Capítulo Noveno.
Nali era una chica de 14 años, huérfana de madre y nunca más vio a su padre desde que se fue. Solía vestir colores muertos como morado, negro, verde, lila y rosa. Sobre todo negro y morado. Ella sólo soñaba con volver a ver a su padre, y rezaba al Oráculo que ese sueño se hiciera realidad, y ese día vivir al lado de su padre. Nunca pensó que el Oráculo Larsias la escuchaba, y planeaba hacerlo realidad.
Ese día, la chica de pelo negro y ojos morados estaba en el Gran Lago de su mundo. Un mundo muy oscuro, porque su lado del planeta quedaba, mayormente, en oscuridad. Y lo más natural del mundo es que aparezca un portal. Obviamente, no. Ella se sobresaltó al ver que 2 hombres aparecían. Uno vestía ropajes dorados hasta el cuello y pelo rubio. El otro era más parecido a ella. Ojos negros, pelo negro, vestiduras elegantes con colores negros y morados.
Nali: ¿Quiénes son ustedes?
Larsias: Me presento. Yo soy el Oráculo de Magia Dorada. He escuchado tus plegarias respecto a tu padre.
Ezekiel: Me llamo Ezekiel Necro. Hijo de John Necro, antiguo Rey del Mundo Oscuro. Nali... yo...
Ezekiel no encontraba palabras para pedir disculpas y expresar cuánto la extrañaba.
Nali, sin embargo, le dio poca importancia. Abrazó a su padre.
*En la Habitación Roja*
Las Habitaciones estaban divididas como cabañas, cada quien en su magia. Lo que no preocupaba al resto. Pero sí que incomodaba a otros como a Marshall, a Zuma y a Chase.
Ninguno podía dormir. La magia obraba fuertemente en ellos, y les impedía dormir. Sobre todo Marshall, porque tenía a Rosie al lado. Marshall no tenía muchos problemas aparte de ese. Sólo que encontraba en Rosie una persona con gran valor. Algo que lo llevó a dudar de a quién amaba. Si a Everest o a Rosie. Porque, inconscientemente, empezó a sentir eso con respecto a Rosie. Marshall estaba en un buen lío.
Marshall se levanta de la cama, pero tropieza y cae en la de al lado, que era la de Rosie. Termina despertándola. Ambos terminan rodando en la cama, con Rosie abajo y Marshall arriba. Los dos completamente sonrojados.
Rosie nerviosa: Esto... ¿Buenos días?
Marshall nervioso: Lo siento Rosie. No vi por dónde pisaba.
Intenta separarse de Rosie, pero estaban enredados en las sábanas.
Rosie: Nos atrapamos. Jiji. *Mira nerviosa a su alrededor*
Marshall: Tengo una idea...
Una flamita sale de la pata de Marshall, y las sábanas se reducen a cenizas, dejándolos libres.
Rosie: Genial. Y en tan poco tiempo. Yo tardé varios días.
Marshall se sonroja: No es nada. Mejor vamos a desayunar.
Rosie se levanta: Sí. Mejor.
Mientras con Zuma
Zuma se levanta, repentinamente, con calor. Eran las 12:00 de la noche, y el calor no le permitía dormir. Sentía sed, sentía calor, sentía la necesidad de ir a por algo fresco. Finalmente, decidió ir a tomar agua. ¿Qué más fresco que el agua a medianoche? Zuma se levantó y caminó por los pasillos de la Academia. Buscó un mapa, para saber dónde estaba el Comedor y la Cocina. Se cruzó con alguien en su camino, y tropezó.
Khanra: Hey!!
Zuma cae sobre Khanra.
Zuma ruborizado y avergonzado: Ehhh lo siento mucho Khanra.
Khanra: No te preocupes. Tampoco te vi.
Ambos se levantan.
Zuma: ¿Y qué haces despierta a esta hora?
Khanra: Nunca duermo. Ni mi hermano ni Skye saben que salí. Esos dos roncan...
Zuma sonríe: Ni te imaginas. En las noches, Skye y Rubble eran los que más roncaban. El que menos ruido hacía era Marshall. ¿No lo has visto?
Khanra se ruboriza: Ehhhh pues... mejor no te cuento. Es vergonzoso.
Zuma levanta una ceja: ¿Te gusta Marshall?
Khanra: ¿Qué? No!!
Zuma ríe: Te gusta Marshall, te gusta Marshall.
Khanra: Claro que no!! *Abofetea a Zuma*
Zuma queda perplejo ante su reacción.
Khanra: Jm. Te lo mereces. Eso por molestarme. Y segundo, ¿No te dolió?
Zuma sentía su pecho de labrador arder como fuego. Tal vez porque su magia era de fuego. Pero era algo más.... el fuego de algo poderoso. ¿Amor? ¿Pasión? ¿Ira? No era seguro. No solía hacer caso a ese tipo de sentimientos.
Khanra, preocupada, intenta que Zuma reaccione.
Khanra: ¿Zuma? ¿Estás bien? ¿Te maté?
Lo que ella no sabía, era que había canalizado magia en Zuma. Y la Magia Rosa es Pasión. Ya se imaginarán lo que pasa. Zuma no reaccionaba porque la Pasión creció dentro suyo. Una pasión que se transformaba en amor. Amor puro. O un amor que no era necesariamente bueno o malo.
Khanra: Zuma, me estás preocupando. ¿Qué sucede?
Zuma parpadea: ¿Eh? Lo siento... ¿Qué sucedió?
Khanra: Quedaste en silencio. Me preocupaste amigo.
Zuma se sonroja: Ehhh eje. Mejor vamos a desayunar.
Khanra: ¿En medio de la noche?
Zuma: Pues.. no puedo llamarlo cena. Digámoslo... "Bocadillo de medianoche"
Khanra: Me gusta tu forma de pensar.
Ambos bajan.
Mientras que con Chase
Este no paraba de soñar con un océano. Se sentía intranquilo cuando abría los ojos. Una fuerza lo invadía e impedía que durmiese.
Chase: No lo soporto.
Finalmente, se levantó y salió a recorrer la Academia. Pero una sombra lo seguiría.
En el Comedor, Marshall y Rosie comían unos sándwiches de jamón y pavo al horno. Producto de la magia. Hablaban como si se conocieran de años atrás, y la pasaban en grande.
Marshall: Me gusta hablar contigo a solas Rosie.
Rosie se sonroja: Marshall, eres encantador. Seguro que tienes muchas chicas detrás de ti.
(Que no está lejos de la verdad)
Marshall: No lo creo. Suelo ser muy torpe. Demasiado. Siendo Paw Patrol, sentía como a veces se burlaban de mí por mi torpeza.
Rosie: Es porque no saben apreciarte. Mira, no soy tan distinta de ti. Digamos que soy tú, pero femenina y para la magia. No era nada hábil. Me sentía constantemente cansada. Pero tú y yo tenemos algo en común.
Marshall y Rosie al Unísono: Ambos nos esforzamos.
Sonríen y se echan carcajadas.
Marshall: Pareces mi hermana.
Rosie: Bueno... yo no tengo hermanos. Sí, están los chicos de la Academia. Pero no es lo mismo que contigo. Contigo llevo 1 día.
Marshall: 2
Rosie rueda los ojos: Como digas hermano.
Marshall: Jaja. ¿Y eso?
Rosie: Bueno. Es de noche. Y Ezekiel insiste en que cumpla los horarios nocturnos. Pero.. no puedo. La Magia Roja me impide dormir.
Marshall: Sí... igual a mí desde que llegué.
Rosie: Uf qué sueño. Yo llevo años aquí. Pero no me arrepiento.
Marshall: Seguro que sí. Jeje.
En ese momento, la Magia intentó unirlos para un posible ataque. Uno que, de todos modos llegó sin avisar.
Marshall: ¿Sentiste eso?
Rosie asiente: Sí. Prepárate. Tal vez estemos bajo ataque.
Marshall y Rosie se colocan en posición de defensa.
Voz misteriosa: JAJAJAJA!! ¿Acaso son ustedes los usuarios más poderosos de la Magia Roja? Sois patéticos!!
Marshall aprieta los dientes: Muéstrate.
Voz misteriosa: Si así lo quieres....
Una sombra se retuerce y tiene forma humana. Se acerca a los magos rojos con una sonrisa que apenas se notaba.
Agni: JAJAJA!!! Los magos rojos no pueden contra mí!!
Rosie: Eres Agni. Dios del Fuego hindú.
Agni: Me alegra que me reconozcas!! Pero no. No soy ese Agni. Sólo... una sombra de él. Jajajaja!!
Marshall: Pues no fuiste invitado.
Agni: Los dioses y sus sombras podemos entrar en los sitios de magia, dálmata. Y ahora, os mataré.
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Quiero decir, gracias a mis 4 seguidores. Pero alzare y actualizaré las historias "Entremundos" y "Buscando un Hogar" con 10 seguidores aproximadamente. En serio no se si os gusta el. Contenido. No dicen nada ni por comentarios y tampoco votan. ¿Qué honda? ¿Debo adivinar? No gracias. Pero, fuera de todo, me siento curioso por saber si les gusta, y así cancelar o seguir. Es lo único que pido. Hablen. ¿ O escribo a la pared? Bueno. Eso es todo. Hasta el Capítulo Décimo. Chao.
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