❦︎𝓟𝓻𝓸𝓵𝓸𝓰𝓸❦︎
"¿Alguna vez has amado tanto a alguien que sientes que el mundo gira a su alrededor? Así me sentí yo con USA."
Siempre pensé que éramos como el sol y la luna: opuestos, pero destinados a encontrarse una y otra vez. Nuestra historia comenzó como una chispa en la oscuridad, una pequeña conexión que, con el tiempo, se transformó en un incendio que iluminaba todo mi mundo. USA era fuerte, seguro de sí mismo, y tenía esa manera de mirarte que te hacía sentir que podías conquistar cualquier cosa. Y yo… yo era la tormenta que lo sacaba de su rutina perfecta, el caos que le enseñaba a bailar bajo la lluvia.
Todo comenzó durante una reunión internacional. No sé cómo, pero terminé a su lado, hablando de cualquier cosa y riéndonos de lo absurdo de estar atrapados en un salón lleno de formalidades. Era tan diferente a mí, tan ordenado, tan serio, pero al mismo tiempo, había algo en él que me hacía sentir curiosidad. Después de esa primera conversación, empezamos a encontrarnos más seguido. Al principio eran mensajes, luego llamadas, hasta que un día, sin darme cuenta, ya estaba esperando con ansias escuchar su voz.
Recuerdo la primera vez que me llevó a su casa. Fue en primavera. Me mostró su jardín, donde las flores recién comenzaban a florecer. Me tomó de la mano y me llevó a un pequeño mirador. —This is my favorite place [Este es mi lugar favorito] —dijo, mirando al horizonte. Sus ojos brillaban con una emoción que nunca había visto antes. Me habló de sus sueños, de sus miedos, y en ese momento supe que no solo lo admiraba, sino que lo amaba.
—You have to show me your favorite places [Tienes que enseñarme tus lugares favoritos]—me dijo, dándome esa sonrisa que hacía que todo valiera la pena. Y lo hice. Lo llevé a los rincones más escondidos de mi país, a las playas donde el sol se pierde en el mar, a los pueblos donde la gente vive al ritmo de la música. Bailamos bajo las estrellas, comimos hasta no poder más, y en cada momento que pasábamos juntos, sentía que éramos invencibles.
Hubo una noche que siempre recordaré. Estábamos en mi casa, en una fiesta llena de música y risas. Me pidió que lo acompañara al jardín, lejos de la multitud. La luna estaba llena, y el aire estaba cargado de esa energía mágica que solo se siente en ciertas noches.
—Mexico, I want you to know something [México, quiero que sepas algo]—dijo, tomando mis manos. Su voz era seria, pero había una ternura en ella que me hizo contener la respiración.
—¿Qué pasa? —pregunté, mirándolo directamente a los ojos.
—You are the best thing that has ever happened to me. I have never met someone like you, someone who makes me want to be better, who makes me see life in such a different way. [Eres lo mejor que me ha pasado. Nunca había conocido a alguien como tú, alguien que me haga querer ser mejor, que me haga ver la vida de una forma tan diferente.]
Sentí que mi corazón iba a explotar. Antes de que pudiera decir algo, me abrazó, y en ese abrazo supe que él era mi hogar. Esa noche fue la primera vez que me dijo que me amaba.
—I love you [Te amo] —susurró, con esa voz que me hacía temblar.
—Yo también te amo —respondí, sintiendo cómo esas palabras se grababan en mi corazón.
Por un tiempo, todo fue perfecto. Hablábamos de nuestro futuro, de las cosas que queríamos lograr juntos. Planeábamos viajes, celebraciones, incluso bromeábamos sobre cómo sería si algún día viviéramos en el mismo lugar. Me hacía sentir que todo era posible, que éramos un equipo, y que nada podría separarnos.
Pero entonces, las cosas comenzaron a cambiar.
Al principio, no fue algo grande. Era más sutil, como una llamada que no respondía o un mensaje que tardaba horas en contestar. Me decía que estaba ocupado, que tenía muchas cosas en la cabeza, y yo, ingenuo, lo creí. Quería creer que todo estaba bien, que esas pequeñas distancias eran solo eso, distancias temporales. Pero no lo eran.
Una tarde, mientras revisaba mis cosas, encontré una foto. Era él, abrazando a alguien más. Al principio pensé que era una amiga, alguien con quien trabajaba, pero entonces lo vi: la forma en que la miraba, la manera en que sonreía. Era la misma manera en que solía mirarme a mí.
Era Perú.
Mi corazón se detuvo. No podía creerlo. Cuando lo enfrenté, no lo negó.
—Mexico, it's not what you think [México, no es lo que piensas]—dijo, pero sus palabras no tenían peso.
—¿Entonces qué es, USA? ¿Cómo explicas esto? —grité, mostrando la foto.
—I didn't want you to find out like this... [No quería que te enteraras así...]
Sus palabras me rompieron. No quería que me enterara, pero no porque estuviera arrepentido, sino porque no quería lidiar con las consecuencias. Sentí como si el suelo se desmoronara bajo mis pies.
—Pero yo te amo —le dije, mi voz quebrándose.
—I'm sorry [Lo siento]—fue todo lo que respondió, y con esas dos palabras, destruyó todo lo que habíamos construido.
Me fui de ahí, con el corazón en pedazos. Lo último que recuerdo de ese día es la sensación del aire frío en mi rostro mientras caminaba sin rumbo. Pensé en todas las veces que me había dicho que me amaba, en todas las promesas que me había hecho. Todo había sido una mentira.
Ahora estoy aquí, en Roma, tratando de recoger las piezas de lo que quedó de mí. A veces, todavía escucho su voz en mi mente, sus promesas vacías, y me pregunto si alguna vez realmente me amó.
Hola! Mi nombre es William, pueden llamarme Liam, espero que está historia sea de su agrado, es la segunda historia que publicó, y conforme pase el tiempo seguiré publicando más [las mantengo en borradores] espero que el prólogo sea de su agrado. Si les interesa tengo otra historia de Countryhumans llamada "Siempre fuiste tu" dónde el ships principal es UK x México. Sin más que agregar, me retiro.
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