Al terminar en el carrusel nos fuimos del mercado, ya estaba oscureciendo y no quisiera que pasara algo.

Amelia:Está oscureciendo, deberíamos volver.

Samuel:No me había dado cuenta.

Amelia: -Suspiré cansada- Cielos, lo siento, forma de señalar lo obvio, Amelia.

El cansancio se me fue del cuerpo cuando dije mi verdadero nombre. Ahora si estaba en problemas. 

Samuel: -Me mira sorprendido y extrañado- ¿Cómo te acabas de llamar?

Amelia: -Muy nerviosa tratando de pensar en algo para salir del problema- Y-yo...eemm...prefiero hablar de cómo te quiero llamar a ti. Ese paseo sacudió mi mundo, Samuel. 

Samuel: -Sonriendo se ríe un poco divertido- Jeje eres linda cuando estás nerviosa. ¿Deberíamos ir a cenar primero? No sé tú, pero yo tengo hambre. 

Amelia:¿Podemos encontrar un lugar cálido? Mis piernas están congeladas.

Samuel:Conozco el lugar perfecto, vamos.

Asentí y lo seguí hasta una taberna simple.

Samuel:Sé que solo es una taberna, pero prometo que será cálida y la comida es fantástica.

Amelia:Confío en cualquier lugar que digas que es bueno. 

Samuel: -Él sonríe feliz- Me gusta mucho este nuevo lado tuyo. Normalmente peleas conmigo por todo. 

Ambos entramos y nos acercamos a la barra donde Samuel llamó al bartender para que nos atienda. 

Bartender: -Él se sorprendió mucho al vernos- Samuel Runner, en mi taberna.

Samuel: -Él sonríe- Manny, ¿cómo estás, amigo?

Manny:Estoy bien, gracias. Avanzando, engordando cada mes. Sigo jugando en las ligas de tabernas. 

Samuel:Fantástico, tendrás que avisarme el horario. Me encantaría intentar ver un partido.

Manny:No, chico. Estarás demasiado ocupado devolviéndonos el trofeo. -Luego me mira- ¿Y quién es tu encantadora dama?

Samuel:Te presento a mi amiga, Rita Runner.

Manny: -Parecía en shock viéndonos- ¿Estás loco? Mírala. No hay forma de que puedas llamar a una chica tan hermosa solo una amiga. 

Samuel: -Él se sonroja- Bueno, quiero decir...supongo que estamos saliendo. Más o menos.

Manny: -Mira a Samuel con ojos interrogantes- ¿"Más o menos" saliendo? ¿Supones? Parecían tener una conexión tan fuerte. Espera, ¿ustedes dos solo están fingiendo?

Samuel:No. No, por supuesto que no, Manny. Ella significa el mundo para mí.

Me sonrojé mucho cuando dijo eso. Aaww creo que él realmente lo dice en serio. Después del día que acabamos de tener, quiero que Samuel sepa que mi corazón también lo siente. 

Amelia:Definitivamente hay algo aquí. De verdad, me preocupe genuinamente por Samuel. Espero que las cosas funcionen para nosotros. 

Samuel:Y estoy feliz de que una mujer como ella me esté dando una oportunidad. 

Manny:Lo siento, dudé de ti, muchacho. Está claro que lo dices en serio. Los dejo para que disfruten su comida. 

Le agradecimos y después empezamos a comer, Samuel no mentía cuando dijo que la comida aquí era increíble. Y vaya que si era deliciosa. 

Samuel:¿Has comido lo suficiente?

Amelia:Si, estuvo delicioso.

Samuel:Tengo un último lugar al que me gustaría llevarte antes de regresar a casa. Sé que no te gustaría ver un fantasma, pero tengo un plan. 

Amelia:No sé si me gusta cómo suena esto. 

Samuel:Bueno, no puedo garantizar que veamos algo. Pero, ningún viaje a Acmeedimburgo está completo sin recorrer las bóvedas subterráneas. 

Amelia: -Lo miré confundida- ¿El qué ahora?

Samuel:Escondidos debajo de las calles de Acmeedimburgo, hay varias calles subterráneas. Estuvieron ocultos al público durante cientos de años, congelados en el tiempo. Algunos de ellos han sido reabiertos y el amigo de Renata es guía turístico. Me dio una llave y me dijo que podemos explorarlos solos. Y no te preocupes, te tomaré de la mano si te asustas. 

Ir a las bóvedas sola con Samuel suena tan emocionante y romántico al mismo tiempo. 

Amelia: -Le sonreí feliz- Suena como una gran idea.

Samuel: -Él sonríe feliz también- Genial. Tomemos una linterna y entremos. 

Así lo hicimos. Samuel tomó una linterna y nos fuimos a las bóvedas subterráneas. Una vez dentro, me puse un poco nerviosa, el lugar daba escalofríos.

Amelia:Puede que me esté arrepintiendo ahora que estamos aquí. 

Samuel:Ni siquiera has entrado completamente todavía.

Amelia:Estoy realmente asustada.

Samuel:Pero de una buena manera, ¿verdad?

Amelia:Si, creo que si.

Samuel:Prepara tu linterna, a ver si podemos ver algo espeluznante. 

Asentí y encendí mi linterna, Samuel hizo lo mismo y nos adentramos más en las bóvedas subterráneas. 

Amelia:Caray, hace mucho frío aquí abajo.

Samuel:Bueno, estamos bajo tierra, ¿qué esperabas?

Amelia:No sé. No puedo entender a la pobre gente que vivía aquí. Debe haber sido terrible. -Pero en eso escucho un ruido que me hizo sobresaltarme- ¿¡Q-qué fue eso!?

Samuel:Porbablemente solo sea una rata.

Amelia:Vaya, eso me ha hecho sentir mucho mejor. -Dije en tono sarcástico- Cuéntame más sobre estas bóvedas, encuentro tu voz relajante. 

Samuel:¿Qué pasa si pongo mi brazo alrededor de ti así? -Puso su brazo alrededor de mi hombro-

Amelia: -Le sonreí con un poco de picardía- Pon tu mano mucho más abajo y me sentiré mucho mejor.

Samuel:¿Aquí abajo? -Me siguió el juego y puso su mano en mi cintura- 

Amelia:¿Más abajo?

Su mano alcanza mi trasero y Samuel lo aprieta.

Samuel:Creo que esta posición es la mejor para los dos. 

Mi ritmo cardíaco se aceleró y esta vez no fue la adrenalina alimentada por el miedo. Rodeados por la oscuridad de las bóvedas, estábamos solos. Debajo de la ciudad de Acmeedimburgo...solos...podríamos hacer cualquier cosa y nadie lo sabría. 

Las pupilas de Samuel se dilataron mientras mientras bajaba los ojos hacia mis labios fruncidos. Poniendo los dedos hábilmente debajo de mi barbilla, inclina mi boca para encontrarse con su...

*¡CRUJIDOS!*

Amelia:¡¿Qué rayos fue eso?!

Samuel:¡¿Quién está ahí?!

Estaba muy asustada mientras que Samuel estaba enojado, estando alerta por si aquella cosa venía a atacarnos. 

Amelia:¡Hay algo que se mueve!

Ambos salimos corriendo asustados mientras que algo nos perseguía. A duras penas logramos despistarlo y salir de ahí.

Amelia:¡Eso fue espantoso!

Samuel:Había algo allí abajo con nosotros.

Amelia:En serio Samuel, nunca quiero volver a estar sola en un lugar oscuro. 

Samuel:¿Sin embargo lo disfrutaste?

Amelia: -Le sonreí un poco- Fue increíble. Creo que probablemente me oriné en los pantalones, pero me encantó. 

Samuel:Jeje creo que es suficiente emoción por un día. Volvamos al castillo. 

Asentí y nos fuimos de regreso al coche para irnos. Condujimos a casa en silencio, solo se escuchaban las canciones navideñas que sonaban suavemente en la radio. Sin embargo, no me importaba, me sentía cómoda simplemente estando con Samuel. No necesitábamos charlas interminables. 

Luego de un rato largo regresamos al castillo, ambos estábamos muy cansados pero felices de haber tenido un día increíble y divertido juntos.

Samuel:Gracias por acompañarme hoy, los cascanueces que escogiste para los niños son perfectos. 

Amelia:Gracias por invitarme a ir contigo. Me la pasé muy bien. Incluso bajar a las bóvedas fue una gran experiencia. 

Samuel:Me alegro de que lo hayas disfrutado. 

Entonces, en ese momento empezó a nevar haciendo que el ambiente sea muy lindo y mágico. No lo podía creer, finalmente tendríamos una blanca Navidad, sin duda fue el final perfecto para acabar este maravilloso día.

Samuel: -Él me mira con un lindo sonrojo en sus mejillas, notándose ligeramente nervioso- Me ha encantado pasar más tiempo contigo. Sé que no crees que esto sea una buena idea...pero no puedo dejar de pensar en hacer esto...

Samuel envuelve sus brazos alrededor de mi cintura y me atrae hacia él. Inclina su cabeza, bajando sus labios hacia los míos. Empiezo a empujarme hacia él, poniéndome de puntillas para que nuestros labios puedan encontrarse....