21. El juego entre miradas
TATIANA
Estoy sumamente nerviosa desde que llegué al parque de diversiones, no tengo ni la más mínima idea por qué mi estómago no me colabora en lo absoluto.
Debo de admitir que mis nervios han disminuido, desde que Thiago llego, para ser honesta solo vine porque Majó me prometió que el no vendría.
—Te vez demasiado diferente hoy. -Sonrió Thiago al lado mío.
Tratamos de seguirle el Paso a los demás, pero prácticamente todos se fueron por su lado así que solo quedamos él y yo caminando, viendo los puestos de juegos.
—Quise probar un nuevo estilo. -Me rio con mi incomodidad y mi dignidad hasta el suelo por los asquerosos zapatos que me están matando.
—Todo lo que usas te sienta bien, pero este no es tu estilo para ser honesto solo no eres tú.
Aush, okey eso sí que dolió un poco, que un chico extremadamente guapo te diga que no estás bien duele, pero tiene razón no soy yo.
—! Vaya! al parecer sabes más de mí que yo misma y para ti ¿A ver y quién soy yo?
—Mmm, déjame ver... Eres una chica que le gusta vestirse de colores claros, evidentemente odia vestirse provocativa...
—Espera como estás seguro de que no me gusta vestirme así. -Le hago señas mostrando mi ropa.
—Espera aún no terminó.
—Okey termina.
—Eres alguien sumamente pacifica, te gusta aventurarte, pero eres muy miedosa para hacerlo, te gusta leer, amas leer, te gusta sonreír debo decir que tu sonrisa es una de las más hermosas que he visto.
Me rio junto con él. —Okey ya te desviaste del tema.
—Lose, pero qué puedo decir eres una chica con sorpresas Tatiana. -Dijo el pelirrojo, colocando sus manos en los bolsillos.
—¿Y tú tienes sorpresas?
—Mmm, tendrás que conocerme más para descubrirlos.
—Y que tengo que hacer para ello?
Él se queda unos segundos en silencio pensando en qué dirá, yo solo trato de seguirle el paso. —Ya se. -Él sonríe y a mi sorpresa me toma del brazo.—Ven sígueme.
—Oye, pero a donde vamos.
—A conocerme mejor. -Dijo el pelirrojo llevándome hacia los puestos de juegos.
Nos detuvimos en un puesto de juego de dispararle al blanco.
—Pero ¿qué hacemos aquí? -Dije riendo.
—Quiero tres intentos señor. -Le dijo el pelirrojo, al señor del puesto dándole un dólar.
Thiago tomo la pistola. —Bien toma querida Tati. -Me da escopeta. —Pero que estás haciendo Thiago.
—Bien tienes que apuntar hacia las botellas y derribar al menos una de ella.
—¿Pero ¿cuál es el objetivo que haga esto?
—Por cada botella derribada, te doy un dato sobre mí.
No tengo ni la más mínima idea de que está tramando Thiago con esto, pero esto podría ayudar a conocerlo aún más así que. —Esto es un reto que tomare.
—Bien demuestra tus destrezas.
Empiezo a sujetar bien la escopeta, separo mis pies, subo el arma y pongo la vista en el objetivo esa botella del medio no se librada de mi.
1.
2.
3.
¡BANG!
Suelto del gatillo, tengo cerrados los ojos no quiero ver.
—Oh por Dios. -Escuchó salir de los labios de Thiago.
Yo al escucharlo decido abrir mis ojos y quedé boquiabierta al ver que di justo en el blanco.
—¡Lo hice!, no puedo creerlo. -Dije emocionada entre brincos.
—Ni yo lo puedo creer, ¿Cómo rayos lo hiciste a la primera?
—Una experta nunca revela sus secretos.
—Debe de estar arreglado, dame la escopeta te enseñaré cómo se hacer verdaderamente. -Le di la escopeta y el tomo posición, para darle al blanco.
—Bien demuestra tus habilidades.
—Mira y aprende. -Cierra un ojo para centrarse en el objetivo.
1.
2.
3.
¡BANG!
¡Vaya!, quede sorprendida al ver donde cayó el balín, mi risa empieza a salir de mi yo solo me cubro la boca.
La sonrisa de Thiago se desvaneció por completo al ver donde disparó.
—Vaya no sabía que le tenías tanto rencor a ese peluche de pucca.-Me empezó a reír aún más.
—Fue... el viento. -Empezó a tartamudear.
—Si claro.
—Oiga joven dañó mi mercancía ahora nadie va a querer este peluche. -Dijo el señor del puesto completamente enojado.
—Lo siento señor no fue mi intención.
—Como sea ya no me sirve quédeselo a ver si a su novia le gusta así. -Bajo el peluche del estante y se lo dio a Thiago.
¿Acaso dijo novia?, parezco la novia de Thiago! ¿Intervengo o no? Tengo que decirle al señor que no soy su novia.
—Yo no soy...
—Otra vez lo siento señor de verdad. -Thiago me interrumpe.
—Está bien y si me disculpan tengo que seguir trabajando.
Después de darnos unas cuántas caras de vergüenza ambos nos decidimos ir huyendo, salvando nuestras vidas, jamás pensé que se enojaría tanto, Thiago intento darle dinero como recompensa por el daño causado pero él no lo acepto.
Empezamos a correr un poco alejándonos de ese puesto, mientras nuestras risas se sincronizaban.
Cuando vimos que ya nos habíamos alejado suficiente del puesto de ese señor por fin dejamos de correr para tomar aire.
—No...Puedo...creer que hayas hecho eso Thiago. -Empiezo jadear, estos zapatos no me están ayudando, en definitiva.
—Te juro que nunca pensé que esto pasaría. -Toma un gran respiro y se da cuenta que lleva en su mano el peluche.
—Ahora gracias a ti ya no pude reclamar mi premio. -Dije enojada.
—Claro que tienes tu premio.
—¿Así?
—Si. -El ve el peluche en su mano, hasta que me estira su mano sosteniendo el peluche.
Yo sé lo recibo sonriendo entre dientes. —El peluche de Pucca con un balín en su pecho es mi premio?
—¡Hey! no la discrimines pasó por mucho.
—Si claro paso por mucho por tu culpa. -Empezamos a caminar despacio.
—Si, pero míralo de esta forma ahora tienes un regalo original hecho por mí.
—Entonces apreciare con mi alma este regalo hecho por ti.
—Si lo pierdes te mato. -Me señala con su dedo índice.
Yo solo empiezo a sonreír. —¡Jamás! y ahora que lo recuerdo yo hice un tiro perfecto a la primera.
—¿Intentas humillarme?
—Lo dejare pasar, pero prometiste que me dirías un secreto tuyo si lo hacía.
—Mmm no recuerdo que digiera eso.
—Thiago! -Empecé hacerle pucheros. —Deja de hacerte el loco.
—Está bien, lo prometí y lo prometido es deuda. -Se detuvo y se puso en frente de mí. —Y ¿qué secreto quieres saber de mí? -Me sonrió.
—Mmm, déjame pensar, ya losé, cuéntame lo más oscuro. -Le sonreí.
El me entrecerró sus ojos y empezó a caminar, empecé a seguir su paso. —Bien deja ver si tengo algo oscuro para contarte.
—Ya déjate no lo hagas tan largo Thiago.
—Tú no dejas ponerle picante al asunto. -Su cara empezó a cambiar de una feliz a una seria. —Bien, diría que antes no era un chico bueno por decirlo así.-Sonrió falsamente el pelirrojo.
—A que te refieres eras un matón? -Empecé
a bromear pero el parecía no divertirse.
—Algo así, cometí muchos errores en mi vida, ya no quería ser el chico malo así que hace dos años decidí crear otro nuevo yo. -Se puso sus manos dentro de los bolsillos de su chaqueta.
—Así que yo tengo el honor de conocer tu nueva versión? - Le sonreí para que no se sintiera incómodo.
Por fin sonrío el pelirrojo. —Si digamos que sí, y estoy seguro de que tú jamás hubieras hablado con el Thiago de hace dos años.
—No lo creo que sería más seguro que tú me ignoraras por completo.
—Como ignorarte, eres demasiado ruidosa como para hacerlo.
—Lo siento señorito por aturdirlo.
—No exactamente, pero te perdonaré. Dime y ¿qué hacemos ahora?
—Mmm, déjame pensarlo. -Empiezo a ver hacia mi alrededor, evidentemente no lo llevaré a otro juego de pistolas, tal vez de lanzar, mi vista por fin se centra en un puesto en específico. —Ya sé dónde ven conmigo. -Lo tomo del brazo y empiezo a cambiar rápido.
—¿A dónde me llevas enana?
—Calla y no hagas preguntas.
—Huy que gruñona.
Por fin me detengo en un puesto. —¡Sorpresa! -Dije sonriendo, señalándole el puesto de venta de accesorios.
—¿Está es tu magnifica idea? - Elevo su ceja y señaló el puesto.
—Sip. -Empiezo a buscar entre las diademas con orejas cuál se le vería mejor.
—Si tu magnífica idea está que me ponga unas orejas estás equivocada.
Sin escucharlo yo solo me dedique a buscar el mejor par de orejas para su cabecita pelirroja.
—Pruébate estas. -Tome las orejas y quise ponérselas, pero algo me detiene. —podrías agacharte un poco. -Le sonreí.
Él lo duda un poco. —Bien, eso te pasa por ser una enana. -Él se agacha un poco.
Se las puse sin pensarlo, Dios se ve tan tierno, no puedo creer que me haya dejado hacer eso.
Él se levantó. —Y ¿Qué tal me veo? -Su sonrisa me cautivo al instante.
—Te ves tierno jirafa.
—¿Jirafa? -Él se acercó a ver se en el espejo del puesto.
—¿Te estás burlando de mí?
—Claro que no, pero es muy adecuado para ti.
—Bien, excelente. -El empezó a buscar otro par también. —Bien, encontré el par adecuado para usted señorita.
El empezó acercarse a mí, debo de admitir que hizo que me pusiera algo nerviosa. Su rostro estaba muy cerca de mí, pude notar perfectamente cada detalle de él, sus pecas, sus ojos verdes, su nariz tan definida, no me había percatado antes que realmente es demasiado guapo.
—Que linda te vez conejita.
Su voz me hizo volver en sí, ¿cómo que conejita?, a qué se refiere con eso, rápidamente tocó mi cabeza empiezo a darme cuenta de que ya me había colocado las orejitas algo largas así que me vi directo en el espejo.
—¿Enserio un conejo?
—Si, en definitiva, es tu animal.
—No me parezco en nada a un conejo.
—Claro que si solo mírate bien. -Él se puse detrás mío tomando mis hombres, acercándome al espejo, no entiendo porque me puse otra vez nerviosa. —Vez eres una tierna conejita, eres pequeña, molesta y muy tierna.
Me hice a un lado. —¿Cómo que tierna? -Me hice la enojada con él.
—Si, hasta enojada te ves tierna. -Sin previo aviso el tomo mis mejillas moviendo mi rostro. Maldición por que tuvo que hacer eso me puso mar nerviosa de lo que estaba.
El por fin me suelta, y ahora que hago no sé qué decirle ni que hacer. —¿Tatiana estás bien?
—¿Qué?
—Es que de repente te pusiste muy roja. -Toca mi frente. —Y estás muy caliente, si quieres nos vamos.
Maldición mi cuerpo no oculta lo nerviosa que estoy y en cima me puse roja que pena. —Si...Estoy bien vamos a buscar a los chicos. -Empecé a caminar huyendo de mi humillación.
—¡Espera Tati!!!.-Dijo Thiago corriendo hacia mí.
Ni si quiera me detuve ante sus llamados no s e cómo enfrentarme a él después de mi humillación.
El me alcanzó, tomo mi brazo para detenerme. —¿Por qué te vas así?, no me esperaste estaba pagándole a la señora que nos vendió las orejas.
—A..si, lo...siento... no te escuche. -Empecé a balbucear.
—Estás muy nerviosa ¿Qué te pasó?
Maldición actúa normal Tati o te descubrirá. —Tranquilo estoy bien, ¿qué dices si vamos a donde están los demás?
—Está bien, recibí un mensaje de Edward nos están esperando en la rueda de la fortuna vamos.
—Bien me parece.
*
Vaya que, si está grande este parque de diversiones, llevamos un rato caminando y nunca llegamos.
—Está lejos la rueda de la fortuna ¿No?
—Es muy grande este lugar así que si está lejos, pero estamos a punto de llegar. -Dijo Thiago sonriéndome.
Ya estoy un poco mejor ya me calmé así que ya estoy como nueva prometo ya no más ponerme nerviosa y pasar vergüenza frente a él.
Bien ya estoy relajada, debería de divertirme hoy no hay nada que pueda preocuparme. Pero simplemente me siento incómoda de repente y no sé el por qué. De repente escucho el flash de teléfono detrás de mí.
Me detengo y volteo hacia atrás para ver alguien estaba atrás de mi pero no había nadie, simplemente no pude identificar a nadie hay mucha gente hoy aquí, mi incomodidad de que sentía había desaparecido, me sentía rara como si alguien me estuviera siguiendo y me haya tomado una foto.
—¿Te sucede algo Tatiana?
Volteó hacia delante viendo a Thiago. —Si, ¿Por qué?
—Es que te quedaste viendo hacia atrás cómo si estuvieras buscando a alguien.
—Es que no se de repente sentí cómo si me estuvieran siguiendo y escuché un flash.
Su cara cambió y al igual que yo empezó a ver hacia a tras buscado a alguien. —Es imposible Tatiana, hay mucha gente hoy aquí.
—Lose, pero enserio sentí como si me estuvieran siguiendo.
—Tal vez te confundiste, a lo mejor alguna pareja o una persona se tomó una foto y estaba detrás de nosotros.
—Tal vez, pero...
—Ya déjate de preocupar por nada Tatiana. -Tomo mi mano. —Vamos, los chicos nos esperan.
—Bien. -Empecé a seguir su paso, pero este trago amargo nadie me lo quita, de verdad sentí que alguien nos seguía.
—Mira ya llegamos haya están los chicos.
Mire hacia delante y en efecto tenía razón Thiago haya estaba Edward estirando su mano dándonos señales que estaba allí.
—¿Por que tardaron tanto en llegar ustedes dos?.-Dijo Edward, cuando por fin llegamos a donde estaban.
—La enana camina muy lento.-Dijo Thiago riéndose de mi.
—¡Oye que grosero!.-Dije enojada.
—¿Pero que son esas cosas en sus cabezas?.-Empezó a vernos Susan asustada.
—No te burles Susan, creo que nos vemos bien.-Dije sonriendo.
—Bien, bien ridiculos.-Empezó a reírse Edward.
—Oye cállate a mi me gusta.-Dijo Thiago defendiéndome.
Yo solo sonreí, no pude evitar sentirme feliz por a verme defendido.
—Bien y por que no esta haciendo fila nadie para subir.
—Es que estamos esperando a alguien.-Dijo Edward sonriendo.
—¿Así? ¿A quien?.-Preguntó dudosa Majó.
La verdad yo también estaba dudosa de quién más estábamos esperando creí que éramos todos, bien como sea que puede ocurrir.
—¿Invitaste a una chica o que?.-Pregunto Bruno.
—Siii a quien estamos esperando, tengo hambre y frió .-La pequeña Rebecca salió a protestar también.
—Me esperaban a mi.-Eros aparece con su malévola sonrisa.
Maldición...¿Qué hace aquí?, no había pensando en el por un largo tiempo y aparece en frente de mi. El me está viendo!!, y lamentablemente yo igual lo veo, nuestras miradas se cruzan, por qué se me hace tan difícil dejarlo de ver.
—¿Qué haces aquí?.-Palabras salieron de mi boca involuntariamente, pero debo de admitirlo tengo curiosidad de que hace aquí.
—Mi hermano me invitó hace días, ¿por que te molesta mi presencia?.-Sus ojos!!!, ¿Por que no puedo evitar esos ojos azules?.
—¿Puedo hablar contigo Majó?.-Mi sonrisa que tuve hace unos instantes desapareció.
—No creo que sea buena idea Tati querida.-Sin pensarlo dos veces la tome de la mano y por fin aleje mi mirada de él, me lleve a majo a unos centímetros lejos de los demás.
—¿Qué hace el aquí Majó?.-Me cruce de brazos.
—Te juro que no tengo la menor idea Edward lo trajo sin avisar.
—Es evidente que lo planearon los dos Majó, tú y el son uña y mugre, el no hace nada sin decírtelo, ¿cómo no vas a saber?. Ustedes dos planearon esto para que Eros y yo nos encontráramos no es así!.
—Yo...
—Deja de balbuceos que no va contigo.
—Te juro que fue con buena intención, te veías apagada estos últimos días, aparte ustedes dos pasan juntos siempre y pelean, pero de repente ustedes dos se empezaron a evitar.
—Pero era necesario hacer esto?. Aparte involucraste a todos María José.
—Okey me dijiste por mi nombre estás molesta, escucha perdona ¿si?.
—Ahora entiendo porque me hiciste arreglarme así.-Me señalé toda.
—En mi defensa te ves preciosa.
—¡Majó!.
—Ya perdón, aparte toda la culpa no fue mía fue de Edward.
—Bien pásale el recado que me las va a pagar.
La deje sola y comencé a caminar hacia donde estaban los demás, en que demonios me han metido esos dos, estaba bien hace un rato y ahora tengo que lidiar con el.
No se cómo enfrentarme a él después de lo sucedido en el laboratorio, ese beso en el cuello, ash ni lo quiero recordar me pone nerviosa.
Es que por qué tuvo que hacer eso ahora no puedo dejar de pensar en sus palabras de esa noche "Estoy celoso", como se supone que deba de procesar eso?. Olvídalo Tatiana concéntrate viniste aquí a divertirte no a lidiar con tontos.
—Hey a donde te habías llevado a Majó.-Dijo Edward confundido, ash ni si quiera puedo ver si cara.
—Ve a traerla y que te diga que le dije.-Dirigí mi mirada a Edward furiosa.
El al parecer captó la indirecta bien, más le vale.—Este ya vuelvo la iré a traer.-Dijo Edward antes de salir corriendo a buscarla.
Mire hacia mi alrededor alguien faltaba aquí.—Donde esta Thiago.-Le pregunté a Susan.
—Fue al baño con bruno, no deben de tardar solo dijeron que hiciéramos fila.
—Está bien.-Dije formándome.
Mi mirada se fue un poco hacia atrás, por lo que veo Adrián, esta entreteniendo a Eros así que estoy bien por ahora, todo esta bien, todo esta bien, relájate Tati que puede salir mal, es una bonita noche, el clima de octubre sienta bien.
—¿Qué tanto piensas enana?.-Una voz atrás de mi oreja hace que me estremezca.
Volteó rápido hacia atrás, y lo que me faltaba Eros llegó atormentarme.
—Qué haces pensé que estabas hablando con Adrián.-Gire dándole la espalda otra vez.
—Si pero me aburrí y así que vine a molestarte.
—Vaya que no tienes nada que hacer.
—Lo único que me importa ahora es molestarte así que estoy bien.
—Qué dulce de tu parte Eros.
—Lose, oye pero quien rayos viene en tacones a la feria?.
Maldición por un momento había olvidado el hecho que soy la única idiota en tacones aquí.
—Pues según Majó, estoy a la moda.
—Si pero no en ferias a parte qué pasa con tu atuendo, no estás vestida como tú.
—Si quiera sabes mi gustos para saber qué me gusta ponerme y que no?.
—Eres muy fácil de entender Tatiana.-Se pone las manos dentro de los bolsillos de su chaqueta de cuero.
—¿Así?.
—Si, eres muy predecible.
—Que idiota.-Volte hacia otro lado ignorándolo.
—Por cierto te gustan las zanahorias?.
—¿Zanahorias?, a que viene esa pregunta.-Me gire, para verlo, pero que son esas preguntas que se carga.
—¿Eres una coneja no?.-Toco mis orejitas de conejo, por un momento olvidé que las tenía puestas.
—Ahh eso no las escogí yo.
—Así y quien te eligió esas orejitas conejita.
—Fui yo.- Thiago por fin apareció, ya era hora.
Eros ve que el también cargaba un par.—Ahora ya se por que se ve ridícula, te sientan bien esas jirafa.
—¿No crees que es suficiente Eros?.-Thiago se acerca a Eros.
—¿Qué? No aguantan ni una broma.-La sonrisa de Eros hay momentos en la que produce miedo, cómo frunce su mandíbula.
—Ya chicos no peleen y avancen.-Dijo Adrián poniéndose en medio de ellos dos.
—Si Thiago formate hay que hacer fila.-Dijo Eros sonriéndole a Thiago.
Thiago solo lo ignoro yo solo les di la espalda ignorándolos, mejor evito problemas, tengo suficientes que afrontar.
—Oye por que te quedas parada, avanza enana.-Me empieza a empujar Eros.
—Ya voy no me empujes.
—No te empujará, pero te quedas parada mientras todos están avanzando.
—No le hagas caso Tatiana.-La voz de Thiago aparece atrás de Eros.
—Bien ya estoy caminando contento.
Empiezo a caminar conforme va la fila, pero me empiezo a tambalear, ¡maldición! Estos estúpidos tacones casi me hacen caer.
—¿Si quiera sabes caminar?.-Dijo entre risas Eros.
Si no estuviera lo suficientemente adolorida le daría un buen golpe pero con el dolor de mis pobres pies es más fuerte que yo.
—Déjame en paz ¿Quieres?.-Empece a tambalear de nuevo.
—Pero por que estás tambaleando por cada paso que das, si no puedes con esos zapatos para que los traes.
—No es que ami se me haya ocurrido la grandiosa idea de traer estos tacones a un parque de diversiones.
—¿Entonces de quien fue la magnífica idea?
—De Majó, ella prácticamente me obligó a ponerme unos zapatos una talla más pequeña que la mía y a vestirme así ridícula como dices tú.
—No diría ridícula pero...-Sacó las manos de sus bolsillos y se cruzó de brazos.—Si—.
—Como sea ahora lo único que puedo hacer es aguantarme hasta que llegue al campus.
—¿Te lastiman?
Se siente como si estuviera caminando por vidrio, en resumen se siente del demonio mis
pobres pies.—No, estoy bien.
—Mmm, espera aquí, ahora vuelvo.-Se sale de la fila y antes de partir se da la vuelta.—No te subas sin mi a esa rueda de la fortuna.-Dijo señalándome con su dedo índice.
—Oye ¿Pero porque te vas?, estamos a punto de subir.
—Tú hazme caso, no te subas sin mi, yo ya regreso.-Eros se dio la vuelta, y se fue corriendo del lugar.
Pero a donde rayos se fue y por que tengo que esperarlo estamos a punto de subir y de repente se larga.
*
Los chicos empiezan a subir al juego y no encuentro a Eros por ningún lado a donde se abra metido.
—Oye enana ¿Subirás?.-Dijo Thiago subido en la tarima para entrar.
¿Qué hago?, ¿Subo?, pero Eros me dijo que lo esperara, por que me siento tan ansiosa.
—Ven sube conmigo emana.-Me extendió su mano Thiago para que suba con el, con una hermosa sonrisa.
No se por que lo quiero esperar, seguro solo quiere molestarme de nuevo, si seguro eso es.
—Vamos.-Dije tomando su mano, devolviéndole la sonrisa.
Pero algo dentro de mi sigue molestando tal ves no debi subir.
Thiago y yo entramos juntos los demás subieron en parejas, bueno menos Edward que desapareció de repente con Majó, así que solo estaba con Thiago.
Justo cuando el chico cerró la puerta, allí estaba... Eros...con una mirada de disolución. Maldición creo que me equivoqué al subir.
Mejor salgo me paré para abrir la puerta pero el chico ya había empezado a darle marcha al juego, no me quedo de otra que sentarme y ver a Eros de lejos, el no ha quitado su mirada de mi.
—¿Estás bien?.
—¿Qué?.-Thiago hizo que volviera en si.—Ahh, si estoy bien ¿Porque?.
—Es que estabas tratando de ¿Salir? ¿Te dan miedo las alturas?.-Dijo Thiago en el otro asiento.
En parte si y en parte fue por Eros.—Si, algo.
—Tranquila no hemos subido mucho aún, a parte estás conmigo que te puede pasar.-Me sonrío, yo le devolví la sonrisa.
Vamos Tati, olvida que dejaste a Eros abajo estás aquí con ¡Thiago!, debería de alegrarte, pero de alguna manera me siento incómoda.
Solo le dedique aver hacia afuera, viendo cómo todo lo grande se empezó hacer pequeño mientras las subimos.
—¿Te puedo preguntar algo?.-Al ver su cara parecía nervioso.
—Si ¿Dime?.-Me acomode mejor para verlo.—¿Qué quieres saber de mí?.-Empece a cambiar a una mejor actitud antes que se diera cuenta.
—Bueno ya nos conocemos ya hace un par de meses.
—¿Si?.
—Y bueno ya la otra semana es Halloween.
—Lose.-A donde querrá llegar con esto.
—Cada año la universidad hace una fiesta esa noche, y me preguntaba si ya tenías algún plan ese día?.
—No realmente.-He tenido tantas cosas en la cabeza que no había caído en cuenta que ya será 31 de octubre.
—Entonces, te gustaría ir conmigo a la fiesta de Halloween, como una cita?.-Su mirada se cruzó con la mía.
¿Me está invitando a salir?, su mirada, sus ojos cruzándose con los míos, ¿Qué significa esto?.
—Thiago...Yo..-Como si fuera obra del destino, fui interrumpida, las luces se apagaron, el juego se detuvo.
Espera!! El juego se detuvo, maldición, se va a caer, voy a morir aquí.
—¡Vamos a morir!!!.-Dije asustada sin saber a donde mirar, por qué solo este juego esta apagado?.
—Tranquila Tatiana, de seguro solo fue una sobre carga.
—Thiago, estamos muy alto, el juego esta inestable, maldición sabía que no debía venir.
—Oye cálmate ya se arreglará no vamos a morir.-Empezó a reírse de mí, me enojaría con el pero en este momento solo deseo vivir.
—¿Qué no te viste destiño final 3 Thiago?.
—Ahora que lo dices, tuve un sueño antes de venir acá demodé se caía la rueda de la fortuna.
—¡Thiago!, no me estás ayudando.
Empezó a reírse a carcajadas.—Ya, fue una broma, es solo una película Tatiana estoy seguro que no vamos a morir.
—¿Seguro?.-Dije casi llorando.
—Si.-Aún que no veía nada pude notar que Thiago empezó a moverse.—Aquí estoy yo y nada te pasará mientras estés conmigo.-Pude sentir su respiración cerca de mi.
Thiago se había sentado junto a mi, tomándome de la mano para que me calmara. En este momento no me importo mucho la verdad estaba tan preocupada por morir que me sentí segura cuando me tomo de las manos.
—Oye Tati.
—Si.
—Se que no es el momento adecuado pero tengo que decírtelo.
—¿Qué cosa me quieres decir?.
Sentí como Thiago tomo de mis manos más fuerte.—¿Oye Thiago estás bien?.-Dije preocupada por cómo tomo mis manos.
—Si, solo necesito fuerza de voluntad.
—¿Fuerza de voluntad?.
—Si, Tati yo...me siento cómodo estando contigo.
—Yo también Thiago.
—No pero aún no me comprendes Tatiana.
—Explícate.
—Tatiana tú me gus...-
La energía regresó, el juego empezó a bajar, estaba feliz por que no había morido.
Al voltear a ver a Thiago, sus ojos estaban tan fijos hacia mi, que no pude evitar verlo, por que sentía que había algo que nos alejaba, ¿Que quería decirme?.
Su mirada se fue de la mía, el volvió a su lugar, se veía desilusionado por alguna razón.
—Oye Thiago, ¿Qué querías decir con...
Ya habíamos llegado abajo nuevamente, fui interrumpida por las puertas que se abrieron para que bajáramos
—Te lo dire en el momento adecuado ¿Si?.-Me sonrió.—Ahora bajemos.-Salió del juego dejándome allí, por que su sonrisa antes de salir no se veía sincera.
Tengo que buscarlo, salí del juego y veía que los chicos ya había salido, buscaba a mi alrededor buscando al pelirrojo.
Mientras buscaba, unos ojos azules se cruzaron con los míos.
Era Eros, por un momento había olvidado que lo dejé plantado, le sonreí de lejos para cubrir lo que cometí, pero bien por si cara está molesto conmigo.
Así que resignada a morir, me fui acercando poco a poco a mi muerte, baje la cabeza para evitar que me matara con sus ojos.
Llegue a donde estaba el pero no quería verlo.
—Creí que te había dicho que me esperarás no es así?.
—Lo...Siento.-Empece a tartamudear.
—¡Mírame!.-Dijo en seco.
Con gran temor empecé a subir mi cabeza, cerré los ojos para evitar verlo.
—Tatiana mire abre tus ojos.
—¿Me vas a matar?.
—No, solo mírame.-Dijo tranquilamente, así que confíe en el y los abrí.
Sus ojos se cruzaron con los míos, nos mantuvimos viendo durante unos segundos que parecían eternos.
—Sígueme.-Dijo tranquilamente, tomo mi brazo, empezando a caminar y alejarnos de los demás.
Sin decir ninguna palabra solo lo seguí, si así iba a morir que así sea me lo merezco.
Una hora antes...
EROS
—Profesor, ya le entregue mi trabajo ¿Qué más quiere?.
—¿Por que has estado faltando a mis clases?.
—He estado ocupado últimamente, pero ya le entregue mi trabajo, y es fin de semana tengo cosas que hacer no puede retenerme aquí.
—Te tengo retenido en el salón por que quiero escuchar la verdadera razón por la que has estado faltando a mi clase!.-Su voz se elevó.
—Este...He tenido muchas cosas que hacer. ¿Ya me puedo ir?.
—¿Así?, cosas por hacer, jovencito debería darle vergüenza que me tuve que enterar que la razón por la cual ha estado faltando a mi clases es para perseguir a una estudiante.
Cómo carajos se enteró este viejo.—Yo no lo diría perseguir.
—¡Joven Salvatore!, inclusive yo lo he visto, se dedica ir a los edificios de química a perseguir a una estudiante, por más buen alumno que sea no voy a permitir que por esas causas falte a mi clase.
—Ya no lo haré.-Si tan sólo Tatiana me hablará no tendría por qué ir a buscarla y verme como idiota.
—Su padre lo dejo seguir ingeniería, con la condición que le pusiera importancia, no creo que usted quiera que le pasen el recado que usted está descuidado sus estudios, por estupideces cómo las mujeres no?.
¿Estupidez buscar a Tatiana?, y usted que sabe de es bueno para mi solo es un viejo amargado y divorciado.
—No haga cosas que no valen la pena.
¿Qué no vale la pena?, Tatiana vale la pena y mucho más.
—¿Entendió joven Salvatore?.
—Si señor Fernández, ya no descuidaré mis estudios por cosas que no valen la pena.-Le di la sonrisa más falsa posible.
—Bien ya que entendiste, puedes retirarte..-Dijo mostrándome la salida.
Me empecé a levantar del escritorio.—Bien y si me lo permite me voy ya.-Me di la vuelta y empecé a salir del salón.
Maldición ya es tarde, todos deben estar ya en la feria.
Necesito apresurarme, maldicion ni si quiera me gusta ir a esos lugares solo por que irá ella.
Empecé a correr rápidamente hacia mi auto, si ella está allí, se encontrará con Thiago, no puedo dejarla.
Por fin llegue a mi auto, subí rápidamente y inserte la llave. Que por qué no arranca, maldición, por mas que intente encenderlo no enciende el maldito auto.
Maldición, no tiene gasolina!!!, y ahora que como llegó.
Taxi, si, un taxi, debo conseguir con taxi. Salí corriendo del estacionamiento hacia la salida principal.
Corrí como si mi vida dependiera de esto, maldición pro que hago esto por una enana como ella.
Vamos qué pasa por que no llega ningún taxi.
¡Si!, por fin un taxi. Rápidamente subí al taxi.
—Al parque de diversiones Garden, por favor.-Dije rápidamente al taxista.
—Muy bien.-Se empezó a poner en marcha.
Solo necesito llegar a tiempo, y hablarle a Tatiana y todo estará bien.
40 minutos después...
Donde rayos estarán todos, hay tanta gente en esta condenada feria que me es imposible encontrarlos.
Y el idiota de Edward no contesta su teléfono por más que lo llame, bueno debe de estar ocupado en perseguir a MariaJose. Mi teléfono empezó a vibrar de repente, por fin ya era hora que alguno de los chicos me contestara, revisé mi teléfono para ver quien me había enviado el mensaje.
-Edward chupa sangre te ha enviado un mensaje.
Bien por fin se digno en contestarme el idiota de Edward. Abrí rápidamente su mensaje.
Edward Chupa sangre: No te conteste por que estaba en una misión, ven a la rueda de la fortuna allí estaremos formando fila, ah y por poco lo olvidaba si vino Tati. :)
Ya era hora que me diera una buena respuesta, ahora que lo pienso también debería cambiarle el nombre de contacto, cómo sea debería de apresurarme.
No estaba lejos de la rueda de la fortuna así que en definitivo tenía que apresurarme.
Bien, por fin podía ver la rueda de la fortuna así que rápidamente empecé a buscar entre la multitud a los demás.
No los podía encontrar, no encontraba a ninguno de los chicos y ni si quiera a las chicas.
Solo podía ver q una pareja de tontos con orejitas, que ridículo se ven. Algo me parecía extraño parecían muy familiares así que me fui acercando, mi vista se aclaraba más y pude distinguir a uno de ellos, pero que demonios ese es ¡Thiago!.
Pero qué rayos acaso la chica a su lado es ¡Tatiana!, que está pasando aquí. Prácticamente empecé a correr hacia ellos.
—Siii a quien estamos esperando, tengo hambre y frió .
—Me esperaban a mi.-Dije, apareciendo atrás de los chicos, mi mirada se concentró solamente en Tatiana.
Allí estaba ella, lucia tan hermosa, su cabello, esos ojos marrones que volverían loco a cualquiera, ella era perfecta a pesar que ella lo niega, cada detalle de ella por lo más mínimo que sea para mi era la más perfecta, inclusive sus defectos me parecen tiernos en ella, tal vez la molesto mucho pero no se cómo acercarme a ella, me comporto como un idiota cuando estoy frente a ella.
Un momento...mi apreciación hacia ella fue interrumpida por lo que tiene en su cabeza, ella y Thiago están jugando a ser pareja!!.
Allí estaban ellos, debo admitir que me disgusta cuando ella está con el, puede ser mi mejor amigo pero ella es alguien que quiero descifrar.
Se ven ridículos con esas cosas en la cabeza, un pelirrojo con una castaña? En definitiva no, puedo parecer un niño en estos momentos pero no me importa.
*
—¿Te lastiman?.-Pude darme cuenta al ver sus pies que estaba sufriendo, es demasiado tonta como se le ocurre venir así.
—No, estoy bien.-Mientes, es tan fácil de leer que puedo notar cuando miente.
Cuando miente su rostro la delata, su sonrisa es demasiado falsa, su respiración se acelera, y siempre baja el rostro.
—Mmm, espera aquí, ahora vuelvo.-Empece alejarme del lugar, pero antes de alejarme del todo volví y la señalé en forma de amenza. —No te subas sin mi a esa rueda de la fortuna.-Repliqué serio y empecé a irme.
—Oye pero por que te vas estamos a punto de subir.-Gritó.
—Tú hazme caso, no te subas sin mi, yo ya regreso.-Me fui corriendo del lugar.
Empecé a buscar hacia mi alrededor buscando alguna tienda de souvenirs, no tengo ni la menor idea del por qué estoy reaccionando así pero simplemente lo hago, ella hace que haga cosas que nunca he hecho.
Donde...donde...Donde podría estar, necesito una maldita tienda de souvenirs, antes que suba sin mi, lo único que no quiero es que se suba con el idiota de Thiago que anda acechándola.
Apunto de rendirme, por fin encontré una tienda no muy lejos del lugar así que fui corriendo hacia allí.
Entre a la tienda algo sudoroso, y empecé a buscar alrededor de la tienda, no se muy bien que es lo que estoy buscando pero algo busco.
La chica que estaba atrás de la caja registradora, no me dejaba de ver, me sonreía descaradamente, hace unos meses probablemente le pediría su número para verla y pues el resto es historia, pero sinceramente desde que conocí a Tatiana eh tratado de ser mejor.
Buscando entre los estantes, encontré algo que podría funcionar, creo que estás en color rosa se le verían bien. Las tomes y empecé a caminar para pagar, antes de llegar tome una pomada y vendas.
Me dirigí hacia la caja y puse mis coxas para que las cobrara ella.
Mientras tomaba las cosas vi que brotaba una sonrisa de sus labios rojos.—¿Tienes novia no?.-Dijo la cajera metiendo las cosas en la bolsa.
—Si.-Dije sin pensarlo, ella sería pronto mi novia así que no mentí.
—Tiene suerte de tener un novio tan detallista y demasiado guapo como tú.
Yo solo le hice una breve sonrisa.
—Bien aquí tienes son 15 dólares.-Me dio la bolsa.
Yo saqué mi billetera y pagué con mi tarjeta y empecé a salir del lugar.
—Oye.-Dijo en voz alta la cajera.
Yo solo volteé a verla.—Si tienes tiempo más tarde, te gustaría ir a mi casa y tomar café?.
Que chica más fácil...—No gracias, prefiero estar con mi novia.-Le sonríe y salí de la tienda.
Empecé a correr, corre como pude para alcanzarla tal ves no ha subido.
Corrí como pude y cuando llegue mi cara de desilusión apareció.
Estaba intentando tomar aire por aver corrido pero algo ya me había dejado sin aliento. Allí estaba ella subida en ese juego y allí estaba el con una cara de satisfacción en su rostro.
¡Maldición!, no debí aver ido por esas cosas parezco un idiota.
*
Han pasado tan solo 5 minutos que esta cosa empezó y no espero la hora en que acabe ya, por que no puedo dejar de ver hacia dónde está ella con el, ¿Qué estarán haciendo?, ¿Estará aprovechándose de ella?, ¿Y si la besa?. Esas preguntas pasaban por mi cabeza, de solo imaginar que ellos dos están solos en un lugar tan pequeño.
Mis pensamientos fueron interrumpidos de repente, ¿Qué demonios?, ¿Por que se detuvo la rueda de la fortuna?.
Maldición ¿Se apagó acaso?, le pudo aver pasado algo quizás.
Rápidamente me acerqué al chico que controla el juego.
—Oye que está pasando viejo ¿Por que se detuvo?.
—No lose de repente se apagó el equipo, nunca me había pasado eso desde que trabajo aquí.
—¿Hace cuánto trabajas aquí?.
—Amm hace 5 días.-Sonrió.
Maldición, este chico es un idiota.—Haz algo, arréglalo ya!!.-Dije en voz alta.
—Pero por que tanta insistencia.
—Mi novia está atrapada allí y si no lo solucionas te juro que me las va a apagar!.
—Tran...quilo..ahora lo arreglo.-Tartamudeo.
Mientras tanto empecé a buscar entre el equipo del juego aver si había algo que podía hacer.
Empecé a notar algo raro entre los cables que están conectados al equipo así que fui a verlos.
Y en efecto había algo raro los cables estaban cortados, pero que psicopatía haría eso.
Lo que más me llamo la atención es que había una navaja a unos centímetros de allí con el mango negro con un grabado de una serpiente de cascabel. Lo aguarde en mi bolsillo.
Vi hacia mi alrededor buscando si alguien habría cortado los cables. A unos cuantos metros un hombre volteó a verme.
Me pareció sospechoso ya que me vio y se a cómodo su gorra. Empezó a irse para esconderse entre la multitud.
—Oye ven aquí.-Empece a llamar al chico del juego.
—Si qué pasa.-Se puso de cuclillas.
—Aquí está el problema los cables están cortados arréglalo ahora vuelvo.
—Amm está bien.-Empezó a revisar los cables.
Yo me paré y empece a alejarme de allí intentando encontrar a ese sujeto.
Empecé a perseguirlo entre la multitud, solo podía distinguirlo por el tatuaje en su nuca. No pude de cifrar que era exactamente, no podía quedarme con la duda.
Caminando entre la multitud se me hace más más difícil acercarme a él, cada vez se aleja, se dio cuenta que voy tras el.
Estoy apunto de acercarme a él, ¿Por que cortaría los cables?.
Sin darme cuenta por accidente empujó a alguien.
—Ey ten cuidado.-Dijo una chics enojada.
—Lo siento.-Le sonreí para disculparme.
Rápido volte aver hacia mi alrededor, pero ya era tarde perdí a ese sujeto. ¡Maldición!, quien era esa persona.
*
Decidí volver a la rueda de la fortuna, ya pasaron más de 10 minutos que me fui.
—Ey, a donde te habías ido.-Dijo el chico encargado de la rueda.
—Fui a ver algo.
—Quería decirte que ya arregle el juego y ya está funcionando está apunto de bajar tú novia.
Por fin ya era hora que esté bueno para nada hiciera algo, me apresuré a esperarla para que sea el primero quien vea.
El primero en salir fue Thiago, el me vio pero su mirada hacia mi no fue la que esperaba, se notaba que estaba nervioso y algo sudoroso, pasó enfrente de mi sin decir nada, estaba muy raro la verdad.
Luego allí estaba ella, pero al ver su rostro no parecía a gusto, estaba tratando de buscar a alguien, así que actúe rápido y me atreves en su camino.
*
La llevo casi a rastras, atravesando a las personas, dejamos atrás a los demás, necesito hablar con ella en algún solo.
Ella sigue quejándose durante todo el camino intentando soltándose de mi agarre.
—¿Adónde me llevas Eros?.
—No hagas preguntas.
La verdad ni yo tengo la menor idea a donde voy.
Cómo si fuera por arte de magia un lugar perfecto se me atravesó en frente.
—Ven sígueme.-Dije llevándola hacia una cabina de fotos.
Las personas estaban haciendo fila, no me importo y pase adelante de ellos.
—¡Qué te pasa haz fila!.-Gritó una niña furiosa.
Ignore sus palabras, y abrí la cortina de la cabina, ¡pero que demonios!.
—¿Es enserio?.-Se acercó Tatiana al ver quienes estaban adentro de la cabina.
No la culpo también me sorprendí mucho, que diablos hacen Edward y Majó a medio faje.
—¡Mierda!.-Dijo Edward separándose de Majó.
—¡Estoy muerta!.-Dijo con pánico Majó.
—Pero que están haciendo ustedes dos.-Empezó a discutir Tatiana.
—Solo estábamos tomándonos fotos.-Salió de la cabina Majó acomodándose la ropa.
—Fotografías pornografícas seguro.
—Te lo podemos explicar Tati.-Salió el tonto de Edward.
Hay hermanito, es un niño pequeño aún que no tiene experiencia en situaciones así.
—¿Explicarme?, ¿qué cogen?.
—Bueno si lo vez así si pero...
—¡Edward! no estás ayudando.-interrumpió Majó.
Si esto sigue así nunca terminan, siguen discutiendo y yo necesito hablar con Tatiana.
—Chicos por que no discuten después, necesito hablar con Tatiana.-Interrumpí su pelea.—Y Edward sobre donde hacerlo te platicaré después.
—Hermano eres grande.-Me agradeció Edward. Tomo del brazo de Majó que aún seguía discutiendo con Tatiana.
—No te la lleves.-Dijo Tatiana reclamando.
—Tati amor mío te prometo contarte todo pero déjame ir.-Seguía rogando Majó.
—Bien pero...-La tome del brazo.
—Ya déjalos.-La lleve adentro de la cabina dejando a los tórtolos libres de Tatiana.
Había gente peleando por entrar sin hacer fila pero es más importante esto.
—Por que me trajiste a una cabina de fotos, ¿Quieres tomarte una foto conmigo?.
—No seas tonta.-Dije dejando la bolsa con las cosas abajó.
—Siempre me insultas, aparte si tienes anda que hablar conmigo, necesito ir por los dos amantes.
Intento salirse pero la tome del brazo.—Pero por que no me dejas salir y aparte ¿Qué tienes en esa bolsa?.
—Deja de hacer preguntas.-Empece a sacar una venda de la bolsa y tome uno de sus pies quitándole un tacón.
—Pero...¿Qué haces?.-Dijo tartamudeando.—¿Por que me quitas mi zapato?.-Intento detenerme.
—Deja.-Dije deteniéndola, le puse una venda en su pie.
—Deja yo puedo hacerlo.
—¿Eres tonta acaso?.-Tome su otro pie para hacer lo mismo.—Como se te ocurre traer unos zapatos que no son de tu talla y ni si quiera puedes con ellos.
—Majó dijo que me vería bien.
—Sinceramente creo que siempre te has visto bien, no hace falta que cambies tu estilo, ya eres perfecta.
Ella no dijo nada, termine de ponerle las vendas y saqué de la bolsa un par de pantuflas rosas.
—¿Qué hagas en Halloween?.-Pregunto nerviosa.
—¿Por que quieres invitarme a la fiesta que harán?.
—Solo me preguntaba si...
—Te veo el sábado a las 6 afuera de tu residencia.
—Amm...Está bien..-Tartamudeó, empezó a cambiar de tema.—¿Me compraste pantuflas?.
—No te emociones.-Empece a ponerle las pantuflas en cada pie, estaba muy lastimada.—Solo me diste lastima, estabas quejándote y me estás irritando los nervios.-Termine de ponérselos y me acomode para verla a los ojos.
—¿Te preocupaste por mi?.-Sonrió, maldición su sonrisa es la más bella, sus hoyuelos son preciosos.
—Te dije que no, solo lo hice por lastima que te quede claro.-Mentí.
Se vio los pies.—Están muy lindas.-Luego me voltio aver y sonrió de nuevo.—Gracias.
—No vuelvas a usar esos tacones, te ves ridícula sabes.
—¿Por que ridícula?.
—Solo mira tú ropa Tatiana.-La vi hacia los ojos.—Cómo dije para mi ya eres perfecta, no necesitas usar un disfraz para verte mejor por que ya lo eres.
—Lose se que no soy así.
Me quite mi chaqueta y se la coloqué alrededor de sus hombros.—Cúbrete.
—Gracias.
—Y qué onda con lo que tienes en la cabeza.
—Thiago me lo dio.
Se lo quite de su cabello dejándolo aun lado del asiento.—De ahora en adelante no necesitas recibir nada de otros hombres.
Mi cuerpo y mi mente no estaban trabajando juntas, mi mano sin controlarla empezó acariciarle su cabello.
—¿Por qué haces esto?.
—¿Hacer que que?.
Ella se aleja un poco de mi y por accidente oprime el botón para tomar fotos.
—Hacer que me confunda más y más.-Su mirada en mi, pude notar que realmente estaba confundida.
Inconscientemente me empiezo acercar a ella aún más a pesar que el espacio es reducido.
Click. El flash aparece.
—No hagas eso más si.
Baje mi mano hacia su rostro empezando acariciar su mejilla.
Click. El flash aparece por segunda vez.
—Niña tú eres la que me confunde ami.
—A veces te comportas como si te importara, y otras veces actúas como si me odiaras, ¿Que es lo que realmente quieres de mi Eros?...
—A ti.
Click. El flash aparece por tercera vez.
Segundos en silencio entre nosotros aparecen, nuestros ojos se entrelazan entre sí, mi corazón se acelera, no puedo aguantar más.
Mi cuerpo habla solo, en un acto desesperado, me alcé y mis labios se unieron a los de ella, ella intentó separarse por unos cuantos segundo pero luego se dejó llevar.
Inconsciente tal ves estaba haciendo una locura. Pero estaba decidido a no huir más de ella.
Click. El flash por cuarta vez apareció.
Sus labios uniéndose con los míos. Fue un beso muy suave, como si fuera la primera vez que nuestros labios se unieran, una dulzura brotaba de ella, sus labios rozando los míos, sus hermosos labios, producían el suspiro del deseo.
Hace tanto deseaba tener sus labios en los míos, mis manos se dejaron llevar, sosteniendo su delicado rostro, sus ojos completamente cerrados junto con los míos, entregándose completamente al momento.
No quería apresurar el momento, así de apoco nuestros labios se rozaban para darle continuidad al beso.
No podía creer que estuviera viviendo este momento, con la persona que ha regresado a mi vida una vez más.
Nuestros labios se empezaron a separar, ella abrió sus ojos completamente sorprendida por lo que acaba de pasar.
Yo sin duda alguna no sabía que hacer, estaba absorto de lo que acababa de pasar, inconscientemente la besé.
Su rostro se veía confundido, estaba avergonzado de aver lo hecho de esta manera, pero no había duda de una cosa. Estaba muy feliz de que esto hubiera sucedido.
Pero algo dentro de mi sabía que no era correcto, tengo que averiguar quien es realmente y por qué ella.
—Lo siento me equivoqué.-Dije bajando mi cabeza. No pasó ni dos segundos en que decidí salir de allí dejándola sola y completamente confundida.
Al salir de allí empecé alejarme cuando retrocedí y tomé las fotos que saco la cabina, por alguna estúpida razón esas cuatro fotos eran las únicas que he tenido con ella.
Salió apresuradamente, cuándo mis ojos se encontraron con los de ella, sus ojos estaban cristalizados, ¿Por que siempre arruinó todo cuándo estoy con ella?.
Ella me vio por última vez y empezó alejarse del lugar.
Maldición debo de estar loco, ¿Pero que estoy haciendo?. Empecé a ir tras ella no podía dejar que se alejara de mi otra ves.
—¡Eros!.-La voz de una mujer apareció.
Eso me detuvo cuándo volteé hacia la izquierda, resultó ser mi hermana quien me llamaba.
Vi la espalda de Tatiana alejándose y me acerque a mi hermana, quien se veía preocupada.
—¿Qué pasó Issa?.
—Tenemos que irnos.
—¿Te sientes bien?, ¿Necesitas que alguno de los chicos te deje en tu dormitorio?.
—No, estoy bien Eros.
—Entonces, no entiendo por qué quieres irte a tu dormitorio.
—¡No quiero irme al dormitorio Eros!.-Subió la voz.
—Tenemos que irnos a casa Eros.-Dijo en seco.
—¿Cómo que a casa?.
—A papá y a mamá los demandaron por negligencia.
—¿Y que tengo que ver yo con sus problemas?.-Dije empezando a enojarme.
—Eros podrías dejar aún lado los problemas familiares y escucharme.
—¿Dejar un lado?.-Reí sarcásticamente.—Claro como tú no sufriste lo que yo sufrí.
—¡Eros!.
—¡No Issa, no!.-Empecé alejarme de ella, tenía otras cosas mejor que hacer.
Ella me detuvo.—Ellos necesitan nuestro apoyo en este momento, esta ves podrían mandarlos a la cárcel.
—Si cometieron algún error médico en algún registro no me concierne.
—No entiendes, uno de los abogados que están apelando en contra de ellos es el nieto de la señora que hace unos años nuestros papás operaron.
Empecé a tomarle atención a lo que decía.—La señora que...
—A la que por aver muerto en la mesa de cirugía de nuestros padres casi los meten a la cárcel por asesinato.
—¿El puede tomar venganza no es así?.
—Si tenemos que irnos.
—Y que pasará con la Universidad estamos a medio ciclo Issa.
—Ya hable con el decano, nos mandarán las tareas y las clases por video para nosotros dos...
—Espera, ¿nosotros dos?.-Nos señale.—¿Y Edward?.
—Papá y mamá solo nos necesitan a nosotros dos.
—Estamos dejándolo de lado.
—Solo serán por unos días máximo unas semanas el estará bien.
—No es correcto Issa.
—El es muy inmaduro Eros, nuestros padres no están para niñerías.
Después de pensarlo por fin decidí lo que era correcto.—Bien y ¿cuándo no vamos?.
—Justo ahora.
El simple hecho de irme me hacía sentir mal, no se cuánto tiempo me tomaría volver, quedaría como un idiota delante de Tatiana la deje ir y no pude ir tras ella.
—Bien vámonos.
—Volveremos pronto.-Sonrío para consolarme.
—Está bien.
Mire por última vez el camino que tomo Tatiana desconsolada por lo que hice, esta vez quería hacer bien las cosas, no puedo creer que volví a quedar como un idiota.
Me fui con la esperanza que muy pronto nos veamos nuevamente por el momento solo puedo decir que hasta que volvamos a encontrarnos.
~Fino a quando ci incontriamo nuovamente.
Nota:
¿A donde se fueron Eros y Issa, cuando volverán?.
¿Que sentirá Edward al ver que sus hermanos lo dejaron a fuera?.):
¿Y la cita de Halloween de Eros y Tati?.
¿Quien fue retorcido que cortó los cables de la rueda de la fortuna?.
Muchas preguntas, cero respuestas
¡pero que está pasando aquí!!.
Pronto el nuevo capítulo...
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro