Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

VIII

Heka se despertó con la tenue luz que se filtraba por las grietas de las paredes del almacén, proyectando un suave resplandor sobre las camas improvisadas.

Bostezó, estiró sus patas verdes y la energía psíquica de su interior zumbó con nueva vitalidad. Sus ojos se movieron alrededor, observando el entorno, antes de posarse en Black, que ya estaba absorto escribiendo en su libreta.

—Buenos días, Black.

Black respondió con un gruñido y centró su atención en el cuaderno. El arañazo de su pluma contra el papel resonando en la tranquila mañana.

—Qué estás escribiendo? ¿Una novela, tal vez?

—Notas. Observaciones. No es asunto tuyo, — respondió secamente Black, sin molestarse en levantar la vista.

—Me parece justo, — rió Heka, balanceando las piernas sobre el lateral de la cama improvisada.

De un salto, se levantó de la cama improvisada y se estiró una vez más. Recorrió la habitación y vio que Aurora seguía en su sitio, con sus cintas formando un capullo protector a su alrededor.

—Parece que alguien todavía está en su sueño embellecedor, — se burló Heka, dándole un codazo a Black.

—Embellecedor una mierda, — refunfuñó Black, con la mirada fija en el cuaderno.

Heka, sin inmutarse por la falta de entusiasmo, se dirigió a una pila de objetos y basura aleatoria, y rebuscó en busca de algo útil.

—Sabes, Black, Aurora y tú deberían intentar llevarse mejor.

Las orejas de Black se movieron, casi como si considerara algo. Continuó escribiendo, su tono desdeñoso.

—No. Sobrevivir es lo primero.

Heka suspiró, sentándose junto a Black.

—Entiendo que sobrevivir es crucial, pero tener algo de camaradería puede hacerlo mas agradable, ¿sabes? Aurora tiene sus manías, pero en el fondo intenta sacar lo mejor de esta situación tan desastrosa.

—Ja, si claro! Por supuesto que lo hace. — Black se burlo con desdén.

—Sabes, también se lo mencioné a Aurora. Le sugerí que intentara ser un poco más amistosa contigo.

La pluma de Black se detuvo en el cuaderno.

—No creo que lo haya intentado, —continuó Heka, — pero bueno...

Los recuerdos de la noche en el bosque parpadearon en su mente. El susurro de las hojas, el crepitar de la hoguera y el peso de las palabras desdeñosas de Aurora perduraron en la memoria de Black.

Cerró los ojos momentáneamente, y un atisbo de culpabilidad se filtró en su expresión estoica.

—Somos como un pequeño equipo, ¿sabes? Deberías intentar abrirte un poco.

—Lo... Lo he intentado, — admitió Black, con una voz más suave de lo habitual. — Pero algunos puentes no se pueden reconstruir, sobre todo si eres tú quien los destruyo.

Heka, sintiendo el cambio en el tono de Black, puso una pata reconfortante en su hombro, ambos Permaneciendo en silencio por un momento.

—Como va la cura? — preguntó Black.

—Creo que estoy a punto de hacer un gran descubrimiento. — Heka dijo con una sonrisa, irradiando su usual aura de optimismo.

—Un gran descubrimiento, ¿eh? No me hagas ilusiones.

Heka rió nervioso, sus ojos brillando con diversión vacilante, hasta que su boca se abrió de par en par al darse cuenta. realización de algo que sólo él sabía.

—Oye, ¿qué tal si hoy abordamos esa investigación sobre la cura? Tú y yo. Me vendría bien tu ayuda.

Antes de que Black pudiera responder a su pregunta, una figura rosada emergio desde el pasillo.

—Buenos días, — saludó la clefable. — Hoy conoceran al equipo. Síganme.

Heka y Black intercambiaron una mirada y luego miraron a la somnolienta Aurora.

—Entonces, ¿quién va a despertarla? — preguntó Heka.

—Yo no, — respondió Black.

Heka puso los ojos en blanco ante la negativa de Black y, con una sonrisa maliciosa, se acercó a Aurora, que seguía envuelta en su capullo. Con suavidad, le tocó el costado.

—Despierta, Aurora. Hora de levantarse.

Aurora refunfuñó en respuesta, con sus cintas moviéndose a la defensiva. Heka insistió y la empujó de nuevo con una sonrisa burlona.

—Vamos, dormilona. Clefable ha convocado una reunión. No querrás perdértela, ¿verdad?

Aurora, aún medio dormida, apartó la pata de Heka con un movimiento despectivo de su cinta. Heka se rió sin inmutarse y siguió intentando despertarla de su sueño.

—Vamos, Aurora, es importante. Clefable dijo algo de presentarnos al equipo.

Las orejas de Aurora se agitaron ante la mención de un equipo, y finalmente se levantó de su cama improvisada. Lentamente, las cintas se desenrollaron a su alrededor, revelando su expresión malhumorada.

—Vete a la mierda, — refunfuñó medio dormida.

Heka, sin inmutarse por su mal humor, esbozó una sonrisa pícara.

—Aurora, no seas tan gruñona, que me pongo a llorar. — Bromeó, poniendo una cara triste

Aurora le lanzó una mirada desdeñosa, pero se levantó a regañadientes de la cama improvisada. Se estiró y sus cintas se agitaron al bostezar. Con una mirada aturdida, clavó sus ojos desdeñosos en Black.

—Mira quién ha decidido unirse a la tierra de los vivos. Debe ser un milagro o algo así.

—Vamos, Aurora, no empecemos el día con insultos. — Heka intervino.

—Te juro que solo con ver tu cara de melancolía me empeoras el día. — Aurora burló, ignorando a Heka, — Practicaste ese ceño fruncido en el espejo, o te sale natural?

Black respiró hondo, luchando por mantener la calma.

—Tú tampoco eres precisamente un rayo de sol. — replicó con una respuesta monótona.

—Basta de cháchara! — Clefable intervino, cada vez más impaciente, —Síguanme, el equipo está esperando.

El grupo se puso en fila y procedió a seguirla por el almacén poco iluminado.

Black no pudo evitar mirar de reojo a Aurora, su rostro una expresión que no revelaba sus intenciones. Cuando Aurora lo notó, le lanzó una mirada de desaprobación a Black.

—Ugh, maldito fantasma de mierda! — gruñó alguien, con voz grave y un gruñido gutural. — Has traído al asesino de Mike a la base!

—N-no lo s-sabia, lo juro. No sabía que Mike había ido a buscarme.

—Y ahora mira como termino Mike!

Black, Heka y Aurora se miraron el uno al otro, confusion y angustia cruzando sus rostros.

Clefable suspiro antes de abrir la puerta, revelando a Pokemon enzarzados en un acalorado enfrentamiento de palabras. La tensión era enorme y las acusaciones se intercambiaban a gran velocidad.

En el centro de todo se encontraba una Luxray de penetrantes ojos azules, con el pelaje adornado con marcas tribales.

Los ojos de la Luxray se clavaron en los de Black, con una mezcla de ira y dolor ardiendo en su mirada.

—Tú! ¡Umbreon! Tú eres quien mató a Mike, ¿verdad? Lo juro por Arceus si no te vas a la mierda de aquí, AHORA MISMO, voy a...

—Yo no maté a Mike. Ya estaba infectado cuando lo encontramos. — se defendió Black

—Conveniente historia. ¿Cómo sabemos que no estás mintiendo para cubrir tus huellas?

—Basta ya! — Intervino la hermana de Pavidus. — Las acusaciones no resolverán nada! Watson, calmate ya.

La mirada de la Luxray se detuvo en Black durante un momento más antes de tomar asiento de mala gana.

—Tenemos caras nuevas entre nosotros. Han ayudado a Pavidus a encontrar el camino de vuelta, a cambio de refugio y provisiones.

La Luxray gruñó en señal de reconocimiento, sin dejar de mirar a Black. Los murmullos en la sala fueron disminuyendo a medida que el grupo se sumía en un silencio incómodo.

La hermana de Pavidus señaló a Black. — Presentense.

—Soy Black. Umbreon shiny. Hábil en el combate y neutralizando caminantes.

—Soy Aurora, una Sylveon shiny.

—Y yo soy Heka! Un espeón muy verdoso! Mis habilidades psíquicas les hacen falta refinacion, y no puedo depender de ellas mucho. Pero, tengo mucha sabiduría en cosas como la medicina y bioquimica básica!

La hermana de Pavidus asintió, tomandose un momento para canalizar un cigarro en su mano.

—Bien. Ahora, el resto de ustedes, preséntense.

Una Spinda con expresión mareada se adelantó, dando vueltas como si bailara.

—Mucho gusto, soy Spindle! Spindaordinario!

Una Zorua, adornada con un brillo travieso en los ojos, sonrió maliciosamente a los recién llegados.

—Llamadme Nyx. Seré vuestra enfermera residente. Pero no se tomen mis bromas muy a pecho. — Se rió entre dientes.

Luxray, que seguía mirando a Black con desconfianza, refunfuñó

—Soy Watson. Luxray.

—Uh, ¿qué se supone que hace el Spinda? — Aurora refunfuñó, —Qué ha pasado con eso de que todo el mundo debe tener habilidades que apportar a la base?

—Spindle puede parecer un poco excéntrico, pero es sorprendentemente buena explorando y encontrando varias cosas ocultas

Spindle dio una vuelta con una floritura y añadió, — Tengo ojos en todas partes!

Aurora enarcó una ceja, poco convencida, pero decidió no insistir. La hermana de Pavidus continuó con las presentaciones.

—Diganme Cera. Clefable y líder de esta base. Como han oído, Nyx es la enfermera, Watson es nuestra principal defensora, y Spindle se encarga de la exploración. Pavidus es mi hermano, no hay mucho mas de lo que hablar de el. — Cera observó al grupo, su mirada severa posandose en Black. — Ahora que las presentaciones han terminado, hablemos de lo que aportará cada uno.

—Soy experto en combate, sigilo y supervivencia. — Black respondio, poco impresionado por el escrutinio, — No necesito una niñera.

—Puedo contribuir con habilidades psíquicas, — intervino Heka, — moviendo objetos, creando barreras e incluso leyendo la mente si es necesario. Sólo que se me complica un poco el combate, así que no confíen demasiado en mí. — Se rió nerviosamente.

—También es muy ingenioso e inteligente en términos de medicina, y actualmente está desarrollando una cura para el Virus. — añadió Black.

Los ojos de Cera se entrecerraron, la mención de una cura captando su atención.

—Una cura, ¿eh? Si lo dices en serio...

—Por supuesto! He hecho progresos, y con algo de ayuda, podemos llevar esta investigación aún más lejos.

Aurora, cada vez más impaciente, intervino, — Y yo qué? No estoy aquí sólo para verme linda.

—No lo eres... — murmuró Black en voz baja.

Nyx escuchó a Black, pero optó por sonreír con picardía.

—Parece que tenemos a una chica violenta. Ya me cae bien.

—Qué habilidades aportas, Sylveon? — Cuestionó Cera.

Aurora abrió la boca para hablar, pero se detuvo a mitad de la frase.

—Yo... Soy bue... puedo pelear, uhh, soy agil, y tengo mis lazos para... cosas?

Black lanzó una mirada dudosa a Aurora.

—Lazos, ¿eh? Suena interesante, — bromeó Nyx. — Quizá puedas enseñarnos algunos de esos trucos con cintas más tarde.

—Las habilidades de combate son cruciales, y tus cintas podrían ofrecer versatilidad en diversas situaciones. ¿Qué más tienes?

Aurora, sintiendo el peso de la mirada sobre ella, dudó un momento.

—Se me da bien rebuscar. Buscando provisiones y cosas así. Y, uh, puedo sentir el peligro... ya sabes, instintos.

Cera levantó una ceja, aparentemente poco impresionada.

—Hurgar en la basura... La pondremos a prueba. Pero los instintos no bastan aquí. Necesitamos contribuciones tangibles. Demostrarás tu valía con acciones, no sólo con palabras.

Aurora, ligeramente desanimada, asintió. — Sí, las acciones hablan más que las palabras. Lo entiendo.

—No perdamos más tiempo. — Watson habló con desden. — Si ese asesino se va a quedar, tenemos que organizar patrullas y fortificar el perímetro. Podemos resolver los detalles más tarde.

Cera asintió con la cabeza.

—Evaluaremos tus habilidades en acción. Hasta entonces, formas parte de este equipo. — Cera confirmó, para luego apuntar a Heka, — tu sigueme. Te enseñaré donde queda nuestro laboratorio.

—Black viene conmigo también. — Mencionó Heka, ganándose una mirada confundida de el.

—Cómo sea, — Cera refunfuño, — con que vengas tu, me sirve.

Mientras Black y Heka se adentraban en las zonas más profundas de la base, Aurora se retiró a un rincón, con sus cintas abrazándola protectora a su alrededor. Nyx se acercó con una sonrisa burlona.

—Aurora, sobre esos trucos con cinta...

Aurora la fulminó con la mirada.

***


Black, con sus propios pensamientos melancólicos, siguió a Cera por los pasillos oscurecidos de la base subterránea. Iluminando levemente las paredes con su luz cerulea.

Cera, quien iba delante con paso seguro, rompió por fin el silencio.

—Qué pueden decirme sobre su cura?

—He visto sus progresos, y son prometedores. — Black respondio sin cambiar su expresión estoica.

—Estamos ante algo grande! — añadió Heka con un entusiasmo palpable, —y con su apoyo, de seguro aceleraremos la investigación hasta el éxito!

—Bien. — Cera refunfuño. — Sí logran algún avance, haré todo lo posible para apoyar.

Cuando llegaron a un laboratorio improvisado dentro de la base, los ojos de Heka se iluminaron de emoción.

—Esto es perfecto! Con estas cosas podríamos mejorar todo en la investigación! Y también algunas explosiones! Talvez muchas!

Cera lanzó a Heka una mirada severa. — Contrólate, chico psíquico. No necesitamos más caos aquí.

—No te preocupes, Cera. El caos controlado es mi especialidad. — Heka sonrió, tratando de tranquilizarla.

Cera señaló los recursos disponibles.

—No es mucho, pero deberia ser suficiente. Pero recuerda, cualquier paso en falso, y estás fuera.

Heka empezó a preparar el equipo con entusiasmo, con la mente llena de posibilidades. Black, manteniendo su habitual actitud distante, observó los alrededores con ojo crítico.

Mientras tanto, de vuelta en la zona común, Aurora se encontró a regañadientes entablando conversación con Nyx.

—Entonces, Aurora, ¿cuál es tu historia, eh?

—No estoy aquí para compartir historias tristes.

—Me parece justo. Pero no puedes negar que tener algo de camaradería ayuda a sobrevivir. Oye, cuál es tu relación con Black? Ustedes dos, parecen que tener cierta historia.

—No tenemos ninguna historia. — Reclamo Aurora ya exasperada, — Simplemente no nos llevamos bien, eso es todo. Es un idiota insufrible.

Nyx enarcó una ceja, con un brillo travieso en los ojos.

—Insufrible, eh? Los he visto peores. Pero intuyo que hay algo más.

—Algo más? Como repulsivo- Y A TI QUE TE IMPORTA?!

Nyx se inclinó con una sonrisa socarrona.

—Quizá sólo sea curiosa. O quizá disfruto hurgando donde pica. ¿Quién sabe?

Aurora suspiró, dándose cuenta de que no se libraría fácilmente de la curiosidad de Nyx.

—Bueno, si quieres saberlo, me pone de los nervios. Siempre melancólico, siempre gruñón. No lo soporto.

—Ah, la clásica dinámica del odio al amor. Ya la he visto antes.

Aurora frunció el ceño.

—Esto no es una novela romántica. No tengo tiempo para esas tonterías.

—La supervivencia puede ser mucho más agradable con un poco de tontería, — Nyx guiñó un ojo juguetonamente. — yo creo que lo descubriras antes de lo que crees.

—Y yo creo que tú eres la shipper de por aquí. — Contrarrestó Aurora con una mirada fulminante.

—Me atrapaste, jeje. — Nyx se rió, — La vida es más interesante con un poco de drama, ¿no crees?

—Basta de cháchara. — Dijo una voz áspera detrás de ellas.

Aurora se volteo, y vio los ojos azules de Watson mirándola con irritación.

—Tenemos que fortificar el perímetro. — Explicó mientras se acercaba, — Tú y Spindle, exploraran la zona. Encuentren puntos débiles, y notificenme.

Aurora lanzó una mirada a Nyx, que sonrió en respuesta.

—Parece que tienes trabajo, Sylveon. Es hora de mostrar tus habilidades de exploración.

—Dónde está spindle?

—Afuera. — Respondió Watson, — no le hagas perder su tiempo.

Aurora refunfuñó pero obedeció, dirigiéndose a la salida del refugio.

Nyx, al verla partir, dirigió su atención a Watson.

—Sigues siendo de las que no tienen pelos en la lengua, ¿eh?

Los ojos de Watson se entrecerraron, su mirada intensa.

—La supervivencia requiere disciplina y concentración. No dejaré que nada ponga eso en peligro.

—Apuesto a que tienes un lado blando bajo ese pelaje espinoso tuyo. — brome Nyx, — talvez tu debilidad sea el roman...

Antes de que pudiera terminar, Nyx fue silenciada por una mirada llena de innegable odio y dolor.

—Perdon... — murmuró Nyx.

—Vete...

—Si... Me parece justo... — Dijo Nyx mientras se estiraba y bostezaba. — Hasta luego, Watson. Veré si puedo hacer que ese Black suelte algunos secretitos.

—Será mejor que esos secretos, esten relacionados con Mike y no con tus travesuras habituales. — Regaño Watson.

—No prometo nadis~

Nyx se alejó con una sonrisa traviesa, dejando a Watson parada en el area comunal. Ella solo se resigno a mirar el suelo, quedandose pensativa.

Antes de que Nyx desapareciera de la mirada de Watson, su sonrisa se apagó, giró la cabeza y habló en voz baja.

—Cuídate...

Watson, absorta en sus pensamientos, no respondió. Nyx se alejó, dejándola con sus pensamientos en la poca iluminada area comun.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro