EDWARD

Creo que moriré pronto, mejor iré preparando mi entierro, ahora cómo le explico a Tati que perdí su violín, le he marcado tantas veces a idiota de Eros pero sigue sin contestar hace unos días se llevó de mi cuarto el violín y desde entonces me está evitando el desgraciado.

He estado evitando a Tati por que no sé cómo explicarle la situación o cambió el tema de repente, pero ya se ha dado cuenta y no tarda en enfrentarme.

Me encuentro en mi habitación recostado en mi cama estoy solo los chicos salieron a cenar y no tengo mucha hambre solo quería dormir y la verdad disfruto esto, pero creo que esta gran comodidad que tengo la tendré que dejar, mi teléfono está marque y marque, mi cara de angustia se nota por que ya se quien es que me está marcando o mejor dicho ella, Tati me está llamando de nuevo, rápidamente decido cortar la llamada, creo que es mejor si voy a morir que sea honestamente. Decido levantarme de la cama y ponerme mis zapatos y una chaqueta hace frío afuera, creo que tengo que hablar con Tati así que la iré a buscar debe de estar en la cafetería cenando con sus compañeras, además será una buena excusa para ver a majo, siempre me evita o se va cuándo llego y simplemente no entiendo el por qué solo quiero charlar con ella.

Me dejo de rodeos y salgo de mi habitación para ir a buscarla, acabo de salir del edifico y si que hace algo de frío, la verdad en estas semanas me he sentido con el ego hasta el cielo, ahora entiendo a mi hermano por que no repite de chica, si aquí hay para escoger,
Mientras voy caminando puedo darme cuenta que las chicas me observan y algunas hasta me saludan, bueno hay que admitir que tengo lo mío, obviamente no les digo quién es mi hermano por que si no solo me hablarían para que le mande recados, ya aprendí la lección durante el bachiller todas se las comía mi hermano y yo ni para sobras me querían las chicas este año será diferente yo lose.

Ya llevo un rato caminando y casi llego a la cafetería, pero cuando voy llegando me percato que vienen tres chicas, saliendo de la cafetería, por cierto son muy bonitas de solo verlas de lejos aún que no puedo distinguir quienes son, así qué pasó mi mano sobre mi cabello para peinarlo un poco y apresuró algo el paso para alcanzarlas, entre las me acerco puedo notar quienes son así que detengo mi paso y las veo, bueno más bien entre ellas tres veo solo a una persona, no puedo evitar dar una breve sonrisa cuando la veo, aún no han notado mi presencia.

Cuándo están a punto de pasar enfrente de mi, una de ellas la que tiene un atuendo algo extravagante y muy rosa por así decirlo, se percata que estoy enfrente de ellas.

—Hoo, el amigo de Tati, qué haces aquí.- Pregunta la chica de atuendo extravagante sorprendida y eso hace que las otras dos dirigían su mirada hacía mi.

—De hecho las estaba buscando.-Digo sonriendo amablemente pero sin perder la mirada sobre una de ellas.

—¿A nosotras?.-Dice la otra amiga si no mal recuerdo se llama Susan.

Me percato que son las únicas dos que hablan Majo ni me dirige la mirada y eso no me agrada.

—Así es tenía que hablar con Tati de algo pero no veo que está con ustedes.

—Aaa si no salimos a cenar solo nosotras dijo que tenía algo que hacer.-dice Susan dando una breve sonrisa.

Mis pensamientos aún no pueden dejar de pensar en Majo así que sin pensarlo antes actúo; —Hola, por que tan ¿seria?.- dirijo mi mirada hacia majo y ella voltea hacia mi cuándo se percata que le hablo a ella.

—¿Sería yo? Por que lo estaría.- Finge arrogantemente y algo sería debo decir.

—No se eso quiero saber, te la pasas evitándome.-Cruzo los brazos para tener más autoridad.

Ambos nos percatamos que no estábamos solos y nuestras miradas pasaron de verse a voltear a ver a las otras dos y al parecer están algo confundidas por nuestra actitud una de ella no pierde el tiempo y decide hablar.

—Amm creo que esta es conversación es de dos no de cuatro y cómo dice el onceavo mandamiento no estorbarás, así que nos vamos Susan y yo bye.-

—Esperen pero qué hacen, gracias que solidaridad.- dice Majo gritándoles para que le escucharan, enfurecida al parecer, No puedo evitar reírme y tengo que agradecerles después por dejarnos a solas.

—¿Me estás acosando acaso?.-Dice Majo viéndome seriamente y luego voltea la mirada hacia el frente y empieza a caminar yo le sigo el paso.

—Mm no pero te gustaría que te ¿Acosara?.-Le digo en broma agachando mi mirada hacia ella dándola una honesta sonrisa.

Majo detiene el paso y se para enfrente de mi y me ve seriamente, su mirada se conecta con la mía por unos segundos, como si estuviera analizando qué decir; —Escucha Edward, no entiendo el por qué últimamente te la pasas acosándome, pero por favor para.- se voltea mostrándome su espalda y empieza a caminar nuevamente.

—Pero si la que tiene algo con migo sos tú Majo por Dios te la pasas evitándome, simplemente quiero saber el por ¿Que?.

Se detiene me ve de pies a cabeza y baja su vista; —Tu ya sabes el por qué te evito Edward, entre tú y yo no pasará nada así que déjame.-casi no se le escucha ya que balbucea.

—Espera Majo, jamás dije que había pasado algo entre nosotros, tú lo acabas de confirmar.-le sonrió y puedo notar que se sorprende no analizo su respuesta bien y la descubrí así que ella se acuerda lo qué pasó en el baile.

—No dije nada, y no sé de qué hablas, ya me voy adiós.-Cambia de tema rápidamente y avanza rápido para dejarme atrás así que empiezo a acelerar mi paso para alcanzarla.

La tomo del brazo y la llevo con migo a un lugar más silencioso para que podamos hablar, ella solo intenta soltarse pero es en vano; —Suéltame, te digo que me sueltes Edward.—Claro que no te soltaré vamos a solucionar esto de una vez Majo.- Si no me sueltas te acusaré por acosó sexual entendiste!!!.

Me sorprende lo que dijo de verdad acosó ¿sexual?, llegamos cerca de una fuente así que la tomo de los brazos y la pegó cerca de un árbol cerca y pongo mis manos sobre el árbol para rodearla.

—Pero qué haces!!!.-dice mano sorprendí ante mi reacción, la veo fijamente y ella intenta evadirla.

—Enserio me vas a demandar por acosó sexual.- le respondo acercándome aún más a ella y ella pone su mano en mi pecho para alejarme así que yo tomo su mano y la sujeto.

—Si así es te demandaré si no me dejas!!!.

—Majo por Dios los dos sabemos que la que tendría que ser demandada serías tú, aquí tú eres la acosadora sexual o no te acuerdas lo que me hiciste, bueno mejor dicho lo que hicimos ambos.-Puedo sentir su respiración acelerándose y su corazón latiendo a mil por hora.

—No se lo que me estás hablando.-responde majo y desvía su mirada hacia otro lado.

—¿No sabes o te haces la que no sabe?, o mejor aún...lo recordamos¿ juntos?.-Acerco más mi rostro al suyo, mis ganas de rozar mis labios con los suyos son inevitables, su aroma, el tan solo estar a unos centímetros de distancia hacen que mi corazón colapse de tan rápido que va, no puedo descifrar el por qué de mis emociones con ella son así siempre que estoy cerca de ella no puedo evitar sentirme así.

—Edward lo qué pasó fue una equivocación, estaba ebria por Dios!!!.

—¿Enserio? una equivocación, Cuándo estabas junto a mi, nuestros cuerpos tan juntos que podíamos sentir nuestros corazones latir, besarnos con tanta tensión y nuestras respiraciones se aceleraron a tal punto de gemir un poco y excitarnos, y ni hablar lo qué pasó después de esos besos, eso te pareció que fue una ¿equivocación?.

—Edward, por Dios fue algo de una noche, fue una diversión solamente.

—Para mi no fue una cosa de solo una noche, pero dime algo acaso no te sentiste tan bien como yo, no sentiste esa tensión de nosotros o no se te acelero el corazón ¿acaso?.-Me acercó a ella y inclinó mi rostro al punto de casi rozar nuestros labios.

Lo único que puedo sentir es la exhalación constante que tiene Majo, debo decir que me excita un poco, tengo tantas ganas de besarla pero no lo hago tengo que mantener mi distancia.

—Muy bien, ¿Quieres saber la verdad?, si Edward, Rayos he estado con tantos chicos pero jamás me sentí tan excitada con alguien, eso querías oír, ¿feliz?.

La verdad escuchar eso provenir de esos labios tan sexys me alegro mucho, me hizo sentir bien de nuevo y me dio energías;—La verdad si estoy muy feliz tanto que podría besarte ahora mismo como esa noche.-le digo sonriéndole coquetamente mordiéndome el labio un poco para tentarla, ella no me ve a los ojos pero si a mis labios.

—Y ¿Por que no lo haces?.- pregunta Majo observándome mordiéndose levemente sus labios.

—Quiero que me lo digas, pídeme que te bese.-Le digo sin dejar de verla.

—Edward, Bésame te lo pido por favor.

No espero mucho a que termine de hablar y tomo su barbilla de una mano para inclinarme y besarla... pero antes de rozar nuestros labios cómo azares del destino interrumpen nuestro beso unos ruidos cerca de la fuente así que rápidamente volteamos a ver qué sucedía sin movernos de nuestras posiciones.

Y al parecer era un chico y una chica, que tanta fue su pasión que cayeron a la fuente, no pudimos identificarlos por la oscuridad que había en este lugar.

—Al parecer las parejas aquí vienen a tener su momento de pasión por la oscuridad qué hay.-dice Majo burlándose de los tórtolos que cayeron al agua, de igual forma me río tiene mucha razón.

Acerco mi rostro a Majo y mis labios se acercan a su oído y susurro; —¿Qué tal si le dejamos este lugar a esos tórtolos por haya y buscamos otro lugar donde estemos más solos que dices hermosa?.

—Creó que jamás dijiste algo tan acertado.-Susurra igual ella pero con la excepción de que me da un beso en mi mejilla, carajo que chica para enloquecerme.

—Eres totalmente mi estilo mujer.-Me muerdo el labio un poco y la tomo de la mano para empezar a caminar y buscar algún otro lugar.

Ella solo sonríe y yo la sigo, quien diría que salí en búsqueda de una mujer y termine mi noche con otra gran mujer.

TATIANA

Mi caminata con el indeseable, duro más de lo normal, creo que estuvimos dando vueltas, a pesar de haberme puesto en una situación comprometedora debo decir que esta caminata fue lo contrario a lo qué pasó antes, solo caminamos nada más, en silencio sin decirnos nada, solo unas breves cruzadas de miradas y sonrisas, de allí nada más este silencio qué hay en esta caminata no es incómoda como pensé, resultó ser bastante cómoda, me siento tranquila en este silencio entre los dos como si no necesitáramos palabras para comunicarnos, incluso no importó lo mucho que estuviéramos empapados eso no incomodo a ningún de los dos.

Sin darme cuenta después de unos cuántos desvíos que se nos cruzaron, llegamos a mi edificio, solo subo unas cuantas escaleras y entro en él, debo decir que no quiero que esté momento acabe fue al extraño pero lindo a la vez.

Camino un poco y me doy la vuelta para estar frente de él y vernos los rostros, seguimos sin hablar uno de los dos tiene que romper este silencio tan cómodo, estaba a punto y decidida de despedirme pero Eros me interrumpe.

—Lo... siento, por empujarte a la fuente.-Se pasa la mano frotando su cabello un poco y sonriendo un poco para aliviar el momento.

—Igual no importa tú también resultaste empapado así que estamos a mano.-Le regreso la sonrisa.

— ¿Eso es todo?, así de simple me va a ¿perdonar?, que aburrida eres Tati, pensé que te vengarías por a verte esquivado el beso o por lo de la Fuente, pss aguafiestas.

Y así señoras y señores se arruina un momento mágico, estábamos tan bien y tuvo que abrir su tremenda bocota, como alguien tan apuesto puede decir cosas tan idiotas, de ninguna manera dejare que me hable así, decido acercarme hacia donde está el para defenderme él se le nota en la mirada que se sorprendió un poco al verme que me acerque a él lo veo un poco y hago una pequeña sonrisa siniestra; —¿Aguafiestas?, déjame decirte que soy la personas más divertidas que conocerás en tu vida charlatán.- le digo, y con un dedo toco su pecho para que le quede claro.

—Huy que miedo, por Dios Tati a kilómetros se te ve que eres aguafiestas.

— ¿Así?

—Muy seguro chinita.

—Si fuera aguafiestas haría esto......

Sin analizar bien las cosas ni por un segundo, más fue la emoción del momento y sin darme cuenta mis labios rozaron los suyos. Sus labios húmedos y buen carnosos encajaron perfectamente con los míos, a pesar de que lo estoy besando sin ningún movimiento, por alguna razón en mi mente maligna se me cruzo la gran idea de morderlo y no hablo de morderlo suavemente, lo mordí, mordí su labio fuertemente, ni si quiera medí la intensidad con la que lo besaría.

—Ayyy... Carajo Tatiana tú sí que sabes arruinar el momento, eres una piraña o ¿qué? -habla entre el dolor que le deje solo se queda  poniendo su mano por su boca quejándose del dolor. —Tatiana me sacaste sangre Dios que te pasa.

Aún que me siento mal por dentro no puedo evitar reírme, se lo merece por bocón, me inclino hacia él un poco, jalando el cuello de su camisa para que se acerque a mí. —Sígueme llamando aguafiestas y cavarás tu propia tumba niño bonito.- Digo con una gran sonrisa como victoria. —Te cuidas  y ponle un poco de hielo llorón.- Fue lo último que le dije, lo deje allí quejándose del dolor sin decirle nada más y prácticamente no sentí ni mis piernas de lo rápido que me fui corriendo de allí, para evitar una pena aún mayor.

Llegue tan rápido a mi habitación que no sentí las piernas, abrí y cerré rápido la puerta y me recosté sobre ella para tratar de respirar y calmarme un poco.

Cuándo recobré todos mis sentidos nuevamente me percato que no estoy sola en la habitación.

— ¿Está lloviendo afuera acaso? -volteó a ver quién me habló y era Rebeca sentada sobre su cama arriba comiendo, lo cual me hace volver a la normalidad rápido para evitar que noten mi actitud.

—Amm, no porque lo dices.

—Tati, ¿Estás bien? Niña estás toda empapada de pies a cabeza es obvio el por qué te lo pregunta.- Responde Issa viéndome fijamente, viéndome intimidante.

Caí yo sola en mi tumba se me había olvidado que estaba empapada gracias a Eros;
—Amm, digamos que fui a recuperar mi violín y empezó a llover de repente.

—Tati no ha llovido en días deja de inventar y mejor ve a secarte que te vas a enfermar, luego te interrogamos,  a parte estás mojando la habitación.- Torciendo sus ojos y gruñendo, me manda Issa a secarme.

Me alejo de la puerta y me dirijo hacia la litera para dejar mis cosas y me encuentro a una distraída Majo que ni ha notado mi presencia.

— ¡Tierra llamando a Majo repórtese!

—Aa...Este qué pasó.-Reacciona Majo por fin.

—Niña como que te vas por ratos ¿estás bien?

—Yo si todo bien, pero tú Tati qué demonios te pasó por que estás toda ¿empapada?

—Cosas malas me pasaron nada más Majo, cosas muy malas.

—Si no es por qué te conozco juraría que fuiste tú la que se cayó con un chico en...,-Se queda analizando Majo su respuesta a lo cual me parece extraño por un segundo pensé que me había visto con Eros. —Olvídalo Tati, pero eso sí de esta no te salvas.-arquea un poco su ceja cruzando, sus brazos lo cual me pone que pensar mucho de que está hablando ella no entendí.

—Tú  también Majo de mi vida, dulce niña usted ha estado muy rara últimamente así que vamos a tener una larga conversación.-le digo en forma de defensa porque de verdad ha estado muy extraña.

Rápidamente sin perder el tiempo tomó mi pijama y entró al baño, la pongo en el mueble que está aún lado del lavamanos, volteo hacia  el espejo, me veo y tomo una gran inhalación y luego exhaló, para relajarme un poco. Pero qué rayos pasó, ¿Por qué bese a Eros?, debo decir que tenerlo a centímetros de mí y que estuviéramos tan pegado me excitó un poco su simple aroma, me atrae y ese beso tan a pesar que fue simple sentí como mi corazón se aceleraba, sigo sin poder creer que lo bese así de simple sin más, pero claro ahora ya no podré ni acercarme a él lo mordí como si fuera una piraña hambrienta.

Sola me humilló, después de una gran breve humillación con migo misma en el baño me decido sacarme la ropa que está empapada y me meto a la ducha. Tome una gran ducha para quitarme esos pensamientos pervertidos que me dejo Eros en todo mi cuerpo. Después de salir de la ducha me pongo mi pijama o bueno intento de ella, me pongo una camiseta y un short de ceda, sin bra para estar más cómoda, me coloco algunas cremas y aceites sobre mi piel para hidratarla un poco y ya estoy un poco calmada así que decido salir del baño.

Y lo primero que encuentro es a una Issa llenando su cama de ropa y una maleta y nadie le pregunta todas están en lo suyo así que decido hablar y preguntar qué pasa;
—Issa te vas a ir de la habitación o por qué empacas tanto.

—Ami no me vean cómo rara chicas ustedes ya deberían de estar empacando luego me lo agradecerán.

Nos miramos unas a las otras sin saber a lo que se refiere Issa.

—No te estoy entendiendo nada Issa.-Una confundida Rebecca le responde a Issa.

— ¿Si quería alguna de ustedes se tomó el tipo de leer el panfleto de la universidad y las actividades? -Voltea su mirada hacia todas, arqueando una de sus cejas.

—Es una pérdida de tiempo prefiero sorprenderme.-Responde Susan guiñándole el ojo.

—Porque no me sorprende, pues para darles un resumen, el jueves en la mañana nos vamos todos de la universidad para acampar.

—Qué... ¡Qué! - Majo balbucea sus palabras, asustada de lo que acaba de decir Issa.

—A que te refieres con ¿acampar? -Digo algo sorprendida.

—Como les dije chicas debieron leer el panfleto, muy bien les explicó, todos los años la Universidad, con las donaciones que recibe y cómo una forma de bienvenida en las primeras semanas de inicio, realiza varias actividades y una de ellas es acampar, para que nos "conozcamos todos", es un viaje de tres días, y nos asignan por grupos.

— ¿Grupos?-responde Susan.

—Si grupos, ósea que una facultad se divide en dos grupos y un grupo se va con otro grupo de otra facultad, sin importar si hay hombres o mujeres, pero eso no lo sabremos hasta llegar allí y regresamos hasta el domingo por la tarde así que prepárense mejor porque no hay conexión a internet ni nada de eso.

—Está lejos donde nos iremos, por qué carajo no puedo estar sin las redes sociales, tres días es una tortura.- Majo se queja y lloriquea.

—No te quejes Majo, total es obligatorio cariño, aparte estaremos aislados de la sociedad, es un viaje largo de por lo menos 5 horas a bus.-responde Issa riéndose de nosotras.

Majo se levanta de la cama y mira a Issa y grita —Me niego total mente a ¡ir!

—Si yo voy, tú también irás Majo.-le digo jalándole de la mano.

—Hay dejen de lloriquear todas, no es tan malo después de todo.-se cruza de brazos Issa para tratar de ser convincente.

Después unos cuántos regaños de Issa y qué Majo se quejara, nos convenció por fin ya era martes por la noche así que solo nos quedamos mañana para empacar.

Lo único que le pido al cielo es que mi facultad, no tenga la desgracia de emparejarse con la facultad de Eros, no podría verlo al rostro, no sería capaz después de que casi lo dejara sin labios.