Nacer, Morir y Luchar by CireneMQ

Una vida nace...

Oscuridad. Eso fue lo que quedó sobre Aman después de que Ungoliant se encargara de destruir los árboles que iluminaban la tierra de los Valar.

Glorfindel había cruzado junto con otros Noldor el Belegear durante la gran marcha, todo con el fin de pisar tierras imperecederas. Desde ese momento se convirtió en un Calaquendi o elfo de luz...

¿Qué pasaría ahora que la luz de Valinor se había extinguido?

Después de la destrucción de Telperion y Laurelin; los valar crearon a Anar e Isil. La primera salida de Anar por occidente no sólo marcó el inicio de la primera edad, sino trajo algo más importante, un hito en la historia de las creaciones de Eru; el despertar de los segundos hijos, los hombres.

Mucho se hablaba en Valinor sobre el acontecimiento... Y para Glorfindel no fue la excepción. ¿Cómo podría una existencia tan frágil sobrevivir a la oscuridad que Morgoth deseaba cernir para siempre sobre Arda? Estaba claro que eran parte del propósito de Eru; aunque no entendía el cómo ni el porqué.

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Una vida muere...

La oscuridad de Morgoth perseguía a todos los hijos de Iluvatar, eso Glorfindel lo sabía, pero estaba a punto de presenciar el verdadero horror que dicha oscuridad era capaz de contener.

Las huestes de orcos los habían perseguido durante su huida hasta las Montañas circundantes; era lógico pensar que Melkor no quería que hubiese un sólo sobreviviente de la conquista de Gondolin y ellos cayeron en la emboscada trazada con especial dedicación por parte del enemigo. En aquel instante crucial sólo esperaban encontrar una salida; aunque esta salida fuese la muerte.

Los pocos que quedaban dieron frente a los orcos luchando con todas sus fuerzas, mientras que Glorfindel se enfrentó al mal encarado como Balrog. Exhausta y cruel fue la batalla, cargando pérdidas para todos, la vida del elfo de cabellos dorados iba incluida en esto.

Mandos fue benevolente y agradecido con todos los sacrificios que Glorfindel hizo para velar por los demás Noldor, salvando mas vidas de las que el elfo mismo recuerda. Se le permitió regresar, volver con los suyos y esta vez participar en el resolver el destino de todas las creaciones de Iluvatar.

Glorfindel encontraría la respuesta a muchas de sus preguntas en las batallas venideras.

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Una vida lucha...

Muchas batallas había encarnado el alto Noldor, sin embargo no participaría en la próxima. Su amigo y aliado Mithrandir le confesó entre acertijos que el tiempo de poner rumbo fijo a la historia había llegado, era tiempo de destruir lo que Ísidur no pudo durante la guerra anterior.

La vista del valle de Imladris le daba sosiego a su corazón, pero su espíritu continuaba agitado debido a la oscuridad latente en muchos rincones. Oscuridad que acarreaba ruina y muerte a sus habitantes.  ¿Cómo podría una existencia tan frágil sobrevivir a la oscuridad que Sauron deseaba cernir para siempre sobre Arda?

"Su fortaleza no se mide en el numero de días que son capaces de vivir" —susurró la propia respuesta al viento.

—Yo traeré a nuestro amigo a salvo del Nâlzgul—habló con firmeza antes de que uno de los soldados elfos le expresara si quiera el mensaje de Elrond. —Prepara mi caballo; yo iré por el Hobbit.

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N/A: Historia creada con todo el cariño del mundo para Adherel87.
Escribes increíble; nunca dejes de hacerlo.