CAPÍTULO 84
CAPÍTULO 84
Terminaba de limpiar un poco mi habitación para ponerme a trabajar, intentando olvidar la presencia de Sebastián que ya era demasiado. Tomé el bolígrafo que tenía sobre la mesa para jugar con él, presionando la parte superior que servía para sacar y guardar la punta. Lo hice por varios minutos, llegando a un estado de trance, perdiéndome en mis pensamientos, tanto así que no había escuchado una llamada y tenía varias perdidas de mi madre.
Suspiré tomando el móvil para devolver la llamada y mi madre tardó unos segundos en responder.
—Hola mamá, estaba ocupada. Lo siento, ¿Necesitas algo?
“Hija...”
Su tono de voz, totalmente preocupado no me gustó y me puse de pie.
—¿Que sucede?
“Tu padre, está en el hospital.”
Aquello me sorprendió al punto de dejarme caer nuevamente en el asiento, sintiendo el miedo a alguna noticia que se asemejaba a la situación que recordaba bien.
—¿Donde está?
“No soportas los hospitales, te avisaré de su situación.”
—Dime donde. —continué hasta que finalmente me lo dijo.
Tomé las llaves de mi automóvil y salí rumbo a aquel lugar que tiempo atrás no quería ni pensar, pero la situación lo ameritaba. Lo único que no pude controlar fue el temblor en mis manos por temor a lo que haya pasado.
—Buenos días, paciente Adam Walker. —me dirigí a la recepcionista.
—Si, habitación 510 —señaló el pasillo y agradecí para caminar en su dirección.
Mientras subía al elevador cerré los ojos para suspirar con impaciencia, intentando convencerme de que no sucedía nada, pero inevitablemente me preocupaba y temía.
—Mamá. —llamé su atención al verla en el pasillo, con una espera evidentemente impaciente.
—Lily. —se sorprendió al verme, y tomó mis manos.
—¿Como está papá? ¿Que sucedió?
—Bueno...
En ese momento salió un médico de la habitación y mi madre esperó a que dijera algo.
—El señor Walker está en perfecto estado, solo fue una sobrecarga de trabajo. —sonrió con tranquilidad mientras mi preocupación se convertía en molestia por el drama ocasionado.
—¿Sabrecarga de trabajo? —miré a mi madre que me sonrió un poco apenada.
—Si, nada de qué preocuparse. Llegó con malestar estomacal y debilidad, eso fue debido a una comida mal cocinada. Y parte de su debilidad es por la sobrecarga y estrés del trabajo. —continuó explicando. —Descansará está noche y estará bien para mañana.
—Entonces, ¿Nada de qué preocuparse?
—Afortunadamente no. —sonrió.
—Gracias al cielo. —susurré. —¿Podemos verlo?
—Por supuesto. —señaló la puerta, pero no dejaba de verme con una sonrisa hasta que habló. —Por cierto, ¿Como continúa su novio?
—¿Novio? —cuestionó mi madre.
Curiosamente era el mismo médico que había atendido a Ryan, pero no pensaba que podía recordarme. Entonces suspiré con paciencia.
—Está bien. —sonreí de manera forzada.
—Muy bien, adelante. —señaló la puerta una vez más para después retirarse.
—Lily... —intentó decir mi madre, pero la ignoré abriendo la puerta de la habitación para encontrar a mi padre leyendo una revista.
—Hija. —se sorprendió al verme.
—Hola papá. —me acerqué para abrazarlo con cuidado. —¿Te sientes bien?
—Si, el doctor ya lo dijo. —sonrió.
—Si, eso alivió el drama que había provocado mi madre. —la miré y desvió la mirada.
—Ya la conoces. —rió. —Pero, ¿Como es que estás aquí? Estos lugares no te hacen bien.
—Bueno, ya no es así. —me alejé para sentarme en una silla y acomodar mi cabello.
—¿Como es? —me madre se sentó a mí lado para ambos mirarme con atención.
—Aunque les sorprenda... —dudé un momento. —eso lo superé con Max y Ryan. Y no quiero comentarios al respecto. —desvié la mirada.
—¿Lo que dijo en doctor era cierto? —agregó mi madre y asentí.
—Si, fue cuando se peleó con Xavier y lo traje justamente aquí. —confesé. —Como ven, ya no tienen que preocuparse por esa parte de mi vida, el trauma fue superado. —suspiré levantándome.
—Lily, ¿Me perdonas? —la pregunta de mi padre me sorprendió. —¿Perdonarías a este padre que se equivocó?
—Papá, no hay nada que perdonar. Solo eres un padre preocupado, olvida lo demás. No estoy enfadada contigo así que, no tengo nada que perdonar. —me acerqué para abrazarlo.
—Pero no puedo perdonarme el hecho de haberte levantado la mano. Jamás. —negó con arrepentimiento.
—Entonces, miralo así, si te hace sentir mejor, te perdono papá. —lo abracé con un poco de fuerza y me separé para miaralo. —¿Bien?
—Me preocupé demasiado sin notar que mi pequeña princesa había crecido, e intenté interferir en tu vida, olvidando que tomas las mejores decisiones para ti misma. Lily, si Ryan te hace bien, no me opondré más.
Sus palabras me sorprendieron tanto que los miré a ambos en un vaivén. En parte no creía que luego de tanto malestar y enfado esté diciendo aquellas palabras, aunque sabía que en el fondo le costaba y mucho.
—Nosotros... Tenemos vidas diferentes. —murmuré desviando la mirada. —Ahora me iré, continuaré trabajando en el caso. Descansa y cualquier cosa me llaman. —miré a mi madre que asintió.
Mientras regresaba recibí una llamada que respondí casi al instante.
—¿Si? —estacioné y salí del carro para caminar dentro.
“Hola, supe lo de tu padre ¿Como está?”
Era Ryan y se escuchaba un poco agotado.
—Lo vi hace un momento y está bien, ¿Hubo algún problema en la empresa? —cerré la puerta de mi departamento para sentarme en el sillón.
“No, solo llamé para eso...”
Quedé en silencio un momento, recordando las palabras de mi padre para finalmente reservarlas solo para mí. No había razón para decírselo en ese momento.
—De acuerdo, le sucedió lo mismo que a mí con el exceso de trabajo... —dudé un momento. —No hagas lo mismo, cuidate más.
“¿Te preocupas por mí?”
Hasta parecía que su ánimo se había levantado un poco.
—No te emociones demasiado, solo digo lo razonable. —sonreí llevando una mano a mi rostro para reprimir una risa.
“Tengo curiosidad por saber algo...”
Esperé que continuara.
“En caso de suceder lo mismo, ¿Cuidarías de mi?”
—¿Hmmm? Te recuerdo que aún no estamos en perfectos términos para hacer eso que piensas. —negué, levantándome para dirigirme por un vaso con agua.
“Eres cruel, ¿Cuanto más deberé esperar?”
Suspiró, pero no respondí.
“Ciertamente el que sea necesario. Ahora continuaré con mi trabajo, nos veremos en cualquier momento.”
—Claro, cuídate. —colgué antes de que pudiera decir algo más.
Quedé en mi lugar, siendo invadida por sus palabras la última vez que estuvo allí y las recientes de mi padre, haciendo que me planteara lo que realmente quería, pero removí mi cabello para despejarme y sentarme para continuar con mi trabajo.
Un poco de drama no está mal *toma juguito*
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