Suena sencillo eso de hacer las cosas por las razones correctas y salvar inocentes, pero me pregunto hasta qué punto las cosas pueden ser una buena causa y diferenciarse de los motivos íntimamente personales, como los de Savannah. 

Hola mis querid@s Asterianos.

Les dejo el capítulo de esta semana.

Espero que lo disfruten mucho.

Los quiero.

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