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25. Cicatrices mal curadas

EROS

Llevo meses estando sin estar.

Tal vez te veo poco, pero te pienso muchísimo, créeme que estas ganas de salir corriendo a buscarte me sobran.

El hecho que te deje allí sola a medianoche, complemente rota, me mata ver tus ojos llenarse de lágrimas.

Te juro que jamás quise que sintieras ese sentimiento de decepción hacia mí.

Vine hacia ti esta noche, porque estaba jodidamente desesperado por verte y ver esos ojos llenos de luz y dulzura en ti.

Solo quería verte unos minutos y olvidarme de mi mundo por un momento, es qué hay partes de mí que solo existen cuando estoy contigo.

Y el besarte después de tantos meses de estar sin ti se sintió tan bien, nunca había encajado tan bien en unos labios.

Pero lo arruiné.
Los minutos más preciados que he tenido en meses los estropeé. Odio hacerte sentir mal de alguna manera de forma inconsciente hago siempre que termine mal, siempre que estás involucrada conmigo todo sale mal, tal vez este maldito, pero cuando estoy a tu lado no puedo evitar sentirme como un maldito con suerte.

Pero me siento como la mierda por darte la espalda otra vez y ahora tengo que volver de nuevo a mi mundo y dejarte de nuevo sin saber cuándo volveré a verte.

Seguí mi camino cruzándome de nuevo con la casa de Tatiana, estoy preocupado por que aún no ha vuelto, pero entiendo que tengo que darle su espacio.

Me detuve solo un instante frente a su casa intentando comprender por qué el destino siempre se interpone en nuestro camino.

—Hey, tú. -Grito señalándome Edward saliendo por la puerta de la casa de Tatiana.

—Edward, ¿Qué haces aquí?

Desapareció repentinamente hace una semana de la casa de mis padres, ha estado molesto con nosotros durante estos últimos meses, pero la gota que derramó el vaso fue la discusión que tuvo mis padres, así que salió huyendo de allí y no lo culpo yo también hubiera hecho lo mismo.

—Venís...te por mí. -Empecé a tartamudear. —No te quiero lárgate. -Me empezó a señalar acercándose a mí.

Llegando a mí, pude comprender su actitud está completamente ebrio.

—Edward estás ebrio. -Cayo su cabeza sobre mi pecho y lo trate de sostener. —Ven te llevare a casa.

Me empujo fuertemente haciendo que lo soltara y empezó a reír lo cual me extraño. —¿Casa?, esa no es una casa, es un manicomio lleno de locos.

—Edward estás exagerando.

—Los defiendes a ellos. -Señaló al vacío. —Claro eres igual a ellos.

—No lo soy. -Dije tranquilo.

—Siempre me han dejado hecho a un lado por no ser suficientemente "maduro". -hizo comillas. —Pero comprendo que los defiendas, siempre has sido su favorito. -Sus ojos empezaron a ponerse rojos, pero él estaba sonriendo.

—Edward estás ebrio no sabes lo que dices.

—En realidad jamás había sido tan honesto en toda mi vida, estoy cansado de ser un Don nadie en sus vidas que jamás me toman en cuenta. -Se empieza a golpear su pecho. —Sabes yo también me preocupo por esta familia, pero inclusive mis hermanos me ven como alguien insignificante siempre ha sido así durante toda mi vida.

Yo sabía que por más ebrio que se encontrara decía la verdad, jamás quise hacerlo sentir así de miserable.

—Edward...yo.-Hice mi mejor esfuerzo para afrontar mi culpa.—Lo sien...

—No pidas perdón. -Empezó a subir el tono de su voz, completamente furioso. —No te conviertas en ellos, en personas sin corazón que solo saben decir lo siento sin que sea verdadero.

Estaba sin palabras jamás, le había escuchado decir tantas cosas ciertas y sin dudar un poco.
—Hermano vamos, estás demasiado ebrio. -Dije tratando de ignorar sus palabras hirientes.

Él tenía razón, me estaba convirtiendo en ellos, este maldito año ha sido una porquería conmigo.

—¿Vez no dices nada? -Empezó a balbucear cosas incoherentes intentando mantenerse de pie. —Pero sabes que "hermano", si es así como te haces llamar, hagamos algo y aclaremos las cosas.

—¿Qué quieres decir? -Lo vi vagamente esperando que se inventara ahora esté borracho.

—Peleemos, te romperé la boca y haré que pagues por no decirme lo que pasaban nuestros papás. -Dijo mientras trataba de mantener el equilibrio.

—¿Y qué ganarás con golpearme? -Me rasque mi cabeza confundido.

—La satisfacción que derrote al gran "Eros Salvatore".

—Edward estás actuando como un ridículo.

—Estoy cansado de ser tu sombra ¡Eros! -Gritó. —Toda mi maldita vida, me la he pasado en tu sombra, mis padres me comparan contigo, "Edward porque no eres tan maduro como tú hermano", "Eros no haría eso", "ojalá fueras como tú hermano". Ya me cansé, si supieran todo lo que has hecho Eros. -Empezó a reírse fríamente. —Has sido un drogadicto y que acaso ya se te olvidó la vez que robaste un auto solo para ir a comprar las ¿alcohol? Ha eso le llaman el hijo ¿Perfecto?

Simplemente mis palabras no salían mi boca, tenía razón de todo, he sido un completo desastre. —Edward yo...

—No ¡Eros!, desde aquel secuestró que sucedió cuando éramos niños todo se fue al carajo. Al principio comprendía a mis padres por tenerte más afecto, pero luego pasaron los años y te volviste el único hijo de los Salvatore y mi comprensión hacia ti se volvió envidia.

—Si tan solo me dejarás expli....

—Y sabes lo que más me duele, que nadie trata de ser comprensivo conmigo antes lo odiaba, pero ahora lo entiendo, quién me trataría mejor de que a ti si solo soy un desconocido de esa familia.

Me paralice al escucharlo. —Edward...

—Creíste que nunca iba a saber qué no pertenezco a tu familia o solo te has hecho el tonto todos estos ¿años? - Sus labios formaron una sonrisa triste.

Simplemente no sabía que decir el hecho que lo haya descubierto me tiene transformado.

— ¿Desde...cuándo...tú?

—¿Lose? Lo descubrí hace dos años. - Bajo su mirada. —La ventaja de que tus supuestos padres sean doctores es que aguardan cada archivo médico, así que era cuestión de tiempo que describiera que soy adoptado.

—¿Por qué no me lo dijiste? -Fruncí el ceño.

—Y ¿Cuándo?, si solo te la has pasado yendo a rehabilitación, fiesta, con chicas ha y casi lo olvido no te importo.

—Claro que me importas Edward eres mi hermano. -Trato de acercarme a él, pero se aleja.

—¿Hermano? -Arquea su ceja sonriendo de lado. —Solo por un papel, pero jamás ha demostrado ser un hermano de verdad si fueras así me hubieras dicho desde un principio la verdad de donde provengo.

—¿Cómo esperabas que te confesara algo así? -Subí el tono de voz.

—¿Desde cuándo lo sabes maldito cobarde? -Sujeto con fuerza los lados de mi camisa con lágrimas en sus ojos.

Mis palabras simplemente no surgen, no sé cómo remendarme.

—Desde los 15 años. -Dije sintiéndome derrotado.

El soltó mi cuello y retrocedió. —Sabes no me molesta el hecho que no seas mi hermano de verdad soy gran admirador de mi hermano siempre lo he dicho. Me molesta que hayas sido un cobarde hasta con esto ¿Cuándo enfrentarás tus malditos problemas? -Exhalo profundamente y soltó una pequeña sonrisa. —me alegro de que el verdadero inmaduro de la familia no sea yo si no tú cobarde.

Sonreí con desprecio. —Entonces si soy el inmaduro debería de alegrarme que a mí si me consideren en esta familia y no soy solo un espectador.

—Púdrete maldito depresi...

Antes de que terminara su oración, mi puño termino en su rostro golpeándolo fuertemente haciendo que cayera al suelo. Y mi arrepentimiento apareció rápidamente, pero odio la palabra depresivo.

—Estás loco Eros. -Se levantó Edward tomándome de mi camisa con su labio ya partido.

—Querías pelear ¿No? —Curveé mi ceja y le tiré una sonrisa.

No pasó mucho tiempo cuando sentí su puño en mi rostro, sintiendo cómo se calienta mi nariz, lo que provocó que la tocara y viera mis manos con sangre.

El vio su puño con asombro de lo que acaba de hacer. —No puedo creer lo que acabo de hacer.

Se que su nivel de alcohol es alto en este momento, pero sé que sus palabras son ciertas y me lo merezco, pero sus palabras me hirieron, debería de entenderlo y marcharme. Jamás tomaré buenas decisiones.

Estaba tan alterado en ese momento que no me di el más mínimo tiempo de procesar mis acciones.

Con toda la fuerza que tuve en ese instante le di un fuerte golpe en su rostro haciéndolo caer al suelo.

Me di cuenta del error más grande que he cometido cuando quedó inconsciente así que empecé a jadear intentando volver a mi respiración normal para calmarme y cuando lo veo en el suelo me di por vencido.

—¿Edward? —Gritó una voz de una chica.

Quería ayudarlo, pero al ver de quién se trataba y ver que era Tatiana regresando decidí irme de allí.

No esperaría a que me viera a mí herido y lo que acabo de hacer con Edward.

Me alejé lo más que pude de ese lugar. Tomé el primer taxi que vi alejándome de los errores más grandes que he cometido.

Esta noche fue una total mierda para mí, aleje a la chica que me gusta y traicione de la duerma más horrible posible a mi hermano.

Fui una total mierda...jamás había cometido tantos errores en tan solo una noche.

En el primer día de 2017.

Hoy sé que fue un error pero volveré intentarlo. Pero me arrepiento y espero pronto que esto se convierta en un olvido. Y solo será un erro más en mi miserable vida.

********************

1 de enero de 2017 5:30 Am

Después de varias paradas que se tomaba el tren por fin regrese al lugar que está lleno de personas, pero está vacío llamado "hogar".

Al atravesar esas puertas creí que por fin mi día iba a mejorar, sólo quería llegar a mi cama y dormir y olvidar este día.

Al subir el primer escalón de la escalera por fin mi pesadilla había terminado.

—Ya era hora que regresaras prometido.

Una voz aguda e irritante volvió a irrumpir en mi vida de nuevo.

Giré mi rostro en dirección hacia ella y no mostré ninguna expresión en mí, tan solo ver su rostro mi decepción se volvió más grande.

—Tus padres y yo he estuvimos esperando para la cena de Año Nuevo, pero jamás apareciste. -Dijo inclinándose hacia la isla de la cocina con una taza de café en sus manos.

Después de un gran suspiro baje nuevamente acercándome a ella.

—Ya te lo he dicho mil veces ¿puedes dejarme de decir prometido? -Fruncí el ceño.

—¿Por qué lo haría? Solo digo la verdad.

Me acerqué a ella para verla de reojo. —Jamás seré tu prometido. —dije en corto y me di la vuelta.

—Pues hace unos años no decías eso, es más
hasta decías amarme profundamente. -dijo detrás de mí.

Rodé los ojos y me di la vuelta para ver su cara de satisfacción. —Antes era un idiota que estaba cegado, ahora puedo ver claramente quién eres de verdad.

Se acercó a mí a unos centímetros mi cuerpo con su cuerpo. —Una vez me amaste y de nuevo lo harás. -Empezó acariciar mi cicatriz.

Vi si mano que cada vez acariciaba más mi clavícula, sujeté su mano alejándola de mí ella no se sorprendió nada de mi reacción.

—Veo que aún tienes ese problema me alegro de que no hayas cambiado nada Eros. -Dijo bajando su mano alejándose de mí.

Decido no darle importancia tengo mucho que pensar para dedicarle mi tiempo. —Por cierto, quítate mi camisa.

—Por que debería, me sienta muy bien o que no te gusta cómo me veo.-Pasó sus manos sobre su cuerpo sin quitarme los ojos de encima esperando una reacción en mí.

Empecé a reír. —Si esperabas una reacción en mí créeme que no me provocas nada, te ves ridícula. -Me encogí de hombros.

—¡Eros! Debemos hacer el intento de unirnos, nos casaremos y por lo tanto tienes que gustar de mí. -Frunció su ceño.

Me acerqué a ella acorralándola y me que mi cuerpo con el suyo. —Yo jamás coloqué ese anillo en tu dedo. -Asentí apuntando hacia su mano y luego vi esos ojos verdes llenos de decepción. —Si tú estás en esta casa es porque tu padre es el abogado que está llevando el caso de mis padres.

Sus ojos me observan con gran detenimiento y sus labios se curvean formando una sonrisa maliciosa. —Antes no te importaba que mi padre ayudarla a los tuyos a quedar en libertad ¿no? -Toco mi mentón.

—Antes no me tenían obligado a estar comprometido con alguien como tú. -Apreté mi mandíbula.

—Pues tampoco ahora, no vi que te amenazaran con un cuchillo para aceptar, es más aceptaste sin problema alguno.

—Acepté por que tu padre era el de la idea. -Quite de nuevo su mano de mi rostro. —Y todos incluyendo mis padres estaban observando si lo rechazaba la propuesta tu padre tomaría el caso de mis padres en contra y haría todo para arruinarles su vida.

—Eres listo Eros. -Sonrió con astucia.

La vi de reojo alejándome de ella. —¿Por qué regresaste? -Pregunté harto de la situación.

—Por ti.

Pase mi mano por mi cara completamente confundido. —¡Samantha! - Dije casi gritando, haciéndola sobresaltar un poco. —Deja en paz nuestro pasado ¿Quieres? -Mi voz se quebró un poco.

—No puedo Eros, me equivoque si lo siento, sé que hice mal, pero ¿cómo pudiste perdonar a Bruno y no a mí? Es uno de tus "mejores amigos" pero yo era tu novia entonces no me diste ni la oportunidad de explicártelo me odiaste desde ese entonces me alejaste de ti sin poder darte una explicación.

Tome un gran respiro tratando de controlarme. —Lo perdone porque el mismo me lo dijo, él estaba completamente ebrio esa noche y lo sé porque yo me fui dejándolo allí tú llegaste a ese bar y te lo insinuaste hasta besarlo. -Mi voz empezó a subir aún más de tono. — Y lo que más me dolió es que no lo negaste.

—Eros, pero no me dejaste explicártelo.

—Explicar ¿Qué? ¿Qué te le insinuaste? ¿Qué me fuiste infiel? Yo confiaba en ti fuiste una de las primeras personas en que confié y rompiste mi corazón.

Sus ojos empezaron a ponerse cristalinos—Por eso vine ha remendar mi error y a recuperar lo que una vez fuimos.

—¿Haciendo comprometerme contigo de la manera más a sorda posible para que no te ha posibilidades de rechazarlo?

—De alguna manera necesitaba acercarte a mí sin que te alejaras. Y lo siento por hacerlo sé que no está bien, pero si estamos comprometidos. -Me tomo de la mano. -Prometo que será igual que nuestro pasado.

Hice a un lado su mano no quería tocarla. —Un gran error que estas cometiendo es querer arruinar el presente, recordando un pasado que ya no tiene futuro. -Dije en voz baja.

Empecé a alejarme de ella yendo directo a las escaleras dejándola allí sin que pudiera hablar.

—¿Por qué no has vuelto a la universidad? Issa dijo que podías regresar ya. -Preguntó con su voz quebrantada.

Me detuve en un escalón giré hacia donde estaba ella. — ¿Y dejar que me sigas hasta haya y que interrumpas mi vida y a mis amigos? Prefiero estudiar en casa antes que suceda eso.

—No puedes vivir encerrado toda tu vida aquí. Además, ya hablé con nuestros padres y están de acuerdo que estudiemos en la misma universidad el próximo año.

—¡Maldición! Samantha deja de irrumpir mi vida. -Dije de forma tosca.

—¿Qué pasa? ¿Acaso escondes algo en la universidad que no deba de saber?

Jamás le hablaré sobre ella, no quiero meterla en mis asuntos y mucho menos que Samantha arruine su vida como lo hizo con la mía.

—Me iré a dormir. -Dije ignorando completamente su pregunta.

—¡Volverás a enamorarte de mí Eros! - Gritó, haciendo que subiera aún rápido las escaleras.

Me fui huyendo de allí, entrando a mi habitación intentando, perderme en mi mundo y desear un mañana mejor.

Mi vida no puede estar empeorando a un más y lo peor es que pueda ser que el mejorar después nunca suceda para mí.

Prometo que te buscaré hasta que la marea alta por fin baje, pueda ser digno de ti para lograr que mi amor te corresponda a ti.

Hasta que volvamos a encontrarnos, espérame mi dulce enana.

Prometo ser tuyo.


TATIANA

—Lo siento, pero tengo que sentirte dentro de mí. -Me pregunta en voz demasiado baja, demasiado ronca.

Sus gruesos y húmedos labios empezaron a acariciar mi piel, llenando mi cuello de esos húmedos besos. Trague grueso intentando no gemir.

Sus labios empezaron a humedecer mi cuerpo, sus besos empezaron a bajar a mi pecho haciéndome que me contraiga, mi respiración empezó acelerarse aún más.

Mis ojos se dedicaron a verlo, pero él estaba tan concentrado mientras el llegaba bajo mi ombligo. Mis ojos se cerraron mi respiración se volvió profunda no podía soportarlo más.

—Eros...-Dije dejando salir un gemido.

—¿Qué quieres que me detenga? Porque no lo haré -Dijo susurrando

Me sentía tan excitada en este momento que mi juicio se nubló completamente. —Oh Eros quiero que continúes te lo ruego.

—Si supieras todas las cosas que deseo hacerte. -Susurró con su voz ronca que era tan sexy.

—Entonces deseo que me lo muestres.

Cerré los ojos y dejé escapar una bocanada de air de mis pulmones dejando escapar un fuerte gemido cuándo lo sentí dentro de...

***************

Mis ojos se abrieron con gran dificultad por los rayos de sol que me atormentaban.

Me levante en un despabilar con la respiración acelerada y mi cuerpo completamente caliente cualquiera pensaría que me estaría muriendo en fiebres. Pero se debía al sueño que tuve.

Mire al techo. —Lo siento Dios por esos pensamientos sucios. -Dije en voz baja sintiéndome culpable.

Mi arrepentimiento fue interrumpido—Ahhh. - me quejé tocándome la cabeza por el enorme dolor de cabeza que apareció, era como si alguien me hubiera golpeado mi cabeza una y otra vez.

Me quejé tanto de mi dolor que había olvidado por completo el hecho de que no me encontraba sola en mi habitación.

Mis ojos se abrieron por completo al ver mi pobre cuarto. Me encontraba rodada en mi cama por tres borrachos.

Mi cama no era muy grande por lo que es de admiración cómo pudimos entrara aquí. Susan se encontraba roncando junto a mis pies llenándolos de baba y junto a su rostro se encontraban los pies de Rebeca que durmió junto a mi lado, pero lo más impactante era ver a Edward medio desnudó durmiendo encima de nosotras solo lo cubría era su ropa interior de supermán, me dediqué a observarlo detenidamente su rostro parecía como si hubiera estado en una pelea, estaba lleno de moretones sus brazos y tenía un ojo morado.
Pero ¡qué pasó ayer!

Los hice aún lado para ir gag salir de esta cama llena de bolsas de comida, cervezas y un par de borrachos a mi alrededor. Al salir se quejaron un poco los borrachos, pero necesitaba huir de esa cama.

Fui directo al baño para limpiarme un poco. Al parecer las impresiones aún no habían acabado cuando me tomo por sorpresa ver a Thiago metido en la bañera sin camisa y abrazando la Pucca que me había regalado.

Me acerque de apoco a él para comprobar su respiración, pero curiosamente mis ojos vagaron hacia el pecho de Thiago, sus bíceps, pecho y tan bien definidos abdominales ¿Cómo todo eso lo oculta un pelirrojo con la cara más tierna que había visto? Él se movió un poco lo que jume hizo sobresaltar y salir corriendo del baño para que no me viera.

Cerré la puerta del baño tan rápido y me posé en ella tratando de tomar fuertes respiraciones. Jamás me había tomado si quiera el más mínimo tiempo en observar a los chicos de esa manera que ahora es comprensible porque muchas chicas están tan obsesionadas con la apariencia corporal.

Mis pensamientos fueron aturdidos por un ruido extraño provenido de la planta baja, tomé un paraguas que tenía colgada en mi habitación y salí de allí.

Baje con gran cuidado por las escaleras esperando que el ladrón no me escuchara. Los ruidos continuaban, pero esta vez venían de la cocina así que sujete fuertemente el paraguas y entre en la cocina cerrando los ojos, estaba preparada para atacar.

- ¿Qué haces? —Escuché la voz de Majo por lo que abrí mis ojos.

Y allí estaba ella en todo su esplendor comiendo una rodaja de pan. Cuidadosamente escondí el paraguas atrás de mí.

Ella arqueó la ceja extrañada. —Es enserio ¿qué pensabas que era un ladrón?

—Lo siento pensé que todos estaban en mi habitación. -Me senté en la mesa dedicándome a mirarla y parecía tan fresca que no parece que ayer haya tomado ni una sola gota de alcohol. — ¿Cómo es que te ves así? ¿Y yo tan así? -Me señale.

—La experiencia amiga, la experiencia. Creí que se levantarían tarde por lo que ordené el desayuno.

Lentamente observe a mi alrededor y mi casa parecía como si unos animales salvajes hubiesen irrumpido aquí a noche.

Mis preocupaciones de nuevo fueron interrumpidas por la jaqueca que había regresado de nuevo. —Carajo siento que mi cabeza va a estallar. —dije quejosa, pasando mi mano por mi cabeza.

—Se llama resaca o cruza querida amiga, bienvenida a tu primera resaca.

—Te juro que no vuelvo a tomar en mi vida.

—Pues... para ser tu primera vez tomando no estuviste tan mal. -dijo guiñándome el ojo.

—¿Qué quieres decir con eso? —Deje de tocarme mi cabeza poniéndole atención.

—Digamos que tú y Edward regresaron anoche y arrasaron con todo el alcohol de esta casa y con el supermercado de 24 horas que está cerca de tu casa. -Dijo soltando una sonrisa de satisfacción.

— Con todo alcohol de esta casa ¿A qué te refieres MariaJose? —Me puse de pie, sujetándola de los hombros.

—Estás muerta Tatiana. - Toco mi hombro y se alejó de mi dejándome boquiabierta analizando lo que he hecho.

Tres palabras para resumir todo ¡estoy muerta!

—Mi vida acabo aquí. -Dije observando la alacena donde se encontraban guardadas las botellas de vino de mi mamá.

—Tranquila hay una solución. - Pasó Majo delante de mí mordiendo una manzana.

Volteé a verla preocupada. — ¿Cómo? No hay ni una botella y ella dijo estrictamente que no tocáramos esas botellas.

—Ahhh, no aguanto mi cabeza.

El sonido de la voz de Edward apareció en la cocina interrumpiéndonos.

Él se nos quedó viendo a ambas complemente confundido. —¿Qué les pasa a ambas?

—¿Qué te pasó en la cara? - Se abrieron los ojos de Majo al ver el rostro todo golpeado de Edward y se acercó a él.

—¿Qué pasa con mí cara? -Toco su rostro. -Ahh. -Se quejó de dolor al tocarse sus heridas.

—¡Vaya! Una regresó llorando a su casa anoche y el otro regresó casi muerto, creo que ustedes dos se divirtieron mucho más. -Empezó aplaudir estupefacta.

—¿Como que llorando? -Fruncí el ceño cruzándome de brazos.

Ella volteó a verme sin mostrarse asombrada. —Pues a noche cuando el reloj apuntó las 12 estábamos esperándolos y yo pues era la única consiente y me di cuenta de que he trataron llorando ambos. Después de eso Edward y Thiago fueron a comprar cervezas. -Ella me señaló. —Y luego tú invitaste a todos para que bebiéramos el vino.

—No pudiste detenerme. -Pregunté completamente confundida.

—¿Detenerte? Lo intente, pero Edward y Thiago se pusieron en mi contra y empezaron a beber contigo y luego Susan ayudo a Rebecca que se encontraba casi vomitando por beberse una botella completa de vino. No tengo la menor idea de cómo se emborracharon bebiendo vino, pero lo hicieron.

—Okey, okey, nosotros nos emborrachamos y nos bebimos el vino hasta quedar inconscientes. —Edward interrumpió. —Pero a todo esto ¿por qué está Thiago medio muerto en la bañera de Tati?

—Ahh, el. -Se rasco su cabeza pensando detenidamente. — No lose hizo cosas muy raras, lloro, se quejó diciendo que no podía tener una flor del gran jardín y luego dijo que escaparía con Tatiana...

—¿Conmigo? - Me señale.

—Sí. —Asintió con la cabeza. -Luego se emborrachó a un más, tomó tu peluche de Pucca y se subió a la bañera gritando que te alejaría del lobo feroz, luego de eso cayó desmayado en la bañera. Pero no comprendí exactamente qué quiso decir con eso

La verdad el hecho de ver por primera vez a Thiago tan indefenso en mi bañera era completamente extraño y aún más extraño es que haya dicho esas cosas sin sentido.

Mi teléfono empezó a sonar repentinamente interrumpiendo nuestra conversación, así que lo tome sacándolo de mi bolsillo y mis ojos sobresaltaron.

—Mierda, ahora que voy a hacer me van a matar. — Dije a punto del llanto.

—¿Qué pasa? ¿por qué te vas a morir? - Pregunto Majó.

Le mostré mi teléfono empezando a morderme las uñas.

—Hoo, carajo si te vas a morir y virgen.

—¡Majó! - Fruncí el ceño.

—Ya tranquila contéstale, voy a ir con Edward a buscar el botiquín para curar sus heridas y me dices el plan que haremos ¿Okey?

—Está bien.

Se fueron rápidamente de la cocina dejándome sola intentando decidirme si aceptar la llamada.

Sin respetar más decidí aceptar la llamada esperando no cavar mi tumba.

Yo: ¡Hola! - Conteste lo más alegre posible.

Mamá <3: Mmm, ¿Qué hiciste?

Yo: Mamá, nada enserio no puedo creer que no confíes en mí.

Mamá <3: Está bien... Solo te hablaba para avisarte que llegaré en unos 40 minutos aproximadamente.

Yo: Ahh, está bien te veo luego.

Corte la llamada lo más pronto posible porque estaba al borde de un colapso mental, mi vida terminaría pronto, mi casa era un desastre, tenía borrachos inconscientes en mi casa y lo peor de todo que están desaparecidas las botellas de vino.

—Estoy muerta. -Dije boquiabierta.

—¿Qué pasa? parece como si hubieras visto un fantasma. -Dijo Majó entrando a la cocina.

—Aún peor acabo de ver mi vida pasar enfrente de mí.

—¿Qué? - arqueo una ceja.

—Mi mamá llega en 40 minutos y esto parece un chiquero.

—Son las 12:20 vendrá a la 1 por lo menos así que tenemos el tiempo necesario.

—Olvídalo moriré simplemente.

Ella a su sorpresa abrí los ojos y empezó a preocuparse. —¡Mierda! Si te matan a ti de seguro a mí también, tu mamá les dirá a mis papás sobre qué vecinos alcohol y moriré.

—¿Y ahora?

Ella se cruzó hacia mí y tomó de mis hombros para que la viera. — No nos podemos quedar así querida Tatiana, Vamos a arreglar tu casa, somos 6 individuos en esta casa y se pueden hacer milagro, no moriremos en el intentó.

La vi hacia sus ojos y ella comprendía el dolor y preocupación que sentía en estos momentos, y lo sabía tan bien porque si me atrapaban a mí a ella también.

—Bien hagámoslo. -Dije saliendo de la cocina.

******************

Mi casa era un completo desastre, no hay palabras para describirlo, como 6 borrachos tan indefensos pueden hacer que una cosa parezca una casa de los sustos en tan solo una noche.

Tenía la escoba junto a mi lista para limpiar la sala, solo eso podía decir, no tenía ni la menor idea por dónde empezar sabía que fue un enorme error a ver pedido tanta comida anoche la que no termino en el suelo acabo en los sofás. Moriré tan joven y eso es lo más triste.

—Bien ya desperté a las borrachas de tu cama y les dije que la limpiaran y envié a Edward a que levantará a Thiago. -Se detuvo cuando me vio allí parada sin hacer nada. —¿Por qué no has limpiado nada?

—Que no ves el desastre qué hay en la sala. -Señale todo a mi alrededor.

—Tranquila me tienes a mí a parte ya están arreglando tu habitación.-Tomo mis hombros.—No te quejes más veré que puedo hacer con las botellas de vino okey.

Asentí. -Sí.

Me soltó y se alejó yendo a la cocina. Tome un fuerte respiro. —Bien, manos a la obra.

Empecé recogiendo toda la basura del piso, y que asco no puedo creer que hayamos hecho todo esto.

De repente vi que Thiago bajo rápido de las escaleras acomodándose su camisa.

—¿Thiago? - mi voz hizo que se detuviera justo en la puerta.

Solté la bolsa de basura y me acerqué él. —¿Estás bien? Parece como si hubieras visto un fantasma.

—Eh...Me tengo que ir. -Tartamudeó sin mirarme.

Fruncí el ceño, confundida. —Creí que nos ayudarías a arreglar.

—Lo siento Tatiana, pero no puedo. -Dijo aún sin verme al rostro.

—Pero ¿por qué no me ves a los ojos?

—Para serte sincero Tatiana, estoy demasiado avergonzado por lo de anoche.

—Bueno todos ayer hicimos muchas cosas Thiago, incluyéndome.

—Lose, pero antes que recuerdes todo prefiero ir me. -Tomo su abrigo. —Te veo en la universidad. -Salió tan rápido de mi vista que no me dio tiempo de analizar la situación.

¿Acaso cometí algún error con el anoche?

—Que haces parada allí ¡muévete! -El grito de Majó hizo que volviera a mis sentidos.

No tenía tiempo en este momento para pensar sobre todo lo de ayer tenía de alguna forma lidiar con este problema primero.

—¡Mierda!!!! -El gritó de Edward proveniente de arriba hizo que Majó saliera de la cocina corriendo.

Edward bajo por las mismas escaleras por donde bajo Thiago y de igual forma corriendo.

—¿Qué pasó? -Dijo Majó al ver a Edward con la cara completamente pálida.

No sé qué está ocurriendo con los hombres últimamente, pero son demasiado raros.

—Tengo que irme. -Se empezó a colocar su abrigo Edward rápidamente.

—¡Espera! - Lo detuve. — Nos tienes que ayudar aquí, no puedes solo irte, así como así.

—Lo siento Tatiana, pero acabo de recordar el motivo por el que estoy golpeando y literalmente estoy muerto.

—Creí que saldríamos después tú y yo. -Hizo pucheros Majó.

—Lo siento, pero si quieres volverme a ver tienes que dejarme ir, ayer hice una enorme estupidez y temo por mi vida.

—Bien. -Sonrío de mala gana.

—Adiós, chicas buena suerte. -Fueron las últimas palabras de Edward antes de desaparecer de nuestra vista.

****************

No sé qué sentir ahora, estoy al borde de un colapso.

Terminamos de arreglar de la mejor manera la casa tanto que tuve que ensuciar un poco para que se viera creíble.

Y yo me intenté de limpiar un poco por que parecía muerta viviente y olía asquerosamente a licor.

—Bien, nos vamos chicas. -Se despidió Susan de nosotros en la puerta.

—Suerte Tatiana. -La dulce Rebecca me animo por última vez antes de que muriera.

Ellas se fueron dejándome sola con Majó. Estábamos exhaustas, y por fin habíamos acabado y estábamos a punto de sentarnos cuando se escuchó el auto de mi mamá estacionándose.

—Enserio crees ¿qué se lo creerá? -Pregunté ingenuamente a Majó.

—Tranquila, dijiste que nunca toma vino, no se dará cuenta que solo lo rellenamos con jugo.

—¿Y si lo hace?

—Considerémonos muertas.

Y allí estábamos las das esperando que mi madre atravesara esa puerta esperando nuestro destino.

—Ya llegué. -Dijo mi madre apareciendo por esa puerta.

Me acerqué a ella para recibirla y le di una enorme sonrisa.

—Hola mamá.
—Hola señora.

—Hola. -Entrecerró los ojos. —¿Y los demás?

—Ahh, se fueron temprano. -Sonreí falsamente. —pero ¿dónde está mi hermana?

—Se quedó con su amiga, no regresará hasta mañana. —Camino hacia la sala y empezó a inspeccionar todo a su alrededor. —Veo que limpiaron.

—Claro que si señora. -

Mi madre después de no decir nada y solo observar la sala, fue directo a la cocina, nosotras dos solo la seguíamos.

Y vaya sorpresa lo primero que hizo mi ella fue abrir la alacena revisando las botellas de vino. En ese momento Majó y yo estábamos a unos segundos de sufrir un paro cardíaco.

—Veo que no tomaron nada de vino. -Dijo revisando las botellas.

—Claro mamá, me duele que desconfíes de mí.

—Mmm, sí, claro.-Cerro el alacena.—Bien por lo que veo todo está intacto me alegro.

—No podíamos defraudarla señora. -sonrió Majó.

—Eso veo, por cierto, Majó tú madre me llamo y dijo que llegarás a casa pronto.

Majó se alegró tanto ya que tenía una posibilidad de escapar dejándome a mi completamente indefensa.

—¿Enserio? Bueno tengo que hacerme caso a mi patrona, regresaré mañana adiós. -Dijo Majó saliendo prácticamente corriendo de mi casa.

Y allí estaba yo completamente sola con mi mamá sin decir nada. —Bueno este... estoy muy cansada sabes, me la pase viendo películas con mis amigos creo que me iré a dormir. -Dije empezando avanzar hacia la salida.

Ella entrecerró los ojos. —Bien, luego hablamos.

Sus palabras fueron mi salvación por lo tanto salí corriendo de allí antes que sucediera algo.

Entre rápido a mi habitación cerrado la puerta detrás de mí.

Y allí estaba mi adorada cama que tanto anhelaba, no tardaron ni dos segundos que me tire sobre ella, cerrando los ojos. Lastimosamente mi mente tenía otra idea estaba tan dedicada en arreglar mi casa que había olvidado el hecho de lo que sucedió ayer.

El a pareció de nuevo en mi mente...

Eros...

Me dediqué a observar la pulsada que aún cargaba puesta que me obsequió, no sabía si quitármela o no, de todas maneras, era un regalo ¿no?

Sus labios aparecieron en mi mente...

Ese beso...

Yo lo bese y con la misma le si tremenda abofeteada.

—Carajo...

De verdad creo que el alcohol hace cosas maravillosas, pero tan bien cosas horribles cuando estamos indefensos.

Sus palabras, esas palabras que dijo ayer me dolieron tanto, aún no puedo comprender exactamente mis sentimientos hacia él, solo desearía que dejara de irse de mi lado.

Pero ¡basta Tatiana! No puedes estar pensando en ese tipo de personas e inclusive soñar con él, es un idiota por venir e irse cuando le dé en gana.

No puedo dejar que se meta en mis pensamientos por solo así. El mencionó que no sabía si regresaría, ojalá que no vuelva y desaparezca de mi vista.

De ahora en adelante no pensaré más en él, no dejare que invada más mi corazón y mi mente.

De hoy en adelante lo ¡odiaré! ¡Lo prometo!

Cerré mis ojos de nuevo intentando conciliar el sueño tratando de olvidarme de él. Por fin mi querida cama y yo seriamos cómplic...

—¡Tatiana! ¡Qué demonios le hiciste al vino!

Mierda...

Es muy difícil ser feliz sin hacer el ridículo. ¡Se feliz ridículamente ¡




Nota: Holaaa, queridos lectores, he vuelto pido perdón por no haber actualizado últimamente, la universidad me ha tenido muy ocupada y también he estado mejorando los capítulos anteriores, pero prometo actualizar más seguido <3

Tres cosas.

1. Creen ¿qué alguna vez todos podrán ser felices?

2. El próximo capítulo hará una gran diferencia.

3. ¡Qué pasó con el bendito vino!

Hasta la próxima <3

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