
Capítulo 21
Pasaron varios meses y las cosas estaban bastante tranquilas, el nuevo acuerdo entre manadas funcionaba a la perfección y los problemas con la escasez de alimento de los zorros habían desaparecido. Ahora ambas manadas podían cazar en el territorio de los otros, por lo que todos estaban contentos, excepto por Stiles.
— ¡Ya basta, Derek! –Le gritaba el ojimiel a su compañero mientras este lo seguía por toda la casa.— No soy un puto bebé, no me voy a morir si me dejas solo.
— Pero llevas a nuestros bebés y quiero cuidarte –Se excusaba el lobo de ojos verdes.— ¿Has comido bien hoy?
— Por quinta vez en el día ¡SÍ! –El castaño bufó molesto.— Voy a ver a Lydia, necesito hablar con ella ¡A solas!
Sin esperar a que el lobo le respondiera, Stiles se dio media vuelta y salió de la casa dándole un golpe a la puerta. Ya no vivían en la casa principal de los zorros, habían decidido mudarse a una cabaña cerca de las montañas, ya que era mas espaciosa y segura para los bebés que esperaban.
Si, hace un mes se habían enterado que Stiles estaba esperando mellizos y, luego de un caso desmayo de Derek y una larga explicación de cual era la diferencia entre mellizos y gemelos que les dio Melissa, regresaron al territorio de los zorros con la euforia a flor de piel.
El joven alfa de los zorros se acariciaba el vientre mientras pensaba en los posibles problemas que podría tener durante el parto. Cada vez faltaba menos y él estaba cada vez mas nervioso, al principio del embarazo el chico quería que llegara el momento de una vez, pero ahora que el momento estaba cerca quería que faltara mucho mas tiempo. Las semanas se le habían pasado volando.
Como le dolía la espalda decidió que lo mejor sería tomar su forma de zorro para así poder moverse mas rápido. Al hacerlo se miro con una mueca de asco, lucía como una zorra embarazada. Pero él era macho y eso se notaba en el pelaje y el tamaño así que mas bien estaba redondo.
El olor a humanos le llegó con una ráfaga de viento, corrió hacia un árbol y se escondió en un agujero entre las raíces de este. Escuchó como las ramas se quebraban debajo del peso de aquellas personas, no estaban muy lejos.
— ¿Estás seguro de que viste un zorro? –Preguntó un hombre.
— Si, creo que era una hembra preñada –Dijo una mujer.
— No era una hembra –La contradijo otro hombre.— Era un macho, un macho gordo.
— «Gorda tu puta madre» –Murmuró Stiles suplicando para que el gruñido que se le escapó no fuera escuchado.
— ¿Oyeron eso? –Ya estaba confirmado, el mundo lo odiaba.
— ¿Qué hacen aquí? –Escuchar esa voz le hizo quedarse aun mas quieto y callado que antes.— Esto es propiedad privada.
— Escucha, amigo...
— No soy tu amigo.
— Como sea, no queremos problemas. Solo estamos buscando a nuestro zorro.
— Pues déjenme decirles que cazar aquí es ilegal –Dijo el pelinegro cruzándose de brazos.— Les recomiendo que se vayan antes de que llame a la policía.
— Hey, tranquilo –La chica se colocó frente a los dos hombres que la acompañaban.— No sabíamos que era ilegal, ya nos vamos.
Sin darle tiempo a los dos cazadores para que opinaran la chica comenzó a empujarlos hacia donde al parecer habían dejado su vehículo, aquella mujer regañaba a sus acompañantes repitiendo una y otra vez que ella les había advertido que ir a cazar allí era mala idea y que deberían haberse quedado viendo películas o haciendo alguna otra cosa. Stiles no escuchó muy bien porque se habían alejado.
— Ya sal de ahí –Derek estaba arrodillado frente al agujero.— Te vas a llenar de tierra.
El ojimiel frunció el seño aun en su forma de zorro y comenzó a salir de su pequeño escondite con lentitud, ya que le era mas fácil entrar que salir, en esos momentos maldecía a su enorme barriga. Una vez fuera de aquel agujero, Stiles volvió a su forma humana, por suerte su ropa había quedado mayormente intacta luego de la transformación. Agradeció eso, por fin la suerte le sonreía por una vez en la vida.
— No deberías tomar forma de zorro estando en tu estado –Le recordó el lobo.— Podrías lastimarte.
— Estoy bien, puedo cuidarme solo.
— ¿Seguro? –El lobo de ojos verdes levantó una ceja.— ¿Qué hubiera pasado si yo no llegaba para echar a esos tipos?
— Se hubieran ido, probablemente. Ya te dije que puedo solo.
El lobo de ojos verdes tuvo que reprimir un gruñido, sabía que al chico no le gustaba que lo trataran como a un cachorro vulnerable, pero era su compañero y los que llevaba eran sus bebés, por lo que iba a protegerlos aunque de eso dependiera su vida. Pero Stiles era de por sí una persona complicada, y gracias al embarazo estaba con las hormonas a flor de piel y su enojo aumentaba un 75%.
(...)
El joven zorro tuvo que soportar a su compañero respirándole en la nuca durante todo el camino a la guarida de los zorros, cuando finalmente llegaron aprovechó que Isaac y Jackson lo detenían para poder escabullirse e ir corriendo hacia donde Lydia vivía. La madre de la joven zorro le abrió, le saludó y le elogió por lo bien que se veía; cosa que para Stiles era mentira porque en su propia opinión parecía un globo grande y redondo a punto de estallar.
— Lydia está en su habitación, puedes ir a verla –Le dijo la madre de la pelirroja con una sonrisa.
El chico asintió y se fue camino al cuarto de su amiga, esta al verlo lo abrazó mientras sonreía y le decía que lo había extrañado mucho, aunque se habían visto por última vez hace menos de dos días. La chica era algo dramática y actuaba como si no se vieran desde niños, pero Stiles la quería así: Loca, dramática, infantil y todo.
— ¡No me puedo creer lo bien que te vez!
— ¿Estás loca? Soy una morza –Se quejó el menor.— Parezco un globo terráqueo.
La pelirroja no pudo evitar soltar una sonora carcajada ante eso, por lo cual el alfa de los zorros frunció el ceño y le dedicó una mirada asesina. La chica tragó saliva, carraspeó su garganta y dejó de reír para poder tener una conversación seria con su amigo y alfa.
— Ya hablando enserio, Sty –Lydia le sonrió.— ¿Qué ocurre? No te ves del todo bien.
— No lo se... las hormonas, supongo –El ojimiel se encogió de hombros.— O quizás el echo de que Derek me trata como si fuera un bebé retrasado y no me deja hacer nada.
— Él solo quiere cuidarte, es normal.
— ¡El otro día casi ruedo por las escaleras por su culpa!
— ¿Qué? ¿Por qué?
— ¡Porque me levanté a la madrugada para ir al baño y el muy cabrón se me apareció de repente, casi me da un infarto o algo!
— Okay... Te doy la razón, Derek está exagerando –El castaño asintió.— Pero tiene razones, tú mismo me contaste que ya casi no tiene familia. Además, eres su compañero y son sus cachorros, es obvio que se pondría algo obsesivo.
— Mas bien paranoico –Stiles chasqueó la lengua.— ¿Sabes la cantidad de veces que he intentado venir y no me ha dejado? Porque según él "No estoy en condiciones de caminar" –En la última frase el ojimiel imitó la voz del lobo.
La pelirroja volvió a reír, esta vez de forma menos exagerada que antes, pero aun así fue una risa algo sonora. El ojimiel suspiró y también comenzó a reír al igual que lo hacía su amiga, le pidió a Lydia que le contara todo, desde el cotilleo mas jugoso hasta el mas simple.
— ¿Y tú? –Le preguntó la joven chica zorro.— ¿Tienes algún cotilleo interesante?
— Pues... no debería decírtelo...
— ¿¡Qué sabes!? –La chica se puso de pie de repente, asustando al chico.
— ¡Por el amor de Dios, Lydia! –El chico se colocó una mano en la barriga.— ¡Asustas a tus sobrinos!
— Ups –La chica se cubrió la boca.— Lo siento.
— Tranquilos, bebés. Vuestra tía está loca –La pelirroja frunció el ceño.— ¡Hey! Si me miras así no te cuento nada.
— Mas vale que el cotilleo valga la pena –La adolescente volvió a sentarse.
— Muy bien... ¿Estás lista? –La chica asintió.— ¿Segura? Porque es algo que ni yo mismo pude creer.
— Suéltalo de una maldita vez, Stiles.
— Scott está saliendo con Liam –Soltó sin el menor tacto el castaño.
NOTA DE LA AUTORA:
Lo se, el capítulo es un poco corto, pero es solo porque ando corta de tiempo y cada vez tengo mas ideas para otras historias que por ahora descansan en mis borradores; tengo mas historias en borradores que publicadas y todas son STEREK.
En fin, sin mas que decirles me despido deseándoles un buen resto del día y mandándoles muchos besos y abrazos para todos. Adiós mi linda manada.
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