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23. Deseos inciertos

TATIANA

Ha pasado una semana desde que sucedió ese beso entre Eros y yo, sin olvidar que se fue de ese lugar como un completo idiota dejándome ir llorando.

Tal vez fue un poquito, nada más un poquito exagerado de mi parte empezar a llorar, ¿Debería de ser yo la que le hable primero?, a parte el dijo que saldríamos hoy.

Pero lo único que hace siempre es confundirme, ¿Qué realmente siente por mi?, me beso, pero ¿Qué significa exactamente?, sin embargo estoy exhausta, pero no puedo evitar sentirme emocionada al pensar en el.

Nuevamente es sábado, y Eros me invito a la fiesta de Halloween, debería estar contenta pero esto algo preocupada, no lo he visto desde ese día en la feria y bueno tal vez, digamos que fui a buscarlo a su residencia y buscarlo en sus clases, suena un poco acosador de mi parte pero no lo he encontrado.

Sin mencionar que soy demasiado cobarde para mandarle un mensaje o si quiera llamarlo, no creo que sea capaz de dejarme plantada ¿verdad?.

—¡Tatiana!.

Una voz hace que salga de mi mundo.—¿Que quieres Majó?.

—¿No te piensas levantar ya son más de las 10 de la mañana?.

—¡Pero es sábado!.-Dije escondiéndome entre las sábanas.

—¿Y eso que?, además te traje el desayuno.

Majó de ha comportado muy atentan conmigo últimamente y cómo no, si desde que lo encontré en pleno acto con Edward. La cosa es que ya he hablado con ella y ahora ya no me ocultará nada, solo con ese tonto me falta discutir Edward se ha escapado evitando que discutiera con el y no se ha asomado por aquí.

—¿Andas muy atenta conmigo en especial hoy no?.-Salí entre las sábanas y me senté.

—Siéntate en la mesa y verás que te prepare.

—Bien, a sus órdenes.-Dije saliendo de mi cama sentándome en el escritorio, donde majo me tenía una gran bandeja cubierta.

Estaba apunto de abrirla cuando Majó me detuvo con su mano.—Espera no han llegado Susan y Rebecca.

—¿Porqué las esperamos?.

—Ya lo veraz.

—¿Pero que traman?.

—Hemos llegado.-A parecieron Susan y Rebecca, entrando por la puerta.

Note que no venían con las manos vacías, traían varias bolsas.—¿Qué es todo eso?.

—Tú sorpresa.-Sonrío Rebecca, sacando de la bolsa un sombrerito de cumpleaños.

Se acercó a mi colocándomelo y dándole a las chicas uno, mientras ella se colocó el suyo.

—No entiendo nada, ¿Porque los gorritos Rebecca?.

—Enserio que andas en otro mundo Tatiana, ¿Qué no te acuerdas que día es hoy?.-Dijo Majó cruzando sus brazos.

La verdad no tenía ni la menor idea de que hablaba.—¿31 de octubre?.-Dije confundida.

—¿Y que más?.

—¿Halloween?.

—¡Es tu cumpleaños tonta!.-Dijo Susan riendo.

¡Carajo!, he tenido mi mente tan concentrada en la desaparición de Eros que olvide por completo que hoy es mi cumpleaños. ¿Y si por eso Eros me invitó a salir hoy?, ¿Pero por que no me ha hablado?, ¿Será por alguna sorpresa?.

—¡Taran!.-Dijo Majó quitando la cubierta de la bandeja mostrando un hermoso pastel color rosa.—De vainilla y fresas tú favorito.

—Es enserio, esta hermoso chicas.-Sonreí alegremente.—Muchas gracias por acordarse de mi cumpleaños, son muy especiales para mi.

—Teníamos que, eres la compañera de cuarto menos irritante de aquí y pues claro que el pastel está hermoso si nosotras lo hicimos.-Dijo Susan, colocando unas velas al pastel.

—Entonces pediré a Dios que no me de un problema estomacal.-Empece a bromear.

—¡Que grosera!, pero te perdono por ser tu cumpleaños.-Se acerco Rebecca y me abrazó.

—Bien ya dejen de discutir y pide un deseo.-Majó encendió las velas.

—Sigo sin poder creer que eres la más joven aquí, me siento vieja.-Dijo quejosa Rebecca.

—Mira el lado positivo ya podrás beber todo lo que quieras por tener 18 y no será ilegal.-Dijo Susan sentándose al otro lado del escritorio.

—Bien cumpleañera pide un deseo y comamos que ya tengo hambre.-Se acerco Majó tomando el pastel para que pudiera soplar las velas.

Cerré mis ojos y empecé a pensar que deseo podría pedir, tanto que quisiera pedir en este mismo instante pero creo que es lo que más quiero en este mismo instante.

Deseo el día de hoy estar al lado de la persona que podría cambiarme la vida.

Sople mis velas, y abrí mis ojos esperando que por alguna razón del destino se vuelva realidad.

Majó se acercó a mi y me susurró.—Bien, ¿Qué deseaste?.

—Jamás lo sabrás.-Susurré.

—¡Que mala eres!.- Se alejo de mi.

—Si te lo digo no se volverá realidad.

—Bueno a ¡comer!.-Gritó Rebecca.

—Pero ¿Porque gritas?.-Dijo Susan enojada, mirando a Rebecca.

—Por que desde que no está Issa lo puedo hacer, siempre que lo hacia ella se enojaba.

—Y con mayor razón.

—Yo la he pasado tan tranquila esta semana sin ella la verdad.- Sonrió Majó, empezando a sacar unos platos.

—Claro que estás tranquila si solo discutiendo con ella pasabas.-Dije sacando las velas del pastel.

—Como sea espero que no aparezca muy pronto por aquí.-Empezó a enojarse Majó.—Y no tengo el tiempo de pensar en ella, hoy será una noche larga, será nuestra primera fiesta de Halloween como universitarias.

—Tú lo único que quieres es que Edward te vea con ese traje de enfermera que compraste.-Dijo Susan intentando no reírse.

—Bueno ¿Qué tienen contra de mi?, aparte ni lo mencionen que desde ese día ha estado actuando muy extraño.-Empezó a enojarse Majó.

—Bueno ya y ya sabes cómo es Edward seguro ya te hablará pronto y ya no te enojes y comamos mi pastel.-Dije partiendo el primer pedazo de pastel para Majó.—Come y no te enoje.-Dije dándole el primer pedazo de pastel colocándolo en su plato.

—Por cierto Tati, irás con Thiago a la fiesta ¿verdad?

—¿Con Thiago?, ¿Porque lo dices?.

—Es que el había mencionado pensaba invitarte, así que supuse que ya te había invitado.

Por pensar solo en Eros esta semana he olvidado por completo el hecho que Thiago me había invitado a la fiesta y no le dije absolutamente nada, seguro piensa que yo una mala persona por a verlo ignorado toda una semana.

Mis pensamientos nuevamente fueron interrumpidos por mi teléfono empezó a soñar de repente y rápido me levante y corrí a mi cama para tomarlo, esperando que Eros por fin me haya mandado un mensaje.

Pero quede completamente desilusionada al ver que solo se trataba de mi mamá y mis hermanos, enviándome felicitaciones. Debería estar feliz pero no era el mensaje que esperaba.

*********

Pasaron las horas mis compañeras de cuarto y yo arrasamos con toda la comida que compraron, la verdad fueron buenas distractoras sabían que no me encontraba muy alegre que digamos, Majó era la única que sabe lo que ocurrió esa noche así que se esforzó mucho para tratar de hacerme sentir mejor.

El día se había ido, recogimos nuestro desastre, y las chicas empezaron por separado a prepararse para la fiesta de Halloween que era en un par de horas.

Yo solo me quede mirando desde mi cama los trajes extravagantes de ellas, Susan y Rebecca estaban a juego con sus trajes de minions, realmente se veían muy graciosas pero aún tenía duda del disfraz de mi querida Majó.

—¿Bella Swan?.-Dije levantando mi ceja.

Majó se dio la vuelta poniendo sus manos en su cintura.—¿Qué tiene? hace juego con el de Edward.

—No se.-Puse mi mano sobre mi mentón.—Los imagine más originales.-Dije sarcásticamente.

—Bueno era esto o disfrazarme de Hermione Granger y era un no definitivo.-Negó con sus manos.

—Oye pero ¿qué tienes con Harry Potter?.-Dije cruzando mis manos.

—Muy aburrido.-Dijo entre dientes.

—No puedo creer que seamos mejores amigas, como puedes odiar a Harry Potter, es la mejor saga que existe por Dios!.

De verdad a lo largo de toda nuestra amistad he intentado que esta chica terca lea los libros y películas conmigo, fuimos aver la última película juntas y mientras yo estaba en pleno mar de lágrimas mi querida amiga estaba dormida, desde entonces no he ido al cine con ella que decepción, es decir quien diablo puede dormirse viendo Harry Potter!!!.

—Pues soy tu mejor amiga por que me amas mucho.

—Bien tú ganas.-Dije recostándome de nuevo en mi adorada cama.

—Tati ya déjate de juego y arréglate mejor.-Dijo lanzándome una almohada golpeando mi pequeño rostro.

—Deja la violencia mujer.

—Arréglate se hace tarde y dúchate aún hueles a papas fritas.-Me lanzó una toalla.

—No quiero.-Hice pucheros.

—¡Ve!.-Señaló la puerta de baño.

Exhale rendida, sabía que tenía que hacerlo.—Bien lo haré.-Salí de mi cama caminando hacia el baño.

Mi cerebro trabaja en contra de mí, volví a mi cabeza cómo dejé a Eros esa noche, tal vez la razón por la que no me ha hablado es por que me fui como una niña tonta e inmadura.

Después de una larga ducha por fin salí del baño, sin tener idea alguna de que me pondré esta noche.

—Tatiana tú teléfono está sonando.-Dijo Rebecca sacándome de mi trance.

—Aa... si ya voy.—Fui directo a mi cama tomando mi celular para atender la llamada, pero esta ya había cortado, inmediatamente cayo un mensaje de Isabella felicitándome por mi cumpleaños y la llamada también era de ella.

¿Me pregunto si ella estará con Eros?, vamos Tatiana olvídate por un momento de el.

—No te vas a vestir o ese es tu disfraz.-Dijo una dudosa Susan.

—Si creo.-Dije dejando mi celular en mi cama. Le responderé luego a Issa debo dejar de pensar por un momento en Salvatore.

No tengo ni la menor idea de que me pondré hoy, nunca he sido la Reyna de los disfraces siempre me pongo el mismo disfraz de todos los años, mi uniforme de Hogwarts de la casa de Gryffindor, pero no... La niña tenía que dejarlo en su casa.

Bien ya que no tengo ningún disfraz disponible tendré que ingeniármelas.

**********

—Sigo sin comprender tu disfraz Tatiana.-Dijo Majó con si cara llena de interrogantes.

—Es fácil de comprender.-Dije modelándolo.

—¿Eres una doctora?.

Jade convenciéndome a mi misma que no era eso pero terminé rindiéndome.—Si Majó soy una doctora.-Volte mis ojos.

Caminamos a fuera de nuestra residencia acompañando a las chicas a la salida.

—Okey eres una doctora pero ¿Qué tiene que ver esas pantuflas rosadas con eso?.-Señaló mis pies, mirando hacia abajo.

Yo moví mis pies, mirando cómo se ven.—Simplemente me gustaron y son muy cómodas.-Dije intentando dar una sonrisa creíble.

Okey no se en que momento pensé que era una gran idea ponerme esas pantuflas, de solo pensar que me las regalo Eros creí que sería buena idea si llegara a venir que me viera con ellas.

—Mm ajá cómodas.-Cruzó sus brazo Majó.

Llegamos afuera de la residencia y Susan y Rebecca caminaron un poco más dejándonos atrás.

—Bien chicas nos vemos más tarde.-Dijo Rebeca sonriéndonos por última vez, Susan se despidió con su mano.

Majó y yo nos quedamos paradas afuera viéndolas irse.—Bien ahora que se fueron me vas a decir de por que de tu disfraz.-Dijo volteando a verme con gran seguridad.

Yo trague saliva intentando no irme del lugar.—No tengo ni la menor idea de que quieres decir con eso.-Mire hacia abajo evadiéndola.

—Soy tú mejor amiga y se que con el único disfraz que saldrías es con el de Harry Potter.-Me tomó de los hombros haciendo que la viera a los ojos.—Dime, ¿ Porqué?, es por ¿el?.

—Vaya si que eres buena.-Dije evadiendo su pregunta.

—Tatiana.-Dijo cambiando su rostro a uno serio.

—MariaJose.

Con eso fue todo para que su mirada estuviera casi traspasando mis ojos.—Bien te lo dire pero suéltame que me lastimas.-Dije quitando sus manos de mis hombros.

—¿Entonces?, ¿Porqué tienes un disfraz tan raro?

—El dijo que me veía bien con mi bata.-Dije entre dientes, mirando mis pies.

—Espera ¿Qué dijiste?.-Se acercó ami tratando de escuchar mejor.

—A el le gustan esas cosas de mi.—Dije bajando aún más la voz.

—¡Tatiana!.-Gritó mi querida amiga dejándome sorda.

Me agarre de coraje y levante mi cara.—Es que a él le gusta como me veo con bata y las pantuflas el me las dio.-Dije avergonzada, quitando mi cabello que cayó en mi rostro.

—Ho por Dios, te he perdido complemente-Quedo boquiabierta, cubriéndose su boca con su mano.—Jamás pensé que serías de ese tipo de enamoradas.

—¿Enamoradas?.

—Es evidente mujer, te mueres por el.-Empezó a brincar de alegría.

—No me muero por el.-Repliqué.

—Entonces, ¿Porqué otra razón usuarias las cosas que el simplemente diría que te vez bien?, estás obsesionada por el.

—No es así, solo que el me dijo que nos viéramos aquí y pues me pareció divertido ponerme esto.

—¿Desde cuándo?.-Me dio una palmada en mi hombro.

—Desde cuándo, ¿Qué?.

—Desde cuándo estás enamorada por el.

—No lo estoy.

—Entonces es una ¿Aventura?.

—Tú sabes que no soy así, solo no se.-Empece a jugar con mis pies.—Me parece alguien interesante.

—Interesante alguien que no te lo hayas besando en distintas ocasiones, esto ya es diferente.-Es triste admitir que Majó en esta ocasión tiene razón.

—Es solo que es tan difícil saber que siento por el, cuándo su actitud cambia repentinamente conmigo una y otra vez.

—Entonces solo estás aquí esperándolo por qué el té dijo que te esperaría hoy, pero ni si quiera te ha hablado toda esta semana.

—Si lo tomas así suena mal pero.-Tome una gran exhalación y mire hacia abajo.—En teoría si, lo estoy esperando a pesar que es evidente que no vendrá.

-Bien.-Su espalda reposo en un árbol.—Tendremos que esperarlo.-se cruzó de brazos.

—¿Tendremos?.

—No esperabas que te ibas a quedar aquí sola esperando o ¿Si?.

—Pero tienes una cita con Edward.

—Si bueno mi vampírito tendrá que esperar por su bella, aparte por que le dije que me viniera a recoger un poco tarde.

—Tú vampírito, ¡Vaya! Al parecer si estás completamente enamorada de él.

—¿Qué?, ¿Yo?.-Su voz cambio.—Obvio que no.

—Entonces es carnal nada ¿más?.

—Amm... ha, ¿Qué refieres con carnal?.

—Pues.-Camine hacia ella cruzando mis brazos.—Ya sabes, ustedes dos solo se la pasan en eso.

—¿Qué es eso?.-Empezó a reírse.

—¡Eso!.-Dije tímidamente.

Empezó a carcajearse.—Vaya nuestra querida Tatiana aún usa el término "Eso", para referirse al sexo.

Volte mis ojos y fruncí mi ceño.—Ya no te burles.

Exhaló.—Y no.

—No ¿Qué?.

Se desvaneció su sonrisa y bajo su mirada.—No hemos tenido "Eso".-Rio sarcásticamente.

—Espera...-Intente procesar la información.—Qué!...Como rayos, si ustedes se la pasan...

—No Tati...-Exhaló desilusionada.—Simplemente nos hemos besado y una que otra vez tocado pero nada más.

—¿Cómo es posible eso?.

—No se.—Empezó a caminar alrededor.—Aún no estoy lista para dar ese paso con el.

—¿Tú?.

—Tú sabes que solo lo he hecho una vez en mi vida con un idiota y fue lo peor.-Se dio la vuelta y me vió.—Con Edward...-Sonrió para ella misma.—Todo es diferente, no solo nos besamos como dices tú, hay momentos en el que hablamos de nosotros nada más...no lose solo simplemente puedo ser yo con el.

—Eso es amor.-Sonríe felizmente por ella.

—Eso creo, solo quiero dejar que el tiempo decida, veremos si el destino está con nosotros.

—Destino...-¿Eros será mi destino?, ¿O solo un momento en mi vida?.

—Y Tati.

La vi hacia los ojos.—¿Si?.

—Si no viene es un idiota por perder a alguien como tú.

—¿Tú crees?.

—Si y deberías de considerar tus sentimientos por el. El en tan solo un par de meses a vuelto un caos tus sentimientos y al final siempre desaparece.

¿Realmente debería dejar mis sentimientos por el?, no si quiera puedo determinar si me gusta o estoy enamorada de él, siempre desaparece.

—¡Vaya!, que hacen dos criaturitas en medio de la noche.-Dijo Edward apareciendo con todo su esplendor.

—¿Drácula?.-Dije sorprendida. Majó al ver mi reacción volteó hacia atrás viéndolo.

—Edward pero que cargas puesto.-Dijo enojada.

—¡Qué! se suponía que nos vestiríamos de vampiros.-La mano de Edward pasó por la cintura de Majó.

Ella quitó su mano y se dio la vuelta para verlo.—Creí que nos disfrazaríamos de twilight, tu Edward Cullen y yo Bella.

—Amm...no habíamos dicho de Drácula y la novia de Drácula.

—¿Quién es la novia de Drácula?.-Dije interrumpiendo su pelea.

—Exacto ni si quiera Tati sabe quien es, gracias a ti ahora solo solo una simple chica con peluca esta noche.—Se cruzo de brazos enojada.

—Bien, digamos que Drácula le robó su novia a Edward Cullen.

—¡Eso no tiene sentido Edward!.

En estos momento es donde desearía estar en otra parte, me siento completamente como la tercera rueda o mal tercio.

—Ustedes dos son ridículos.-Dije cruzada de brazos mirándolos a ambos.

—Lo dice una doctora con pantuflas rosaditas, eso si es ridículo.-Dijo mirándome Edward con su sonrisa siniestra.

—¡Estás muerto!.-Dije entrecerrando los ojos.

—Ya no peleen, esta bien.-Miro hacia Edward.—Está bien seré la nueva novia de Drácula,¡contento!.-Sonrió sarcásticamente.

—Esta bien.-Replicamos juntos haciendo pucheros.

—Nos vamos.-Dijo Edward dándole la mano a Majó.

—Si, solo me despido de Tati.

—¿No vienes con nosotros Tati?.

—No, yo...

—Ella está esperando a tu hermano.-Dijo Majó.

La cara de Edward cambio tan repentinamente, dejo de ser el alegre Edward.—Será mejor que dejes de esperar Tati.-Se formó una sonrisa triste en el.

Sus palabras retumbaron a mi corazón.—¿ Porque lo dices?.-Dije preocupada.—¿Le pasó algo?.

—Solo no lo esperes, será en vano y será mejor que te olvides de él.

—¿Porque lo dices?.-Pregunto Majó.

—¡Por que si!, solo olvídate de él. Mi corazón empezó a doler un poco en ese momento.—Vámonos Majó.-Dijo seriamente.

—Está bien.-Dijo confundida.

Empezaron alejarse de mi lado y Majó me hizo señas, tratando de decirme algo, mi cerebro no estaba trabajando muy bien, normalmente la entiendo pero esta vez no.

—Ah y Tatiana.-Gritó dándose la vuelta Edward, deteniéndose.

—¿Si?.

—Feliz cumpleaños.-Me sonrió tristemente.

Yo repetí su sonrisa.—Gracias.

Se dio la vuelta dejando el lugar junto con Majó. Me quede sola de nuevo preguntándome si debí aver ido con ellos.

—Lo voy a esperar.-Me dije a mi misma.

Me quede allí esperándolo, estoy segura que vendrá, yo sé que vendrá, lo esperaré nada más unos minutos, si no viene me daré cuenta que no siente nada por mi.

Mi corazón tendrá que entender que es lo mejor, pero simplemente quiero que el sea mi destino.

*********

No estoy muy segura de cuánto tiempo ha pasado desde que se fueron Edward y Majó, decidí quedarme por unos cuántos minutos más, pero sal parecer ya paso mas de una hora desde que estoy afuera de mi residencia.

—No vendrá.-Me lo he repetido varías veces este día.

Y soy demasiado cobarde para mandarle un mensaje...

—¿Tatiana?.-Dijo una voz atrás de mi, en ese momento mi respiración se tensó, mis palpitaciones estaban tan aceleradas que podría morir de un paro. Por fin vino.

Me di la vuelta nerviosa y muy feliz. Mi sonrisa disminuyó con tanta facilidad al ver que solo se trataba de Thiago.—Hola.-Dije sonriendo tristemente.

—¿Pero qué haces aquí?.-Dijo acercándose ami, llegando a unos centímetros de distancia.

—Ni yo lose, vine a tomar un poco de aire.-Dije cruzándome de brazos.

—Creí que te vería en la fiesta, te busque por todos lados pero solo encontré a Edward y a Majó, ella me dijo que te encontraría aquí.

Al parecer mi querida amiga no sabe guardar secretos. Estaba apunto de decir una mentira cuando me di cuenta por el aspecto que el tenía que estaba algo sudoroso y jadeando como si hubiera corrido hacia acá.

—¿Corriste hasta aquí Thiago?.-Pregunté vagamente.

—Si.-Sonrió, limpiando su sudor de la frente con su mano.—Temí que te pudiera secuestrar un lobo feroz o algo así.

Por fin logro sacar una sonrisa de mi.—Pero estamos en el campus así que no es posible.

—Todo es posible en esta universidad.

No conteste solo sonreí, cómodamente lo mire completamente, empecé aver lo desde sus pantalones color marrón, luego subí y pude fijarme en qué llevaba puesta una camisa color amarillo con manchas color marrón, debo de admitir que se le ajustaba perfectamente a su cuerpo, era tan musculoso que esa camisa se miraba pequeña en el. Después de hacer una vista panorámica de su pecho, subí hasta su cabeza cargaba puesto unas inusuales orejas de jirafa que se acomodaba perfectamente con su cabello rojizo despeinado.

—¿Eres una jirafa?.-Pregunté.

—¿Cómo lo supiste?.-Dijo sonriendo.

—Bueno es que tienes.-Apunte hacia su cabeza.—Esas orejas de jirafa en tu cabeza.

Sus ojos miraron hacia arriba.—Ah.-Se las quito.—Gracias a ti tengo un bonito disfraz, normalmente no me disfrazo pero esta vez lo ameritaba.-sonrío y volvió a ponérselas.

—Entonces deberías de agradecerme por dártelas y darte un disfraz perfecto.

Agacho su cabeza y rio.—Tienes razón.-Levantó su cara y me vió.

—¿Ah si?.

—Sip, te tengo una sorpresa.-Dijo moviendo la bolsa que tenía en su mano.

—Tú lo piensas en todo.-Reí.—Bien y ¿Qué me trajo señor jirafa?.

—Como dije es una sorpresa así que no tienes que verlo.

—¡Vamos!.-Empecé hacer pucheros.

Se tomó su tiempo para responder.—Está bien, pero date la vuelta y cierra tus ojos contando hasta cinco.

—¿Qué?.

—Tú hazme caso o me llevo tu sorpresa.

—Bien.-Volte los ojos.—Lo que diga señor jirafa.-Me di la vuelta cerrando mis ojos con mis manos.

—¿Ya los cerraste?.

—¡Si!

—No te escucho contando.

—¡1!.

—¡Pero no grites!

—2.
—3.
—4.
—Ya los voy abrir.

—Termina de contar.

—¡Cinco!.

—Bien date la vuelta pero no los abras aún.-Seguí sus órdenes.—Bien ya ábrelos.

Quite mis manos de mi rostro dejando abrir mis ojos, me cegué un poco al abrirlos pero al momento que se enfocaron no pude contener a sonreír.

—¿Y te gusta tu sorpresa?.-sonriendo enormemente detenía con sus dos manos un pequeño pastel de chocolate con fresas alrededor y con una pequeña vela en medio.

—¿Qué si me gusta?...Me encanta...Pero no debiste.-Dije tímidamente.

—Pequeña, te mereces mucho más que un pequeño pastel, pero se habían acabo los grandes y yo...

—Calla.-Dije colocando mi dedo en sus suaves labios.—Es perfecto.-Lo quite y sonríe.

—Tú eres perfecta...-Abrió sus labios para terminar de hablar pero la cerró.

—Así que soy perfecta eh.

—Me refiero a que...-Empezó a tartamudear.— te vez perfecta cuando sonríes, te veías muy triste hoy.

—Si bueno.-baje mi cabeza.

—No importa ya vine yo para alegrarte tu noche.

—Gracias Thiago.-Nos vimos durante unos segundos, sus ojos hablaron por el.

—Pero ya dejemos el tema a un lado y sopla la vela que se está derritiendo.

—Si debería.-Me acerque un poco lista para soplar la vela.

—Pero no olvides pedir un deseo, es la regla.

—Tú lo sabes todo, no es ¿Así?.-Centre mi mirada en la vela, cerrando mis ojos y no se me ocurría nada para pedir tenía la mente vacía, hasta que lo pensé profundamente pude darme cuenta cual era mi verdadero segundo deseo de cumpleaños.

Deseo que el destino nos entrelace siempre.

Sople la vela abriendo mis ojos esperando que mi deseo llegue a cumplirse.

—Feliz cumpleaños pequeña.-Dijo sonriendo.

—Gracias señor jirafa.

—Y...¿Qué deseaste?.

—Se supone que los deseos no se dicen para que puedan cumplirse.

—¡Hay vamos!

—¿Qué dices si mejor comemos este delicioso pastel que me trajiste?

—Está bien ¿Pero aquí afuera?.

—No tonto, te invito a mi dormitorio.

—Creí que a los hombres no los dejaban entrar.

—Si pero en festividades así dejan que entren hasta las 9.

—Ósea que tenemos una hora para subir.

—Exacto.

—Pensé que irías a la fiesta de Halloween.

—Si yo también pero, olvidémoslo.-Empezamos a caminar para entrar al edificio.

—Bien pido el pedazo más grande.

—Es mi cumpleaños y por lo tanto yo lo tendré así que...

Escuche un ruido que venia hacia nosotros y rápidamente me di la vuelta.

—¿Qué sucede Tatiana?.

—Nada creí ver...-Trate de ver más hacia afuera pero no había nadie, juré aver visto una silueta.

—Tranquila deben de ser los de último año haciendo bromas.

—Tienes razón, vamos.-Dije dejándome de preocupar pero enserio sentí como si alguien nos vigilara.


EROS

Ojalá estuvieras aquí...y pudiera desaparecer esa ansiedad que esta noche me grito nuevamente en mis sueños.

Desde que apareciste de nuevo en mi vida, por fin había estado durmiendo y teniendo un buen sueño. Ha pasado tan solo una semana desde que no puedo verte sonreír.

Solo me gustaría saber si yo causo la misma sonrisa estúpida que tú causas en mi.

Mis pesadillas volvieron a parecer esta noche, me levante sudando y casi sin poder respirar, me duele el pecho, mi corazón aún duele, creí que ya había logrado superarlo pero simplemente es en vano ese paso me persigue.

Era tan solo un niño....ella solo era una niña...

Mi cicatriz dolía otra vez, siempre el mismo sueño, mi cicatriz duele cada vez más que tengo esa pesadilla.

Tal vez nuestro nuestro pasado nos unión terriblemente y nuestras pesadillas puedan conectarse siempre por lo que pasamos.

Pero no puedo evitar agradecer que ese pasado que nos ha dejado marcados llegará, por que por ese motivo tú apareciste en mi vida.

Estoy sentado en mi cama sin poder nuevamente conciliar mi sueño así que últimamente solo me he dedicado a pensar en ti.

Te he perseguido no hace más de un par de meses, quería solamente saber en qué mujer te has convertido, saber si eras feliz, si te alimentabas correctamente, si no sufrías por tus fantasmas del pasado, si tan solo llevabas una vida normal.

Desde que descubrí quién eras tú, no he podido evitar perseguirte y encontrarme contigo, simplemente el hecho de tenerte cerca y verte sonreír hizo que mi corazón se ablandara.

Jure al principio que no te hablaría no quería que te involucraras en mi vida, pero el día de tu graduación te veías tan hermosa y feliz que no pude evitar hablarte, tal vez no fue la primera vez que te hable pero esa vez no te evite.

Quería alejarme de ti no quería que nuestro pasado nos involucrara de nuevo pero. Simplemente fuiste tú la razón de no poder evitarlo, si tengo que afrontar las consecuencias, lo haré una y otra vez.

Es que lo que vi en ti, ni siquiera lo ves tú.

Espero que estés durmiendo bien y que sufras de pesadillas como yo en esta noche, es gracioso que la razón que me haga olvidar de ese terrible sueño seas tú la persona que forma parte de esa pesadilla.

**********

Es de mañana por fin puedo ver el sol tan brillanté como de costumbre, si tan solo estuvieras aquí.

—¡Eros!, baja ya está el desayuno.-Se escucharon los gritos de mi hermana abajo.

—¡Ya voy!.-Le respondí.

Deje mi lápiz aún lado de la mesa, cerré mi cuaderno dejándolo aun lado y me paré para ir hacia abajo a la cocina.

Baje las escaleras y lo primero que hice fue dirigirme a la cocina.

—¿Por que gritas tanto tan de mañana?.-La vi mientras estaba sentada en la mesa con un café en mano.

—Te grite hace ratos pero no me escuchas, ¿Qué tanto haces?.-Dijo entrecerrando los ojos.

Me acerqué a ella acercando mis labios a su oído.—Cosas de hombres.-le dije susurrando alejándome de ella.

—Eres un asqueroso, no ves que estoy desayunando.-Dijo frunciendo el ceño.

—El café no es un desayuno.

—Si pero...hoy tenemos que ir al bufete de abogados apoyar a nuestros padres así que tenemos que desayunar ligero.

—Pues divierte.-Dije reposando en la isla, dándole un mordisco a una manzana.—Por que yo no iré.

—¿Cómo que no irás?.

—Te dije que no quiero estar involucrado en los asuntos de nuestros viejos.

—Entonces tomaste un avión en ¿vano?

—En primera no quería venir aquí.-La señale.-Tú me arrastraste hasta acá.-Le di otro mordisco a mi manzana

—Eres un idiota, por cierto ¿Edward ya te ha respondido los mensajes?.

—No, solo los ve y me deja en visto, he tratado de llamarlo pero simplemente cuelga.

—Estoy preocupada por el.

—Tú tienes la culpa, esta enojado con nosotros por qué lo volvimos a dejar a un lado.

—Voy a hablar con Tatiana y preguntarle cómo está.

Tatiana...mi corazón volvió a acelerarse al escuchar su nombre, ¿Cómo estás? Me siento tan estúpido en tener que dejarla plantada esta noche.

—Hazlo que quieras.-Respondí fríamente.

—Tú también deberías hablarle.-Dijo empezando a escribir en su celular.

—¿Cómo por que tendría que hablarle a ella?.-Levante una ceja.

—Pues por que es su cumpleaños ¿No?.

Su cumpleaños...Ella está cumpliendo años y no estoy allí con ella como lo prometí. No sabía realmente qué estaba cumpliendo años, ¿Pero que hice?.

—Tengo que irme.-Dije dejando mi mi manzana aún lado.

—¡Espera!.-Me detuvo.

—¡Qué!.

—Me tienes que llevar al despacho aparte tú también tienes que ir, ya se nos hizo tarde.

Volte los ojos enojado, simplemente quería irme.

—Está bien, vámonos.-Dije sacando mis llaves del bolsillo.

Salimos de nuestra casa y esta vez subí un poco la velocidad quería llegar los más pronto posible al despacho.

Después de un par de minutos llegamos por fin al despacho, Issa bajo del coche.

—Bien te espero ve a estacionar el auto.

—Amm, tengo algo que hacer.

—¡Vamos!, Eros tienes que estar aquí.

—Tranquila solo iré hacer unas cosas por aquí y vuelvo no me tardo ni 20 minutos.

—Está bien, pero regresa pronto.

—Lo haré.-Dije dejándolo allí dándole marcha a mi auto.

Me alejé rápidamente del lugar tratando de buscar alguna tienda cerca por aquí no tengo mucho se me hará tarde.

Después de tantas vuelta en la ciudad por fin encontré un local que parecía decente.

Parque cerca del local y salí del auto entrando a  una joyería llamada Pandora. Entrando al local me pude percatar lo nervioso que estaba habían solo mujeres en este lugar muy elegantes, solo me quede mira hacia las vitrinas  buscando algo legible.

—Le puedo ayudar joven.-Dijo una de las trabajadoras amablemente.

—Amm...Si no se que estoy buscando exactamente pero se que busco algo.-Dije mostrando una cara complemente confundida.

—¿Busca algo para su novia quizás?.-Dijo sonriendo, levantando las cejas.

¿Novia?, no podía evitar sonreír al escuchar esa palabra.

—Si.

—Muy bien acompáñeme hacia el mostrador para enseñarle algunas cosas que podrían funcionar.-Dijo guiándome al camino.

Estando en el mostrador saco varios anillos lo cual se me hizo extraño por que parecían de compromiso.

—Estos son alguno de nuestros anillos de compromiso más solicitados últimamente entre los jóvenes.

—Amm...yo...

—No se sienta nervioso se qué hay muchos jóvenes nerviosos pero para eso estoy yo.

—No es eso.-Dije intentando articular bien.—Es que no busco anillos de compromiso, busco un regalo de cumpleaños.

La trabajadora se rio al ver mi equivocación.—Comprendo entonces le mostraré lo que puede funcionar para un regalo.-Dijo aguardando los anillos, de hecho eran muy bonitos.

Se fue un momento de el lugar, pero volvió con varias cosas con ella.

—Bien traje varias cosas desde pendientes a collares que pueden funcionar.-Dijo amablemente.

Ella me mostró cada uno de los collares que habían, pero ni uno me llamaba la atención, sin mencionar que no creo que lo utilice ella solo ocupa el que le dio su abuela, habían demasiadas opciones pero ni uno era el adecuado, al igual que los pendientes.

Después de varias selecciones de posibles contendientes entre los collares y pendientes, ella sacó un par de pulseras.

—Estás son una de nuestra nueva línea de pulseras Pandora a mi parecer este sería un buen regalo.

Me mostró varias pulseras pero aún ni una me llamaba la atención, hasta que me detuve en una pulsera de plata no tenía dijes era simple pero me llamó la atención.

—¿Le gusta está?.-Me vio dándome la pulsera.—Este tipo de pulseras que están vacías van perfectas con dijes, se van llenando conforme usted quiera.

—Si creo que me gusta, ¿Tiene algún dije que vaya con esta pulsera?

—Si de hecho, si es para su novia le recomendaría este dije.-Saco un pequeño dije en forma de corazón con la mitad de corazón con incrustaciones de diamantes.

—Es muy bonito.

—Y lo más especial de este dije es que tiene una palabra secreta.-Abrió a la mitad el pequeño dije.-Y es una de las mejores maneras para demostrarle a una cuánto quieres.-Me mostró la palabra que tenía y supe que era el adecuado para ella.

—Me llevo el dije y la pulsera.-Dije sonriendo.

—Muy bien los empacaré para usted.-Dijo tomando ambos.-Puede ir a la caja para pagar

Pague con mi tarjeta de crédito y la empleada me dio una pequeña bolsa donde se encontraba una caja que traía la pulsera.

Salí de la tienda, para irme directo a mi auto listo para irme de aquí pero me acorde de un pequeño obstáculo llamado "Hermana", hace un rato la llame diciéndole que no iría a la reunión aún que se enojo conmigo me pidió de favor que la fuera a recoger.

Pero viendo la hora aún falta algo de tiempo así que decidí ponerme en marcha y fui directo a la estación del tren para comprar un boleto.

Y pues mi destino será la enana que está a horas  lejos de mi.

Pasó casi media hora desde que fui a comprar mi boleto de tren que se ira pronto, y viendo por la hora iré a sacar a mi hermana de ese lugar.

********

Después de casi veinte minutos atrapado en el tráfico por fin salí de allí llegando a mi destino por fin.

Y allí estaba mi hermana hablando con quien sabe quien, bien sonriente, hice sonar el claxon no es que no quiera que hable pero se me hace tarde.

Ella por fin entendió mi llamado acercándose al auto pero me sorprendió al ver que se regresó para darle algo a ese chico.

Cuando entro al auto solo me le quede viendo confundido por su actuación de niña buena.

—¿Qué?.-Dijo viéndome confundida.

—Nada.-Salí de allí tomando la autopista sin poder evitar reírme por lo que acabo de ver.

—¿De que te ríes Eros?.-Frunció el ceño.

—Nada solo tú actitud intentando coquetear es sorprendente.

—Pues el que no arriesga no gana y yo siempre gano.-Dijo guiñando el ojo.

—Okey campeona tomare tu consejo.

—Bien, oye Eros a donde ¿vamos?, llevamos un rato en la utopista pero nuestra casa no queda tan lejos.-Dijo confundida.

—Ya pronto lo verás.-Dije sin quitar mi vista de la autopista.

Pasaron varios minutos después cuando por fin nos estábamos acercando.

—Eros que demonios hacemos en la estación de ¡tren!.

—Tú lo dijiste hermanita.-Dirigí mi mirada a ella.—Arriesgándolo todo para ganar.-Dije estacionándomela por fin.

—Eros estás loco, ¿A donde vas?.-Dijo mientras me vio salir del auto.

—A ganar.-Sonreí alegremente viéndola desde afuera.—Y toma la llaves, regresa segura a casa hermanita.-Me aleje del allí y empecé a correr entrando a la estación.

Cómo odio que tardaré más horas en llegar por que ya no habían vuelos disponibles, ya es medio día así que estaré llegando al anochecer.

Entre por fin al tren asignado y tome mi asiento estando exhausto por correr como loco, pero no podía dejar de reír al ver la pequeña bolsa que traía.

Solo espero simplemente que le guste mi obsequio, elegí específicamente la pulsera por que esa noche que estuvimos en el muelle ella me mostró sus cicatrices en su muñeca, las cubría con dos pulseras algo ya gastadas.

Solo quiero que cada vez que las vea no se sienta avergonzada de ella, solo quiero que sus pequeñas cicatrices se vean bonitas con esta pulsera.

Tal vez debería de llamarla o enviarle un mensaje diciéndole que si iré como lo prometí, no la he visto hace más de una semana, creo que solo haré que sea una sorpresa, me siento feliz a cumplir mi promesa.

Solo pensar en ella me ponía feliz, el tren ya había empezó alejarse de la ciudad y simplemente cerré los ojos para pensar en ella tranquilamente.

Horas después...............

Por fin había llegado estaba tan feliz de estar en la misma ciudad que ella, estaba apunto de llegar al campus, no podía esperar en verla.

Ya iban hacer las ocho de la noche, estaba sosteniendo feliz la pequeña bolsa Pandora no podía esperar en ver su reacción.

Pasando los minutos llegue al campus y le pedí al taxista que me dejara en la entrada, le pague y salí corriendo.

Corrí por todo el campus, todos se me quedaban viendo no se si era por que era el único sin disfraz o por qué me veía como un loco corriendo.

Por fin estaba apunto de llegar a la residencia de chicas y una pequeña sonrisa se formaban en mis labios, no podía esperar para verla.

Casi llegando detuve mi paso y empecé q caminar para tomar aire y secar mi sudor.

Por fin vi que estaba a unos pasos de la residencia, de lejos podía ver a unos tórtolos, el le estaba sosteniendo un pastel y ella brincaba de felicidad.

Cuánto más me acercaba podía ver mejor, me detuve al ver quienes eran realmente, mi sonrisa se desvaneció, para evitar que me vieran me escondí atrás de unos arbustos.

Tal vez solo debí ir como persona civilizada pero no podía evitar ver que estaban haciendo.

Allí está ella.........

La enana estaba allí, se veía tan linda con ese disfraz, aún que muy raro pero todo lo que usaba ella lucia perfecto, llevaba su bata de laboratorio muchas veces le dije que le quedaba bien, no pude evitar sonreír al ver que cargaba las pantuflas rosadas que le obsequié en la feria, en definitiva ella se vistió pensando en mi, espero que me haya extrañado tanto como yo lo hice.

Ver la con esa sonrisa en sus hermosos y suaves labios y sus hermosos hoyuelos con sonríe no pude evitar recordar el beso que hubo entre nosotros hace una semana.

Pero al ver a la otra persona junto a ella no podía evitar sentirme enojado a ver a Thiago con ella, el la estaba haciendo sonreír, no me gusta que estén cerca, por más que el diga que es solo una amiga no me gusta verla con el.

El la estaba felicitando por su cumpleaños, ese debía ser yo el que estuviera de pie junto a ella no el.

Vi de lejos que ella apagó la vela, estaba decidiendo si era tiempo de que fuera y la alejara de su lado. No se que es lo que realmente tengo que hacer.

Se estaban yendo...se dirigían hacia adentro de la residencia, ¿Por que estaban entrando juntos?

A la mierda el orgullo...

No podía dejar que se fuera con el a su dormitorio, salí de entre los arbustos caminando hacia ellos, intentando alcanzarlos, sujete fuertemente la bolsa intentando darme calor a mi mismo, necesito estar cerca de ella no puedo dejarla ir de nue...

—¿Eros?.-Dijo una voz de una chica atrás de mi.

Me detuve y me di la vuelta para ver quien era, mi vida estaba apunto de irse a la mierda. Mi corazón posiblemente estaba apunto de detenerse, mis ojos se abrieron de la impresión, quería hablar pero no salían las palabras de mí, mi respiración se aceleró, me sentía sofocado y empecé a sudar frío, me sentí tan pequeño en este momento, estaba asustado. Me esforcé para sacar palabras de mi por mas sorprendido que estaba.

—¿Tú?...

"Nos prometieron que los sueños podrían volverse realidad. Pero se les olvidó mencionar que las pesadillas también son sueños."

Nota: Muchas cosas pasaron en tan solo un día, muchos sueños, esperanzas y deseos qué tal vez nunca se vuelva realidad, ¿Qué estará pasando realmente aquí?

Una nueva persona volvió a la ciudad, podría ser alguien que pueda cambiar todo de un momento a otro ya sea para bien o para mal.

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