2. Atracción Inmediata
—"La vida puede cambiar de manera inesperada"—
Es hora de que empiece el partido y veo a mis alrededores esperando ver a majo que ya se tardó un poco debo de admitir que no me gusta estar bastante tiempo sola en medio de personas me empiezo a sentir incómoda.
Así que me levanto de las gradas para dirigirme a los baños y buscar a majo.
En ese momento están saliendo los jugadores para dirigirse al campo veo que los que se acercan son los del equipo del colegio de ricos, así que camino lento (tengo que admitir que quiero verlos uno por uno tengo curiosidad).
Cuándo pasan me doy cuenta que se ven de una forma más madura que los chicos de mi colegio en fin se van acercando y pasa a lado mío el jugador con la camisola número 17.
El cual lo veo de forma peculiar debo de admitir que es bastante guapo es muy alto diría que de 1.90 por que se ve de la misma estatura de la que tiene mi hermano, es muy pálido, su cabello lacio un poco largo de color marrón oscuro, su mandíbula muy estructurada, sus brazos se ve que entrena mucho y esos ojos esos ojos!
Color azules pero se ven como si fueran casi grises que reflejan tanto y al mismo tiempo no se ve cómo sacado de un libro o por Dios!
Reacciona Tatiana, cuando lo volteó a ver me doy cuenta que su cuello tiene una cicatriz algo larga del lado izquierdo de manera horizontal, sinceramente me quede sin aire esa cicatriz se me hace tan peculiar como si ya la hubiera visto antes, pero dejo mi pensamiento aún lado el solo me voltea a ver y me sonríe de una manera de arrogante y de repente me dice
— ¿Te gusta lo que ves?-Dirige su mirada hacia mí mostrando una breve sonrisa arrogante y luego grúñase el ceño, mordiéndose brevemente el labio inferior.
Me quedo parada de espalda y me doy la vuelta lo veo de reojo con una sonrisa sarcástica también y le contesto; — Pues lo que tienes no es mucho que digamos.-Cómo si nada me salieron esas palabras, reacciono y creo que cometí un error!.
Lo volteo a ver y solo veo que esta de boca cerrada con una ceja levanta creo que eso no le gusto, así que solo muevo mi mano derecha diciendo adiós, el me ve por última vez sigue con el ceño fruncido pero solo se da la vuelta y sigue caminando.
Rayos!!! Como pude decir eso así de fácil y más aún chico que era sumamente lindo con una voz tan hermosa como el, pero que dices Tatiana!
Él se ve que es un idiota, pero eso si algo que de verdad me hacía recordar de él era esa cicatriz que a pesar que ya no se le visualizaba mucho siento que ya la había visto antes.
Pero bueno me dirijo o hacia los baños y qué tal ya descubrí el por qué majo se había tardado tanto, así que me acerco a ella con una cara seria y le digo.
— Que no nos vas a presentar ¿amorcito?-Me acercó a ella añejándola de ese chico y le lanzó una mirada fulminante al chico.
Majo solo se ríe y me ve y luego dirige la mirada hacia el nuevamente y dice por fin presentarnos; — Amorcito te presento a Yared él es un jugador del colegio de los ricos.-El solo me hace una breve sonrisa y la quita rápidamente para dirigir la mirada de nuevo a majo.
Yo solo me rio mentalmente porque el chico se siente muy nervioso a simple vista y me gusta bromear así que para acabarla decido hablar;
—Así que fraternizando con el enemigo no?-levantó mi ceja y dirijo mirada hacia él.
Yared se nos queda viendo nada más y se siente como si estuviera incómodo así que solo dice; — Creo que ya va el juego mejor me voy.-
Responde con una voz algo cortante, Literalmente lo acabo de hacer sentir incómodo y eso era lo que más quería.
Ellos solo se acercan y majo para poner el momento más agridulce se despide de él dándole un breve beso en los labios y le lanza una sonrisa coqueta. — Adiós Yared hablamos en la noche ¿sí?-le hace ojitos majo arrugando su nariz con una sonrisa coqueta.
De verdad está mujer necesita tener algo de dignidad en su diccionario.
Cuando él se da la vuelta y se va de largo lo primero que le digo a Majó sin perder oportunidad; —A ver querida y este que número de chico es este mes ¿2? ¿5?-entre risitas le digo esperando su respuesta ella solo alza su ceja mordiéndose el labio inferior, analiza su respuesta un poco cuando por fin decide hablar;— No seas celosa cariño tú eres la numero #1 todo el tiempo es el número 7 orgullosamente este mes.-haciendo una mirada pícara y alzando las cejas varias veces.
Yo solo me puedo reír de su respuesta como lo dice tan fácilmente; — Deja de ser tan descarada majo controla tus hormonas mujer.-le digo cruzando los brazos torciéndome los ojos para hacerlo más serio.
— Tati querida adoro los hombres y lo sabes.-Responde ella haciendo cara de cachorrito colocando su cabeza en mi hombro para que no la regañe.
— Bueno ya que pero bueno debo de admitir que tienes buen gusto no te quedas desactualizada.-Le respondo en forma bromista para calmar las aguas, porque si fuera por mí la hubiera regañado aún más.
— Tati querida no te hagas la mosca muerte mujer que bien vi de lejos que le coqueteabas a uno del equipo de los ricos.-Se aleja de mí y cruza lo brazos lanzándome una mirada fulminante, que me hace sentir nervios tiene vista de halcón esta mujer.
Ella se queda esperando mi respuesta que analizo detalladamente para no meterme a ningún lío; —Error no le coqueteaba me daba a desear.-Le lanzó un pequeño guiño moviendo mis hombros brevemente para parecer creíble.
— Bueno pero si necesitas consejos de coqueteo me avisas amor mío ok?.-responde majo dirigiendo su mirada hacia mi lanzando una risita coqueta.
Le respondo con un simple —Okey pero no lo necesitaré no lo volveré a ver en mi vida, volvamos mejor al campo que ya está por empezar el partido.-La tomo de un brazo entrelazándolo con el mío y nos empezamos a mover hacia delante.
— tati querida te urge ver a ese jugador verdad!-Responde majo dudoso.
Y la verdad y si quiero verlo, pero no le respondo eso para no mostrar mi interés así que decido cambiar el tema; —Si no nos ven los profesores haya nos van a castigar mujer!!! Vámonos ya.-Respondí alzando la voz un poco para que me ponga atención y se olvide de la situación.
Ella solo exhala y dirige su mirada hacia delante avanzando conmigo, nos dirigimos hacia el campo por fin, mientras avanzamos mi mente no puede dejar de pensar en el jugador que vi hace rato tengo que admitir que ya quiero ver cómo juega el número 17, o pueda ser que juegue tan mal como sus palabras es más bien una curiosidad.
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