Chapter; .9.
Admite tu Preocupación
Pero primero muestrate
Despreocupado
—Aww, malévolo cucarachón se nos puso sentimental,—abro los ojos al límite,—no quisiera arruinar tu momento Goku...no, espera, si quiero arruinar tu momento,—desenvuelvo mis brazos de su alrededor para girarme y ver al que había hablado,— mueve tu culo y el de tu hembra fuera del Almacén antes que los Policías se den cuenta de nuestro infracción.
El amigo de Bulma se quita la máscara revelando su rostro, no evito abrir la boca; ¿Quién es él?.
—Rápido, —dice Bulma, la azabache camina por delante robándome la atención para dirigirsela, utiliza sus manos para envolver mi muñeca, el animalito la abraza por el cuello, y es entonces cuando me percato que es; koala.
—Vamos a casa Goku.—ella espera que comience a caminar, siento la vibración en mis instintos y mis oídos captan el sonido de la patrulla en la lejanía, ya vienen.
Asiento tomando su mano y dirigirla fuera del Almacén, el amigo de Bulma cierra las compuertas del Almacén, nos reunimos en círculo, en todo momento mi entrega equivocada mira a Bulma y luego a su amigo, y al reversa, claro, son los primeros que ella ve y le es demasiado curioso sus apariencias, en especial al ver a Bulma, se toco el cabello y ve el de mi científica loca, el color es distinto y raro.
Lo fue para mi también cuando la conocí.
—Las cámaras de seguridad se apagaron cuando Vegeta hackeo las compuertas del Almacén, no se darán cuenta que fuimos nosotros quienes ingresaron pero sabrán que lo hackearon.—Informa Bulma,— aquí no pasó nada señores.—dice sacando unos lentes oscuros de uno de sus bolsillos y colocárselos cruzando sus brazos y darse la vuelta para entrar a su vehículo.
Vegeta le sigue pero antes mira a la azabache y le coloca una mano en su hombro.
No la toques enano.
Espera....¿Qué?.
—Ese insecto estaba chillando por tu desaparición, y cagado del miedo, lo preocupaste demasiado.—dicho esto le da dos palmadas sobre su hombro para añadir.—Hazle una mamada para compensarlo.
Y se va junto a Bulma.
La miro, ella tiene una expresión confundida, y sin darnos cuenta, decimos,—¿Qué es una mamada?.
Me encojo de hombros escuchando el sonido fuerte y molesto de las sirenas, tomo a la fémina en mis brazos para apresurarme en alejarme de este lugar.
Mientras en el transcurso siento que apega mucho su rostro a mi pecho, mientras el pequeño koala se sujeta de uno de mis brazos.
Al llegar a casa veo a un lado de la puerta nuestras compras, ella los agarra mientras ingreso el código y luego la puerta se abre, ingresamos y una vez más, igualamos al exhalar.
—No fue mi intención separarme de ti.—camina por delante y dejar las bolsas sobre la mesa de la sala, no voltea, pero su postura se mantiene baja.
—Debes controlar tu curiosidad,—recuerdo las palabras de Bulma,— o deberé tomar algunas medidas para prevenirlas.
Coloca una mano sobre su brazo,—Escuché de eso en mi incubadora,—su tono de voz es pastosa,—cuando se comportan de una manera que sus dueños les desagrade, las castigan,—entonces ella gira y me mira directo a los ojos,—¿vas a castigarme, Goku?.
Es cierto Goku, ¿serías capaz de ser despiadado con ella?.
Relamo mis labios antes de colocar una mano en mi nuca y decirle,—Depende en lo que defina aquello y como a continuamos nuestro...—y como un pequeño golpe, vuelvo a la realidad,— no puedo castigarte.
Su expresión deja de ser contraída para aflojarla y verme expectante,—¿Por qué?.
Me acerco a ella quitándome al Koala de mi brazo y entregárselo, alzo mi mano hacía su frente y me acerco lo suficiente a su rostro para que nuestras narices se rocen,—No eres mi entrega, no eres mi mujer, y nada mio, así que debo mantenerte en perfectas condiciones en cuanto el Sistema vuelva a restaurarse para devolverte.—puntualizo curvando una sonrisa y alejarme viendo un poco más su rostro sonrojado y los ojos brillarle muy lindo.
Luego sonríe muy adorable acariciando al Koala, que aún duerme,—Lo que dijo ese señor,—pausa unos segundos,—¿es cierto?.
¿Sobre la mamada?.
—¿De qué?
Se acerca unos pasos, debo bajar la mirada para verla,—Te preocupé demasiado.
Ah, eso, y yo pensando en lo otro.
—No me preocupaste en lo absoluto.—Digo, sereno e inexpresivo.
—Lamento haberte preocupado,—tanto su postura, voz y mirada hacen de su acción una reacción en mí, mis mejillas hierven y no puedo contenerle la mirada así que la desvío.
—No es nada.—siento que necesito bañarme con agua fría.
Entonces ella dice lo siguiente,—Y sobre como compensartelo, —sus mejillas se sonrojan aún más, y su voz tartamudea al decirlo,— puedo hacerte eso de la mamada, claro, si me dices que es, yo te lo preparo.
Esta chica es demasiado adorable.
....
JAJAJAJJAJAJA, NO MAMES, me reí horrible al escribir el último párrafo.
¿se imaginan cuando sientan atracción de sus cuerpos?.
Yo lo imagino y es un ¡uff!, calmense mijos xd.
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