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Capítulo 3

Caminé rápidamente sin levantar la cabeza y sin responder a las asquerosidades que me dijo, pues tal vez es uno de los ebrios que estaban dentro del bar. Intenté esquivarlo para irme de aquí lo antes posible, sin embargo, sentí su mano tomar mi brazo de manera muy brusca.

-¡Suéltame! ¡No me toques! -exclamé muy asustada.

-Oh preciosa, te aseguro que dentro de unos minutos te encantará lo que voy a hacerte. -su aliento es asqueroso y yo siento el terror recorrer todo mi cuerpo.

Miro a todas partes en búsqueda de alguien que pueda ayudarme, pero no veo a nadie.

Debí haber escuchado a Lucas, no debí venir aquí esta noche.

-¡Lucas! ¡Auxilio! ¡Por Favor! ¡Alguien ayúdeme! -Grité con todas mis fuerzas, mientras lloro desconsoladamente al sentir sus sucias manos tocarme en lugares demasiado incómodos.

-¡Cállate perra! -Sentí una fuerte bofetada, luego mi cuerpo chocó contra la pared y caí al piso completamente atontada por el golpe que acabo de recibir. El asqueroso hombre me puso de espaldas y metió su mano en mis jeans.

-¡NO! ¡POR FAVOR! ¡Te lo suplico! ¡No me toques! -supliqué intentando escapar de sus horribles y enormes manos que me inmovilizan, mientras él me empuja contra la asquerosa pared y hace con mi cuerpo lo que quiere.

-¡No! -grité con todas mis fuerzas, intentando escapar del asqueroso hombre. -¡No, por favor, suéltame! -grité, alejándome de las manos de mi agresor.

-Emily, mi alma, estoy aquí... -su voz aterciopelada llega a mis oídos haciéndome despertar de la horrible pesadilla. Me senté en la cama, abrí los ojos con dificultad y me encontré con sus hermosos ojos llenos de temor. -por favor mírame, mi amor, estás bien, todo está bien ahora. -declaró intentando tomar mis manos entre las suyas.

-¿Lucas? -pregunté, aún muy confundida por el horrible recuerdo en forma de pesadilla, que acabo de tener.

-Sí, cariño, soy yo. -respondió visiblemente nervioso, cuando por fin pude volver a la realidad, me arrojé a sus brazos y empecé a sollozar incontrolablemente.

-Sshh, tranquila. Solo fue una pesadilla, mi amor.

-Lucas, lo recordé todo. -sollocé sin soltarme de su abrazo.

-¿Qué dices? -preguntó y su voz en mi oído, a pesar de que estamos en una situación horrible, logra tranquilizarme y trasmite la calma que necesito ahora.

-Lo recordé, recordé toda la violación. -confesé totalmente avergonzada y alejándome de él para cubrir mi rostro con mis manos, sin poder parar de llorar con amargura y miedo.

Lucas no dice nada, tal vez porque se siente igual o más asqueado que yo por toda esta situación. Sin embargo, su silencio no duró mucho.

-Emi, por favor cálmate, vamos a conseguir ayuda para ti, te lo prometí en Santorini y cumpliré mi promesa. -afirmó con vehemencia e intentando acercarse a mí, pero no puedo dejarlo tocarme, siento que mi cuerpo es asqueroso y siento verguenza de mí misma.

De la nada, una incontrolable náusea me azotó y tuve que correr al baño para no hacer algo horrible frente al hombre que más amo. Me encerré en la habitación y después de devolver lo poco que tenía en el estómago, me metí a la ducha con todo y la pequeña pijama que uso para dormir.

-¡Emily, por favor déjame ayudarte! ¡Mi alma, abre la puerta! -su voz llena de dolor llega a mis oídos, pero no puedo obligarme a salir de la ducha para abrir la puerta y dejarlo entrar. No puedo dejarlo entrar a la podredumbre que me rodea ahora mismo, no puedo dejarlo ver lo que estoy sintiendo.

Desde que volvimos de la luna de miel, las pesadillas volvieron para perturbar nuestras noches, sin embargo, ninguna había sido tan horrible como la de esta noche.

Los asquerosos recuerdos de esa terrible noche, que mi mente había «silenciado» han vuelto como una tormenta que no cesa, pues aún ahora que ya estoy despierta, siguen apareciendo como una película, cada vez que cierro los ojos.

El agua cae sobre mí, confundiéndose con mis amargas lágrimas y es como si ya no pudiera sentir nada, pues en algún momento mi cuerpo dejó de sentir y todo a mi alrededor parece estar adormecido.

De repente, un estruendo me despertó de mi estado «catatónico» y no me di cuenta de qué estaba pasando, hasta que sentí sus brazos levantarme del piso y sacarme de la ducha, mientras susurra palabras de amor todo el tiempo.

-Te amo, mi dulce Emilia. Mi dulce esposa, estaremos bien y yo te ayudaré. -sus palabras me transmiten una paz incomparable e indescriptible.

Me ayudó a sentarme en una pequeña banca que tenemos en el baño y me cubrió con muchas toallas, luego me quitó con mucho cuidado toda la ropa mojada y la reemplazó por ropa seca y muy abrigadora, pues al parecer estuve todo el tiempo bajo el agua helada y ahora estoy tiritando de frío.

-Lucas... -susurré con la voz rota y sin poder mirar mi reflejo en el espejo.

-Todo está bien, mi alma, tranquila. -susurró sonriendo y secándome el cabello con mi secadora.

Cuando terminó, me volvió a tomar en sus brazos y salimos juntos del baño. Nuestra habitación está a oscuras porque aún no amanece y la verdad no tengo idea de qué hora es. Lucas me acomodó en nuestra cama y cubrió mi cuerpo, luego intentó alejarse, pero no lo dejé tomando su mano.

-Por favor, no te vayas. -supliqué con los ojos llenos de lágrimas, él se sentó a mi lado en la cama y tomó mis manos entre las suyas con mucho cuidado y como si se tratara de algo muy frágil y delicado.

-No me iré nunca, mi alma. Estaremos juntos para siempre y yo te ayudaré a superar todo, lo haremos juntos ¿de acuerdo? -preguntó intentando sonreír, sin embargo la sonrisa no llegó a sus hermosos ojos.

-Te amo, Lucas. Por favor perdóname por todo esto. -supliqué avergonzada.

-No hay nada qué perdonar, porque yo te amo, Emily y eso jamás cambiará. Ahora, dame unos minutos para ir a la cocina a traerte algo caliente de beber, aún estás temblando por el agua helada. ¿Te gustaría un té con leche y miel? -preguntó sonriendo.

Su sonrisa me acelera el corazón, así como también, el hecho de saber que me conoce muy bien y sabe que el té con leche y miel, es mi favorito desde niña y la «medicina para el alma» que me servían mi madre y mi abuela cuando estaba triste.

-Eso sería perfecto. -respondí intentando sonreír.

-Entonces te lo traeré muy caliente para que no sientas tanto frío. -afirmó, levantándose de la cama, no sin antes dejar un beso amoroso en mi frente.

Salí de la habitación, dejando a mi alma mucho más tranquila. Sin embargo, yo no dejo de temblar y de sentirme muy preocupado y triste por todo lo que está pasando.

Fui rápido a la habitación de Olivia, a ver si no se despertó por toda la bulla que hicimos hace un rato. Gracias a Dios nuestra pequeña bebita duerme plácidamente y totalmente ignorante de la tragedia que sus padres estamos viviendo ahora mismo, por la maldad de una mujer sin escrúpulos, que aún muerta sigue persiguiéndonos y perturbando nuestra tranquilidad.

Me quedé por unos minutos observando la inocencia de mi niña. Tengo un nudo en la garganta al darme cuenta de que Emily realmente no está bien emocionalmente y honestamente no tengo idea de cómo ayudarla.

Quiero decir, sé que necesito encontrar al mejor terapeuta para ella, sin embargo no siento que eso sea suficiente para sacarla del trauma que tiene ahora, por la horrible violación que sufrió.

Llámenme loco o inconsciente, pero yo hubiera preferido que ella no recuerde nada de lo que le pasó esa fatídica noche. Emily ya se sentía mal por las pesadillas antes de recordar, y estoy seguro de que ahora las cosas solo empeorarán y tengo mucho miedo de no saber cómo ayudarla.

Le di un beso en la frente a mi pequeña y luego salí de su habitación sin hacer ningún ruido para no despertarla.

Bajé las escaleras y me dirigí a la cocina para preparar el té de Emily, me aseguré de que esté muy caliente, luego volví a nuestra habitación y lo que encontré al abrir la puerta me rompió el corazón. Emily llora en silencio, abrazando una almohada, su llanto es desgarrador y yo siento que se me rompe el alma al ver al amor de mi vida en este estado.

Te odio tanto, Jessica.

Cerré los ojos e intenté componerme para ayudarla a tranquilizarse, eventualmente lo logré y después de dejar el té sobre la mesa de luz que está al lado de la cama, me senté frente a ella y la abracé muy fuerte.

-Lucas, me duele mucho. -sollozó aferrándose a mi camiseta -no dejo de pensar en esa noche, cada vez que cierro los ojos, lo único que veo son los ojos de ese asqueroso ser que me violó. -exclamó con desesperación.

-Mi amor, intenta calmarte y tal vez pensar en otra cosa. Sé que no soy de mucha ayuda ahora porque no tengo idea de lo que viviste. Sin embargo y si te sirve de algo, quiero que sepas que estoy aquí y lo estaré siempre porque no sé cómo vivir sin ti. -declaré con el corazón en la mano y con los ojos llenos de lágrimas.

-Ella sigue aquí, Lucas... sigue entre nosotros. -afirmó totalmente destrozada.

-¡No! Emi, ella no está aquí, está muerta, pero nosotros estamos vivos y saldremos de esto, porque yo te ayudaré a superar todos tus traumas. -afirmé con desesperación y estrechando sus manos -Amor, por favor no te rindas, porque no puedo hacer esto yo solo. -supliqué y tomé su rostro entre mis manos, intentando ver en sus ojos que está dispuesta a luchar, sin embargo lo único que veo es miedo, un miedo que me traspasa el alma.
(************)

Me levanté de la cama cuando llegó la hora de darme una ducha para ir a entrenar, me siento muy cansado y con sueño, pero no hay forma de que falte al entrenamiento. El inicio de la pre-temporada está muy cerca y yo necesito asegurar mi lugar en el equipo titular, pues después de todo lo que ha sucedido en mi vida en este último año, el club tuvo que contratar a alguien que pueda tomar mi lugar mientras yo no estaba en condiciones óptimas para jugar.

Yo agradezco que los directivos hayan decidido no prescindir de mí y también que el entrenador me considere «intocable». Es por eso, que ahora estoy entrando a la ducha, después de haber pasado casi toda la noche «velando el sueño» de mi alma.

Me tranquiliza mucho saber que después de nuestra pequeña conversación, ella decidió intentar luchar a mi lado y también me pidió que la abrace hasta que se quedara dormida, lo cual sucedió algunos minutos después de beber su bebida caliente. El único problema es que tuvo muchas pesadillas.

Salí del baño intentando no hacer ningún ruido para no despertarla, pero eso fue en vano porque ella ya abrió sus ojos.

-Buenos días, cariño. -la sonrisa dibujada en su hermoso rostro, me acelera el corazón.

Caminé hacia ella sin poder evitarlo, por el efecto que su presencia ejerce sobre mí, me senté a su lado en la cama y tomé sus delicadas manos.

-Buenos días, preciosa. Discúlpame, no quise despertarte. -susurré avergonzado.

Emily puso su mano en mi mejilla y de repente todo está bien otra vez. Nosotros estamos bien otra vez y ella sonríe ampliamente sin dejar ver ningún vestigio de miedo o tristeza en sus hermosos ojos azules.

-No me despertaste, yo te extrañaba a mi lado, la cama se siente vacía sin ti. -susurró acercándose a mis labios -Te amo, mi alma. -volvió a susurrar en mi oído, mientras deja besos húmedos en mi cuello y sus manos masajean suavemente mi cabello.

-Emi... -suspiré y la besé apasionadamente, no puedo y jamás podré resistirme a mi hermosa esposa. Es tan hermosa y sensual que me hace olvidar todos mis problemas, solo con un beso o una palabra de amor.

Hicimos el amor lentamente y yo le hice saber con mis labios y mis caricias, que no hay nada ni nadie más importante para mí, que ella. Mi dulce alma, la mujer a la que le entregué mi alma y mi vida entera, la primera vez que hicimos el amor, en esta misma cama, pero en otra circunstancia.

-Amo despertar así. -confesó dejando besos en los tatuajes de mi brazo y hombro, delineando con sus dedos el que me hice por ella «el vuelo del alma».

-Estoy totalmente de acuerdo contigo, preciosa, pero ahora debo volver a la ducha si quiero llegar al entrenamiento. -afirmé, intentando levantarme de la cama cuidadosamente para no ser brusco con ella.

-Claro que sí, tienes razón, yo iré a ver a Olivia primero y luego prepararé un jugo verde para que no te vayas sin nada en el estómago. -señaló cubriendo su maravilloso cuerpo con una de mis camisetas y luego se abrigó con una de sus batas de felpa. -¿Te encuentras bien, cariño? -preguntó confundida.

-¿Uh? Sí, claro, iré a bañarme. -respondí intentando despertar del trance en el que estaba, mientras observaba a mi hermosa esposa vistiéndose.

-¡Oh! Quería avisarte que hoy iré al restaurante. Hace tres días que volvimos de la luna de miel y yo solo he hablado por teléfono con Alexa, creo que es importante que vaya a ver cómo va todo. Llevaré a Olivia conmigo y veré a mi madre allá. -informó antes de salir de la habitación.

-Está bien, mi amor, yo iré a almorzar con Ben. Así que nos veremos por la tarde. -mi alma asintió sonriendo y después de lanzarme un beso, salió de la habitación.

Me pregunto cómo hizo para sobreponerse tan rápido del horrible episodio que tuvo anoche y sé que es importante que hable con ella de lo que pasó. Sin embargo, prefiero dejarlo ir por ahora, mientras me ocupo de buscar a un buen terapeuta para que la ayude.
(************)

Bajé de mi auto y luego me ocupé de armar el enorme coche de mi bebé.

Lucas compró el coche más grande que encontró sin pensar en que la mayoría de veces debo armarlo sola, sin embargo no lo culpo, pues cada vez que piensa en comprar algo para Olivia, siempre debe ser algo grande y muy costoso. Creo que es su manera de «compensar» todo el tiempo que no estuvimos juntos durante mi embarazo.

Gracias a Dios, el señor Gernot siempre me ayuda con esto. El anciano es el dueño de la pequeña librería que está al lado de «Emilia's» y es una persona muy amable.

Retiré a mi dulce Olivia del asiento trasero del auto y la puse en el coche, con mucho cuidado para no despertarla.

-La pequeña princesa es la «Bella durmiente» esta mañana, y yo que quería leerle un cuento. -señaló el adorable anciano con expresión de decepción.

-No se preocupe, señor Gernot, pues esta es la calma antes de «la tormenta». -bromeé sonriendo y haciendo referencia al hecho de que mi pequeña no es muy tranquila que digamos.

Creo que en ese aspecto salió a su padre y eso me encanta, pues una de las cualidades que más amo de mi esposo, es su espíritu incansable, que todo el tiempo me sorprende con una idea nueva.

-Eso lo sé, querida, esta pequeña princesa tiene un alma libre. -afirmó el anciano, riendo conmigo.

-Estaré en el restaurante desayunando con mi madre, así que por favor no deje de venir por su café. Olivia despertará pronto y ya sabe cuánto ama sus lecturas. -señalé con amabilidad.

-Muchas gracias, Emily, iré en unos minutos.

Luego empujé el coche de mi bebita hacia adentro de mi restaurante y me sentí muy feliz al verlo lleno de gente. Familias desayunando, parejas compartiendo juntas y hasta equipos de trabajo celebrando sus metas cumplidas.

-¡Emily! ¡Bienvenida! -la voz jovial de Alexa me sorprendió e inmediatamente volteé a saludarla.

-¡Hola Ale! -exclamé y le di un abrazo cariñoso.

-Te ves hermosa, Emi. ¿Cómo estás? ¿Cómo te fue en la luna de miel? Aunque, por el brillo que tienes, me imagino que Lucas y tú no salieron de la habitación. -bromeó de manera sugerente, lo cual me robó una carcajada.

-Bueno, eso no lo puedo negar. ¡El viaje fue maravilloso! Santorini es precioso y lo disfrutamos muchísimo, Lucas me llevó a navegar por el mar Egeo en un hermoso yate y todo fue perfecto. -compartí con ilusión.

-Me alegro muchísimo, Emi. Sabes que estoy feliz de que ustedes estén juntos y sean felices. ¿Dónde está mi preciosa sobrina? -preguntó mi amiga con una sonrisa, dirigiendo su mirada a mi hija, quien aún duerme en el coche. -Aww, mi dulce Oli sigue dormida ¿te gustaría que vayamos a la oficina para que estemos más tranquilas y Olivia pueda dormir sin problemas?

-No, querida, no te preocupes por Olivia, en unos minutos será hora de despertarla para que coma algo de fruta. Además, hoy veré a mi madre aquí para desayunar. -no pasó desapercibido para mí, el gesto de desagrado que Alexa hizo al escuchar sobre mi madre.

La verdad no puedo culparla por no ser «fan» de ella, pues la verdad es que mi mamá tampoco ha sido muy amable con Ale. Para ella, quien debe estar a cargo de la administración del restaurante debo ser yo, e insiste en el hecho de que Alexa «se roba todo el crédito». Le he dicho muchas veces que eso no es así y que debe dejar de ser tan déspota con mi amiga, sin embargo, es muy difícil hacerla entender y lo mismo sucede con Lucas.

-Entiendo, entonces podríamos sentarnos aquí hasta que tu madre llegue. -señaló mi amiga, visiblemente incómoda.

-Ale, lamento mucho que mamá sea tan malcriada contigo, volveré a hablar con ella.

-Emi, no tienes que hacerlo, yo entiendo que tu mamá es alguien muy complicado de entender y después de todo lo que han vivido, me alegra que estés recuperando tu relación con ella, así que no te preocupes por mí. -afirmó tomando mi mano -¿Te gustaría que tomemos un café juntas, mientras ella aún no llega?

-Claro que sí, me encantaría. -afirmé sonriendo y dejando ir el tema incómodo de hace unos segundos.

Acomodé el coche con mi hija y luego me senté a compartir un café con mi amiga.

-¿Cuéntame cómo han ido las cosas? Quiero decir, si sé que todo va más que bien, por el detallado informe que me enviaste, pero quiero saber cómo has estado tú. ¿Ha habido alguna novedad? -pregunté con curiosidad.

-Bueno, la verdad es que ya sabes que mi vida es bastante aburrida, así que no hay mucho de qué hablar sobre mí. Sin embargo, hay algo de lo que sí me gustaría hablarte. -señaló con seriedad y en su usual tono de negocios, sin embargo, yo no quiero dejar ir el tema de su «vida aburrida» así que insistí.

-Ale, yo creo que no debes cerrarte al amor, es decir, yo sé que te han lastimado mucho, pero aún eres joven y mereces ser feliz. Eres hermosa, encantadora y muy inteligente, estoy segura de que hay alguien allá afuera reservado para ti.

-Emi, eres una gran amiga y te quiero mucho, sé que lo que dices es por todo el cariño que me tienes. Sin embargo, ahora no estoy interesada en tener una relación seria con nadie, quiero enfocarme en mi trabajo y pasar tiempo sola, tengo muchos libros por leer y para eso necesito tiempo. -señaló sonriendo y yo decidí dejar ir el tema, por ahora.

-Bueno, está bien. Aunque quiero que estés segura de que no dejaré que te quedes sola por mucho tiempo. -sonreí y bebí un sorbo del delicioso café. Alexa solo asintió y me pareció ver una sonrisa cómplice en sus labios antes de que empezara a hablar de negocios nuevamente.

-Emi, de hecho hay algo importante de lo que quiero hablarte. Hace algunos días, vino una mujer llamada Vivian Lennox.

-¿Vivian Lennox? No conozca a nadie con ese nombre. ¿Qué quería esa mujer? -pregunté.

-La verdad es que al inicio me pareció una persona bastante extraña. Sin embargo, el negocio que nos ofrece no es tan malo. Resulta ser, que acaba de heredar de sus padres una panadería muy antigua, que fue fundada por sus abuelos hace muchos años.

-Entiendo, de hecho por aquí hay muchos negocios bastante antiguos y familiares.

-Exacto, su panadería está a dos calles de aquí. Bueno, su padre acaba de fallecer y su madre está muy enferma, sin embargo ella quiere continuar saliendo adelante con el negocio familiar. Es por eso, que nos ofrece ser la proveedora de todos nuestros panes. -informó Alexa.

-¿Qué piensas tú del negocio? -pregunté, pues la opinión profesional de Alexa es muy importante para mí.

-Yo creo que el negocio no es malo, de hecho sería bastante beneficioso para nosotros, desde el punto de vista económico. Hace algún tiempo, hice una aproximación de lo que significará para el restaurante, considerar en tercerizar algunos servicios, entre ellos el de panadería y las utilidades aumentarían significativamente.

-Pero Ale, este es un restaurante familiar y nosotros preparamos toda la comida que ofrecemos. -alegué.

-Eso es verdad y es una de las cosas que hacen que tengamos tanto éxito. Sin embargo, creo que no perderíamos nada si probamos con algunos panes, solo para empezar y vemos la reacción del público. Si es positiva, continuamos y no es así, volvemos a preparar el pan aquí. -afirmó.

-Es una buena idea. ¿Probaste el pan? ¿conociste bien a esa mujer? ¿cómo dijiste que se llama? -pregunté y cuando Ale iba a responderme, fue interrumpida.

-Vivian Lennox, mucho gusto Emily.

(************)

¡Hola mis adorad@s!

Espero que hayan disfrutado este capítulo que nos vuelve a dejar con la intriga sobre el verdadero estado emocional de Emily y cómo podría influir en su vida con Lucas, el hecho de que ella haya recordado los horribles eventos que vivió en Farnham.

Además, ahora ya conocemos la cercana relación que tienen Emily y Alexa, la cual será muy importante en el desarrollo de la novela.

¿Confían en Vivian Lennox?

¿Extrañan a Regina? Bueno, está muy cerca de volver, así que no se preocupen.

Déjenme sus comentarios sobre lo que piensan de la historia, no se olviden de votar.

Muchas gracias por leer, l@s quiero mucho.

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