En el Templo Azul, Owen admiraba cómo el pastor alemán policía era humillado. Chase no la pasaba en grande. Mucho menos cuando llegó Ezekiel. Desde que Owen dejó a su suerte a Chase, este aprendió de mal modo cómo usar su magia. 

POV de Chase

Prometo que ahorcaré a Owen por abandonarme. Aunque... creo que en parte es mi culpa, por no prestar atención a lo importante y sí a mi orgullo. Mi odioso orgullo. Y ahora mi orgullo era herido de gravedad. El agua comenzó a arrastrarme cada vez que salía a su costa, y tenía que nadar otra vez. Era insoportable. No veía a Owen por ningún lado, asique gritar no serviría. 

Fin del POV de Chase

Ezekiel entró al Templo de Magia Azul, y encontró a Owen sentada en la playa, observando cómo el agua arrastraba a Chase cada rato. Ezekiel sonrió al verla a ella distraída. Asique no hizo ruido al acercarse a Owen. Sin embargo, Owen lo notó de todos modos. 

Owen: Hola papi. Mira quién se niega a aprender magia acuática. *Señala a Chase*

Ezekiel: Ja ja. Ya veo Owen. Es bueno. 

Chase intentaba nadar a la costa y seguía siendo arrastrado. Y ya empezaba a cansarse. 

Ezekiel: Creí que tardarían menos. ¿Dio problemas?

Owen: Sí papi. No quiso aprender. No le gustó la idea de que yo le enseñase. Una cachorra de 5 años. 

Ezekiel: Mi maestro tuvo 5 hijos. El menor enseñó magia al resto. No me sorprende la rivalidad de hermanos. En fin... 

Owen: ¿Y cómo está Nali? 

Ezekiel: Owen querida, sabes que el tema... es delicado. Mejor saquemos a Chase de ahí.

Ezekiel abre cierra la palma de la mano y el agua obedece ante la oscuridad. La oscuridad levanta a Chase del agua y lo trae a la playa. Chase tose y se deja caer, completamente exhausto. 

Owen se acerca a Chase: Eso por tonto. 

Ezekiel: Ya ya Owen. Cálmate. 

Owen sonríe: Bueno. Pero espero aprenda. Yo aprendí mucho obedeciendo. 

Ezekiel: Jeje. Sí claro. Casi te ahogas. 

Owen: No es cierto. *Se cruza las patas*

Ezekiel: Bueno. ¿Y cómo estás Chase?

Chase escupe agua: Mejor..... quiero dormir. 

Ezekiel: Levántate Chase. Tienes que cruzar la puerta. Mañana, tendrás que repetir. No puedes dejar que el Templo gane. Es el objetivo de que estés aquí. Vencer al Templo mismo. Uno de miles de núcleos de la Magia Azul. Asique no te dejes vencer por tu propia magia. 

Chase se levanta: A la orden jefe. Y Owen... lo lamento mucho. 

Owen levanta una ceja: ¿Por qué te disculpas?

Chase: Por no hacerte caso. Por no... escucharte. Me dejé llevar por el orgullo y creí que podría yo sólo, cuando no. Lamento haberte echado así. Lamento haber sido arrogante....

Ezekiel interrumpe: Lamento interrumpir pero mejor crucen las puertas del Templo. En los Templos es mejor no discutir. Además que momentos así me caen mal. 

Owen: Pero Papi. Quiero que siga humillándose a sí mismo. 

Chase: Ejem. 

Owen baja las orejas: Ehhhhh mejor vámonos. 

POV de Chase

Al pasar por las puertas sentí una sensación gélida recorriéndome por completo, hasta el punto de casi ver mi propio aliento en vapor. Finalmente, al cerrar los ojos y abrirlos otra vez, estaba en el Pasillo de los Templos. Luego me terminé de disculpar con Owen, y Ezekiel nos mandó al Salón de Recreación. Debo admitirlo. El Salón de Recreación parecía más un parque de diversiones que un parque de diversiones. ¿Saben? Magia aquí, magia allá. Un tobogán que se giraba sobre sí mismo. Según Owen, las puertas nos llevaban a un espacio "Falso". También conocido como "mundo niebla", que era lo que Ezekiel dijo. Dijo que en ese mundo, el daño no existía. Que nada era real. Sin embargo, era muy divertido, siempre que no olvides que era falso y tenías que regresar a la realidad. Encontré a Skye charlando con Khanra y Kamadeva. Debo admitirlo. Su ropa de hechicera me volvía loco. Tal vez porque dejaba a Skye más hermosa de lo habitual. ¿Pero qué digo?

Fin del POV de Chase. 

POV de Ezekiel

Negro. Sí. Prefiero el negro. No soy un hechicero cualquiera. Ni soy de este mundo... ¿EH? Olvidadlo. 

Caminaba por el Pasillo de los Templos cuando finalmente Sweetie apareció con Tracker y Rocky. 

Ezekiel: ¿Por qué tardaron tanto?

Sweetie se sonroja: Digamos que me distraje sólo un poquitito. 

Tracker: Le tiramos un balde con agua. 

Rocky: Quedé mojado. Qué lío. 

Sweetie: Mentira!

Suspiro exasperado: Cálmense. Id al Salón de Recreación. Por allá.

Una vez que se fueron, corrí al Templo de Magia Dorada. La pregunta que me hizo Owen quedó grabado en mi mente. 

Fin del POV de Ezekiel

Ezekiel no dejaba de pensar en su hija Nali. El pasado finalmente arremetía contra este ser viviente, que había entregado su alma al servicio del mundo mortal. Por muy entidad que fuese Ezekiel, ver morir gente era su destino. Hasta que lo negó. Y sólo había un ser capaz de ayudarlo. El Oráculo de Magia Dorada. 

Entró en el Templo de Magia Dorada, y una fuerza lo doblegó a arrodillarse inmediatamente, mientras las puertas se cerraban detrás de él. Mientras, un ser vestido de dorado de pies a cuello, lo miraba con ojos escépticos y caleidoscópicos. 

Oráculo: Ezekiel Necro. Conocido por tu pueblo como Ezekillel Black. ¿Qué secreto estarás dispuesto a admitir para saber lo que deseas?

Ezekiel ya se lo esperaba. El Oráculo era el ser vivo más poderoso jamás existente. El Usuario de Magia Dorada era capaz de doblegar la mismísima realidad a sus pies y a su antojo. Era un inmortal intocable e inmune a cualquier daño físico o psicológico. Su única debilidad era su alma. Un alma que era resguardada por Ezekiel. Este levantó la mirada.

Ezekiel: El secreto que te doy, Oráculo, es que estuve enamorado. En su momento me dejé llevar por la ira y la venganza. Miles de inocentes pagaron el precio y ahora me redimo entrenando futuros magos. 

El Oráculo sonríe: Entonces se premiado con el saber. Porque tomaste el valor de confesar. 

La fuerza que doblegaba a Ezekiel se detuvo y pudo levantarse. Se sacudió su ropa y miró al Oráculo a los ojos.

Ezekiel: Primero formalidades. ¿Qué tal has estado Larsias?

Oráculo: Todo bien amigo. Ser oráculo es un lío. Ver el futuro, controlarlo y saber que si hago algo mal puedo, literalmente, romper la realidad. Es muy delicado. Fuera de todo, bien. Consigo comida gratis. 

Ezekiel: ¿Sí eres consciente de que puedes sacarte el hambre?

Larsias se frota el mentón: Pues... sí. Pero me da pereza. Además, si no tuviese hambre, ¿Cómo me deleitaría con las tortas?

Ezekiel sonríe: Buen punto. 

Larsias: En fin. Ahora que cumplimos formalidades, a lo serio. ¿Qué deseas saber?

Ezekiel: Oh Oráculo que todo lo ves, que eres el segundo de la Creación y elegido de la Realidad absoluta. Quiero saber cómo está mi hija.

Larsias agita la mano: Mejor vamos a verla. ¿Quieres?