Cerré la puerta de mi auto y caminé rápido hacia la puerta de la ciudad deportiva del Bayern Múnich, hoy entrenamos para mañana, que será el último partido de la temporada antes del receso para la Copa Mundial.

—Hola Lucas. —la expresión de alegría en el rostro de mi amigo es demasiado evidente y me alegra mucho saber que su relación con Ale va viento en popa. Al parecer estuvo con ella anoche y eso sirvió para que él pudiera sobrellevar la desilusión por lo del mundial.

—Hola Ben, ¿Cómo estás? —pregunté solo por cortesía, porque sé perfectamente la respuesta a mi pregunta.

—De maravilla ¿y tú, cómo va todo? ¿Cómo está Olivia? —sonreí al escuchar a mi amigo, ya que normalmente no es así.

Él siempre es reservado y le cuesta mucho dar a conocer sus sentimientos; sin embargo, desde que conoció a Alexa ha cambiado y eso me alegra mucho.

—Olivia está mucho mejor y yo estoy muy bien, aunque no tan bien como tú, Benji. —respondí bromeando y él respondió, intentando ocultar el hecho de que no ha dejado de sonreír desde que me saludó.

—¿Yo? ¿A qué te refieres? —preguntó pasando su mano por su cuello y parece que está muy avergonzado. 

—Ben, eres demasiado obvio. Ya cuéntame qué ha pasado con Ale, porque estoy seguro de que ella es la culpable de que tú no hayas dejado de sonreír. —bromeé dándole un pequeño golpe en la espalda a mi amigo, para transmitirle un poco de valor de contarme lo que lo tiene tan feliz.

—No ha pasado nada, y la verdad no sé a qué te refieres, Lucas. Mejor vámonos a entrenar porque estamos a punto de llegar tarde a la charla previa.

—Bueno, te dejaré en paz por un rato, aunque me gustaría añadir que Alexa es una gran persona y me alegro mucho de que ustedes estén empezando algo. —afirmé seriamente.

—Alexa es la mujer más hermosa y maravillosa que he conocido —añadió sin mirarme y lo dejé continuar porque conozco a Ben, él necesita compartir lo que está sintiendo —Lucas, de verdad es como si no pudiera dejar de reír y yo no soy así, desde que la dejé en el restaurante esta mañana, no dejo de pensar en sus ojos y su tonta bata de felpa color rosa. —sonreí al verlo pasar sus manos por su cabello. 

Se ve avergonzado, sin embargo creo que nadie puede entenderlo como yo.

Aún recuerdo la primera noche que soñé con Emily, fue una noche que me enseñó a cocinar. En ese momento yo no podía entender lo que estaba sintiendo, pero ahora después de todo lo que hemos vivido, sé que esa tarde me enamoré de ella, de sus ojos, de su risa y de la hermosa forma en la que hace todo, con tanta delicadeza y sensualidad a la vez. Mi esposa es la mujer más maravillosa del mundo, bueno de mi mundo y eso es lo más importante para mí.

—¿Lucas? ¿Estás escuchándome? —la voz de mi amigo me regresó a la realidad.

—Sí, claro. 

—¿Puedes explicarme qué voy a hacer ahora? ¿Cómo voy a manejar todos estos sentimientos? 

—¿Alexa tiene una bata de felpa color rosa? ¿Cómo lo sabes? —pregunté intentando bromear un poco para sacar a mi amigo de su estado de confusión.

—¿Lucas, eso fue todo lo que escuchaste de lo que te acabo de decir? ¿En serio? —cuestionó perdiendo la paciencia y yo no pude aguantar la risa. —¡Genial! Ahora, te burlas de mí. —exclamó ofendido.

—No me estoy burlando, Benji, es solo que es muy cómico verte luchar, cuando es bastante obvio que estás enamorado de Ale.

—Yo no estoy enamorado de ella, nadie se enamora tan rápido a no ser que sea un adolescente. —replicó.

—Disculpa, pero yo me enamoré muy rápido, es más, lo hice mucho antes de que Emily lo notara, así que es perfectamente normal que te sientas así. Alexa es genial y ustedes dos tienen muchas cosas en común.

—Hay cosas que en otras mujeres me hubieran parecido tontas, pero en ella me fascinan. Se come mis papas y la dejo hacerlo porque me encanta verla sonreír, tiene un baño lleno de cosas de Hello KItty y eso me parece adorable. Dios, debo estar muy mal. —sonreí al imaginar a mi amigo en un baño lleno de cosas de la gatita más famosa del mundo.

—Estás perdido, hermano. Créeme que del punto en el que estás, ya no hay retorno. Solo debes seguir adelante y disfrutar que ustedes son libres y no hay nada ni nadie que se interponga.

—¿Y qué hago con el terror que siento de salir herido? Lucas, todo esto está sucediendo demasiado rápido y me asusta un poco que ella no sienta lo mismo, eso sería una catástrofe.

—Ve un paso a la vez y no te apresures, hagan todo el preámbulo de las citas y disfrútenlo. Ben, tú eres un buen tipo y Ale es genial, no hay razón por la cual las cosas saldrían mal, así que sigue adelante.

—Esta noche la invité a cenar a mi casa y estoy nervioso por lo que esta noche signifique para mí.

—Va a significar lo que los dos quieran que signifique. Ben, no te compliques, solo deja que las cosas fluyan poco a poco ¿de acuerdo?

—Está bien, gracias hermano. —lo abracé por el cuello y seguimos caminando hacia los vestuarios, pero antes de que entremos añadí algo más para liberar la tensión.

—¿Y el shampoo también era de Hello Kitty? —reímos y entramos juntos al vestuario, pero nuestra alegría se apagó al ver a nuestro «nuevo» compañero de equipo.

—Mierda... —balbuceó Ben y yo siento que el tiempo no ha pasado.

Aún puedo recordar las lágrimas de Emily en nuestra luna de miel, aún la siento temblar por las noches cuando recuerda lo que vivió en Farnham y este maldito es igual de culpable que la bruja de Jessica. Ellos dos lastimaron a Emily sin ningún remordimiento y yo jamás podré perdonarlos.

—Hola Lucas, Ben, qué bueno que ya estén aquí; de hecho estábamos a punto de iniciar la charla técnica y antes quiero darle la bienvenida a Leon, es un gusto tenerte de regreso en el club. —anunció nuestro entrenador con una sonrisa y aire de satisfacción por la regreso de Leon.

—Muchas gracias, Julian. Es un gran honor para mí estar de regreso a este club que es mi casa y en el que más que compañeros de equipo, tengo hermanos. —las palabras del hombre que detesto con todo mi ser, me hacen sentir asco, pero lo disimulo pues no es el momento ni el lugar para que yo deje ir toda mi ira.

—Lucas, intenta calmarte. —susurró Ben.

—Eso intento.

—Hazlo mejor o todos notarán tu molestia y tendrás problemas.

Asentí y seguí escuchando las palabras del entrenador. Gracias a Dios que la charla solo duró media hora y ya estamos cambiándonos para empezar con el entrenamiento, la verdad es que necesito hacer ejercicio para liberar todo el fastidio que tengo acumulado.

Al terminar de cambiarme, salí del vestuario con la intención de respirar un poco de aire puro en el campo de juego, todo estaba bien mientras jugaba con la pelota, hasta que escuché la voz de alguien.

—Hola Lucas. —me tragué las ganas de romperle la cara y me comporté como una persona educada.

—Hola Leon. —respondí cortante y seguí jugando en otra dirección.

—Me gustaría que después del entrenamiento hablemos un poco. —añadió.

—No tengo nada qué hablar contigo, Leon, te pido por favor que mantengamos la paz y esta relación lo más profesional posible. ¿De acuerdo? —solté mirándolo a los ojos, luego seguí haciendo ejercicio, pero lo que dijo me obligó a detenerme.

—Entiendo que tú no eres tan dócil como Emi, sin embargo yo tenía la esperanza de que pudiéramos hablar tal y como lo hicimos ella y yo.

—¿De qué estás hablando? ¿Cuándo hablaste tú con mi esposa? —pregunté, acercándome violentamente al lugar en el que está parado.

—Lucas, cálmate por favor, no es mi intención discutir y tampoco complicar más las cosas.

—¿No es tu intención? —exclamé con vehemencia —¿entonces cuál es tu puta intención, Leon? Vienes aquí diciendo que quieres hablar y empiezas diciendo mentiras.

—¿Cuáles mentiras? Yo no estoy mintiendo, Lucas. Yo realmente hablé con Emily. –siento que el aire se escapa de mis pulmones y que mi cabeza explotará por la ira que estoy sintiendo. Esto no es cierto, no puede ser cierto porque mi alma sabe lo que significa Leon en nuestras vidas, ella sabe lo que yo siento respecto a él y jamás me mentiría en nada que tenga que ver con él.

Me quedé callado porque no sé qué decir ni cómo actuar respecto a esta información. No me di cuenta en el momento en que todos llegaron al campo de juego, pues ahora mismo siento que no puedo respirar por las ganas de gritar y de matar a Leon.

—¿Lucas? ¿Estás bien? —las preguntas de Ben se cuelan en mis pensamientos y son suficientes para hacerme despertar de mi estado de estupor. —¿Lucas?

—Ben, necesito irme y necesito que me cubras. —afirmé totalmente fuera de mí.

—¿Qué? ¡No! ¿Acaso perdiste la razón? No te puedes ir ahora, ni siquiera hemos empezado a entrenar ¿Qué diablos pasó? —cuestionó con desesperación.

—Es Leon, él dijo que habló con Emily y yo necesito que ella me diga que eso no es verdad, porque no hay otra alternativa, quiero decir, eso no puede ser cierto, ¡pues si lo fuera ella me lo habría dicho en cuanto sucedió! 

—Lucas, por favor cálmate y piensa bien las cosas. Recuerda que Leon es un desgraciado y al parecer a regresado con las peores intenciones. No le hagas caso y concéntrate en el fútbol, cuando terminemos, podrás ir a hablar con Emily y estoy seguro de que esto no es más que una de las intrigas de Leon.

—Sí, tienes razón, yo no puedo dejar que él me robe la tranquilidad. Además, Emily jamás me ocultaría algo tan importante como esto.

Mi amigo me entregó una botella de agua, de la cual bebí un par de sorbos y luego me concentré en entrenar para el partido de mañana.

Llegué a casa después de haber ayudado a Alexa a elegir un hermoso vestido para su cena de esta noche con Ben, estoy segura de que se verá preciosa y Ben no podrá dejar de admirarla.

Dejé las llaves de mi auto sobre la mesita al lado de la puerta y luego subí las escaleras para ir a ver a mi hija. La encontré en su habitación jugando con Theo, los dos ríen a carcajadas y sus risas son demasiado contagiosas.

—¡Hola! —exclamé alegremente.

—¡Mami! —exclamó mi niña sonriendo y levantando sus brazos hacia mí.

—Hola, mi amor ¿Qué estás haciendo con el tío Theo? —pregunté sonriendo al ver que mi hija ha puesto sus tacitas de juguete y ahora le está «sirviendo» el té a mi cuñado, quien está más que encantado.

—Té, mami. —respondió y te entregó una pequeña tacita pidiéndome que me siente a su lado en la alfombra, lo hice y recibí la taza.

—Muchas gracias, Theo. Olivia te adora. —afirmé sonriendo agradecida, por todo el tiempo que el hermano de mi esposo comparte con mi hija.

—No hay nada qué agradecer, Emi, yo adoro a mi pequeña princesa y estoy aprovechando todos estos momentos con ella antes de que tenga que irme con la selección. —iba a responderle, pero la entrada violenta de Lucas nos sorprendió a todos.

—Emily, necesito hablar contigo ahora mismo. —soltó ni bien cruzó la puerta de la habitación de Olivia.

—¡Papi! ¡Té! —exclamó mi pequeña en cuanto vio a su padre, sin embargo Lucas luce muy agitado.

Aún así, la voz tierna de nuestra hija lo hizo relajar su expresión y se arrodilló inmediatamente para abrazarla y llenarla de besos.

—Preciosa, papi y mami deben hablar de algo y el tío Theo se quedará contigo por unos minutos más ¿de acuerdo? —detalló mi esposo amorosamente mientras abraza a nuestra dulce hija.

La expresión de Theo es de confusión, sin embargo le agradezco profundamente que aceptara quedarse con Olivia en lo que Lucas y yo hablamos de lo que sea que lo tiene tan nervioso.

—Nos quedaremos aquí, princesa, aún tienes que servirme el pastel. —señaló Theo sonriendo, Olivia asintió riendo y se ocupó de seguir jugando.

Lucas y yo salimos de la habitación de Olivia y nos dirigimos a la nuestra, al entrar inmediatamente cerró la puerta y me asusta mucho verlo así, pues luce muy nervioso y no deja de caminar alrededor pasando sus manos por su cabello corto.

—Cariño, ¿Qué está sucediendo? ¿Por qué estás tan nervioso? —pregunté confundida, tomando sus manos para obligarlo a mirarme a los ojos. 

—¿Has hablado con Leon? —su pegunta llegó de golpe y me tomó por sorpresa, por lo cual no pude controlar mi reacción, que fue soltar sus manos y bajar la mirada. —Emily ¿lo hiciste? —volvió a preguntar, sin embargo esta vez su voz sonó llena de temor, tal vez al hecho de que mi respuesta sea positiva.

—Lucas...

—¡Maldita sea! ¡Lo hiciste! ¡Hablaste con ese malnacido y no me lo dijiste! —exclamó lleno de ira y con los ojos llenos de lágrimas por la desesperación, yo siento que el mundo entero se me cae encima y me arrepiento muchísimo de no haberle contado lo que pasó en Manchester.

—Lucas, te juro que quería decírtelo, pero...

—¿Pero qué, Emily? ¡Todo está claro, tú hablaste con ese maldito y te quedaste callada! ¿Tienes idea de lo que fue hoy verlo y tener que quedarme callado cuando me dijo que había hablado contigo? —reclamó enérgico.

—¿Lo viste hoy? —pregunté, no entiendo cómo es que lo vio si Leon está en Manchester.

—Sí, lo vi hoy, el maldito se las arregló para volver al club y ahora tendré que ver su estúpido rostro todos los malditos días. 

—Dios mío, esto es un desastre.

—¡Lo es! Es un maldito desastre, pero lo peor es saber que tú me ocultaste algo tan importante como eso. ¿Cómo pudiste hacerlo, Emily? ¿Por qué lo hiciste? —cuestionó lleno de ira, pero yo también tengo mucho qué reclamarle.

—¡Y tú me ocultaste que la loca de Regina trabaja en el club! —exclamé.

—¡Lo hice! Pero eso es totalmente diferente, Emily. Estamos hablando de Leon, el mismo desgraciado que se unió a Jessica para hacer que te atacaran en Farnham, el mismo idiota que te mintió durante casi un año para alejarte de mí y fue capaz de ir al hospital mientras estabas sola para agredirte. 

—¡Y esa bruja también quiere alejarte de mí, está loca y tú trabajas con ella! —exclamé perdiendo el control.

-¡Mierda! Todo esto es una maldita pesadilla. —lamentó y se sentó en nuestra cama, luego puso sus codos sobre sus rodillas y pasó sus manos por su cabeza intentando calmarse.

Yo me quedé en el mismo lugar al lado de nuestra cama y soy incapaz de moverme. Solo quiero que él se calme y que todo vuelva a estar bien entre nosotros, sin embargo soy consciente de que las mentiras nos separan y yo también soy culpable de que nuestra historia esté siendo amenazada por los fantasmas del pasado. 

De la nada sentí que mi pulso se aceleraba y mi corazón empezó a latir más fuerte de lo normal, lo cual hizo que sea cada vez más difícil respirar.

Intenté calmarme, pero los latidos frenéticos de mi corazón me lo impiden, las imágenes de lo que viví en Farnham no dejan de aparecer en mi cabeza y de repente siento que estoy sola otra vez, en ese oscuro callejón siento torturada por un desalmado.

—¿Emily? —escuché a mi esposo, pero no soy capaz de abrir los ojos, solo intento normalizar mi respiración, pero es cada vez más difícil. —Mi amor, por favor cálmate —suplicó tomando mis manos.

—Lucas... —susurré casi sin aliento y con la respiración cada vez más agitada.

—Aquí estoy, tranquila, por favor abre los ojos y mírame. —hice lo que me pidió sin dejar de aferrarme a sus manos —Eso es, ahora respira, respira mi alma, mírame y respira. —sus ojos es todo lo que veo y el hermoso color miel me envuelve como la primera vez que lo vi, su voz aterciopelada me acaricia y por fin siento que el aire vuelve a mis pulmones con normalidad.

—Lucas... perdóname... por favor... —supliqué aferrándome a sus manos, dejando salir todas las emociones que me abruman.

—Tranquila, mi alma, estoy aquí. Estamos juntos y nadie cambiará eso, te amo, Emily. —declaró tomando mi rostro entre sus manos.

—Tengo miedo porque todos quieren separarnos y yo no quiero estar lejos de ti. —confesé y lo abracé con fuerza.

—Nadie nos va a separar porque yo no lo permitiré, eso te lo juro. Solo necesito que me digas la verdad y yo haré lo mismo ¿de acuerdo? Esa es la única manera en la que nadie logrará hacernos daño. Yo también he cometido errores y lo acepto, te prometo que de ahora en adelante no te ocultaré nada, por más complicado que sea de aceptar.

—Yo también te lo prometo. Lucas, lo de Leon fue totalmente inesperado, lo encontré en el lobby del hotel de Manchester y hablamos por algunos minutos, eso fue todo.

—Está bien, mi alma, lo entiendo. —se acercó y me dio un beso lleno de amor, al cual respondí con la misma intensidad, intentando convencerme de que lo que acaba de decir es verdad y nadie logrará separarnos.

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¡Hola mis adorad@s!

Espero que les haya gustado este capítulo.

Leon está de regreso y Ben está aceptando sus sentimientos por Alexa.  Las cosas empezarán a complicarse un poco cuando llegue el mundial, así que no se lo pierdan.

Hoy tenemos actualización doble, así que pueden seguir leyendo el capítulo siguiente.

Por favor déjenme sus comentarios y no se olviden de votar.

Muchas gracias por leer.