Que esperar.
Narra Mystoria.
Después de darme un baño, me prepare para ir a conocer a mi "alumno" sus clases debían iniciar lo más pronto posible, estaba a tan solo un par de meses de alcanzar la edad suficiente para ser coronado cómo el nuevo rey suplantado a su fallecido padre, suspire al mismo tiempo que susurre.
Mystoria: el reino omega debe estar rabiando ahora ¿no? Después de todo... si ese chico es coronado nos llevará a la ruina a nosotros - susurre preocupado.
No era secreto para nadie saber que él fallecido rey, él padre de ese chico, había atrapado y ubicado en una zona específica a todos los omegas, con varios motivos, una era para que los alfas supieran donde encontrarlos y divertirse con quien se le plazca, otra para tenerlos controlados y lo último y no menos importante, para exterminarlos si las cosas no salian como el quería y comenzar a cazar a los de las siguientes jerarquías.
Mystoria: la mayoría de alfas en este lugar son malos - susurre terminando de abrochar mi camisa, era manga larga de color blanco, mi pantalón era negro de tela, iba lo más casual posible, no pasaba por alto que era un omega sin marca aún, así que tratar de no llamar la atención de más alfas era prioridad, bastante tenía con lidiar con mi fastidioso prometido cómo para lidiar con otro idiota.
Después de terminar, tomé los libros que el consejo me había enviado y salí de mi habitación con dirección a la carroza que ya me esperaba para llevarme al castillo, para iniciar con mi nuevo trabajo.
Mientras tanto.
En el castillo.
El principe alfa de 17 años de cabellos rojos se escondía debajo de la cama, riendo por lo bajo mientras uno de los guardias entraba a su habitación.
Xx: oh vamos... ¿Príncipe Écarlate? - preguntó mientras veía por toda la habitación.
Él pelirrojo únicamente cubrió su boca, en un intento de que no se escapara una pequeña risa, no quería delatar su ubicación.
Xx: Príncipe Écarlate por favor, necesito que salga de donde quiera que esté - dijo el castaño, pero parecía que el príncipe no se iba a apiadar de él - y creía que él príncipe Kardia sería complicado - susurró mientras negaba, Écarlate únicamente lo veía atento no pensaba salir de ahí por nada del mundo.
Total que el guardia se terminó rindiendo y salió de la habitación, él pelirrojo rápidamente salió de su escondite con una sonrisa de superioridad, no pensaba obedecer las órdenes de todos esos vejetes, estaban locos.
Écarlate: yo seré el rey ¿no? ¿Entonces no es justo que haga lo que se me plazca? - pregunto mientras se cruzaba de brazos y se sentó sobre la cama, suspiró para después ver por la ventana de su habitación - no necesito clases, además... ¿que pensaran de mi si alguien se entera que un omega me gobierna? - preguntó.
La puerta de su habitación se abrió dejando ver a su primo, cuyo nombre, era Kardia, por el momento hijo único de su tío él cual hace poco había sufrido el mismo destino que su padre, emboscado por quien sabe que, pero algo le decía que habían sido los betas, ya que ellos eran unos rebeldes junto a los sigmas y Deltas.
Kardia: ¿Por qué das tantos problemas pequeño fósforo? - preguntó mientras se sentaba a su lado.
Écarlate: ¿Problemas? Oye ¿entonces estas de acuerdo con que un omega te mande y diga que hacer? - preguntó serio.
Kardia: claro que no pero... a... oye, enserió necesitamos estas clases, necesitamos estar presentables, más tú que eres el príncipe heredero Écarlate, recuerda eso, además recuerda que si no tenemos cuidado con las relaciones del reino, podríamos sufrir un redocamiento brutal - pidió mientras él pelirrojo suspiró.
Écarlate: lo se Kardia, prometo que pondré de mi parte - aseguró, para después ver a su primo sonreirle, total era la única familia que le quedaba, sus madres. Habían sido rápidamente echadas del palacio después de la muerte de sus padres y dudaban muchos que siguieran vivas con el peligro que corrían los omegas haya afuera si no contaban con la protección de un alfa.
Mientras tanto.
Con Mystoria.
Sorprendido vio cómo un omega de su misma edad, de cabellos verdes lacios ojos de color violeta y piel blanca se había subido a escasos centímetros de su casa, aunque a diferencia de él, se veía que lo había pasado bastante mal, ¿lo habrán capturado recientemente?
Mystoria: ¿puedo saber que te ocurrió? ¿Y cuál es tú nombre? - pregunto mientras el de cabellos verdes suspiró, al mismo tiempo que retiro sus gafas y masajeo sus ojos un poco, para después hablar.
Dégel: mi nombre es Dégel - se presento.
Mystoria: el mio Mystoria, mucho gusto - dijo mientras se presentaba.
Dégel: ojalá pudiera decir lo mismo - respondió mientras el de cabellos celestes suspiró - sobre lo que me pasó, solo te bastará saber que un demonio me capturo y dijo que si lograba hacer que esos engendros del mal se comportaran me dejaría ir a casa - aseguró.
Mystoria: ¿un demonio? - preguntó, para después reaccionar - ¿hablas de Deuteros polux? - preguntó.
Dégel: precisamente ¡Huy! ¡maldita sea la hora en que me deje convencer por Asmita de salir de casa! - gritó molestó mientras él peliceleste lo veía apenado, ¿más omegas estaban siendo atraídos a ese lugar? No podía creerlo, si se supone que el acepto comprometerse con Izó para que dejaran a los de su especie en paz, ese era el trato entre la reina omega y el rey alfa.
Mystoria: pero cómo dijo mamá ¿que podría esperar de un alfa? Son todos unos mentirosos - susurró.
Dégel: Supongo que tú debes ser él otro omega que irá conmigo para no quedarme a solas con esas bestias ¿no? - preguntó.
Mystoria: así es... no te preocupes Dégel, prometo que daré mi mayor esfuerzo para que podamos salir rápido de esta pesadilla - aseguró.
Dégel: muchas gracias, sin embargó, aunque nosotros nos esforcemos, el problema serán ellos - aseguró.
Mystoria: ¿Crees que nos den problemas? Al ser ya jóvenes supongo que les entraran más rápido las cosas a la cabeza - aseguró.
Dégel: no subestimes la estupidez de los de su especie... créeme - aseguró mientras Mystoria suspiró.
Continuará...
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