
#17 | Luna de sangre
☪️ A N N E T T ☪️
No he dejado de pensar en lo ocurrido anoche. Por más que me insistieron en descansar, no pude, dormí poco cuando mis pensamientos están empeorando mi mal estado.
Como zombie entro a la cocina, freno cuando veo a Jared frente a mi del otro lado de la mesa.
He tenido demasiados encuentros con él o el destino quiere decirme algo.
—Lindo día Ann ¿cómo dormiste?
Curvo una media sonrisa.
—Hola Jared —froto mis manos nerviosa— No dormí bien, no creo que sea un lindo día para mi.
Él juega con una manzana, la pasa de mano en mano.
—Por lo de anoche —asiento— No estas acostumbrada, estos enfrentamientos con otros seres hasta la muerte son más comunes en este mundo.
Lo veo con una mueca
—Lo sé, es solo que —me encojo de hombros— Esas cosas eran tan raras.
Jared suelta una leve risa y deja de jugar con la manzana intacta.
—Nada de aquí es normal. Todos somos sobrenaturales Ann ¿qué esperabas ver?
Suspiro
—Este mundo me está afectando —camino hasta llegar a la mesa. Jared me ofrece la manzana, la rechazo. Esa fruta es letal para mis nuevos colmillos — Ya no sé que pensar.
—Tienes una gran responsabilidad, pero no dejes que tus pensamientos te abrumen —lo veo rodear la mesa hasta detenerse a mi lado, deja la manzana en el centro— para todo cuentas conmigo Ann y lo sabés.
Me toma desprevenida cuando gira mi rostro y me besa castamente.
Parpadeo varias veces cuando se aleja.
—Justo de esto quiero hablar contigo —alejo su mano de mi rostro, su caricia empora mi nerviosismo — No solo es el ataque con las gárgolas enviadas por el rey oscuro —marco distancia al retroceder un paso— es también lo que estuvo apunto de pasar entre nosotros.
—Hay un nosotros —inquiere con burla.
Aparto la vista.
—No, no me refería a un nosotros —apoyo mis manos sobre la mesa y aunque no lo vea fijamente puedo sentir su mirada clavada en mi— quise decir...
—He sido lo bastante directo contigo Annett Weil —me interrumpe— por algo la Madre Luna, cruzó nuestros caminos. Tienes un fin para mi —siento su mano sobre la mía.
—Salvar a tú reino —giro a verlo— sobre esa maldición.
—Principalmente te eligió como mi mate —se me corta la respiración cuando se inclina, sus labios están por rozar los míos.
—Jared —levanto mi mano y la situo en su pecho. Me confunde esta atracción— ¿Y si la luna se equivocó?
—Ann, no dudes de ella, es sagrada. Nunca dudes de mi.
Estoy por hablar cuando sella sus labios con los míos y a estas alturas, ya no puedo negarlo, le sigo el beso, giro mi cuerpo y acorto la distancia mientras deslizo mis dedos por cada hebra de su cabello.
—Espera, espera —me alejo de él rápidamente al reacciónar. Lamo mis labios al sentir su mordida por sus colmillos, él imita mi acción —no tenía que pasar esto. Yo quería hablar de lo que pasó, no repetir lo mismo.
—Tus labios me comprobaron otra cosa —se apoya de la mesa. Me derrite su sonrisa.
—Jared, escúchame por favor —me doy la vuelta, rodeo la mesa y esta vez me sitio en el otro extremo — cuando te besé en mi habitación, no era yo.
—Lo sé —se aleja de la mesa y se voltea quedando frente a frente— Percibí tú loba interior, es obvio que a Jan le agradó y a mi, su dueña —me señala— Tú.
Lo considero, últimamente ya no sé quien soy. Se han apoderado de la antigua Annett.
—¿No es un truco? Realmente tú...
—Te he dicho todo lo que siento Ann, todo de mi reino, en nada te mentí.
—Nunca me hablaste del trato que hiciste con el rey oscuro —confieso.
Él borra su sonrisa.
—¿De qué trato...? —se tensa al instante— ¿Qué sabes Annett?
—Valkian me lo contó todo —hago una corta pausa— Sobre el trato que hicieron cada uno de ustedes para sobrevivir. Tú le diste a esos bebés de tu manada.
Jared suspira
—Sobre eso —hace una corta pausa— Si tuve que hacerlo pero me arrepiento Ann. He vivido con culpa, fue una mala decisión pero era eso o caer todo mi reino —me cruzo de brazos— Cada descendiente estaba sufriendo, sabes que en cada nacimiento, cada mate tenía que morir. Mis lobos vivían en la agonía y obviame había un rechazo a sus hijos. Cuando Donovan me lo propuso, en la reunión estuvieron todos de acuerdo y se los entregamos.
—No puedo creerlo de ti Jared.
—Ann, escúchame ahora tú —rodea la mesa con velocidad hasta aparecer a mi lado — Aunque cada descendiente activaba la maldición, nunca nos atrevimos a matarlos y hasta el día de hoy, siguen existiendo, la mayoría —frunzo el ceño — El rey oscuro no los quería para devorarlos si es lo que crees, solo los usó. Los transformó en sus mascotas del infierno. Los Lobrydum cuidan la entrada al inframundo. En la primer luna llena, en su primera transformación fue definitiva. Ellos no volvieron a cambiar como nosotros que nos convertimos en lobos en cada luna llena. La descendencia no, son siempre lobos y el poder de Donovan los hizo más grandes, fuertes y su aspecto Ann, son demoníacos —luce afectado— Muchas veces tuvimos enfrentamientos contra ellos, perdí a muchos de mi manada —agarra mi mano—Sé que yo lo causé, pero a pesar de todo, son parte de mi reino, con tú ayuda podemos salvarlos. Sin la existencia del rey oscuro, volverán a ser los mismos.
Me safo de su agarre.
—Por favor Ann...
—No me confundas más en mi elección —dejo de verlo— Hoy será luna de sangre y mañana luna llena y tendré que elegir y no solo eres tu Jared, es el reino de Valkian y Azbel —apoyo mis brazos sobre la mesa, con mi mano toco mi frente— no sé que debo hacer.
—¿Qué dice tú corazón? —lentamente giro a verlo, bajo mi mano— Dicen que lo que más anhelas ...
—No funciona conmigo Jared —me enderezco— en mi corazón hay maldad créeme, nunca me detuvo al causar cada muerte en mi mundo —lo veo sonreir con burla— no es divertido.
—No vez lo bueno que hay en ti Ann, aunque seas lo que seas, eres tan diferente a nosotros.
Con sus manos acuna mi rostro. Me es difícil apartar la vista de sus ojos al percibir ese destello amarillo.
Entre abro mis labios sin emitir palabra.
>Tal vez Jared tiene razón. Tal vez en el fondo sé a quien elegir <
Mis manos las coloco en sus hombros y de un jalón lo acerco a mi y lo beso deseperada. Entre el beso, sus manos las sitúa en mi cintura y una de ellas las desliza por mi espalda.
Muerdo su labio inferior y corto el beso. Me sorprendo de mi misma cuando entierro mi rostro en su cuello y rozo con mis colmillos su piel.
—¡Detente! —emito un gruñido cuando me aleja. Reacciono y cierro mi boca quedando a la vista mis colmillos —¡¿qué ibas a hacer Ann?!
—Yo... no lo sé —retrocedo dos pasos— Lo siento Jared, quería... morderte.
—Debe ser por la luna de sangre, a los vampiros les afecta al empeorar su sed.
>No estoy sedienta<
Guardo silencio, evito contradecirlo y contarle que me instinto me hizo querer herirlo.
—No puedes hacerlo Ann —Jared se acerca con pasos lentos— La mordida de otro ser diferente a nosotros, puede ser letal y tú eres... la mezcla de todos —coloca sus manos en mi hombros— pero tranquila Ann, tú puedes contra esto —me da un casto beso, inmóvil permanezco— no pasó nada ¿de acuerdo?
Siento sus brazos rodearme, lentamente acepto su abrazo. A los pocos segundos, Jared se aleja e intenta besarme nuevamente.
—Nunca te rindes Luwid, llegar a esto para tus propios beneficios.
La voz de Valkian resuena, enseguida reacciono e incomoda me alejo un paso de Jared.
—Regresa a tú ataúd Valkian.
Él lo ignora, se adentra con la vista fija en mi.
—Te creí más inteligente Annett, no quiero suponer que esto va a interferir en tu elección.
—Lo que elija Ann, será su decisión —Jared me acerca a él y deja su mano en mi hombro— pero es evidente ¿no? Acepta tú derrota.
—No hay derrota hasta la luna llena —Valkian se detiene del otro lado de la mesa— Al contrario de ti mi estimado Jared —sonríe luciendo sus colmillos—No la estoy utilizando, no la he hipnotizado con mentiras.
Frunzo el ceño
—Valkian, aun no sé a quien voy a elegir. Esto no es lo que crees.
—Annett, soy demasiado antiguo, siglos de experiencia para percibir que aquí existe una... atracción —observa a cada uno.
Paso saliva, de reojo veo a Jared sonreír.
—Por supuesto, soy un vampiro que respeta las reglas —agrega y deja sus manos sobre la mesa— Acepta las derrotas, felicita a otros seres por sus almas —al mover sus dedos sus largas uñas comienzan a hacer un molesto ruido— siempre y cuando, seas verdaderas.
—Tú discurso te lo puedes llevar a otra parte Valkian.
—¿Confías plenamente en él? —sus ojos se concentran en mi— ¿Le entregas tú corazón latente a un ser como el?
—Valkian con todo respeto, sobre mis sentimientos o lo que haga me corresponde a mi, te pido que no...
—¿Qué tanto lo conoces Annett? ¿Qué tantas mentiras te ha dicho?
—Ann sabe lo suficiente. En nada le he mentido.
Comienzo a dudar. De hecho conozco muy poco de los tres.
—Supongo que le haz contado de Mara.
Ese nombre me resulta familiar. Lo he escuchado antes e intento recordar.
—¿Mara? ¿Quien es ella?
Noto una sonrisa maliciosa en el vampiro frente a nosotros.
Jared luce tenso nuevamente y me suelta.
—Lárgate Valkian —masculla Jared entredientes.
—¿Vas a negarla? Los lobos no niegan a...
—Mara pertenece a mi manada —lo interrumpe y gira a verme— no lo escuches Ann.
—Había un rumor entre los reinos, un rumor que llegó hasta mi Castillo —dejo de ver a Jared y le presto total atención a Valkian— El líder del reino Creciente había encontrado a su mate. Mara Lowains.
—Cállate Valkian o te voy a sacar cada colmillo.
Pego un leve brinco cuando Jared golpea con sus puños la mesa, sin dejar de ver a Valkian fulminante.
—Quien a su vez, habían procreado —Valkian lo ignora y continúa. Un horrible nudo se forma en mi garganta—El alfa espera al primer príncipe o princesa, un sucesor de su reino con su mate. Mara a estas alturas, debe faltarle pocos meses para traer a tu descendiente a este mundo.
Jared estalla, rodea la mesa sin embargo Valkian con velocidad aparace del lado contrario.
—Niegalo —lo reta.
—¿Es cierto? —mi voz sale débil— me utilizaste, me dejaste ilusionarme contigo Jared.
Capto su atención.
—Ann, no es así
—Que tonta fui. Por eso me contaste sobre la maldición, sobre tu reino, por eso tu aptitud conmigo, lo planeaste —doy un paso adelante— solo te importa salvar a tu... verdadera mate. Serás padre Jared —las lágrimas se acumulan en mis ojos— me... engañaste.
—Te lo voy a explicar...
Levanto mi mano y niego varias veces.
—No te quiero... escuchar.
Bajo la vista y sin verlo avanzo a la salida.
—¡Ann! ¡Ann por favor no te vayas! ¡Mara no me importa!
Lo ignoro hasta salir y me dirijo a las escaleras, con mis manos hechas puños subo cada escalón.
Al llegar a mi habitación, me encierro y dejo libres las primeras lágrimas que se deslizan por mis mejillas, brotan más sin detenerlas. Lentamente me siento en el suelo recargandome en la puerta. Al ver el dibujo en la pared, al recordar nuestros besos, al tocar mi collar me siento mucho peor.
Jared fue el primero en hacerme sentir distinta. Sentir todo lo contrario a maldad.
Lloro sin evitarlo, deseo tener a Anni conmigo, cerca y poder ser abrazada por ella.
...
Un golpe en la puerta me hace reacciónar. Veo el dibujo de Jared roto por la mitad sobre la cama.
Cuando dejé de llorar, me levanté y dejé que mis manos actuaran callando mi corazón.
—Annebett
Me volteo al escuchar la voz de Azbel.
Estoy apunto de gritarle que quiero estar sola, que no quiero hablar con nadie de lo ocurrido allá abajo con ese estúpido lobo cuando la puerta se abre por si sola y él ladea la cabeza.
—Vine a darte esto —noto el grimorio entre sus manos— Te va ayudar a obtener tus alas, con lo que pasó ya no puedo ayudarte —se adentra tres pasos— Busca el hechizo, ya lo conoces.
—No... no tengo cabeza para pensar en eso... No sé si pueda Bel ¿y si invocó a un demonio por error? ¿O me sucede lo mismo?
—Podrás hacerlo, aquí esta toda la información de cada demium del infierno y si así fuera el caso, puedes robar sus almas, solo tendrás pronunciar su nombre, para todos es lo mismo.
Me lo entrega, sin emitir palabra lo acepto.
—Gracias Bel —paso saliva. Me siento en la cama— Voy a... intentarlo— dejo el grimorio a un lado.
—No te rindas tan fácil, pelea hasta el final —enfoco la vista en él— esta guerra no te vencerá Annebett.
Medio sonrio
Él esta apunto de irse cuando mi voz lo detiene al pronunciar su nombre completo:
—¿Te ha pasado que siempre pierdes lo que más quieres? —bajo la vista— cuando perdí a mis padres, todos me culparon, yo lo hice pero nadie me preguntó el porque —me encojo de hombros— Ellos eran buenos conmigo desde que era niña, mi madre, mi padre me demostraron su cariño pero hace un año, cambiaron. A mis 17 años se volvieron crueles conmigo, no solo eran estrictos, no solo eran regaños. Comenzaron a alejarme y preferir a Anni, tal vez fue porque lo que soy, o porque sabían que ese día llegaría y faltaba 1 año. No lo sé —paso saliva— si desee su muerte, fue en un momento de ira, querían mandarme a un internado de monjas —rio sin ánimos— y antes de eso planeé su muerte. Mi padre tenía un despacho, era abogado y ese día, por la noche me encargué de incendiar el lugar y regresé a casa una media hora antes de que se enteraran.
>Cuando llegué, estaban cenando con Anni, como familia, felices, sin mi —levanto la vista. Bel se mantiene en silencio, sin dejar de verme— Estuve ahí cuando recibieron la llamada y salieron apurados los dos. Los vi subir al auto desde la ventana, vi a Betzalel aparecer a mi lado y desee su muerte con todas mis fuerzas y me arrepiento Bel, tal vez por eso siempre me pasan cosas malas, esto lo merezco —Él niega. Enseguida me levanto— no debí contarte esto, pero supongo que quería... desahogarme.
Finjo una sonrisa
—Yo perdí a mis progenitores hace siglos, por el rey oscuro, él los eliminó hasta polverse cenizas. Y aun así no te entiendo Annebett, no comparto ese aprecio o dolor por quienes pierdes.
—¿Nunca haz sentido algo fuerte... cariño o... atracción por alguien? —niega varias veces— debe haber alguien o no quieres contarme porque... te hirió —me cruzo de brazos.
—No Annebett, no sé lo que es sentir una atracción como la tuya con Jared —me tenso al escuchar su nombre — No me relaciono con demiums, no hay ninguna en el infierno que me interese. Solo con otros seres. De hecho, antes de la guerra —hace una pausa al recordar— los demium solíamos capturar ángeles para dicho fin. Nos gusta los seres con un alma pura y son el claro ejemplo. De mi parte solo devoraba sus almas, ganaba poder y el resto de los demium se relacionaban por placer— se acerca a mi, levanta su mano y la deja en mi mejilla— pero tú eres igual a mi Annebett, podría hacer una excepción por ser quien eres, por ser cada ser de este mundo.
En un parpadeo el desaparece. La puerta se cierra por si sola dejándome más confundida que nada.
(...)
Jared no insistió en buscarme.
No volví a hablar con nadie.
Las próximas horas me la pasé encerrada sin tener apetito. Viendo el grimorio que me dio Azbel sin entender los símbolos o algunos creo poder descifrarlos.
Atenta veo la estrella de cinco picos dibujada. En la esquina con simbolos extraños se encuentra escrito lo que parece ser un hechizo.
—Demium —reconozco su símbolo, la palabra. Deletreo la siguiente e intento descifrarla — Invocar —apunto con mi dedo la palabra — Invocar demonios —sonrío al descifrarla por completo la primer frase. Paso a la siguiente página y tanto simbolo me da más dolor de cabeza.
De pronto escucho un ruido, me alerto y cierro el libro. Cuando bajo de la cama lo oculto por debajo y enseguida me levanto.
Posiblemente es de noche.
Posiblemente llegó la luna de sangre.
Sé las consecuencias, mi voz interna me advierte no salir, no bajar sin embargo siempre la curiosidad puede más.
Y ya comienzo a caminar hasta la puerta.
Puedo encontrarme con Valkian, peor con Jared o los están atacando de nuevo.
Odio mis pensamientos y abro la puerta. Me asomo por el pasillo tan solitario.
—No Annett —me digo a mi misma y estoy por volver a entrar cuando percibo olor a sangre y es suficiente para dar un paso hasta salir y cerrar la puerta detrás de mi.
Es abrumador el silencio en la Mansión.
Cuando llego a las escaleras y bajo los cinco primeros escalones, hay rastro de sangre.
Paso saliva y me agacho lentamente, mis dedos se manchan de sangre, es tan espesa, rojiza, reciente que al mover mis dedos su olor se impregna en mis fosas nasales. Y es raro que el olor no me provoque asco. Me atrevo a lamer la sangre de mi dedo y me levanto.
—¿Valkian? —sigo bajando cada escalón— ¿Dónde estas? —al bajar el último, de pie en el centro reviso ambos lados, de la cocina no escucho nada, ni en esa habitación que se encierra. Al ver al jardín, crece mi curiosidad y avanzo hasta salir.
En efecto, es de noche y entre más avanzo siento una extraña sensación dentro de mi. Cuando me detengo, veo el cielo, resplandece la luna completamente roja.
—Oye... ¿puedes ayudarme? ¿Qué es este lugar?
Rápido me doy la vuelta.
—¡¿Anni?!
—¿Qué? No, soy Emma —meneo la cabeza. Distingo a la chica de cabello cobrizo que confundí con mi hermana. Luce asustada, tiene sangre en su ropa— ¿qué es este lugar?
—¿Cómo llegaste?
—No lo sé... Estaba con mi novio... Hicimos una fogata en el bosque, había bebidas y... Gael me llevó lejos de nuestros amigos, solo queríamos privacidad y algo raro apareció... Corrimos y llegamos aquí —se encoge de hombros— lo estoy buscando... Aquí hay algo raro.
—¿Por qué la sangre?
Ella se observa a si misma.
—No... recuerdo —comienza a llorar.
—Tranquila, saldrás de aquí —me acerco a ella, la guio hasta entrar a la Mansión.
No obstante, un ruido nos hace detener.
—¿Qué... qué fue eso?
Desvío la vista al pasillo
—No es seguro salir de noche, tenemos que esperar...
—¡No! ¡Ya me quiero ir!
—¿Dejarás a tu novio?
No espero que me responda y avanzo en dirección al "despacho" de Valkian. Por suerte, ella me sigue.
—Ey... no quiero estar sola —frente a la puerta me detengo y sujeto la perilla. No hay más ruido más una extraña sensación— ¿quien eres tú? ¿Cómo llegaste aquí?
Abro la puerta y medio sonrío.
—Annett, soy como ellos —giro a verla, se abraza a si misma— Y creo que encontré a tu novio.
Emma con miedo se asoma y mira lo mismo que yo. Su chico sobre el escritorio.
—¡Gael! —se adentra corriendo hasta llegar al escritorio, la sigo y aprovecho para cerrar la puerta —¡QUÉ HORROR! ¡GAEL NO!!
Parace en show al ver su cuerpo bajo un charco de sangre. Gael tiene marcas de colmillos en el cuello, tiene un corte profundo en su pecho causado por filosas uñas, quizás garras.
—Que pena —pronuncio cuando me detengo a su lado.
Al escuchar un gruñido soy la única en darse la vuelta.
—Valkian —le sonrío al verlo como lo que es. Se ve tan atractivo con sus grandes colmillos, la sangre en su rostro, menos pálido y esos ojos tan carmesí.
—¿Por qué ... la trajiste?
—Buscaba a su novio —lo señalo.
Con rapidez aparece cerca de mi, me sujeta de los hombros y no parece consciente o importarle al clavarme sus uñas.
—No tienes miedo —me analiza.
Suelto una risa amarga
—Tal vez no soy la Annett que quieres ver.
Me suelta
—Aún así, sal de aquí o no voy a poder...
—Enseñame —lo interrumpo— quiero probar su sangre.
—No es tu presa
Bufo
—¿Todos los vampiros no comparten a su victima?
—Es excasa la sangre, suficiente para mi —no grito cuando me agarra con fuerza de la barbilla— Yo los encontré, vinieron hasta aquí por mi. Yo la dejé correr después de hipnotizarla mientras me encargaba del otro... humano —observa detrás de mi— son míos.
—Solos una gotas —susurro captando su atención.
—¡¿QUÉ SON USTEDES?!
Un grito me hace safarme del agarre de Valkian y darme la vuelta.
—Tú peor pesadilla y tú fin —rio y se asusta más al verme, retrocede con torpeza hasta chocar con el escritorio.
—Tú... tu eres igual.... a él.
—No —me acerco a ella— soy peor.
Saco mis colmillos y estoy por atacarla cuando Valkian me detiene.
—¿Qué? —expreso a la defensiva.
—La sed, el vampirismo te está controlando.
—¿Y?
Lo veo sonreir con malicia, sin necesidad de verla, la agarra del hombro y sin sutileza la coloca entre nosotros. Ella no deja de temblar y llorar.
—Aprende del rey de los vampiros, Valkian Lekan —descubre el cuello de Emma — pruebala mi lady.
Bajo mi atenta mirada, veo como le encaja los colmillos, como succiona la sangre con desesperación mientras se aferra de ella. Con un gruñido parece que lo disfruta.
Repetidas veces humedezco mis labios. Mi garganta se encuentra reseca, me arde y la tentación de la sangre es más fuerte que yo.
Mando al demonio mi humanidad y caigo fácilmente cuando ya me encuentro marcando a la pobre chica del lado contrario. Sé dónde encajar mis colmillos, al succionar las primeras gotas saboreo la sangre, un sabor dulce que despierta todos mis sentidos.
Me gusta la nueva sensación.
No soy consciente en que momento me detengo cuando me bloqueo y todo se torna oscuro para mi.
+++ Doble actualización. Sigan leyendo +++ 🙏⭐🌙🖤
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