Paso uno;
Tener la mente limpia

—H.e-01, es una manera muy extraña de llamarte, así que decidí nombrarte Gris, ¿curioso no?, es el color de la peculariadad de tus ojos. —Bulma me dio un zape de la cual me hizo morder la lengua. —¡Oye!

—Quieres recuperar a tu entrega equivocada y estas lo bastante cómodo con tu entrega correcta, hmp, eres despreciable. —Sonó algo molesta mientras conducía, en esta ocasión, no nos acompañaba su pareja.

Cuando pregunté por él, su actitud fue desinteresada, asumí que tenían problemas.

—Goku solo es amable conmigo, —habló la mujer colocando una mano en mi mejilla derecha,— puedo deducir que no tienes experiencia con la interacción respectos a experimentos hembras, casi siento lastima por ti, dueño. —Hice una mueca y Bulma sonrió, la vi hacerlo a través del espejo retrovisor.

—Gris, iniciamos mal.

—¿Fui mala?, entonces merezco un castigo. —el tono de su voz se suavizó y tuvo un toque tentativo al que no encontré definición.

—No seducirás al virgen de Goku, él es precoz y tiene un mal humor, no te excitará, su Milk dijo que era muy torpe al tocarla. —las palabras de Bulma fueron flechas directas a todo mi cuerpo haciéndome sentir inferior de alguna manera.

¿Milk dijo eso? ¿la toqué mal? ¿no la excite?.

Me separé de la mano en mi mejilla de la mujer para acercarme a la ventana y aspirar un poco de aire para aliviar, en un intento, mis abrumadores pensamientos.

—Turles tampoco me tocaba bien al principio, así que aprendimos hasta el punto de conocer que partes eran mas llenas de placer para el punto del éxtasis. —Si mi entrega correcta intentaba animarme, entonces no lo logró en lo absoluto.

El movimiento del vehículo se detuvo tan de repente que me fui de cara contra el asiento delantero. Volví a mi lugar y con el ceño fruncido miré a Bulma que abría su puerta y salía, hice lo mismo para reclamarle pero colocó sus brazos en su cintura y elevó la mirada, entonces alcé la mirada y se me esfumaron las ganas de reclamar.

—Ooh, es la casa de Turles. —Dijo la mujer.— Es una gran persona.

Milk

—Eso es yogurt de coco, si le pones una bombilla puedes chuparla. —él coloco la cosa delgada llamada bombilla en el vaso que sirvió yogurt y lo sorbió, luego me lo extendió,— Es rico, chupa.

Asentí al ver lo mucho que le gustó cuando sus mejillas se hicieran carmín al igual de la manera en la que sonreía, succioné un poco, abrí mis ojos para hablar.

—Tienes razón, esta delicioso. —él asintió varias veces aun con su sonrisa.

—¡Oh! ¡tienes que probar esto también!, ¡es mucho más delicioso! —sacó un frasco color café oscuro, destapó y sacó un poco con su dedo para luego extendermelo.— Prueba.

No espere más, me moví de mi lugar hacía adelante abriendo mi boca y envolverla sobre su dedo para chuparlo, me alejé sintiendo la delicia mezcla en mi paladar.— ¡Es lo mejor que he probado!. —Chillé emocionada.

Hace unas horas atrás lo quería lo bastante lejos de mí, pero cuando dijo que tenía que chuparsela, se refirió a los distintos envases y comida que tenía, sabía cocinar, era muy conversador y solo me mencionó que no le gustaba apresurar las cosas, se disculpó por como me recibió, y aunque no acepté sus disculpas, ahora nos estabamos divirtiendo.

—Eres tal como te pedi. —dijo aun sonando amable.— Muy linda y adorable. —colocó su mano sobre mi cabeza y acarició mi cabello.

Su cocina era muy pequeña pero con muchas cosas que eran para ello, me agradó, estoy descubriendo que tenemos cosas similares que nos gustan.

Tomé distancia,— ¿Cocinamos?.

Él se mantuvo unos segundos en silencio antes de ponerse de pie y asentir,—Me encanta la idea, que te parece si...

Oímos unos toques en la puerta, aunque él se expresó confundido y encogió sus hombros al verme, yo tuve la sensación de que era Goku. —Lo siento, pero ya vinieron por mí. —me levanté de mi lugar para salir de la cocina, escuché sus pasos seguirme.

—No puedes irte.

Me detuvo al agarrarme del brazo una vez que mi mano tocó la manija de su puerta.

—¿Por qué no?

—Porque me perteneces, yo soy tu  verdadero dueño. —eso me dejó nuevamente en sorpresa, es verdad.— Quédate conmigo...

Y al jalarme contra su pecho, la puerta se abrió.

No pude evitar que mi sonrisa apareciera y que mis piernas se movieran por su cuenta para abalanzarme hacia su pecho y abrazarlo.

Él vino, vino por mí.

...

Solo diré que estoy por momentos duros en lo que involucra la estabilidad emocional y mis propios sentimientos, pero eso no significa que cambiaré las actitudes de los personajes y la trama, no señores, ellos son tal cual se manifestaron en la historia xd.