12. Mi Hipnotizante
TATIANA
Ha pasado alrededor de dos semanas que llegue a esta universidad y hasta ahora todo ha ido rondando bien.
Me encuentro en la cafetería con mis compañeras de habitación nos hemos llevado muy bien la verdad, hoy la verdad no tengo mucha hambre así que solo me ordene un batido y claro las demás se atiborran de comida.
—Ten Tati no puedes estar sin comer y no me hagas berrinche; -dice majo, aparece de tras de mi dejando una bandeja de comida majo y se sienta me le quedo viendo directamente y ella hace lo mismo y señala con sus ojos la bandeja así que volteo mi mirada y empiezo a comer la ensalada que me dejo.
Las chicas se nos quedan viendo extrañadas porque no es la primera vez que lo hace en el tiempo que llevábamos aquí así que decide romper el silencio Issa.
-Mmm, porque siempre hacen eso ustedes dos, que Majo a veces que tú no quieres comer te trae comida. -Nos señala con el tenedor en sus manos.
—No lo entenderías Issa tengo que cuidar a mi bebe. -Le responde majo y le guiña el ojo con una sonrisa.
—Ya tranquila Majo, no te vayas contra Issa.-le digo en forma de broma y le hago un breve empujón.
Y todos se quedan calladas y sonriendo veo a hacia abajo decidiendo si decirle o no.
—La verdad es que Majo siempre innecesariamente me da comida por cuidarme.-Les digo viéndolas a todas y ellas se quedan confundidas más de lo que ya estaban.
—A ver y por qué te cuida tanto si comes o no.-Me pregunta Susan viéndome fijamente y poniendo sus brazos entrelazados, repite la misma acción Rebeca.
—Pues la verdad es que Majo me cuida tanto con lo que como es por qué. -Interrumpe majo acercándose hacia mi oído diciéndome. —No es necesario que lo digas y lo sabes Tati. Se acerca a mi oído y lo dice para que nadie lo escuche, la volteo a ver y le sonrió como una indicación para decirle que todo estará bien.
— ¿Entonces? -Pregunta Issa, con tanta intriga.
Analizó los que diré y sin perder más tiempo lo digo; —Durante gran parte de mi vida sufrí problemas alimenticios para ser más exacta anorexia y bulimia, pero no se preocupen ya estoy muy bien es la Tonta de majo que se preocupa de más. -Espero sus reacciones pero simplemente no hay ni una reacción.
Se ven las tres se ven mutuamente pero me confunden sus miradas y no sé qué podrían decir; — Tati por Dios no sé por qué tanta intriga le pones a eso es parte de tu pasado y pues bueno todos tenemos un mal recuerdo de algo no así que no le tomes importancia.-Responde con una linda sonrisa para que no me sienta mal.
—Tranquila estamos todas para una. -Dice Rebeca tomándome del brazo, Susan repite su acción.
Les respondo con una sonrisa devuelta no tengo palabras no puedo creer que me preocupe para nada.
Entre risas dejamos el tema a un lado para que no me sienta incómoda y seguimos comiendo y pasándonos chismes para perder el tiempo en que termina la hora de la comida.
He hecho muy buenas amistades en poco tiempo debo decir una de ellas es Edward el chico Goku hemos tenido varios encuentros en la clase que estamos juntos y muchas conversaciones por llamada lo único malo debo decir que tiene él es que siempre que le menciono cuando me devolverá mi violín cama de tema rápidamente o pone una excusa no sé qué rayos le abra hecho ya me preocupe mucho.
Después de las clases terminarán decidí caminar un poco y dar vueltas yo sola en el campus mientras tomo una malteada y viendo mi celular. Sin darme cuenta cayo la noche ya son las 6 que rápido.
Así que decidió caminar hacia mi edificio para ir a mi habitación, y de repente me cae un mensaje de un número desconocido y esto es muy raro así que entro rápido a ver el mensaje y me extraña ese mensaje;
"Si quieres volver a ver tu violín encontrémonos cerca de la fuente que está en el edifico de computación"
Pero qué rayos a qué se refiere me están amenazando o ¿qué?, o será un acosador. Sin esperar más decido marcar al número.
Le he marcado ya más de tres veces pero simplemente sigue cayendo a buzón, no sé si ir tal vez es una simple broma de Edward, pero no creo que arme todo un plan para entregarme ese violín.
Caen un mensaje nuevamente del número desconocido;
—"Deja de llamar, si quieres saber quién soy y el por qué tengo tu violín ven te espero chinita".
Mm ¿chinita?, pero qué rayos porque me dice así, esto es muy confuso la verdad así que para dejar tanto misterio empiezo a caminar hacia la fuente sin darme cuenta avanzo mi paso para llegar rápido.
Después de unos 5 minutos por fin llegó a la fuente que mencionó el descomido del mensaje.
No me había percatado que está algo oscuro aquí no hay mucha iluminación, volteo a los lados para ver si se acerca alguien pero no hay nadie. Así que me siento alrededor de la Fuente sigo volteando a todos lados. Tal vez jugaron una broma conmigo ya ha pasado un rato desde que estoy aquí y sigue sin a ver alguna señal de que venga alguien, realmente soy ingenua caigo tan rápido en las bromas, estoy algo molesta sin dudas ya es algo tarde así que decido ponerme de pie para irme de este lugar oscuro que me da algo miedo. Y cuando justamente me doy la vuelta para irme.
—Tan rápido te vas y sin despedirte de ¿mí? -Dice una voz a tras de mí entre una pequeña risita y siento que he escuchado esa voz antes.
Me doy la vuelta para vez quien es y lo veo y no lo creo mis ojos casi sobresalen de solo ver ese rostro que a pesar que la oscuridad no ayuda puedo distinguirlo fácilmente intento tragar saliva pero es difícil simplemente no puedo dejar de verlo.
—Disfrutas lo que vez otra vez ¿verdad? -Hace una breve sonrisa sin dejar de verme y de a poco se acerca hacia mí, esa sonrisa que trae debo decir que me cautiva.
Mientras se acerca lentamente a mí con una mirada cautivador, puedo notar que trae un estuche algo grande mientras se va acercando puedo distinguir de qué es ese estuche y me sorprende la verdad por qué rayos tiene mi violín ese ¿tipo?, ¿acaso no lo tiene Edward? Dejo mis pensamiento a un lado rápidamente analizo lo que le diré no puedo solo quedármelo viendo así que para bajarle el ego un poco decido hablar;
—Pues debo decir que la vista no es muy agradable que digamos. -Le digo con una sonrisa pícara cruzando mis brazos para intentar verme "intimidante", veo su reacción y solo eleva su ceja.
Está a unos centímetros de mi sin decir nada y solo viéndome fijamente y yo la verdad no puedo dejar de verlo, pero no quiero que piense otra cosa así que carraspeo la garganta un poco para hablar. — ¿Por qué tienes mi violín camisola 17? -Pregunto para aliviar la tensión que se puede sentir entre nosotros.
Puedo observar que frunce el ceño bajando la mirada y la vuelve a levantar para dirigir su mirada hacia mí.
—Espera no me preguntas del por qué estoy aquí, o porque tengo tu número o quien me lo dio. Si no lo primero que preguntas es por tu ¿violín?, y espera ¿qué es eso de camisola 17?- Pregunta acercándose más a mí, la primera reacción que tengo es alejarme un poco más de él me siento algo intimidada, y tiene razón debí preguntarle ese tipo de cosas me imagino que debe de estudiar aquí o por estaría en el campus tan tarde y lo del número lo arreglaré con Edward más tarde es el único que le he dado mi número y por qué otra razón tendría mi violín este tipo.
—Es que a decir verdad me importa más mi violín que tú, y es que no conozco tu nombre y el día que te conocí llevabas el número 17 en tu camisola y si me lo permites me darías mi ¿violín? - le digo acercándome a al él estirando los brazos esperando que me dé mi estuche.
—Ah... con que no te ¿importo?-se acerca más hacia mi haciendo que retroceda aún más hasta quedar pegada de la espalda con un árbol, él pone su mano derecha de un lado para rodearme.
— ¿Deberías impórtame tú?- Digo elevando la ceja solo pienso que por Dios que hoy si puedo defenderme y no quedarme callada.
—Ahora no te intereso pero pronto lo hagas no te preocupes.-Su rostro se acerca más al mío con su mirada penetrante y teniéndome rodeada, mis ojos bajan de su mirada a su rostro para detallarlo un poco jamás lo tuve tan cerca y debo decir que disfruto la vista, regreso mis ojos hacia los suyos nos vemos fijamente, sus ojos me traspasan aún desde el momento que lo vi, podría decir que me hipnotiza su mirada, es muy apuesto, su cabello desarreglado castaño, sus pómulos y mandíbula bien definida, sus cejas pobladas color marrón y esa manzana de Adán por Dios, es divino, mi mirada baja un poco más por su cuello y me percato de su cicatriz siempre que la veo me impresiona bastante y sin darme cuenta una de mis manos actúan como si tuvieran vida propia y se acerca a su cicatriz para tocarla.
El rápidamente toma mi mano y yo devuelvo mi mirada a la suya y él pregunta;
— ¿Qué estás haciendo Tatiana?, no lo vuelvas hacer si no quieres afrontar las consecuencias.- su voz tan gruesa me pone nerviosa, trago saliva de los nervios para analizar qué decir y por un momento digo algo que no debía cuando caigo en cuenta en algo.
— ¿Cómo sabes mi nombre?, y suéltame la mano.- frunzo el ceño y Hago fuerza para que suelte mi mano y él lo hace.
—Cuándo te vi en la graduación te llamaron Tatiana que boba, me presento chinita soy Eros a tus servicios.- sonríe y se pega más a mi quedando nuestros cuerpos pegados.
Yo lo empujo para que se aleje y se aleja un poco con una sonrisa en su rostro.
—No necesito tus servicios "Eros".- Admito que su nombre me da algo de gracia se llama como el Dios griego de la fertilidad, debe ser un mujeriego seguro.
—Te pongo nerviosa no. -Voltea a verme y aún sigue sonriendo.
—Por supuesto que no y por qué rayos me dices Chinita si no lo soy.- entrelazo mis brazos para que piense que estoy enojada, pero la verdad me pone muy nerviosa que se acerque a mí, por su culpa mi corazón está latiendo a mil por hora.
—Si sé que no lo eres pero, me encanta cuando sonríes, porque se te achinan los ojos y no digamos de tus hoyuelos. - Sonríe de una manera que no me hace ponerme nerviosa simplemente es genuina esa sonrisa no puedo creer que se haya fijado en esos detalles de mí.
No sé qué decir ante esto me puso aún más nerviosa pero por más lindo que sea y quisiera decirle porqué es tan lindo decido ponerle un muro entre ambos; —Por qué estás tan interesando en mí, solo deja mi violín y vete.
—Mmm, no lose, no tengo la menor idea por qué siento tanta curiosidad por alguien como tú.- Se acerca de nuevo enfrente de mi para ponernos en la misma posición que estábamos.
Baja su cabeza para coincidir con la mía y analiza mi rostro por un momento;
—Pero definitivamente averiguaré el por qué estoy tan interesado por ti chaparra.-Su sonrisa siniestra me puso aún más nerviosa de lo que estaba así que lo hago aún lado.
—Escucha Eros no sé qué privilegios tienes pero no me estás subestimando y dame mi violín que me tengo que ir. -Le digo poniéndolo en corto y alejándome de él aún más me coloco a la par de la Fuente poniendo una gran distancia entre los dos.
Él se quita el violín de encima y lo baja colocándolo en el suelo, creo que se molestó su mirada está algo fruncida, después de enseñar el violín camina aún lado para acercarse de nuevo a mi respiración se acelera aún más.
Se acerca tanto y trato de retroceder y cuando menos ciento estoy a punto de caer adentro de la Fuente y cierro mis ojos para no sentir el golpe. Pero algo evita que caiga.
Siento unas manos sujetando mi cintura fuertemente, así que abro los ojos rápidamente y su mirada se cruza con la mía estoy inclinada si no fueran por sus brazos que rodean mi cintura ya me hubiera empapado toda.
—Así que no te importo y no te pongo nerviosa, pero entonces cómo justificas que tú corazón está latiendo tan rápido y tú respiración se acelera cada vez que me acerco a ¿ti?
— ¿Qué?, oye suéltame nos podemos caer ambos. -Estoy algo agitada tengo miedo de mojarme así que estoy algo asustada.
—No me respondiste y sigues de grosera con migo tú te lo buscaste chinita.
Lo primero que siento es el agua golpeando mi rostro, regreso rápido a la superficie e inhalo y exhalo rápidamente, limpiando mi rostro para abrir los ojos y cuando me percato que no caí sola aún lado se encuentra Eros riéndose de mí caímos los dos pero por qué se ríe de mí.
—Oye que te pasa imbécil.- le grito fuerte y menos lanzó un poco de agua.
—Era para que te relajaras un poco aparte fue divertido.- se empieza a reír pasando su mano por su barbilla.
—Divertido, estás loco Eros.- Me levanto y salgo de la Fuente goteando completamente empapada al salir de la Fuente lo primero que hago es tomar mis cosas y mi maletín volteo a verlo y frunzo el ceño y empiezo a caminar.
El sale de la Fuente y corre hacia mí, y me toma del brazo yo forcejeo un poco pero es en vano y me acerca de nuevo hacia el árbol detrás de él y me rodea;
—Vamos cascarrabias relájate un poco.- Dice riéndose y pasa su dedo índice por mi nariz y acercándose hacia mí.
Inhalo y exhalo para relajarme y no le digo nada solo lo veo molesta y sin percatarme bajo mi mirada y aparte de empapado su camiseta blanca no ayuda mucho a que me enoje con él, tengo una buena vista panorámica de su definido abdomen me hace sentirme algo acalorada, volteo mi mirada a otro lado para que no note que observe su abdomen.
Me mira y si como me lo temí se dio cuenta que lo observé toma mi mandíbula con su mano para que mi mirada se cruce con la suya;
—Por lo visto disfrutas la vista.- puedo escuchar su respiración que va tan rápido sus labios están tan cerca de los míos están a punto de tener un breve roce.
Pienso que nos vamos a besar o tener un breve roce de labios que como un instinto cierro los ojos para esperar ese beso, nuestras respiración están agitadas y tan cercas una con la otra.
No puedo creer que esté a punto de besarlo digo si lo quiere hacer no lo voy a rechazar.
Aún sigo esperando ese beso que está a punto de pasar y lo que menos espere pasó; —Sabía que me deseabas chinita.
Suelta mi mandíbula, rápidamente abro mis ojos y se aleja un poco de mi y lo primero que veo es una sonrisa placentera de él que haya caído tan estúpidamente en su juego, me siento tan avergonzada aún que no lo demuestro por dentro me estoy muriendo de pena.
—Eso quisieras y eres un imbécil.- le digo furiosa recogiendo mis cosas nuevamente que se me cayeron cuando estuvimos a punto de darnos ese beso jamás llegado.
—Lo acabas de demostrar preciosa, pero tranquila no le diré a nadie que me intentaste besar.- dice colocando su dedo índice sobre sus labios en forma para demostrarme que haría silencio.
—Vete al demonio.- le digo furiosa dándole la espalda y empezando a caminar y decido hacer una última acción levanto mi mano derecha y le saco el dedo, no fue mi mejor hazaña pero fue lo primero que se me ocurrió y sigo avanzando lo más rápido para alejarme de allí y olvidar lo que acaba de pasar.
—Qué lindo dedito tienes y que grosera saliste preciosa.- dice gritándolo atrás mío y por si fuera poco para argumentar termina diciendo. — Espera vámonos juntos.- Corre rápidamente qué puedo escuchar sus tenis que están todos empapados.
Y trato de alejarme rápido de él pero me sigue siguiendo pero sin adelantarse o ponerse a un lado solo estando unos pasos atrás de mí, así que decido bajar el paso y caminar normal me rendí sin duda alguna.
No sé cómo termine en esta situación con él, y termine empapada, humillada, engañada y lo más importante como termine hipnotizada de él hasta al punto de quererlo besar, mi corazón se aceleró tanto y mi presión de seguro se desplomó, este día después de ser un día tan lindo pasó hacer el peor momento que tuve.
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