
Capítulo 17
Stiles estaba sentando junto con Scott en la entrada de la guarida, este último estaba realmente preocupado por el estado del joven lobo omega que acababa de traer al lugar, no le habían permitido acompañar al chico mientras una curandera anciana de la manada, acompañada por otras mujeres, curaba las heridas.
— Así que... ¿Por qué tan preocupado por el chico? –Preguntó Stiles intentando romper el incómodo silencio que se había formado.
— ¿Acaso no viste sus heridas?
— No me dejaste hacerlo cuando casi me arrancas la mano con tus dientes por intentar tocarle –Le recordó el chico.
El alfa de los zorros hablaba con verdad, Scott se había puesto muy agresivo cuando Stiles le arrebató al chico de los brazos y se lo llevó dentro de la casa junto con las mujeres, su agresividad llegó a tal punto que Derek, Isaac y Jackson tuvieron que sujetarlo para que no atacara a nadie. Estos dos últimos venían a medio vestir y sin entender por qué tanto alboroto. El de rasgos latinos se sintió culpable por dejar que su lobo lo controlara.
— Lo siento mucho –Se disculpó el de cabello mas oscuro mientras se encogía de hombros.— Me puse algo loco allá atrás.
— No hay problema, hermano –Stiles le dedicó una sonrisa comprensiva.— Pero me debes una buena explicación de por qué te pusiste así.
— ¿Tú no te preocuparías?
— Si lo haría, lo hice, pero no estuve a punto de matarte por eso –Respondió con seguridad el adolescente.— Por la única persona que me pondría así es por Derek.
— ¿En serio?
— Si, pero ni se te ocurra decírselo o te daré una patada en donde mas te duele.
— ¿Por qué no quieres que se lo diga?
— Se que es tonto... –Admitió el chico. Pero quiero que el me demuestre que daría su vida por mí.
— Se enfrentó contra su padre por ti.
— Entonces esperare a que lo descubra solo, me gusta verlo comerse la cabeza intentando adivinar por qué actúo como lo hago.
— Eres un maldito manipulador.
— Yo también te amo, Scotty.
Ambos chicos rieron, habían sido años desde que necesitaban una de sus antes muy recurrentes charlas de machos, en las que hablaban sobre cientos de cosas que solo ellos dos entendían. Era algo privado, algo que solo ellos querían saber. Habían aprovechado que Derek se llevó a Isaac y Jackson con él para buscar a cualquier otro lobo que pudiera estar acompañando al que vino con Scott.
Stiles intentaba mantener al chico distraído para que no pensara en el omega, él había entrado junto con el chico y había visto lo mal que se veía la herida, era como si estuviera a punto de caersele la pierna por gangrena o algo así. Pero si se lo decía a su amigo este iba a perder la cabeza y eso era lo que Stiles mas necesitaba evitar en ese momento, porque seamos sinceros, él podía ser el alfa de los zorros, pero no era nada comparado con un lobo completamente fuera de sus casillas, además de que no se creía capaz de hacerle ningún tipo de daño a su querido amigo y hermano del alma Scott.
Finalmente, luego de mas de media hora esperando la anciana salió de la casa y se acercó hacia donde ambos menores descansaban y reían, la mujer traía una expresión algo preocupada. El primero en notar aquella expresión fue el joven Stilinski, a Scott le tomó unos cuantos segundos hacerlo, ya que es un poco lento.
— ¿Qué ocurre? –Se levantó el de rasgos latinos preocupado.— ¿Cómo está él?
— Por ahora está bien, pero al parecer esas no eran balas normales, era una bala de fragmentación, por lo que varios trozos de plomo se clavaron en el interior del músculo y al curarse se quedaron allí.
— ¿No podéis hacer nada?
— Seré sincera, nunca había visto algo como esto. Es la primera vez que un lobo llega aquí vivo.
— Está bien, muchas gracias.
Ambos chicos se quedaron callados, pensando en qué podrían hacer. Lydia y Kira se les unieron igualmente preocupadas, ya que las madres de ambas habían estado ayudando con el joven omega.
— ¡Lo tengo! –Dijo Scott feliz.— Mi madre, puedo ir a por ella y que venga a ayudarnos.
— Buena idea. Chicas, acompáñenlo.
— Está bien –Dijeron ambas al mismo tiempo.
El lobo y ambas chicas zorro se fueron corriendo en sus formas animales, desapareciendo rapidamente de la vista del joven alfa de los zorros. Este regresó a su casa para poder ver al omega que descansaba en su cama con la pierna vendada y apenas consciente a causa de la perdida de sangre y los hiervas medicinales que le habían dado para que no sintiera tanto dolor.
— Hola chico –Dijo el joven zorro entrando al cuarto.— ¿Cómo va todo?
El omega no respondió, se quedó mirando a Stiles con el seño fruncido. Al ojimiel le recordó a Derek cuando apenas lo conoció, el chico estaba solo, herido y seguramente furioso con el mundo, por lo que el de cabello castaño le dedicó una amable sonrisa mientras se sentaba a los pies de la cama. Él podría haber hecho que dejaran entrar a Scott, después de todo era el alfa, pero si lo hubiera hecho su amigo y hermano del alma hubiera molestado a la curandera y esta no hubiera podido hacer su trabajo. Ademas, debía admitirlo, Scott era un poco tonto de mente, también era tonto de pies, cuando eran niños el chico se la vivía en el suelo. El omega soltó un débil gruñido que saco a Stiles de sus pensamientos.
— Tranquilo, si quisiera lastimarte no hubiera dejado que te curaran –Le dijo para ganarse su confianza.
Pero al parecer su intento de dialogar con el joven lobo no funcionó, porque el chico le mostró unos enormes ojos azules que también le recordaban a los de Derek, pero estos lo miraban con ira y odio reflejados en ellos. El joven alfa de los zorros debía admitir que se había sentido intimidado al ver aquella mirada dedicada a él, pero no lo iba a demostrar, si mostraba debilidad nunca podría llegar a algo con el niño. Recurrió a seguir el consejo que su padre le dio una vez.
"Si quieres imponerte por sobre alguien debes tener su actitud"
Veamos... ¿La actitud del chico omega? Stiles hasta ahora solo había visto odio, desconfianza y agresividad ¡ESO ES! Ser agresivo de seguro funcionaria.
— Escucha niño –Stiles descansó su brazo en la pierna herida del chico, provocandole dolor .— Si no cooperas conmigo bien puedo tirar tu peludo trasero en el medio del bosque, esto no es una reserva natural y estoy arriesgando a mi manada teniéndote aquí. Sera mejor que hables.
Ambos se miraban fijamente con el seño fruncido, Stiles dejo ver sus ojos animales y luego de varios minutos de gruñidos y miradas asesinas logró intimidar al chico, este bajó la cabeza y desvió la mirada en señal de sumisión. El ojimiel sonrió triunfal al ver que su plan había funcionado, le agradeció mentalmente a su padre por el consejo, si no le hubiera dicho eso probablemente ahora no sabría que hacer.
— ¿Qué quieres saber? –Preguntó el omega.
— Vaya, sabes hablar –Bromeó Stiles para relajar la situación.— Podrías comenzar por decirme tu nombre.
— Soy Liam.
— Muy bien Liam, soy Stiles –Se presentó el ojimiel.— ¿De donde vienes?
El chico no quiso responder, pero en su rostro se dibujó una expresión sombría, obviamente le costaba hablar de eso y Stiles no iba a obligarlo, él sabía muy bien que había cosas muy difíciles de contar.
— No respondas si no quieres ¿Vienes con alguien? –Liam solo negó con la cabeza.— Bien, mis amigas y el chico que te trajo fueron a buscar ayuda para tus heridas. No se si lo sabes, pero tienes perdigones de bala clavados dentro de tu cuerpo.
— ¿C-como?
— La bala no era normal, era una bala de fragmentación. Osea que al chocar contra una superficie solida se divide en varios trozos que se clavan en lo primero que se les cruza.
— Entiendo... –Asintió el chico.— ¿Como me los quitaran?
— Aun no lo se, pero de seguro tendrán que abrirte la herida.
El joven lobo omega se notaba preocupado, Stiles podía oler el miedo que el menor desprendía por cada uno de sus poros, le revolvió el cabello con una sonrisa dibujada en su rostro. El chico levantó la vista hacia Stiles sin entender lo que hacía, obviamente aun desconfiaba de él, pero se relajó cuando el chico volvió a hablar.
— No te preocupes, no permitiré que te lastimen. Scott me mataría.
Scott ¿Quién era ese chico? Liam no conocía a nadie llamado así que pudiera preocuparse por él, de hecho, no tenía a nadie a su lado desde que esos malditos humanos lo separaron de su madre. Quería volver con ella y que le curara las heridas mientras le acariciaba la cabeza y le decía que todo estaría bien, pero no le era posible, simplemente no podía por culpa de esos malditos que le vieron cara de atracción turística.
El chico que se hacía llamar Stiles se quedó junto a él hasta que una mujer de rasgos latinos y facciones muy finas llegó junto con aquel chico que lo había llevado allí, ella dijo que iba a quitarle los perdigones y Liam comprendió que iba a dolerle al ver que la mujer sacaba de un maletín un montón de objetos puntiagudos. Tragó grueso mientras la mujer le inyectaba algo transparente en el brazo.
— Hola, soy Melissa –Se presentó la mujer.— Stiles me ha dicho que te llamas Liam, lindo nombre.
— Gracias.
— Recuéstate y relájate, por favor –Le pidió la mujer con amabilidad.
Liam obedeció y para relajarse se quedó mirando hacia la ventana, habían sacado a todos del cuarto dejando solo a la tal Melissa y a él. Poco a poco todo comenzó a volverse borroso y sintió como el sueño lo invadía lentamente, sus parpados le pesaban mas que nunca y no sentía su propio cuerpo, era como si estuviera acostado en una nube super suave, intentó moverse pero no podía hacerlo. Finalmente se resignó a dejarse llevar por el cansancio y cayó en un realmente profundo sueño.
(...)
Fuera de la habitación, Scott caminaba de un lado al otro como animal enjaulado mientra sus amigos lo observaban. Jackson no paraba de quejarse mientras que Isaac intentaba calmarlo, Derek solo estaba sentado en el suelo con los brazos cruzados sobre el pecho y Stiles estaba junto a él.
— ¿Cuanto crees que falte? –Preguntó el de cabello rizado ya harto de esperar.
— No lo se –Respondió su compañero mientras le pasaba un brazo por la cintura, acercándolo mas a él.
Stiles sonrió al ver el afecto que se tenían ambos lobos, era un genio para las parejas, el mismo cupido debía estar poniéndose verde de envidia al ver los buenos resultados que tenía el joven alfa en tan poco tiempo. Se levantó del suelo dispuesto a relajar un poco la situación, ver a Scott caminando de un lado al otro ya estaba comenzando a darle ganas de golpear a su mejor amigo, pero debía resistir, por el emparejamiento de su amigo con el joven lobo omega debía hacerlo.
Cogió a Scott por la oreja y comenzó a arrastrarlo fuera de la casa, sin darle importancia a la resistencia que ponía el chico, los demás no tardaron en seguirlo.
— ¡STILES! –Le gritó su amigo mientras era arrojado fuera de la casa._ ¿¡Qué haces!?
— Estabas comenzando a marearme con tantas vueltas que dabas. Además, con el olor a preocupación que desprendes distraerás a tu madre y podrías provocar un accidente.
El lobo refunfuñó mientras observaba como Isaac y Jackson se reían de él. Stiles aulló y casi deja sordos a los cuatro lobos, coño que los aullidos de zorro eran realmente agudos, eso iba a provocarles dolor de cabeza. El sonido de numerosos pasos comenzaron a escucharse corriendo hacia ellos, varios cachorros de zorro llegaron hacia donde ellos estaban.
— ¡Stiles! –La pequeña Lizzie se lanzó a los brazos de su alfa y este la levantó en el aire.
— ¡Yo también quiero hacer eso! –Dijo otro de los niños.
— ¡Nosotros también! –Todos los niños rodearon a Stiles.
— Bueno chicos, ustedes me quieren ¿Verdad?
— Por supuesto –Dijeron los siete cachorros al mismo tiempo.
— Bien, como yo también los quiero les voy a prestar a los lobitos para que vayan a jugar.
— ¿¡QUÉ!? –Gritaron Isaac, Scott y Jackson al mismo tiempo.
— Mala suerte chicos –Sonrió burlón el pelinegro.
— Derek, tú también iras con ellos.
El mayor de los lobos borró su sonrisa al instante, él no quería ir, quería quedarse con su compañero. Miro de reojo como los tres menores lo miraban sonriendole de forma burlona.
— ¿Y yo por qué? –Preguntó algo enojado.— Que vayan ellos tres.
— ¿Te das cuenta de que me estás pidiendo que deje el futuro de la manada en manos de estos inútiles?
— ¡HEY! –Gritaron los tres al mismo tiempo.
— No se quejen, ninguno sabe cuidar niños –Les recordó el joven alfa, los tres tuvieron que darle la razón.— Como sea, diviértanse y no los maten.
— ¿Nos viste cara de asesinos? –Preguntó Jackson.
— Hablaba con los niños –Le respondió Stiles antes de regresar dentro de la casa.
Los siete cachorros rodearon a los lobos, observándolos con sus enormes ojos brillando de un color naranja claro, acompañados de sus colas y orejas las cuales estaban alzadas. Los cuatro Hombres lobo tragaron grueso al mismo tiempo.
— ¿A qué les gustaría jugar? –Preguntó Isaac.
— A la casería –Dijo uno de los niños, todos los demás asintieron.
Jackson, Derek y Scott miraron mal al pobre Isaac, ya sabían que no tuvo una buena infancia y que nunca fue un chico de muchas luces, pero Dios ¿De verdad tuvo que preguntar eso? Hubiera sido mejor si se hubiera quedado callado por una vez en su vida.
— Isaac, bebé, yo te amo –Comenzó a hablar Jackson en susurros.— Pero a veces me dan ganas de partirte a la mitad y no en el buen sentido.
El de cabello rizado rió sin darle importancia al comentario de su compañero, mientras tanto Derek se lamentaba mentalmente pensando en las cosas mas divertidas que podría estar haciendo con su adorada pareja, pero no, él había tenido que obligarlo a ir con un grupo de niñatos idiotas y siete pequeños cachorros de zorro. Iba a aburrirse como nunca en su vida si no le encontraba el lado bueno a la situación.
NOTA DE LA AUTORA:
Hola gente, hasta aquí el capítulo de hoy, espero que les guste y que tengan un muy bonito día. Stiles manda bitches, nunca lo duden ni por un segundo 7w7.
En fin, sin mas que decirles me despido, les mando muchos besos y abrazos para todos. Adiós mi amada y hermosa manada.
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