Amigos no olvidados
Luego de la repentina desaparición de aquellos que son y fueron sus amigos, los otro 14 chicos parecían sentirse solos sin compañía de aquellos que desde bebés se conocían.
¿Dónde están?
¿Porque no están aquí?
¿Quién se los llevó?
¿Para qué?
¿Con qué intención?
Eran múltiples las preguntas y muchas posibilidades de la desaparición de aquellos 14, trata de menores, venta de órganos....y un sin fin mucho más peores. Pero ninguno cabía en la posibilidad de que fuesen Entrenados para Matar.
La vida de aquellos catorce chicos siguió con la gran incógnita del paradero de sus amigos.
(...)
Una peliverde se levantaba día a día preguntándose donde estaban aquel par de chicos inseparables, del peliazul y del pelirrojo.
Un rubio miraba la foto de él junto su amigo desaparecido, aquel chico de pocos recursos pero humilde y trabajador.
Una chica de cabello anaranjado-marrón y de ojos verdes extrañaba aquel chico de ojos tapados por su cabello, callado y tímido.
Y así....todos y cada uno de los catorce que no fueron elegidos por Kunugigaoka se preguntaban y extrañan a sus demás amigos.
(...)
Los catorce chicos crecieron, estudiaron hasta llegar a ser lo que ellos deseaban, ya no eran niños que jugaban en aquella montaña, eran gente de trabajo, pero como cada año, cada día de aquella semana de aquel mes, se dirigían al que alguna vez fue su parque de juegos, miraban con nostalgia aquel edifico viejo, miraban con tristeza aquel campo que alberga recuerdos borrosos pero no olvidados.
Dejaban unas flores en medio del lugar, pasaban un rato ahí y se iban, cada uno a su respectivo lugar.
Ese año fueron de nuevo, se esperaron al pie de la montaña hasta que llegaron los catorce, platicaban mientras subían aquella montaña, llevaban las flores con cuidado y al llegar pusieron las flores donde siempre, donde había un pequeño pero ya viejo bulto de flores secas.
Se quedaron viendo sin decir nada a aquel edificio que parecía caer en cualquier momento.
(...)
Nadie sabía que aquella chicos fueron seguidos por los otros 14, bueno la mayoría puesto que Ritsu y Itona se quedaron en una camioneta viendo atentamente desde un deos diseñado y fabricado por Itona y ayudado por Ritsu. Los catorce desde árboles y matorrales y claro camuflados a aquellos 14 que dejaba una especie de ofrenda a aquellos que creían muertos. Cada uno analizaba a su objetivo, su aparecía y su complexión.
Cuando los otros catorce dejaron de ver el edifico se dispusieron a hablar entre ellos o a pasear por el lugar, Kayano fue a pasear por los alrededores viendo los árboles y lo profundo del bosque sabiendo que ellos también eran confidentes de los momentos que vivieron en aquel lugar. Mientras veía los árboles vio algo que no concordaba del todo ahí, una melena roja y un azul.
¿Podrían ser? ¿Karma y Nagisa?
—¿E-eh?—confundida y un tanto estupefacta se acercó más—Podría ser.
Al ver la cercanía que la peliverde empezaba a tener todos se alejaron o subieron a ramas mayores o se escondieron es maritales tupidos.
La chica perdió de vista aquella gente que poseía dichos tipos de cabello y simplemente se fue confundida.
Los 14 chicos se fueron en cuando los otros que dejaron aquella ofrenda se fueron primero. Sabían que tenían que hacer.
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-Zülü- & ¥Walker¥
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