17. "Amantes Trágicos"
TATIANA
Han pasado casi tres meses que llegue a esta universidad que es idolatrada por ser la mejor del país, quien diría que pasarían varias cosas desde que llegue a ella.
Y lo más importante de todo es que han pasado dos meses sin que el geocéntrico de Eros ha venido hacia mí, me molesta un poco eso ya que lo he visto por el campus hasta tengo una clase con el pero cada dé nos topamos literalmente me ignora, quien se cree que es para ignorarme, yo debería de ser la que lo ignora el tiro al lago mi collar y me insulto porque me está evitando, digo yo también le dije unas cuantas cosas, pero se lo merecía.
—Tierra llamando a Tati, reacciona.
Mis pensamientos son interrumpidos por una voz molesta y aguda que hacen que vuelva a mis sentidos, es nada más y nada manos que Majo.
—Oye que te pasa Tati siempre te pierdes y te estoy hablando.
Decido reaccionar y volver a lo que estaba haciendo antes estaba haciendo una tarea en mi compu de ciencias;
—Disculpa Majo ¿qué me decías?
—Tatiana porque estás tan distraída no me digas que estás aun así por lo ¿qué pasó en el campamento?
Exhalo de manera de desilusión ya que tiene razón he estado desconcertada porque me ignora ese patán y debido a lo que sucedió tuve que decirle a Majo todo desde el principio.
—Hay vamos Tati deja de estar así por un hombre, no lo vale aparte fue un idiota que tiro algo valioso para ti como si fuera basura.
—Lose, solo es que...
—Es que nada a mí no me vez llorando por ningún idiota o ¿si?.
—Claro que no, pero, ahora que me acuerdo tú también me debes una explicación Majó.
Cambia su cara de aliento a una nerviosa y preocupada y intenta evadir el tema; —Cuándo me pensabas decir que te comes al hermano de Eros!!! Ahora entiendo porque siempre lo evadías cada que te hablaba.
—Tati no sé de qué me hablas. -Dice tartamudeando.
—Vamos dime ya Majo tal vez así se me quite lo deprimida. -Digo haciendo pucheros.
—Está bien lo admito.
No puedo creer que mi mejor amiga no me haya contado ese tipo de cosas, bueno no la culpo la he estado abandonando un poco.
—Pero aprovechando que estamos solas en la habitación Majo, dime desde cuándo.
—Desde cuándo ¿qué?
—Desde cuándo se volvió tu nueva víctima. -Duda en decirme, pero al final suelta todo.
—Bueno víctima, víctima sería yo ya que, desde el baile de máscaras, bueno es qué... ¡¡¡hay!!! No sé cómo explicarlo.
—Hay Majó ya no reniegues y cuéntamelo.
—Está bien, nos conocemos desde el baile de máscaras, esa noche estaba algo molesta por ser abandona por el primero chico con el que estaba y él se me acercó, bueno empecé a tomar, el me siguió el pasó, el ambiente no ayudo en nada y antes de lo que mi cerebro podía procesar resulte en el baño de hombres con el...
Interrumpo a Majó de lo sorprendida que estoy; —Espera Majo es enserio ¿qué en el baño?
—Nooo, Espera no he terminado no pasó nada más que unos cuantos besos y manoseos, me arrepentí al último momento y salí de allí, volví a la barra y él iba tras de mí, justo allí es cuando entraste tú y me salvaste de él. Desde ese entonces el me persigue y trata de que pase algo entre nosotros.
—Vaya jamás pensé que iba a decirte esto Majo.
—¿Ahh? ¿Si quiera estás escuchando lo que te digo Tati?
—Majo por Dios es obvio te enamoraste de él, desde ese entonces el solo te ve a ti, aparte cuando salgo con el me pregunta solo de ti así que es obvio.
—No estoy enamorada Tati y estás loca mejor vámonos a la siguiente te clase que empieza en 20 minutos.
—No tú clase empieza en 20, la mía en 25.
—Como sea salgamos de la habitación y vámonos.
Pobre mi querida Majo esta tan nerviosa por su primer amor, ella a tenido muchos novios, pero jamás un primer amor da ternura la verdad.
Después nuestra breve charla de cómo se enamoró de Edward lo que me recuerda que lo tendré que interrogar después para ver si lo que quiere con Majo es real o no, él y yo empezamos a ser muchísimo más unidos el a veces sale con migo y siempre trata de incorporar a Majo pero ella le huye, pero la verdad es un chico adorable al igual que Thiago, hay Thiago es tan diferente me volví mucho más unida a él desde el campamento aún que debo de admitir las veces que siempre lo busco trato de buscar a Eros pero siempre que me ve me huye, Thiago siempre me dice que el es así y que me olvide de él de hecho ahora que lo recuerdo me invito a cenar a fuera del campus Thiago por lo tanto tengo que arreglarme después.
Majo y yo salimos de la residencia de mujeres y empezamos a caminar por el campus para ir a nuestras respectivas clases y claro la seguí molestando con Edward, pero ella trato de evadir el tema.
Ahora tengo que ir a mi examen de ciencias por el cuál he estado desvelando últimamente, mientras iba pensando en cómo pedirle a los cielos que aprobara el examen Majo interrumpe mis pensamientos.
—Oye Tati.
—Ajá.
—Ese no es Eros.
Disimuladamente levanto la vista hacia adelante y en efecto es Eros, pero no se dirige a los edificios de su facultad.
—Adonde irá se ve bastante apresurado. -Dice Majo lo que hace ponerme aún más dudosa.
—Oye Majo detenme mis libros quieres.
—¡Espera¡¿qué haces? Tati, a donde vas tienes examen! Que no dijimos que lo ¡superarías!
—Tatiana!
Sin darme cuenta empecé alejarme de Majo dejándole mis cosas y empecé a seguir al innombrable, no quiero decir que lo estoy acosando solo estoy dudosa de adónde va.
Mientras lo sigo disimuladamente me doy cuenta de que nos acercamos hacia la salida del campus. ¿Pero acaso el piensa salir de la universidad? Pero estamos en exámenes ¿adónde irá?
Justo en la salida del campus el se detiene lo cual hace que actúe rápido y me escondan atrás de unos arbustos para evitar que me vea, cuando menos me doy cuenta paro un taxi y empieza a subir a el y se empieza alejar el taxi, lo cual hace que corra y empiece a parar a cualquier taxi que se acerque.
—Taxi!
—Taxi!
—Taxi! - hay no sé por qué estoy haciendo, Tati tienes Examen no te vayas del campus.
Sin previo aviso después de gritar a los taxis por fin uno se detiene frente a mí y sin dudar dos veces subo a él alejándome del campus.
—Por favor, siga a ese taxi. -Le dije al taxista, intentando recuperar el aliento.
Sin darme cuenta reacciono y me doy cuenta de lo que estoy haciendo, oh por Dios Tatiana acaso tú estás siguiendo a ¡Eros! Sigo en el taxi, en la carretera un siguiendo a Eros la verdad no se para dónde vamos no conozco esta ciudad.
15 minutos después por la carretera por fin mi taxi, se estación casi junto al taxi donde iba Eros.
—Muchas gracias. -Le digo al taxista mientras le pago la tarifa que no es nada barata, y salgo del taxi.
Volteó hacia mi alrededor y hay muchos edificios en donde estamos, a donde se dirige este tonto, a unos centímetros de distancia camino con cuidado y discretamente para que el no me vea. Y lo único que pienso ahora es que creo que escogí el peor atuendo para persecuciones tengo un vestido de tirantes corto y pegado al cuerpo y la muy lista de mi le dio el suéter a Majo, ahora estoy aguantando frío.
De repente veo que Eros se dirige hacia unos edificios casi lo pierdo de vista así que apresuró el Paso.
¡¡¡Genial!!! Ash por andar corriendo pise un charco y ahora están cubiertos mis tenis de lodo. Dejo aún lado mi terquedad y veo que Eros empieza a subir hacia la entrada de un edificio, me escondo atrás de un auto estacionado para ver mejor a Eros y veo el nombre del edificio que entró, pero ¡que rayos!
¡¡¡Cómo por qué carajos!!! entro Eros a una clínica Psiquiátrica, ósea yo sé que está loco, pero no creí que tanto, tengo ganas de entrar y ver si es que va a visitar a alguien o a tratarse.
Pasando los minutos decidí no entrar era más arriesgado y propenso a que me descubriera, pero esto me tiene la cabeza un enredo es que por qué entraría el a una clínica psiquiátrica, no lo conozco mucho gracias a que él no cuenta nada de él, pero lo poco que lo he conocido puede ser algo irritante pero no era para tanto, ahora me siento más culpable de lo que dije en el campamento, soy una tonta.
Después de media hora estando recostada sobre el auto estacionado me doy la vuelta para ver si ya salió del edificio y rápido reacciono al ver que ya está saliendo de ella, y no se dirige a la parada de taxis, pero a dónde va el ahora, estando del otro lado de la calle lo empiezo a seguir.
Trato de ver hacia los lados de la calle para ver si no vienen un vehículo y cruzar hacia el otro lado porque lo puedo perder de vista, por fin se pone el semáforo en rojo y corro hacia el otro lado de la calle, empiezo avanzar bajando a Eros, pero a donde se fue mientras cruzaba la calle lo perdí de vista.
Volteó hacia los lados buscándolo y no está, carajo lo perdí y no se en dónde estoy, estamos alrededor de muchos comercios así que podría estar en cualquiera. Volteó hacia la calle buscándolo lo podría identificar fácil ya que lleva un gorra azul oscuro y una chamarra negra pero no lo logro identificar entre tanta gente y lo peor de todo es que estoy perdida.
5 minutos después de casi darme por vencidas en mi búsqueda, dando vueltas hacia todos lados por fin veo a Eros saliendo de un McDonald's con una bolsa de comida, por fin mis esperanzas volvieron, y empiezo a caminar aún más rápido para alcanzarlo no lo perderé de vista esta vez, me imagino que parara en algún local para comer.
Mi estómago empieza a gruñir, no pensé que perseguir a alguien fuera tan cansado, ahora tengo hambre.
Llevo más de 10 minutos persiguiendo a Eros y estoy cansada, caminamos tanto que hasta nos alejamos de los comercios y ahora no sé a dónde nos dirigimos, lo veo y aparenten está bajando su paso, se para enfrente de un edificio por fin y veo que entra, veo hacia enfrente del edificio, para ver en donde estamos y aparentemente es un Museo, pero que rayos primero una clínica Psiquiátrica, después McDonald's y ni se ha comido su comida y ahora un Museo ¿pero qué trama?.
Sin perder la vista de él, entre al museo siguiéndolo, al entrar a él mi vista pasó de verlo solo a él a ver todas las obras qué hay en este lugar, definitivamente este lugar es precioso, empiezo a recorrerlo y voltear hacia todos lados admirando las obras de este lugar.
Hasta que llego a la última obra y me detengo al verlo directamente, no lose, pero algo tiene que me cautiva, en definitiva, mi corazón se acelera y verla me provoca tristeza, pero no sé el por qué.
Escucho una vos detrás de mí, no volteo a ver debido a lo cautivada que estoy de esta obra;
—Linda no.
—Si es preciosa. -Digo sin voltear a ver quién me hablar.
—Es interesante que te gusten este tipo de pinturas.
—Como sabes ¿qué tipo de pinturas me gustan? -Pregunté.
cuando reacciono y me doy cuenta de que en efecto como sabe esta persona que tipo de cosas son mi gusto así que volteo a ver a la persona que está detrás de mí y mis latidos se aceleran aún más al ver a Eros parado enfrente de mi con una sonrisa de oreja a oreja.
—Es curioso que te detengas justo en esta obra. -dice acercándose a mí y colocarse aún lado.
—Eros! -Digo asustada, rápido actuó normal para que no parezca que lo seguía y que fue una casualidad.
—Hola Tatiana, tiempo sin verte. -Dice sonriendo.
—Este... Si tiempo sin vernos, que casualidad de encontrarte en este lugar. -Digo tartamudeando.
—Enserio?, Pues para mí no es casualidad estar aquí, siempre vengo muy seguido a este museo, pero tú, de hecho, es la primera vez que te veo aquí.
Tati actúa normal o estamos asesinadas aquí; —Pues...Claro que no es mi primera vez siempre vengo a este museo a.... ver las obras jeje. -Sonrió falsamente.
—Aaa, bueno según tenía entendido tú Tatiana, no eres de aquí así que no podría comprender cómo vienes aquí seguido si no conoces la ciudad.
Carajo, cabe mi propia tumba, me resigno y decido admitir mi culpa; —Desde cuándo lo sabes. -sigo cruzando los brazos admitiendo mi derrota.
—Digamos que deberías aprender a ocultarte mejor, que es eso de esconderte en atrás de un auto. -Dice entre risas.
—Cierra la boca, solo fue una coincidencia. - Voltea a verme lo cual hace que mi corazón se acelere de nuevo.
—Ah si, las coincidencias no existen Tatiana.
Verlo a los ojos directamente hacen difícil mentir he de admitir; —Ya Eros, no es gracioso. -Digo avergonzada.
—Ya está bien, me calmo.
— ¿Por qué un museo? -Pregunte algo dudosa.
—Bien pues no iba a venir hoy aquí, pero ya que me seguías decidí que quería traerte aquí.
—Vienes ¿seguido?
—Mucho, desde que tenía 15.
—Vaya sí que te gustan los museos.
—No lose siempre he encontrado que los museos son muy tranquilizadores, me trasmiten mucha paz, ver las obras trasmiten muchas cosas que no muchas personas son capaces de percibir a simple vista, en ellas están plasmadas cada una de las agonías, preocupaciones, miedos y felicidad de cada persona y solo pensar que no soy el único que puede estar en un mal momento me tranquiliza, y puedo sentir que pertenezco a un lugar.
—Entonces disfrutas la agonía y el sufrimiento de los ¿demás? – dije riéndome entre dientes.
—Hay como porque pensé que comprenderías, a ver te lo explico te detuviste exactamente en esta obra ¿no?
—Así es.
—Bien ¿Por qué te detuviste justo en esta obra?
—No lose, me gusto quizás por eso.
El respira profundo; —Bien si te gusto, pero, te detuviste aquí no fue simplemente porque te gustara, tú viste algo en ella que alguien más no vio que fue.
Lo veo y regreso luego mi mirada hacia la pintura. —No sé solo cuando la vi sentí que conectaba en ella.
—¿En qué sentido?
—Como si estar atrapados y sin la posibilidad de presenciar a simple vista un rostro pudiera trasmitir tanto con solo el aroma o el contacto, sin la dificultad de sentirte atrapado y dolido por dentro no es una dificultad para transmitir tus deseos reales y el estar atrapado no tiene por qué prohibirte tratar de ser libre.
—Exacto, a eso me refería.
Vuelvo a mis sentidos y dejo de ver la obra y dirigí mi mirada de nuevo hacia él; —Pero que significa exactamente esta obra. -Le digo y volteo a ver la obra de nuevo.
—Pues muchos dicen que "Los amantes" reflejan un amor secreto, otro dice que la prohibición o el impedimento de que los protagonistas puedan amarse uno al otro, pero no quieren aceptarlo y es de allí que dicen que son amantes, pero la verdadera interpretación se trata de un amor invisible o perdido.
—Vaya, es tan triste cuando lo pones así, de solo imaginar el sufrimiento que deben sufrir esas personas es terrible.
—Si, pero sin sufrimiento no existiría la compasión.
—Y ¿tú?
—Yo ¿qué? - Pregunta extrañado.
—Eres de los que prefieren un amor triste o un amor feliz?.-Pregunto volteándolo aver esperando su respuesta.
—Yo soy fiel creyente que tú no eliges el tipo de amor que tendrás.
—Entonces si te toca un amor triste?
—Lo afrontaría, a veces la emoción que puede romper tu corazón es la misma que lo sana.
—Interesante.
—Y tú Tatiana, ¿Qué elegirías? ¿La tristeza o el amor?
—¿Por qué tan fácil?
—Creo que la respuesta es obvia. -Dice agachando su cabeza.
—No lo es. -Digo viéndolo.
—Ah si ¿Entonces? ¿Qué elegirías tú?
Dirijo mi mirada hacia la obra viéndola una vez más;
—Un amor triste.
—Pensé que no te gustaba el dolor.
—Tú mismo lo dijiste, sin sufrimiento no hay compasión y si de un amor tan fácil se trata prefiero el amor triste, el luchar por alguien y con alguien, eso significa el verdadero amor ante las adversidades.
Hay un breve silencio entre nosotros, pero no es incómodo la verdad, el decir que tuve una breve charla con alguien como Eros sería algo que jamás lo hubiera pensado, esa breve charla fue como hablar con un antiguo conocido que haya lidiado con el mismo dolor que yo alguna vez afronte, se sintió tan reconfortante sentirse aceptada.
Eros y yo continuamos viendo la pintura de los amantes, por un par de minutos más y luego seguimos observando las demás obras, admiro que intentar averiguar el significado de cada obra con alguien que sabe de lo que hablo se sintió muy bien.
Solo qué hay algo que me siguió preocupando por decirlo así, quería saber por qué él había ido a una clínica Psiquiátrica, pero decidí guardármelo, no quería arruinar el momento ni incomodarlo así que calle y actuar como si nada.
EROS
Con mi pequeña acosadora continuamos explorando el museo hasta que se me ocurrió a donde llevarla ahora.
Mientras ella se encuentra inervando otros cuadros me acerco a ella y analizo dónde llevarla hasta que decidí donde;
—Oye Acosadora ven conmigo. -La tomo del
brazo y empiezo a caminar adelante de ella saliendo del museo.
—Espera a donde me ¡llevas! -Dice preocupada.
—No hagas preguntas y sígueme.
Salimos del museo y empezamos a caminar por la calle, ella sigue quejándose, preguntando a donde la llevo, es bastante irritante, sumando que llevo a una llorona en una mano y en la otra mano una bolsa de comida de McDonald's, no soy de comer comida chatarra, pero esta señorita me lleva siguiendo todo el día así que debe tener hambre y tampoco puedo dejar que se muera de hambre.
—Ya llegamos. -Dice quejosa.
—Ya déjate de quejar y camina.
—Hemos estado caminando por 10 minutos, y hasta ya dejamos la ciudad atrás.
—Eres una llorona Tatiana.
—Si y que! espera porque te detienes ya ¿llegamos?
Nos detenemos en un lago que está cerca de un parque; —Si llegamos.
—Oye, pero no hay nadie aquí.
—Eso es porque este lugar no está permitida la entrada. -Digo soltándola de la mano caminando hacia el frente dirigiéndome al muelle en el lago.
—Me trajiste a un lugar prohibido, que quieres matarme y tirarme al lago. -Dice poniéndose las manos en su pecho.
—Si quisiera hacerte algo ya lo habría hecho hace mucho, aparte un lago no es el mejor lugar para esconder un cuerpo. -Digo bromeando con ella.
—Mmm, tengo un asesino en serie a la vista.
—Si, así que cuídate de mí, ya deja de decir tonterías y sígueme. -Digo caminando, empezando a subir al muelle ella sigue mi paso.
—Sigo sin entender que hacemos en un lago abandonado.
—Deja de hacer preguntas y siéntate. -Me siento justo en la orilla para que ella haga lo mismo.
—Está bien. -se sienta y su mirada se dirige directamente al lago.
Yo solo me dedico a obsérvalas brevemente cuando un pequeño ruido hace que pierda su mirada; —Hay un monstruo atrapado en ti o ¿qué? -Digo burlándome de los ruidos provenientes de su estómago.
Ella se avergüenza cubriendo su rostro con sus manos.
—Este...que vergüenza, no almorcé por tu culpa si así que no te burles.
Yo la volteo a ver y empiezo a reírme; —Espera ¿Qué?, mi culpa yo no te dije que te dedicaras a acosarme hoy.
Después de reírme tomo la bolsa de comida que tenía a un lado y empiezo a sacar una hamburguesa de ella y se la doy; —Ya deja de llorar y toma niña.
—¿Por qué me das una hamburguesa? - Dice extrañada de mi acción.
—Crees que te iba a dejar morir de hambre, toma la bebida y las papas y come. -Le doy su comida y empiezo a sacar mi hamburguesa la desenvuelvo y le doy la primera mordida.
—Gracias, por no dejarme morir de hambre. -Dice empezando a morder su hamburguesa.
—De nada, pero normalmente no alimentó a quien me acosa, pero bueno.
—No te acosaba. -Dice elevando la voz.
—Vamos Tatiana, admítelo.
—Lo admito si tú me dices la razón el porque me has estado ignorando.
Ahora comprendo el por qué me empezó a seguir, dejo mi hamburguesa a un lado, doy una exhalación profunda y mi mirada se centra en el atardecer que empieza a surgir enfrente de nosotros.
—Así que esa es la verdadera razón por la que me seguiste. No te he ignorado Tatiana.
—Si lo has hecho desde el campamento lo cual no entiendo yo soy la que debería estar ignorándote.
En ese sentido tiene razón, la he estado evitando sin ningún motivo. Creo que me he sentido mal por lo que sucedió ese día me comporté como un patán con ella, sumando a ello que ver estas semanas se ha relacionado más con Thiago me ha estado molestando.
—Lose y tienes todo el derecho de estarlo. -Digo bajando mi mirada.
Ella deja su hamburguesa a un lado también y se acerca un poco más hacia mí y da una leve exhalación, mirando hacia el lago.
—Lo siento.
Sus palabras me confunden un poco levanto mi mirada para verla, ¿Por qué me pide disculpas? Sin dejar de verla le pregunto; —¿Por qué me pides disculpas? no entiendo.
—Ese día te dije muchas cosas, estaba molesta, pero comprendo que tú también lo estabas pensaste que yo me acerqué a ti por otras razones, pero créeme que no fue así y no te pido disculpas por que te dije idiota ya que en ese entonces lo eras.
Una sonrisa brota de mí; —¿Qué tipo de disculpas son esas?
—Las que vienen de lo más profundo de mi corazón.
—Tú corazón, es muy tonto.
Ella me voltea a ver indignada; —Oye no solo que te pido perdón y aun así me insultas.
—Pero te perdonó y también discúlpame.
—Mmm, está bien, ¿Entonces estamos reconciliados?
—No. -Digo con voz seca.
Ella frunce su ceño extrañado de mi respuesta.
—¿Por qué no? -Dice haciendo puchero, Dios se ve tan tierna.
—Por que como voy a perdonar a una pequeña acosadora.
—Ya te dije que no te estaba acosando.
—Sabes si pensabas seguirme por lo menos debiste ponerte algo para ocultarte fuiste muy obvia.
—¿Cómo qué?
Me quito mi gorra que traigo puesta y se la coloco en la cabeza cubriendo sus ojos, me acerco a ella y me rio de verla tan indefensa;
—Pues como una gorra, niña tonta.
—Me estás regalando tu gorra ¿entonces?
—Considéralo como un disfraz para tu próxima persecución.
—Que considerado eres Eros. -Dice en modo sarcástico.
—De nada. -Le sonrió y me quedo viendo su rostro, ese rostro hermoso que combina con los rayos del sol que caen en ella, tengo un hermoso paisaje frente a mí y no me refiero al atardecer.
—Esto es bello. -Dice mirando el atardecer cerrando sus ojos.
Yo no puedo dejar de verla se me hace inevitable.
—Si, es hermoso. -Digo sin dejar de verla.
Ella voltea a verme lo que hace que actúe rápido y quite mi vista de ella y vea hacia el frente.
—No enserio es lindo, jamás había presenciado un atardecer de esta manera, el lago le da el toque perfecto. -Dice sonriéndome, lo cual provoca que mi corazón se acelere.
—Entonces si te pareció hermoso tienes que ver el amanecer, te traeré la próxima vez para que lo veamos juntos, ¿Te parece?
—Claro porque no, me gustaría volver a ver un amanecer.
Mi cara no hace justicia a la decepción que me lleve, como no me acordaba, que ella ya había presenciado por primera vez un amanecer y lamentablemente no era conmigo.
No sé qué responderle ahora, así que solo lo evitaré; —Esta bien. -digo desilusionado.
Pasamos unos cuantos mi unos callados presenciando el atardecer, este silencio tengo que admitir que si es bastante incómodo trato de pensar que decirle para sacar tema de conversación, cuándo ella parece llevarme la ventaja.
—Eros, ¿Puedo preguntarte algo? -dice con su cara qué pasó de una sonrisa a una cara seria lo cual hace que me ponga curioso.
—Pregunta y veré si se la respuesta. -Digo con una sonrisa para aliviar la tensión.
—Okey, pero tú decides si contarme.
—Tatiana, sabes me estás preocupando, suéltalo ya. -Digo cambiando mi rostro sino confundido.
—Yo sé que hice mal en seguirte, pero, que hacías en una Clínica psiquiátrica esta tarde.
Su pregunta, no me sorprendió para nada estaba esperando a que me lo preguntara, era obvio que la carcomía por dentro querer saber, volteo mi mirada de ella a ver hacia el cielo pensando en qué responderle; —Pues estaba visitando a alguien niña tonta. -soy un gran mentiroso.
—¿Enserio? ¿Todo bien verdad? -Pregunta preocupaba por la pregunta que hizo.
—Si niña tonta. -Hago una exhalación fuerte y mi mirada regresa hacia ella y puedo notar que tiene frío, no sé a quién se le ocurre salir con un vestido tan corto y de tirante en un día tan frío como hoy.
Empiezo a quitarme la chamarra que cargo puesto, ella me ve extrañada, quedo solo con mi camisa gris con mangas y mierda sí que hace frío.
Le pongo mi chamarra cubriendo sus hombros para que se cubra del frío y no tenga un resfriado.
Ella se sorprende; —Pero qué haces Eros, hace frío. -Ella trata de quitársela lo cual es lo que no quiero.
—Si te quitas la chaqueta te aviento al lago Tatiana. -Le digo serio, por lo menos si uno de los dos tiene que aguantar frío prefiero ser yo.
Ella levanta sus brazos en defensa; —Está bien, pero no es necesaria la agresividad.
—Entonces has caso niña tonta. -Le soy un zape en la frente.
—Oye esto es maltrato.
—Maltrato animal, si ya losé lo siento cachorro.
—¡Cachorro! Oye Eros estás muy agresivo conmigo. -Dice quejosa con una cara molesta
—Es que tú me vuelves agresivo.
Ella al parecer se puso nerviosa por su reacción, su cara cambió de color y no puedo contener la risa; —Oye que pensaste, te pusiste toda roja.
—Yo este...Nada. -Ella tose de lo nerviosa.
El día finalizó, ahora el cielo se tornó oscuro por fin la noche llegó, el tiempo pasa tan rápido están con ella. Continuamos hablando de tonterías durante un rato, hasta que solo llegó el silencio hacia nosotros.
Para sacar tema de conversación pensé en contarle algunas cosas, pero justo antes de hablar su teléfono empezó a sonar, mi curiosidad está muy alta ya que hasta ahora ha sonado tres veces.
—Andas muy solicitada por lo que veo. -Digo con mi cara viendo hacia abajo.
—No, al parecer son mis compañeras de habitación. -Dice tartamudeando no muy convencida de lo que dice.
—Ya veo. -Digo confuso.
—Oye te puedo hacer una pregunta. -Dice nerviosa volteando a verme.
—Amm, te encanta hacer preguntas por lo que veo.
—Deja de ser grosero, pero está bien, dime por qué de la nada eres así conmigo digo casi no nos conocemos, pero siempre te has comportado como si nos conociéramos desde hace mucho ¿Por qué?
Yo volteo a ver hacia el cielo intentando saber que responderle, aún no es hora de que se entere;
—Simplemente desde que te vi no pude soportar tu comportamiento así que una cosa llevo a la otra.
—¿Nada más?
—Y que esperabas niña boba. -Le digo riendo.
—Nada solo creí que...
La interrumpo; —¿Qué me gustabas?
Ella se sorprende a mi contestación; —Claro que en definitiva no que asco. -
Yo me rio sarcásticamente; —¿Me dijiste que soy un asco acaso?
—¡Y que esperabas que me arrodillara a tus pies cómo lo hacen todas de la Universidad! No gracias.
—Por favor no te hagas del rogar, todas incluyéndote desean que sea suyo.
—¡Vaya! Si que estás lleno de arrogancia.
—No se llama arrogancia niña tonta se llama tener autoestima algo que al parecer no tienes.
—Me siento triste por la mujer que forme una familia contigo. -Dice en tono burlón.
—Por favor cualquier chica estaría contenta de que le diera un hijo con esta tremenda genética.
Ella al ver lo que respondo se empieza a reír; —Por favor no me hagas reír.
Me acerco a ella y se empieza a poner algo tensa la veo a los ojos y contestó; —Si quieres te hago un hijo y luego juzgas por ti misma. -Me empiezo a alejar un poco de ella.
Su rostro nuevamente se tornó rojo lo cual no puedo evitar sentir ternura por ella.
—Deja de decir estupideces ¡¡¡Eros!!!
—Bien como gustes, pero cuando quieras ya sabes a donde acudir.
—No es gracioso. -Dice molesta.
—Para mí sí.
Después de esa breve broma nos quedamos en silencio unos segundos cuándo empiezo a notar que se ve algo inquieta.
—Eros ¿Te puedo preguntar algo más?
De repente sentí curiosidad, anda muy preguntona el día de hoy esta niña; —Andas muy preguntona el día de hoy.
—Es que, desde hace mucho tengo curiosidad sobre algo, pero tú decides si decirme o no.
—A ver, dime ya me hiciste hacerme de duda.
—¿Qué te pasó en el cuello para que tuvieras esa cicatriz? -Dice toda nerviosa.
Su pregunta no me sorprende la verdad, no es de extrañar todos lo hacen.
Ella nota que me quedo callado unos segundos así que interviene; —Digo a lo que me refiero al parecer te tuvo que pasar algo muy malo para que la tengas, ya que he notado que no te gusta hablar de ella.... Olvídalo si no debí de preguntar.
—Tranquila, realmente estoy acostumbrado a que me pregunte por ello.
—¿No te duele o sí?
Yo solo hago una breve sonrisa, para que no se sienta nerviosa, pero en realidad soy yo esta vez el que no sabe que decir.
—Tatiana, espero que comprendas que a veces una cicatriz ya cerrada, aún puede doler y peor que al inicio. -No espero que entienda lo que quise decirle la verdad.
—En realidad entiendo lo que tratas de decirme.
Me sorprendo un poco y volteo a verla, ella me hace una pequeña sonrisa y su mirada cambia ve hacia el cielo.
—Las cicatrices a veces solo son pequeños fragmentos de lo que hemos vivido en el pasado. -Dice regresando su mirada hacia mí.
Yo no puedo dejar de verla como es que puede comprenderme.
—Y pensarás que puede comprender esta niña tonta como tú dices, pero simplemente lo hago.
En realidad, si pienso eso, pero como sabe ella; —¿Por qué lo dices Tatiana?
Ella sin dejarme de ver, levanta la manga derecha de la chaqueta que le di y se desata un brazalete que tiene en su muñeca, yo solo pienso que está haciendo ella.
Ella me ve dudosa de lo que está a punto de hacer y yo sigo sin entender.
Yo me quedo sin palabras totalmente, ella sin decir nada me muestra dos cicatrices en su muñeca, yo rápido la veo a los ojos y ella tiene una sonrisa pequeña.
—Eres la segunda persona que las ve. -Dice temerosa.
—Quién es la primera. -Digo para aliviar la tensión.
—Mi mejor amiga obviamente.
—Porque no me sorprende.
—Era obvio no.
—Tatiana yo no sabía que...-Me interrumpe.
—¿Qué también tenía cicatrices?, no es algo que se cuenta a la ligera.
Sinceramente debería de admitir que me preocupa esas cicatrices de ella en su muñeca, es evidente que ella intentó quitarse la vida, pero como alguien que se ve tan alegre puede hacer eso.
—Bien ahora que te enseñe mis cicatrices me ¿Enseñarás las tuyas? -Dice volviéndose a poner su brazalete.
—Si te lo digo tendría que matarte. -Digo para alivianar el ambiente.
—Mmm, tienes razón, pero algún día dime lo dirás. -Dice sonriendo.
En ese momento nuestras miradas se detienen, sin dejarnos de ver a los ojos tenemos un momento, no puedo dejar de verla, es hermosa.
Nuestra conexión que duró tan solo unos instantes se pierde, cuando el teléfono de Tatiana vuelve a sonar, pues que tanto la llaman carajo, ella rápido corta la llamada.
—Al parecer están muy preocupados por ti. -Digo quitando mi mirada de ella.
—Bueno es obvio me desaparecí todo el día.
—Dame tú teléfono. -Digo extendiendo mi mano hacia ella.
—¿Qué? ¿Por qué?
—Tú dámelo.
—No. -Dice alejando su teléfono de mí.
—Qué me lo des.
Ella muy preocupada se rinde y asustada me da su teléfono.
—¿Para qué quieres mi teléfono?
—Para hablarle a tus amigas que dejen de molestarte.
—Sabes mejor devuélvemelo.
—¿Qué escondes algo?
—No, pero...
—Entonces calla. -Empiezo a desbloquear su celular y me meto a la aplicación de mensajes para mánele un mensaje a sus amigas que dejen de molestarla cuando mi cara de satisfacción se disuelve al ver un mensaje que acaba de recibir, de mi supuesto mejor amigo.
Thiago: holaa, al parecer acabo de ser plantado por una chica por primera vez);
Al parecer tenía una cita con el ya, sin esperar más le devuelvo el celular a Tatiana;
—Al parecer te perdiste de una cita por mi culpa. -Digo sin verla.
—¿Cita? No...es que íbamos nada más a cenar.
—Si claro si se le dice a ahora. Se hace tarde deberíamos de irnos ya. -audio empezando a ponerme de pie, un poco desilusionado.
—Oye, pero porque estábamos bien.
—Tranquila no debería de robarle el tiempo a una chica tan ocupada.
Ella rápidamente se pone de pie; —¿Estás molesto conmigo?
Empiezo a caminar para salir del muelle; —No para nada.
Empezamos a caminar en silencio, pero esta vez el silencio se tornó incómodo, salimos del parque y por fin llegamos a la civilización.
—Desde que viste mi teléfono estás extraño conmigo. -Dice mientras caminamos uno al lado del otro.
—Claro que no niña.
Ella no dice nada, yo solo la observó mientras camina, con mi gorra y mi gran chaqueta parece una niña pequeña, es tierna, pero a la vez molesta.
Llegamos a una parada de taxis donde nos detenemos, aún seguimos sin decir nada hasta que ella rompe el hielo.
—Gracias por llevarme a ese parqué, me la pase bien. -Dice dándome una sonrisa.
—Si claro. -Digo fríamente.
De repente veo que un taxi se acerca hacia nosotros y le hago señales para que se detenga, el taxi se acerca hacia nosotros y se detiene.
Abrí la puerta trasera del taxi; —Sube. -Le digo a Tatiana, ella sube mientras me sonríe.
—¿Qué no subes? -Dice mientras está sentada en el taxi, mientras sujeto la puerta.
La veo y carajo no puedo olvidar el mensaje de Thiago; —Disfruta tú cita con Thiago. -Le cierro la puerta fuertemente enfrente de ella y ella se sorprende mientras el taxi empieza a irse.
Yo me quedo en la parada de taxis y me siento en una banca, pensando en porque demonios siempre Thiago tiene que interponerse cuando estoy con ella.
Y también pienso en por qué carajos no le quite mi chaqueta antes que se fuera, mierda ahora tengo frío, pero en definitiva no puedo olvidar su rostro es tan hermosa, la pasamos muy bien mejor de lo que creí, pero no puedo evitar recordar el momento que tuvimos cuándo estábamos en el museo, por qué siento que la obra que vimos los "Amantes Trágicos" se relacionan tanto con nosotros dos.
Cómo sea ya no sé lo que digo, maldición ella me está volviendo loco y no se el por qué siempre me involucró con ella. Y por qué demonios no puedo simplemente evitarla.
Mientras pasó casi una hora en la parada de taxis no puedo quitar mi mente de esa chica. Hasta que decido por fin irme detengo un taxi y se acerca a mí, subo a él y me voy. Mientras estoy recostado en el taxi trato de que mis pensamientos se olviden de que ella probablemente está con Thiago ahora.
El taxista tiene la radio encendida, quisiera decirle que la apague, pero no puedo ser grosero con cualquiera, mi mente es un caos. Hasta que por fin logro comprender el por qué me siento tan extraño con ella.
"Bien para todos los amantes del romance esta es la última canción de la noche un completo clásico para esos enamorados, son ya las 9:15 de la noche y nos despedimos con "You Are The Right One" nos vemos bellos amantes del romance". -Dice la locutora de la radio.
Mientras yo pude darme cuenta gracias a una canción que salió exactamente a las 9:15, en ese momento descubrí que estoy enamorado de Tatiana joder.
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