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Capítulo 19

La cabeza le dolía como nunca y apenas sentía el cuerpo, todo estaba borroso mientras intentaba abrir los ojos para ver en donde se encontraba. Recordaba la pelea con Derek, el horrible dolor en el estómago y como lo cargaron su pareja y su amigo hasta la guarida, pero luego de eso nada, simplemente perdió el conocimiento y ahora despertaba completamente desorientado.

Cuando finalmente su vista se adaptó a la poca luz del lugar se dio cuenta que estaba en la habitación que había sido de la pareja alfa, osea en la habitación que había sido de sus padres, estar acostado en esa cama le provocó nostalgia y un poco de tristeza.

Revisó todo el cuarto y notó que estaba solo, pero todo el lugar tenía impregnado el aroma de su lobo amargado. Se sintió mal al no verlo junto a él, aun le dolía un poco el abdomen pero no era nada comparado con la sensación de puñaladas que había tenido antes.

— ¿Stiles? –La voz de Melissa le hizo levantar la cabeza.

La mujer acababa de abrir la puerta y lo miraba preocupada, entró con una enorne valija. Tan grande y pesada que venía arrastrandola. La mamá lobo dejó la valija a un lado y se acercó al joven alfa de los zorros.

— ¿Como te sientes? –Preguntó la mujer con amabilidad de madre reflejada en su voz.

—Como si me hubiera atropellado un camión –Admitió el castaño rascándose la nuca.

La mujer rió suavemente y luego comenzó a sacar cosas de la maleta que había traído, sacó varios aparatos de médico que uso para sentir el pulso del menor. Cuando lo notó normal soltó los aparatos y uso sus manos para presionar en algunas partes del estómago del menor.

—Tienes el abdomen inflamado –Le dijo la mujer.— ¿Has estado comiendo mucho?

— Apenas comemos aquí –Admitió el zorro.— Así que no, no he estado comiendo casi nada.

La mujer soltó un suspiro y miró al alfa de los zorros con lástima, ella estaba informada de la pobre situación en la que el alfa anterior había estado poniendo a la manada de zorros.

Melissa llegó a la conclusión de que no iba a poder saber que le ocurría al mejor amigo de su hijo si no se lo llevaba al territorio de los lobos para que allí pudieran ayudarla, ultimamente habían estado consiguiendo maquinaria de hospital moderna y eso podrían usar para ver qué era lo que afectaba a la salud del chico.

— Nos iremos esta tarde –Le dijo Melissa a Derek cuando finalmente salió del cuarto.

— Voy con ustedes –Pidió Scott.

— No, lo mejor será que Stiles esté tranquilo. Y lamento decirtelo, hijo. Pero eres la persona que mas exaspera a Stiles.

El de rasgos latinos frunció el seño por el comentario de su progenitora, que su propia madre le dijera que era exasperante hirió su orgullo. Pero no lo negó, Scott es conciente de lo molesto que puede llegar a ser y de que Stiles tiene un complejo de hermano mayor cuando está con él, por lo que si lo acompañaba el chico estaría mas preocupado por el lobo que por su propia salud, ese era Stiles Stilinski, siempre poniendo las prioridades de los demás por encima de las suyas.

(...)

Derek, por su parte y aunque no lo demostrara, estaba con los nervios a flor de piel. La simple idea de que a Stiles le estuviera ocurriendo algo que pudiera acabar con su salud o incluso con su vida aterraba al lobo, ya había perdido a una novia de la adolescencia una vez y había sufrido como nunca. Pero eso era solo un amor de juventud, su primer amor, Stiles era su compañero de vida y no iba a soportar perderlo. Si lo perdía simplemente iba a volverse loco.

— Tranquilo –Le dijo Stiles cogiendole de la mano.— Estoy seguro de que no es nada, debe ser una indigestión o un efecto secundario del estrés.

Las palabras de su pareja y el verlo sonreír lograron calmar un poco al lobo de Derek, el cual se removía inquieto hasta que escuchó la voz de su compañero pidiéndole que se calmara.

Luego de una caminata que a ambos se les hizo eterna llegaron a la guarida de los lobos. Allí fueron recibidos por un preocupado Peter, el cual recibió a Stiles como si fuera su hijo.

— Ya me he enterado de todo, chico –Dijo el mas viejo de los Hale preocupado.— ¿Como estás? ¿Acaso fue culpa del idiota que tengo de sobrino?

— ¡Estoy aquí! –Dijo Derek ofendido, por lo que Stiles rió.

— Por ahora estoy bien, aunque no se que es lo que ocurre conmigo. Supongo que es el estrés.

— Por ahora no te preocupes por nada, tenemos todo lo necesario aquí como para saber qué te pasa –Le dijo Peter sonriente.

Melissa le hizo una seña a Stiles para que la siguiera hacia una de las cabañas, el lobo de ojos verdes iba a ir con ellos pero fue detenido por su tío y actual alfa.

— Necesito hablar contigo –Le dijo serio.

El semblante del alfa Hale había cambiado de uno sonriente y amable a uno muchisimo mas serio y preocupado. Algo andaba mal, Derek lo presentía.

— ¿Qué ocurre? –Preguntó el pelinegro.

— Desde que asumí como alfa y advertí que teníamos una alianza con la manada de zorros ha habido algunas... complicaciones.

— ¿Qué ocurrió?

— Hace un tiempo Stiles atacó al padre de Isaac, este ahora se rehusa a aceptar la alianza.

— Pues solo tiene que hablarlo con Stiles y que él se disculpe.

— No Derek, no es cuestión de que Stiles se disculpe. Él hizo lo correcto, ese idiota que teníamos como cazador se metió al territorio de loa zorros e intentó atacar a una de las betas de Stiles.

El lobo de ojos verdes apretó los puños con enojo e impaciencia ¿A donde quería llegar Peter con toda esta conversación? Por lo que luego le explicó su tío el padre de Isaac se había ido y ahora era un simple omega, no era una amenaza para toda una manada y no era nada probable que se uniera a una muy fuerte. No había manadas fuertes cerca de allí, los Hale se habían encargado de apoderarse de todo el territorio.

(...)

— Tú quedate tranquilo, Stiles –Le decía Melissa al ojimiel.— Esto es solo una revisión de rutina.

Allí, junto con la madre de su mejor amigo, había una segunda mujer. La cual llevaba una bata de medicina, gafas negras y su castaño cabello recogido en una cola de caballo. Se presentó indicando que era una doctora y que se encargaría de lo que sea que le ocurriera a Stiles.

— Dime, joven... –Comenzó a hablar la mujer de forma muy correcta.— ¿Cuales son sus síntomas?

— Unas horribles puntadas en el estómago –Respondió Stiles mientras observaba la habitación a su alrededor.

— ¿Cuando comenzaron a manifestarse exactamente? –La mujer se acomodó los anteojos.

— Ayer –Respondió por él Melissa, sabiendo que Stiles no sabía cuanto tiempo había estado durmiendo.

— Algo extraño... –La doctora se acercó mas a Stiles.— Quitate la camisa y recuestate en la camilla, por favor.

Sin moverse aun de la silla en donde estaba sentado Stiles miró a Melissa, la cual le sonrió y asintió con la cabeza indicándole que lo que debía hacer lo que la doctora le pedía. Y así lo hizo, se quitó la camiseta que llevaba de forma un poco torpe y se recostó en la camilla, un escalofrío le recorrió todo el cuerpo cuando su piel desnuda hizo contacto con la fría tela que cubría la superficie metálica.

La doctora se colocó junto al chico de cabelloa castaños y con cuidado acercó sus manos al bajo vientre del chico, comenzando a presionar y provocando que el menor hiciera una mueca de dolor.

— Está algo inflamado... –Declaró la mujer.— Lo mejor sería realizar unas ecografías, en caso de que haya algun tipo de tumor o algo así.

— ¿¡Tumor!?

Stiles intentó levantarse de un salto, pero fue detenido por ambas mujeres lobo y por una punzada en el exacto lugar donde antes la doctoea había estado apretando. Se encogió sobre si mismo para luego volver a recostrse en la camilla, Melissa le dedicaba una mirada de preocupación, en sus ojos reflejaba aquel brillo que caracterizaba a las madres, porque la loba consideraba al joven Stilinski como un hijo mas. Había sido amiga de la madre de este por años, con ella había pasado el embarazo y ambos padres del zorro la habían ayudado a superar el abandono del que una vez fue su esposo. Les debía la vida a la familia de alfas zorros, y lo menos que podía hacer por ellos era asegurarse de que el hijo de la pareja estuviera sano y a salvo.

(...)

El lobo de ojos verdes finalmente fue dejado en paz por su tío y lo primero que hizo fue salir corriendo hacia donde había visto que Melissa se llevó a su compañero de vida. Al entrar en aquel cuarto su corazón dio un vuelco al ver al joven zorro ser abrazado por la madre de Scott mientras que esta intentaba calmarlo y así evitar que el chico tuviera un ataque de pánico, el chico se alejó de la loba McCall y miró a su pareja.

— ¡Derek! –El ojimiel estiró las manos hacia su pareja, como lo haría un bebé pidiendo ser consolado.

Sin esperar ni un segundo el lobo corrió hacia su pequeño zorrito y lo estrechó contra su pecho en un fuerte abrazo, comenzando a acariciarle la espalda con cariño mientras el menor ocultaba la cabeza en el cuello del contrario y comenzaba a sollozar.

— Van a buscarme tumores, Derek... ¡Tumores! –Dijo el chico entre hipidosm

— Tranquilo, pequeño... de seguro no es nada malo, todo estará bien –Derek intentaba calmarlo sin separarse de él.

Melisaa observaba la escena con una sonrisa, decidió que lo mejor sería dejar a la pareja sola e ir a ayudar a la doctora a traer la maquina necesaria para realizar las ecografías.

— Stiles, te debo una explicación –Dijo Derek alejándose del menor y cogiéndolo por los hombros para así poder verlo a los ojos.

—¿Sobre qué? –Preguntó el joven alfa de los zorros algo preocupado.— Si hice algo malo yo...

— No, no, no –Lo interrumpió Derek.— Tú eres incapaz de hacer algo malo, pequeño... –Derek acarició gentilmente la mejilla de su compañero de vida.

— ¿Entonces sobre qué? –El chico ya se notaba mas relajado mientras se frotaba los ojos.

— Nuestra pelea de ayer... –Comenzó a hablar Derek, intentando encontrar las palabras correctas.— Las chicas de las que tw pusiste celoso eran mi hermana y sus amigas, no es nada de lo que debas preocuparte.

— Oh... –Stiles bajó la mirada.— Entonces estaba preocupado por nada. Lo siento, te hice pasar un mal momento.

— Para nada, pequeño. Tenías razón, nunca me fue facil demostrar mis sentimientos y no soy alguien que sonría muy seguido...

— De eso me doy cuenta –Stiles mostró una pequeña sonrisa y Derek se sintió mas capáz de hablar.

— Pero eso no importa, a partir de ahora prometo ser una mejor pareja, me aseguraré de hacerte feliz en cada aspecto de nuestras vidas.

Stiles le cerró la boca a Derek con un beso brusco, para luego abrazarse a él y recostar la cabeza en su pecho, escuchando los fuertes y rápidos latidos del corazón del mayor.

— Prometo que siempre estaré a tu lado –Le susurró Derek mientras le acariciaba el cabello con ternura.

— ¿Hasta que la muerta nos separe? –Preguntó Stiles burlón.

— Ni siquiera eso va a impedirme estar a tu lado.

— Eres un cursi –Stiles rió.

— Pero me amas –Se excusó Derek.

— Obviamente.

El abrazo fue interrumpido cuando la doctora caminó hacia Derek y lo hizo a un lado, para posteriormente obligar a Stiles a recostarse. Mientras tanto Mellisa empujaba una mesita de plástico blanco con ruedas en la cual descansaba la máquina para realizar las ecografías.

La doctora le colocó un líquido frío a Stiles en el bajo vientre y luego conectó aquel aparato al enchufe de la pared.

— Melissa necesita que respires profundo y te relajes, chico –Le dijo la mujer para luego salir del cuarto.

Melissa tomó el lugar en el que antes había estado la doctora de apariencia seria intelectual y cogió la extesión del aparato que debía comenzar a mover por el estómago del menor.

Por desgracia e impaciencia para la pareja, Melissa no les permitía observar lo que se mostraba en la pantala. Ya que se interponía en el rango de visión de ambos chicos y Derek no era capaz de moverse o alejarse porque Stiles le apretaba la mano con fuerza. El chico temblaba, era obvio que estaba aterrado.

— Dios mio... –Dijo de repente la mujer lobo.

— ¿Qué ocurre?

— ¿Qué tengo? –Ambos chicos hablaron al mismo tiempo.

Melissa se quedó en silencio por unos dos minutos que a la pareja se le hicieron horrible y dolorosamente eternos, finalmente la mujer levantó el aparato del estómago de Stiles y volteó a verlos.

— Esto no es algo nuevo, ya ha pasado muchas veces. Está escrito en los libros.

— ¿De qué hablas? –Preguntó Derek aun preocupado.

— Stiles, Derek... Felicidades... –La mujer les sonrió.— Están esperando un cachorro.

— ¿¡QUÉ!? –La voz de Scott y de las dos chicas zorro amigas de Stiles retumbó en el cuarto, alertando a la pareja y a Melissa.

¿Cuando habían llegado Scott, Lydia y Kira?

NOTA DE LA AUTORA:

Wooo... La cosa se está poniendo muy intensa *-* pero para los que me pedían M-preg ¡Tomen! ¿Qué se pensaban? ¿Que tanto sexo sin protección no iba a traer consecuencias? Pos se viene la cigueña.

En fin, sin mas que decirles me despido deseándoles un buen resto del día y mandándoles muchos besos y abrazos. Adiós mis lindos lobitos.

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