Enseñanza

Bulma ronronea con los ojos entrecerrados mientras se aproxima, trago, desvío la mirada hacía otro punto pero ella ya esta frente a mí que lo siguiente que siento es su mano agarrar con un poco de fuerza mi mentón y girarla para verla directamente.

Pero como era de esperarse, explota en carcajadas.

Si, le dije todo lo que paso con la chica conmigo en la mañana.

Si, le dije mis impulsos hacía ella.

Si, Bulma se rio.

—Es normal Goku, ella es nueva para ti y tu cuerpo reacciona porque has acumulado mucha tensión para cuando ella se te haya sido entregada, no puedo creer que no tengas idea de que tus impulsos.—Ríe abiertamente golpeando mi hombro, gruño y me levanto de la silla ante su mirada.

—No debo descubrir esto con ella, es incorrecto, ella no es mi entrega.—Exclamo con un poco de voz elevado y notándose claramente mis nervios.

—Es ella, el sistema no comete fallos.

—Especifiqué muy bien como la quería.

—O quizás el sistema te dio lo que merecías.—Sus manos en mis hombros me dan un pequeño impulso para que vuelva a sentarme en la silla mientras ella rodea la mesa y ponerse seria.—No todos los días un Saiyajin recibe una hembra y el bonus de enseñarle lo desconocido, mayormente vienen ya con el conocimiento.

El recordatorio de nuestras manos tocando sobre nuestro pecho para sentir los latidos de nuestros corazones me llena de mucha abrumación pero no de las frustrante, sino de molestia pero tampoco es molestia. Es extraño.

Pero me llena de muchas sensaciones que quiero evitar mencionarlas.

—Escucha, enseñale, por lo que me has describido de ella es dulce, tranquila y muy curiosa. Dale una oportunidad.—sin nada más que decir o espetar asiento.—Bien, ahora te enseñaré la anatomía de tu mujer y sobre aquellas sensaciones extrañas que mencionas.—Me lanza unos papeles y pronto trae un pequeño aparato el cual lo deja sobre la mesa y al instante fluye una imagen de una mujer ficticia.—Comencemos.

Al llegar a mi casa cierro con seguro mi puerta para después dejar escapar la fuerte exhalación de mi respiración contenida. Mis mejillas arden y mi cerebro esta procesando tanto las explicaciones sin censura de Bulma, mi loca científica.

Por inercia miro abajo entre mis pantalones; no, yo no puedo meterle eso a ella, oh no, ella es muy...pequeña.

¡Mierda Bulma contaminaste mi cabeza!

—Goku, bienvenido.—Sus orbes oscuros destellan con tanto brillo logrando estremecerme y perderme unos segundos en su mirada mientras ella esta con una polera mia el cual le queda muy grande.

Se detiene a unos pasos colocando sus manos detrás. Es linda. Tiene manchas sobre su mejilla al igual que mi polera, ¿qué?.

—Estoy cocinando para ti.—sonríe levemente con una expresión suave que ocasiona pensamientos impuros en mi ser. No, no lo pienses siquiera lo imagines Goku.

—¿Asi? ¿qué cocinas?

—Ven.

Gira sobre su eje y camina por delante mientras la sigo, su cabello esta desordenado y se ve más enérgica esta fresca mañana cuando sus pasos ya no son temblorosos.—Cepillar...

—¿Huh?

—Debes cepillar tu cabello.—Digo antes de llegar a su lado cuando se detuvo de repente antes de girar a la cocina.

—¿Me ayudas con eso?—pide, su tono apenas es audible y veo en sus mejillas lo roja que esta.

Inmediatamente siento un punzón loco en mi pecho cuando toma mi mano, el tacto y su reacción en mi es increíble.

Quiero perderme es sus orbes oscuros de nuevo.

Mi mano y la suya no encajan pero se sienten...ella me hace sentir.

No se compara al éxtasis en las batallas, mucho menos con la eléctrica sensación cuando los acabo, no, esto es mucho y esta mucho más allá de lo que yo llegué a imaginar.

—Cla-claro.—acepto colocando una mano detrás de mi nuca, un remolino de brillo se le acumula en sus ojos y su sonrisa no se hace esperar. Se ve contenta.

Luego ella avanza hacía la cocina y baja el volumen del fuego de la estufa para después pasar por mi lado, no tarda demasiado en aparecer pero cuando lo hace tiene consigo un cepillo que no duda en entregármelo.

—Sientate en el mesón, eres muy pequeña para agacharme.—hace lo que le digo, el mesón es amplio así que se sube cruzando sus piernas y susurrar mi nombre, lo siguiente es cuando me aproximo a ella y acomodo su pelo hacía atrás, viendo como respira hondo y exhala con un poco de dificultad, no evito colocar mi mano sobre su coronilla y deslizarla hasta la punta de su pelo, no es suave, es áspero, pero es liso y huele bien.

—¿Es normal? —comienzo a cepillar su pelo con toda mi fuerza disminuida a cero para no dañarla.

—¿Qué es normal?—deslizo el cepillo, su pelo es ciertas partes están enredadas pero logro desenredarlo sin hacerla doler.

—Que quiera verte a cada instante.

Detengo el cepillo, y recuerdo uno de las tantas explicaciones y aclaraciones de Bulma, así que lo aplico colocando su pelo sobre sus hombros para acercarme a su nuca, inhalar despacio y depositar mis labios allí.

•••

Beso en la nuca❤
Es un pequeño avance xd
Me causan mucha ternura estos dos💕