Chapter; .34.
Incomodidad en la cocina
—Despertaste. —Mi humor cambio de inmediato al verla sentarse y terminar de tallarse los ojos para luego estirar sus brazos y bostezar, luego de su estiramiento mañanero dirigió su mirada sobre mí, aun se veía somnolienta.
—Buenos días, ¿Qué hay para desayunar? —deseche la sonrisa que quería presentarse sobre mis labios.
—No mucho, bueno, aún continúan las cosas que trajimos del almacén y de lo que compramos en el micro mercado. —recordé esos acontecimientos pero no me permití darle unos segundos de mi tiempo. —Vístete, comerás primero antes de irte, ella ya se encuentra aquí. —dije para luego darme la vuelta y dirigirme a mi armario para terminar de vestirme.
Escuche sus movimientos en cuanto se bajó de la cama hasta dirigirse al baño, mi audición, olfato y forma de respiración fueron tan molestos, no me sentí cómodo, sentía todo mi organismo inquieto y pesado, tome una respiración profunda antes de salir de mi habitación completamente vestido, mi loca científica no se encontraba en la mira pero no pude respirar con alivio ya que el ruido del microondas se hizo escuchar así que atine donde estaba. Invadiendo mí cocina.
— ¿Harás el desayuno?, te recuerdo que eres muy mala con ello. —Y no estaba bromeando.
Me cruce de brazos apoyándome contra el marco de la puerta, —Subestimas mis métodos de cocina, no solo soy buena en la ciencia y en la temática biológica, cuidadora y maestra, —batía algo dentro de la vasija que sostenía, en esta ocasión, no contaba con su bata y ladee mi rostro al ver su vientre. Plano. —He tomado clases de cocina y salí con honores.
—Con horrores dirás. —arrugue mi rostro restregué mi nariz.
—Adoro la manera que me halagas, ahora pásame el queso mozarela. —encendió la estufa y sobre un sartén echo lo que sea que estuviera preparando. —Él bebe debe alimentarse muy bien. —eso me hizo arrugar las cejas.
— ¿Él bebe? —Pregunte abriendo el refrigerador y sacar lo que me pidió.
Asintió y agarro la manija del sartén para hacer saltar lo que contuviese dentro, le dio algunas volteretas y temí que lo hiciera caer. Recordé un instante nuestra convivencia cuando era un infante en la adolescencia, todo fue un desastre, en el ámbito de limpiar y ordenar la casa.
—Sí, el que tendrás con ella.
Le pase el queso mozarela y había sacado una lata de soda, la abrí y bebí antes de responderle. —Oh, ella y yo no lo hemos hecho.
Y ahí fue cuando fallo sus volteretas del contenido freído del sartén y cayó al suelo. Joder.
— ¿Cómo que no lo han hecho?, entonces porque la deje contigo, no sabes aprovechar las oportunidades que te dan, eres un mal experimento. —Me regaño terminando de hacer sus tortillas de huevo y preparar en una jarrita chocolate. Normalmente hacia café.
Termine de limpiar lo que ella ensucio, más lo que se le había caído, Milk hizo su presencia en la cocina con una notoria alegría en su rostro.
La sangre se acumuló en mis mejillas al venir a mi mente lo que hicimos en la noche, ladee rápidamente mi cabeza para alejar esos recuerdos, pronto sentí su acercamiento antes de saludar a una decepcionada Bulma, ella vestía un vestido rosa claro, descalza y su pelo recogido.
Cálmate corazón, debes dejar de alocarte cada vez que está cerca.
— ¿Te encuentras bien? —asentí, di un paso atrás y camine alrededor del mesón y dirigirme a la mesa. —Huele delicioso.
Delicioso... ¡no lo malpienses!
—Al fin, alguien que halaga mis honores. —la azabache no tardo en sentarse en una silla de la mesa y recibir un abrazo de costado por parte de Bulma. —Dime linda, el acaba de decirme que no lo hicieron pero yo siento muy dentro de mí que ustedes hicieron algo, cuéntame, soy todo oídos. —en pocas palabras la mire, no hicimos conexión de miradas porque solo basto segundos para sonrojarse fuertemente y cubrir su rostro con ambas manos.
¡He dicho corazón que dejes de latir tan rápido!, ¡también este revoleteo en mi estómago es irritante!
Viendo como comienza a tartamudear palabras inentendibles, apoye mi cabeza en la mesa con los brazos encima de esta, descubrí algo nuevo, algo interesante, no conmigo, tampoco por Milk, sino relacionado a mi científica loca, se veía muy bien y de buen humor, así que cuando miraba diabólicamente a mi azabache, dije,—¿Por qué tan interesada por nuestra relación, Bulma?.
Me encontré de inmediato con sus diamantinos ojos, la clara expresión en su rostro de que fue encontrada con las manos en la masa me hizo sonreír con malicia. — ¿Qué tramas, científica loca?.
....
Como ando inspirada y muy ocupada con mis tareas, les doy otros capítulo :3.
Osea doble actualización xd.
Lean chequetas.
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