CAPITULO 22
🌟JAMES🌟
Un dolor en el estómago hace que abra los ojos. Reconozco la habitación, pero no sé cómo llegué aquí. Lo último que recuerdo es haberle lanzado un cuchillo a Tristán. Los ojos de Chloe pasaron de mostrar temor, a alivio y lo último que vi, fue más miedo cuando se acercó a mí, segundos antes de quedar inconsciente.
Nada de esto hubiera pasado si mis sentidos hubieran estado alertas ante la situación, pero todo mi cuerpo estaba aturdido por Chloe y su perfección. Sentí una emoción tan grande cuando pensó que talvez si se estaba enamorando de mí. Sabía que ella estaba destinada a amarme, pero el que lo empiece a aceptar le dio a mi alma un gran alivio.
Intenté controlarme todo lo que pude, pero los pensamientos de Chloe llegaban a mi mente y sentí un deseo incontrolable que nunca antes había sentido. Mi cuerpo pedía a gritos que la bese, que la toque y que la haga mía, y sabía que, si la besaba, entonces todo mi control se iría y terminaría haciéndole el amor por toda su habitación. La verdad es que tenía muchas ganas de hacerlo, desde que la vi por primera vez, y esas ganas aumentaron al verla desnuda frente a mí el otro día.
Su aroma a lavanda me enloquecía y mis manos actuaron por sí solas al tomarla de las nalgas y llevarla contra la pared. Quería sentir cada parte de su cuerpo contra el mío. Sentí sus pezones endurecidos contra mi pecho y me moría por arrancarle ese vestido y hacerla mía, pero el idiota de Tristán apareció.
Estaba por detenerlo, pero una flecha de cobre atravesó mi abdomen, tirándome al suelo. Existe una sola debilidad de un Augur, y esa es una flecha de cobre hechizada con la sangre de nuestro opuesto, es decir, un augur oscuro en mi caso. La flecha me quemaba y luego vi a Chloe venir hacia nosotros. Perdí el conocimiento y ahora me despierto en la cama de Chloe, con ella dormida al pie y con una venda alrededor de mi abdomen.
Me muevo lentamente, intentando no despertarla, pero no lo logro, y ella abre los ojos, me mira y el deseo del día de ayer causa nuevamente estragos en mi cuerpo. Sus ojos somnolientos enmarcados por unas ligeras ojeras me revuelven el alma. Me brinda una sonrisa de alivio antes de acercarse a mí y abrazarme. La siento cerca de mí, no sólo físicamente y me alivia saber que las cosas se empiezan a dar como debe ser. Es difícil para ella enterarse de todo esto a sus 22 años y el saber quién soy y lo que significo para ella, solo le dará una cosa más en la que pensar.
- Me asustaste – dice ella separándose de mí y mirándome con esos ojos hermosos.
- ¿En dónde está? – pregunto intentando levantarme
- No te muevas – no puedo dejar esto así, pero sus manos se envuelven en mis brazos indicándome que me quede en la cama – Tristán se fue justo después de que quedaste inconsciente. No sabíamos qué hacer porque mamá dijo que no podíamos quitar la flecha, y de repente apareció Julian en sus circulitos mágicos – río ante su concepto de portal – Y quitó la flecha e hizo no sé qué y te curó. Yo me sentía inútil porque no hice nada, así que te vendé para que parezca que también ayudé.
Ríe tímidamente y me muero por besarla. Se ve tan inocente que nadie creería lo que pasaba por su mente ayer aquí en su habitación.
- Gracias – digo tomándole la mano - ¿Dormí aquí en tu cama? – pregunto
- Si
- ¿Y tú?
- Yo no sé en qué momento me quedé dormida, ya que, según yo, te vigilaría toda la noche – camina alrededor de la habitación recogiendo lo que está en el suelo
- Lo siento – digo poniéndome de pie, a pesar de su mirada de desaprobación
- Está bien – dice acercándome ropa – Casi te matan por mí, yo debería disculparme
- Es mi deber, y no me importa salir lastimado por cumplirlo – digo poniéndome la camiseta
- Okey – dice apenada – Pero para la próxima, no me dejes atrás – su pedido me desconcierta – Si las personas van a arriesgar su vida por mí, al menos quiero estar a su lado.
- Eso no...
- No fue pregunta, James, fue una orden – dice firmemente – No me vuelvas a dejar atrás
- Como ordene mi reina – digo con una reverencia
- Y no vuelvas a hacer eso – dice riendo – Vamos, que la comida está lista
Salimos de su habitación y veo a Julian sentado en la mesa del comedor, conversando con su madre. Al verme viene hacia mí preguntándome cómo estoy.
- Calma, fue solo una flecha – digo intentando evitar que se preocupe
- Fue solo una flecha – me imita – Puede que seas inmortal, pero sabes que todos tenemos debilidades y si Tristán no fuera tan idiota, hubiera sabido que si apuntaba más arriba – señala mi frente – en este momento estuvieras muerto.
- Lo sé – me alegra que sea principiante en esto – Pero no pasó nada, okey, estoy bien.
Caminamos al comedor para desayunar. Deben ser casi las once de la mañana y Chloe sigue aquí. Conozco su horario de clases y sé que debía estar en la universidad a las ocho.
- ¿No fuiste a clases? – pregunto al sentarme
- No – dice y sigue comiendo – Quería asegurarme de que estuvieras bien.
- No debiste faltar – digo – Y menos por mí
- Bueno, pero lo hice – dice mirándome – Ahora come y no te quejes
- Me gusta cuando eres mandona – digo y sus mejillas se tornan rojas.
Comemos riéndonos con lo que dice Julian y la paz que se respira es atípica. En los últimos años, la paz ha sido algo ausente, y estos pequeños momentos, se vuelven realmente apreciados. El que Tristán haya escapado, me tiene inquieto. Algo en él me dice que no sólo hizo esto por amor. Savannah está involucrada indudablemente en esto, y eso me angustia. Significa que está más cerca de Chloe de lo que creíamos y lo que pasó ayer es una prueba de que no va a lastimarla a ella directamente, sino a sus seres queridos. Tiene esa estrategia de guerra, lo sé porque fue lo que hizo con mi familia. Sabía que yo era Enaid de Chloe y mató a mi padre para sembrar rencor en mi familia contra ella, para alejarme a mí de mis deberes como el siguiente Augur real y para ganar a una familia poderosa de su lado. Aunque nadie en su sano juicio se uniría a la persona que mató a su padre, probablemente pensó que tampoco no uniríamos a la persona que causó la muerte de mi padre. Viéndolo desde una perspectiva externa, mi padre se pasó la vida entera buscando a Chloe y eso lo llevó a las manos de Savannah. Ambas reinas tienen la culpa en parte y parte por su muerte, pero viéndolo desde mi ángulo, Savannah es la mala y Chloe la que tiene que reinar. Savannah, a pesar de haber crecido entre magia, tampoco sabe cómo funciona nuestro mundo. Un Augur nunca va a ser infiel a su reina. Daríamos la vida para protegerla y no nos dejamos cegar por el dolor o el rencor.
Pero yo sí me cegué por una cosa: El amor. Mi amor por Chloe es más grande que mi deber. Afortunadamente mi amor y mi deber tienen la misma misión: protegerla sin importar qué, y lo haré hasta el día de mi muerte. Todo sea por ella.
Estaba por ponerles una foto de Julian, pero literal solo sería la copia de James. Me los imagino totalmente iguales, así que les dejo otra fotito de James/Julian en el rostro del hermoso Daniel Sharman.
Los quiero
¡Gracias por el apoyo!
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