Capítulo 15
Las gotas de lluvia golpean con fuerza los ventanales en la casa de Harry, afuera una gran tormenta parece estar formándose pero a Iris parece no importarle.
Camina a paso apresurado hasta el sofá, subiéndose con cuidado. A su lado, el móvil de su padre se encuentra y con su pequeña mano sujeta el teléfono de casa.
Harry se encontraba en su habitación durmiendo la siesta, e Iris se había quedado en la sala viendo Tiana y el sapo.
Entonces, una vez sentada moviendo las piernas con algo de nerviosismo, Iris comienza a teclear el número que se encontraba en la pantalla del móvil de su padre.
—¿Si? -La voz de Louis suena rápidamente en la otra línea, haciendo sonreír a la pequeña-
—Hola, entrenador Lou.
—Iris, hola -El castaño suena un tanto desconcertado- ¿Cómo tienes mi número?
—Lo he mirado del móvil de papá sin que se diera cuenta.
Louis frunce el ceño al escucharla, un tanto confuso.
—¿Está todo bien?
Iris suspira y niega, a pesar de que el castaño no puede verla.
—Creo que no.
—¿Qué ocurre? -Louis pregunta preocupado-
—Papá está muy triste.
Aquellas palabras son como un balde de agua fría sobre Louis, quien suspira al escuchar a la pequeña.
—Iris...
—Tío Niall me ha dicho que los adultos también se asustan, y a veces mi papá tiene miedo. Como cuando yo tenía pesadillas y papá me construyó un fuerte contra los malos sueños.
Louis aprieta los labios, sintiendo una presión en su pecho.
—Y sé que si mi papá se entera de que te he llamado se va a enfadar conmigo, pero no me gusta que esté triste. Y bueno, tú también parecías triste ayer antes de irte y siempre parecéis felices cuando estáis juntos así que he pensado que si tal vez vienes a verlo los dos os pongáis contentos ¿Sabes? Pero no tienes por qué hacerlo, tan solo...
Iris realmente suena preocupada, triste. Y Louis piensa que ninguna niña de siete años debería estar triste por su culpa, mucho menos ella.
—Amor, estaré allí en quince minutos -Es todo lo que dice con cariño, levantándose de su sofá.-
—¡Gracias Lou!
✧.*˗ˏˋ꒰ ⚽️ ꒱
—Sois los mejores ¿Os lo había dicho ya? -Harry dice con una sonrisa en el asiento del copiloto del coche de Niall-
Iris quien se encuentra en la parte trasera del coche sonríe antes de darle un sorbo a su chocolate caliente, para seguidamente asentir.
—Unas siete veces desde que hemos salido de casa Hazz, pero nos encanta escucharlo -Niall dice felizmente, concentrado en la carretera frente a él-
Iris y Niall lo habían despertado esa misma noche de su pequeña siesta, diciéndole que irían a su cafetería favorita a por algo de chocolate caliente. Aquello ciertamente había animado al rizado, quien definitivamente necesitaba distraerse con algo más que lo alejara de sus horribles pensamientos.
—¿Estás más contento, papi? -Iris pregunta, haciendo que Harry se gire en el asiento para mirarla-
La forma en la que Iris solo quería que él estuviera hace que Harry se sienta la persona más afortunada del mundo.
—Mucho cariño, gracias.
Los tres sonríen, y Harry entonces dirige su atención a las gotas de agua que chocan con fuerza contra los cristales del coche. En Londres solía llover a menudo, y mientras la mayoría de personas que vivían allí estaban hartos de la lluvia, Harry la amaba.
Había algo en ella que le daba paz, la excusa perfecta para quedarse en casa trabajando haciendo sus dulces favoritos, ver la saga completa de Harry Potter junto a su hija mientras recitan cada diálogo que se saben de memoria, la excusa perfecta para tomar té mientras mira por la venta y usar largos y calientes suéteres.
Entonces, en el silencio del coche mientras observa la tormenta que hay fuera, se pregunta cómo pasaría Louis los días lluviosos. Quizás, se imagina cómo sería pasar aquellos días lluviosos junto a él, viendo Harry Potter o haciendo dulces en la cocina, entre tazas de té, besos y caricias.
—Hemos llegado -Niall anuncia con una sonrisa, deteniendo el coche frente a la casa de Harry-
El rizado asiente y se quita el cinturón para seguidamente mirar a su mejor amigo.
—Gracias por sacarme fuera de casa a pesar de la horrible tormenta, lo necesitaba. -Niall le dedica una sonrisa.-
—Por supuesto, me alegra que estés mejor.
—Aún tengo que hablar con él -Suspira-
—Lo sé, y lo harás. Pero por ahora no te tortures ¿Vale?
Y cuando Niall dice ese tipo de cosas, todo parece tan fácil. Sin embargo para Harry todo parece complicarse, es un torbellino de emociones y nerviosismo. Y la verdad es, que está aterrado de llamar a Louis, de volverlo a ver en el campo de fútbol y recibir una mirada fría o dolida, intentar arreglar las cosas y que Louis ya no quisiera saber nada más de él.
Sin embargo, Harry también sabía que debía afrontarlo, y por lo menos, intentarlo.
—Lo intentaré -Sonríe levemente-
—Adiós tío Niall, hasta mañana. -Iris se despide dejando un beso en la mejilla del rubio-
—Hasta mañana, pequeña
Ambos entonces salen del coche rápidamente, y entre sonrisas de hoyuelos corren hasta la puerta principal de su hogar. Cuando entran, están algo mojados debido a la fuerte lluvia que continúa cayendo con fuerza.
—¿Qué quieres hacer ahora, preciosa? -Harry dice, quitándole el abrigo marrón que la niña llevaba para colgarlo en el perchero de la entrada-
Iris entonces sonríe, comenzando su camino hasta la sala con Harry detrás de ella.
—¿Puedo ver una película? -Pregunta sentándose en el sofá-
—Por supuesto -Harry asiente encendiendo la lámpara de la sala- Vamos a ponernos el pijama primero y luego elegimos la película.
Iris entonces hace un pequeño puchero, mirando a su padre con ojos brillantes.
—¿Puedes ir tú a por el mío y me lo pongo aquí viendo la película, por favor?
Harry frunce el ceño, normalmente Iris se ponía el pijama en su habitación sin ningún problema. Pero sin embargo, tampoco pasaba nada si se lo ponía en la sala esta vez así que asiente.
—Está bien, enseguida te lo traigo.
Iris sonríe, enseñando su pequeño hoyuelo antes de tomar el mando en sus pequeñas manos y encender el televisor.
—Gracias papi, yo elijo la película de mientas.
Harry asiente con una sonrisa, comenzando su camino hasta la habitación de su hija. Cuando llega, la puerta se encuentra cerrada y aunque le parece un tanto extraño, simplemente no le da mucha importancia antes de abrir la puerta.
Y cuando entra, su corazón se acelera.
Dentro de la habitación se encuentra un fuerte hecho con varias mantas mientras luces de color crema cuelgan alrededor, iluminando toda la habitación, y justo al lado del gran fuerte, un cartel escrito con la letra de su hija le hace sonreír.
El fuerte contra los miedos.
Tantas preguntas pasan por su mente en aquel momento que ni tan siquiera sería capaz de decir una en voz alta, de repente. Entonces, el rizado se acerca para entrar y cuando lo hace, siente como si el mundo entero se detuviera.
Louis estaba allí, dentro de aquel fuerte lleno de suaves mantas, cálidas luces y esponjosas almohadas. Louis está ahí, mirándolo con una pequeña sonrisa nerviosa y esos brillantes ojos azules que Harry tanto adoraba.
Y el rizado está tan confundido, tan sorprendido, que simplemente lo mira mientras intenta encontrar que decir.
—Hola -Louis lo saluda, y Harry siente como su corazón late con tanta fuerza que quizás quiere salir de su pecho y correr hasta el castaño. Entregándose como suyo de una vez.-
—Hola -Responde en un susurro, porque apenas encuentra su voz dentro del huracán que hay dentro de él-
—Bienvenido a tu propio fuerte contra los miedos. -Louis dice tímidamente-
Y es algo tan simple, tan tonto y maravilloso a la vez que Harry siente ganas de llorar. No termina de entender qué es lo que está pasando, pero Louis estaba allí, frente a él, y eso era suficiente.
—Louis... -Suspira-
—Quiero estar contigo -Louis empieza rápidamente, diciendo todo aquello que había repetido una y otra vez en su cabeza.- Quiero estar contigo a pesar de que creas que no es así, quiero estar contigo a pesar de todas las cosas horribles que puedas pensar. Quiero estar contigo porque eres la persona más increíble que he conocido nunca, me gusta absolutamente todo de ti Harry, y nunca había sentido ese tipo de conexión con nadie más. Y luego está Iris, que es la niña más buena e increíble que he conocido nunca, amo a tu pequeña familia y me gustaría ser parte de ella.
Harry entonces no puede evitarlo, y la primera lágrima rueda por su mejilla libremente, dando paso a las demás.
Comienza a llorar, pero no es por nada más que no sea pura felicidad. Se siente el hombre más afortunado del mundo, siente que ha ganado la lotería y que con Louis a su lado puede hacer cualquier cosa.
Cómo comenzar una familia.
Louis entonces levanta su mano para apartar las lágrimas con delicadeza, mirándolo con cariño y una pequeña sonrisa dibujada en su rostro.
—Yo no voy a irme, no quiero irme. -Susurra- Pero para que no me vaya, primero tienes que dejar que me quede.
—¿Por qué eres tan bueno conmigo? -Es todo lo que Harry puede decir en aquel momento, en un murmuro mientras intenta retener el resto de lágrimas que amenazan con salir- Después de lo que hecho, yo...
—Porque -Louis le interrumpe, encogiéndose de hombros- Te quiero.
Harry entonces sonríe, sonríe apoyando su frente en el hombro del castaño para que no pueda ver el efecto que esas dos palabras han tenido en él. Por primera vez, le había dicho que lo quería y Harry siente como su corazón baila alegre en su pecho mientras las mariposas explotan convirtiéndose en fuegos artificiales.
Harry se siente como la persona más afortunada en la tierra. Como la primera noche de verano, cálida y emocionante, como tomar yogur helado un día de verano, como tazas calientes de té una noche lluviosa de otoño, como correr por un campo de fútbol completamente vacío, como fuegos artificiales una noche de primavera, como escuchar una buena canción y querer escucharla infinitas veces más, como todo lo que está bien en el mundo, un lugar pero tan solo con las vistas más bonitas.
Se siente como todo lo que alguna vez ha querido, y quizás, se siente como todo lo que alguna vez Louis ha querido también.
—Quiero que te quedes. -Harry finalmente dice- Lo siento, quiero que te quedes, lo quiero todo contigo.
Louis entonces lo toma por la barbilla, obligándolo a levantar la cabeza y mirarlo. Ya no está llorando, ahora tiene una sonrisa tímida y sus mejillas sonrojadas.
Y Louis se ve tan bonito siendo iluminado por la tenue luz dentro del fuerte, que quizás Harry quiere salir a la calle para gritarle al mundo entero que aquel chico era suyo, que Louis le quería.
—Está bien, Harry -Louis le dice, acariciando su mejilla con cariño- Quiero esto de verdad, te quiero a ti.
Harry asiente con una sonrisa mientras su corazón se acelera con las últimas palabras. Pero enseguida su sonrisa desaparece para convertirse en una pequeña mueca.
—No me llames así -Susurra-
—¿Así, como? -Louis dices frunciendo levemente el ceño-
—Harry -Murmura en respuesta-
—Así es como te llamas -Louis dice con una sonrisa divertida-
—No para ti. -Niega-
Louis levanta las cejas con sorpresa, soltando una pequeña risa.
—¿Cómo quieres que te llame, entonces?
—Amor, cariño, bonito... -Harry entonces se detiene, apretando sus labios con nerviosismo antes de levantar la mirada y perderse en los ojos azules del castaño- Tu novio.
Entonces, una enorme sonrisa se dibuja en los labios de Louis, quien sin pensarlo toma el rostro del rizado para finalmente juntar sus labios en un beso dulce y lento.
—Estaba deseando escuchar eso. -Susurra el castaño cuando se separan-
Harry sonríe, y sabe que nunca más va a salir huyendo. Habrá días en los que quizás piense que no es suficiente, pero cuando mire a Louis a su lado sabrá que quizás no hace falta que lo sea, quizás tan solo tiene que ser el mismo.
—También te quiero, Lou -Dice, seguro de cada palabra- Y quiero que te quedes a mi lado, para siempre.
Los ojos del castaño brillan, apoyando su frente junto a la de Harry con una enorme sonrisa en su rostro.
—Ningún imbécil volverá a hacerte daño, voy a cuidar tan bien de ti que jamás tendrás ninguna duda de mi amor por ti. -Susurra, acariciando las mejillas rojizas del rizado-
—Te adoro -Harry dice con una sonrisa- ¿He dicho ya que eres el mejor?
—Quizás, aunque me gusta cuando lo dices.
—Eres el mejor. -Repite divertido.-
Louis entonces lo besa. Se besan sin cesar rodeados de mantas y almohadas, entre sonrisas y pequeños te quiero que salen de sus labios cada pequeña vez que se apartan levemente para respirar. Lo dicen una y otra vez, como si fuera un mantra.
O al menos así es hasta que unos pequeños pasos suenan a lo largo del pasillo.
—¿Puedo pasar? -La voz suave de Iris suena en el exterior del fuerte, haciendo que Louis y Harry se separen levemente.-
—Pasa bicho -Louis dice con una sonrisa-
Entonces la pequeña entra con cuidado, aún con la ropa que había usado para salir a la calle puesta. Con una sonrisa se sienta entre los dos, mirando a su entrenador con ojos brillantes de emoción.
—¿Lo hemos conseguido, Lou? -Pregunta entonces, haciendo que Harry sonría tontamente-
—Lo hemos conseguido -El castaño asiente orgulloso.-
—¡Yay! -La niña levanta los brazos con emoción, mirando a su padre con la mayor sonrisa en sus labios- ¿Feliz?
Harry asiente con la mayor sonrisa en su rostro.
—Mucho, mi amor.
Iris entonces abraza con fuerza a su padre, dejando un pequeño beso en su mejilla para seguidamente hacer lo mismo con Louis.
—Sabía que funcionaria -Iris dice orgullosa, volviéndose a sentar entre ambos-
Harry entonces siente que lo ha conseguido, que a pesar de todo lo malo que ha tenido que pasar, ha conseguido encontrar a la persona correcta. A la persona que de alguna manera, ha hecho un plan con su hija para hacer todo esto, tan solo por él.
—Voy a ir a preparar tu pijama ¿Vale? Y luego me explicaréis como habéis hecho todo esto. -Dice felizmente-
—Nos han pillado -Louis le dice a Iris encogiéndose de hombros, haciéndola reír suavemente-
—¿Lou se queda esta noche con nosotros? -La pequeña pregunta con emoción-
Y entonces, Harry y Louis se miran sonrientes antes de decir un "Sí" a la vez.
—¡Yay! ¡Maratón de Harry Potter con el entrenador Lou! -Iris exclama-
Harry mira como su hija abraza a su entrenador, y no puede evitar sentir una cálida sensación en su pecho. Sonríe con cariño, y antes de salir del fuerte, deja un beso en la frente de cada uno para seguidamente susurrar un suave "Enseguida vuelvo"
Es entonces, cuando Iris y Louis se quedan solos dentro del fuerte, que la pequeña mira al castaño con una sonrisa de un hoyuelo en su rostro.
—¿Lou?
—¿Si, preciosa?
—¿Te acuerdas de mi misión? ¿Sobre averiguar si dos personas se gustan?
Louis sonríe acordándose de aquella extraña conversación que habían tenido hace algo más de un mes atrás.
—Me acuerdo, sí. -Asiente-
—Al final, tenía razón, los dos se gustan mucho. -La niña dice divertida, haciendo que Louis suelte una pequeña risa-
—¿Sí? -Le pregunta con la mayor sonrisa en su rostro- ¿Terminan juntos al final?
—No lo sé -Iris frunce levemente el ceño- ¿Ya sois novios?
La pregunta hace reír a Louis, y Harry suelta un bufido desde fuera.
—Sí, bicho -Louis asiente- Ya somos novios.
Iris sonríe, una enorme sonrisa mientras sus ojos verdes de repente brillan con emoción.
—Entonces sí, terminan juntos.
Louis asiente, tomando a la pequeña para dejarla sobre su regazo y abrazarla, haciéndole reír suavemente.
—¿Y qué más, bicho?
—Son felices para siempre, y tienen una niña muy genial. -Louis sonríe-
Es entonces que Harry vuelve a entrar en el fuerte, después de haber dejado el pijama de Iris sobre su cama.
—Suena a la mejor historia del mundo. -El rizado dice, sentándose al lado de Louis-
—Lo es -La pequeña asiente con una pequeña sonrisa mirando a su padre- Y es la vuestra.
FIN
N/a: lloremos todos juntos de la mano. Aunque todavía falta el epílogo y tal vez algún extra ;)
Ojalá os haya gustado :*
pd: son las 5 de la mañana así que si hay errores mañana los corregiré.<3
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro