Chapter; .51.
COMPLEMENTACIÓN
Es extraño.
Coloco una mano sobre mi pecho, es ahí, justo donde siento un fuerte vacío filoso que duele, cielos, duele demasiado.
Pero no tengo ni me han hecho una herida, claro, omitiendo la parte en donde me hirieron hace unos días, pero esa herida es la de menos, muchas emociones intensas arraigan mi sistema sin poder controlarlas; enojo, molestia y tristeza.
Tristeza, esa que no había aparecido desde hace muchos años.
—Espera —volteo— Espera. —repito esta vez más potente viendo que no se detiene.
La debilidad te hace ser un alguien vulnerable al que pueden manipular con facilidad.
Eso es lo que veo en sus ojos cuando avanzo mis pasos apresurados para alcanzarla capturando su brazo y girarla dándome cuenta que no he medido mi fuerza al apretarla y que este ya esta rojizo, la suelto inmediatamente maldiciendo por lo bajo.
—Lo siento. —Mi azabache es demasiado frágil, fácil de lastimar, con cuidado mis dedos se deslizan por el contorno de sus hombros con suavidad viéndola a los ojos, lo suyos tan oscuros que poco a poco se cristalizan, apreta sus labios temblorosos aun con el carmín sobre sus mejillas.
—No quiero que te lastime —susurra temblorosa.
Mi ceño no tarda en fruncirse— Te amenazó.
Sostuvo mis manos y las guio con lentitud sobre su cintura, mi corazón latía con fuerza, estaba enojado con lo reciente, quería mantenerla segura y esa manera era tenerla a mi lado, con una pausa un poco larga las llevó a su parte baja aun sobre su vestido, sus mejillas aun coloridas con su mirada consumiéndome dijo.
—Me toca. —arrugué mas mi entrecejo— algo esta tocándome. —confuso miré detrás de ella pero no fue mucho tiempo porque deslizó sus manos por sus muslos agarrando las orillas y elevarla, por supuesto capturó toda mi atención.
Es una diminuta braga.
Una tentadora braga que quiero arrancar con mis dientes.
¡Enfócate idiota!
No es momento de desearla.
—Está vibrando, entra lo suficiente para que mis pasos se dificulten, todo de mí esta sensible, —muerde sus labios apenada, y yo aun no entiendo a que se refiere— él me guío para colocármelo en mi entrada porque me puse muy a la defensiva cuando quiso hacerlo.
Todo deseo carnal se esfumó cuando sus lágrimas deslizaron por sus mejillas sonrosadas.— ¿Qué cosa te guío a colocarte en tu...—ella tenía algo en su entrepierna, algo que él iba a hacer si ella no se hubiera puesto a la defensiva— él te tocó.
Emitió un quejido sonoro impidiendo mis intenciones de ir a ese salón y matarlo, abrazó su vientre frunciendo el ceño agachándose y exhalar con pesadez, me incliné al instante que lo hizo apegandola a mi pecho besando la esquina de su cabeza, ella transpiraba y temblaba llenándome de impotencia acumulándose mucha rabia por ese imbécil.
La marcó, la tocó, y la amenazó.
Turles tiene su muerte asegurada.
Encontrar un lugar lejos del Gran Salón no fue difícil, claro, aun permanecíamos en los terrenos de tal pero la casita en un rincón era mejor para establecer a mi azabache antes de lo que ocurriría.
Supe que nos encontrábamos en un depósito que no visitaban desde hace mucho, el polvo sobre el lugar lo comprobaba, dejé unos instantes a Milk de pie cerca de la puerta ya cerrada y sin esperarlo el lugar se ilumino, asumí que era automático, sacudí el polvo de unas alfombras y extenderla sobre el suelo, me volví y le extendí mi mano, ella lo tomo y la acerque hasta que se inclinara y se sentara sobre la alfombra.
—Acuéstate. —señale con la mirada.
—¿Qué harás? —sus mejillas permanecían rojas, parecían no conocer limite de tiempo para volver al tono de su piel, pero debo admitir que su carita, ese vestido y su aroma están volviendo a atraerme.
—No me gusta la idea que algo este en tu entrepierna, y mas si el te obligo a ponértelo. —aclare seriamente.
No me hizo esperar demasiado cuando se movió con incomodidad acostándose sobre su espalda y tener sus manos a sus costados con las rodillas elevadas y separadas, me incline sobre su cuerpo al punto que todo de mi rozaba el suyo. —Me alegra mucho que estés bien, estuve muy preocupada desde que me dijeron lo que te sucedió... —silencié sus palabras al presionar mis labios sobre los suyos— Turles dijo que...
—Al diablo ese idiota —aspire sobre sus labios— te toco, hueles a él...
—No permití que me tocara lo suficiente para llegar a tener intimidad, no puedo, solo quiero que tu lo hagas. —sus manos envolvieron mi cuello atrayéndome en una presión mas fuerte sobre sus labios.
Milk no intimido con él, no lo permitió.
La imagen de Gris con mi eyaculación resbalar por sus senos me hizo tomar con un agarre firme y delicado el cuello de mi azabache correspondiéndole con euforia y hambre nuestro beso, que poco a poco se volvió mas intenso, mas caliente y húmedo, deslizo sus labios por mi barbilla mordiendo leve y bajar en un recorrido húmedo por mi cuello, gemí sobre su oído ante sus besos, besos deliciosos que me ponían demasiado duro, no puedo aguantar más, soy un hombre que su pene se levanta al contacto misero de mi hembra cuando ella misma está dando ese paso.
Sus manos apretaron mi cabello, una deslizo por mi pecho a mi abdomen y fue más allá tocando esa anatomía que aclamaba ser enterrada en su interior.
—Si me respondes que Turles te enseño a besar de esa manera húmeda, voy a follarte sin medir un poco de mi fuerza. —Mi azabache ríe puesto que no efectué la pregunta de como aprendió a besar de esa manera.
—No, no fue el...cuando dormí con Bulma el día que fuiste a tu misión, ella... —la miré como si se tratase de una broma.
—Esa pervertida es capaz de besarte y enseñarte con su propia boca.
—Me mostró unos videos, dijo que eran películas...
—Y no me ocultaras que también te beso, ¿o no?
—Fue un beso así —beso mis labios de manera rápida— no ocurrió nada, solo miramos muchas películas.
—Me voy, mi hembra es besada por mi loca científica, descubro que esta preñada, tocaron lo mas valioso de mi vida. —junto mi frente con la suya— Las cosas ocurren demasiado rápido sin ser esperados.
—¿Soy lo mas valioso de tu vida? —pregunto esperando ansiosa mi respuesta mirándome a los ojos.
Me senté al verla morderse los labios, eleve la falda de su vestido a la altura de su vientre para tomar el dobladillo de su diminuta braga, la mire una vez mas ansiando besarla de nuevo. —Olvide añadir que también lo mas importante. —sincere, la despoje de su braga viendo sus pequeños e inadvertidos vellos se le erizaban.
Había un objeto pequeño que se instalaba dentro de su interior, se movía dentro y fuera y solo lo agarre con cuidado de no lastimarla y sacárselo, no detallare sobre aquel objeto.
Volví a cernirme sobre ella agarrando su cuello y cabello y atrapar sus labios en un beso lleno de emociones y sensaciones acumulados ahora descargándolo sin medirme, sus labios suaves me correspondían con la misma sed intensa, su lengua se acariciaba junto al mío en una deliciosa humedad que, sin esperar mas baje mi ropa inferior junto a mi bóxer y colocarlo sobre su entrada, se aferro a mi espalda y no me fue difícil entrar en su interior con la ayuda de su humedad, jadee sobre su rostro mientras ella gemía con libertad.
—Voy a robarte Milk, si no aceptas escapar conmigo, voy a robarte. —solté con total honestidad entre el placer y la locura iniciando a embestirla con el ardor arraigar todo mi cuerpo.
No cuestiono, no pregunto el porque lo dije, pero jadeante, sonrojada y el brillo lujurioso sobre sus ojos respondió. —Si...acepto...Goku
Esta chica, mi azabache, me tiene en sus manos, y quizás, ella no sabe cuanto poder tiene sobre mi, tanto, que me da un increíble miedo que se desvanece cuando estoy a su lado, me sonríe y me mira con esa oscuridad en sus ojos que aloca mi corazón.
...
Nota; lo que Milk tenia era un vibrador pequeño, gracias por su atención, xd.
Gracias por leerme <3
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