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CAPÍTULO 73

CAPÍTULO 73

Habían pasado dos días, dos días que me parecieron un fin de semana sin fin en el que solo estuve en mi departamento, encerrada, sin responder llamadas y tampoco a  la puerta. No me molesté en apagar el móvil, solo lo silencié y lo dejé en la cómoda; por las noches tampoco encendía las luces, solo de la habitación, pero no se exteriorizaban así que cualquiera podía pensar que no estaba.
La primera noche lloré con tanto dolor por lo sucedido, me dolía la mejilla, me dolía el interior y me dolía a mí misma porque no encontraba otra palabra para representarme como la pena. Sentía pena de mí misma, después de tanto me derrumbaba en soledad y sin ánimos de levantarme.

—En estos momentos son en los que más te necesito... —expresé con dolor, observando una fotografía que tenía junto a mi hermano.  —¿También estarías decepcionado de mí? ¿También me dejarías sola? —froté mis ojos, asimilando que jamás recibiría una respuesta de su parte. A pesar del tiempo, parecía que en ese momento comenzaba a aceptar su partida.

Y así estuve hasta el domingo en la tarde donde alguien tocó con total insistencia la puerta. No pretendía responder y llevaba más de veinte minutos tocando.

—Lily, sé que estás ahí. Por favor, abre la puerta. —era Vanessa y aún así, no me levanté. —No me iré de aquí sin verte, por favor deja que te acompañe.

Su voz sonó temblorosa, ¿Por qué?

Divagando con la mirada me levanté a pasó lento para abrir y lo primero que hizo fue tomar mi rostro, observarme con preocupación y abrazarme. Aquello fue suficiente para que rompiera en llanto, aferrándome a ella, a la única persona que tenía conmigo sin importar la circunstancia.

—Calma... Maldición. —la escuché maldecir con la voz temblorosa, después de varios minutos.

—Ellos lo saben. —hablé sin ganas, luego de calmarme y estar recostada en sus piernas mientras acariciaba mi cabello. —Y mi padre me abofeteó por eso. —mordí mi labio inferior al recordarlo.

—Tu madre me llamó preocupada, pero no me dijo lo que sucedió. —me senté para suspirar y mirarla. —Esa marca...

Claramente se refería a la de mi mejilla, al parecer la alianza había dejado la marca y posteriormente se hizo un moretón no muy grande ni visible, pero llamativo para cualquiera que se acercara.

—Ellos están preocupados por tu bienestar, y por lo sucedido en el pasado... —desvié la mirada. —Pero, no les da el derecho a intervenir y tampoco de hacerte eso. Lily, nadie tiene el derecho a colocarte un dedo encima y lo sabes.

Asentí dejando deslizar algunas lágrimas, me sentía tan frágil que me sentía irreconocible.

—Nadie tiene el derecho a colocarme un dedo encima, nadie tiene el derecho a hacerme sufrir y tampoco tienen el derecho de hacerme llorar. —asentí respirando profundo.

—¿Que harás? —me abrazó.

—Lo unico que puedo hacer en esta situación... —me levanté para buscar el móvil y encontrarme con un mensaje del señor Rogers.

Tío Tom: Hola Lily, realmente espero que estés bien. Solo quería informarte que tu padre convocó a una reunión general con socios e inversores para mañana temprano. No solicitó tu presencia, pero aún tienes un contrato con Rogers Empire.  ✓✓

Al terminar de leer marqué para llamarlo y respondió de inmediato.

“Hola...”

—Allí estaré. —interrumpí.

“¿Segura? Si no quieres lo entenderé.”

—Allí estaré. —repetí. —Tengo una idea de lo que quiere hacer. Nos vemos.

Colgué sin esperar respuesta, miré a mi amiga que me observaba con preocupación hasta que habló.

—¿Sucedió algo malo?

—No, solo que mañana habrá una reunión y necesito preparar algo.

—¿Necesitas ayuda? —se acercó y la abracé, sorprendiendola.

—Ya hiciste mucho, como siempre. —me separé. —Lo demás le compete a mi profesión.

—Está bien, pero aún así, puedo quedarme.

—No es necesario. Y puedes decirle a mi madre que estoy bien, por favor.

—Está bien. —entonces reaccionó de un modo que parecía recordar algo. —Otra cosa, quiero que sepas que Benjamín no dijo nada, Ryan lo llamó y discutieron, pero te aseguro que él no dijo nada. Jamás lo haría, no tengo idea de como sucedió.

Solo asentí acompañándola a la puerta mientras intentaba idear una respuesta acerca de lo sucedido, pero lo cierto era qué, no tenía energías para hacerlo.

—Cualquier cosa me llamas, no importa la hora vendré ¿De acuerdo? —tomó mis manos y asentí, parpadeando para que las lágrimas no me invadieran.

—Gracias.

—No agredezcas. Te quiero. —me abrazó y se retiró.

Liberé un suspiro agotador hasta tomar la portátil y así preparar un documento importante que presentaría en la reunión.

La frustración y dolor que sentía se convirtió en decisión, una que serviría para evitar algo innecesario de parte de mi padre.

A la mañana siguiente desperté, me duché y observé en el espejo. Mi expresión era habitual de cada mañana cuando se trataba de trabajo, o eso parecía hasta que noté la marca en mi mejilla que no se ocultó ni con maquillaje y decidí dejarlo así.

Salí rumbo a la empresa y en el estacionamiento me encontré con mi jefe que parecía esperarme y en cuanto me vió frunció el ceño.

—Solo ignorelo. —señalé para que caminaramos.

Subimos hasta la sala de reuniones donde ya estaban presentes los mismos de siempre. Tomamos nuestros lugares y los Anderson desviaron la mirada luego de notar mi rostro, cosa que no hizo Ryan.

—Pedí esta reunión de manera inmediata para discutir algo importante. Quizás ya sepan lo sucedido o quizás no, pero debido a eso me veo obligado a tomar una decisión que determinará el futuro tanto de la empresa como de mi hija. —habló mi padre y solo lo miré con seriedad. Los presentes solo lo miraron en silencio, esperando que aclarara su dicho. —Por eso, quiero terminar la sociedad entre Walker Corporation y Rogers Empire de manera inmediata, sin importar el costo.

—¿Como? —cuestionó el señor Anderson sin comprender muy bien.

—Lo que oíste Daniel, es la mejor decisión que puedo tomar en este momento.

—Supongo que ha tomado en cuanta todos los puntos importantes al tomar esa decisión. —llamé su atención y proseguí. —Obtuvo la inversión de Anderson por la sociedad con Rogers Empire, al finalizarla de esta manera tan precipitada y absurda tendrá que devolver mucho dinero.

—¿Absurda?

—Como así también dar todo lo correspondiente a su socio por haber incumplido con el contrato y la sociedad, sin mencionar que no tiene la potestad para esa decisión ya que no fue quien firmó aquella sociedad y qué, automáticamente se transfirió a los herederos. —ambos mantuvimos las miradas, la suya reflejaba remordimiento, pero no podía ceder. —Sin embargo, si continúa con esa idea, no olvide para quien trabajo y que haré todo lo posible para que se cumpla la ley. Señor Walker.

—Lily, fuiste quien no quiso asumir en el puesto. Por esa razón la potestad me pertenece y claro que conozco los procedimientos, también soy abogado, pero hago esto por ti.

Entonces sonreí automáticamente, con ironía, sin aceptar sus palabras y los presentes aclararon la garganta.

—Lily, Adam ¿Pueden calmarse? Por favor. —pidió el señor Rogers.

—Creo que esta decisión es precipitada, y te llevará a la quiebra. Lo sabes. —agregó el señor Anderson, mirándolo.

—No es precipitado, es problemático. —bajó la mirada y suspiré.

—Tampoco es problemático, el único problema soy yo. —tomé los documentos que había preparado y me levanté. —No hay razón para llegar a este punto tan absurdo. —caminé en su dirección.

Él me miró sin comprender, al igual que los presentes y coloqué el documento delante  suyo.

—Dices que todo esto es por mi, y aquí tienes la respuesta más contundente que te puedo dar, padre. Renuncio a todos mis derechos como tú hija y sucesora de ésta empresa, te cedo absolutamente todas mis acciones, ya no tienes necesidad de terminar con la sociedad porque ya no estoy en el problema. Tu única preocupación de ahora en adelante será por esta empresa.

Luego de un momento tomó los documentos para leerlos y corroborar que era cierto. Me miró totalmente resentido y dolido que parecía no poder articular ninguna palabra.

—Lily. —finalmente habló Ryan, levantandose para acercarse a mí. —No puedes hacerle esto a tu padre, ¿Podemos hablar? —al no emitir respuesta intentó tomar mi brazo, pero lo alejé.

—No me toques. —lo miré y luego a los demás. —Desde ahora, todo será como antes. Solo trabajaré para Rogers Empire si me lo permite sino, aceptaré con gusto el despido. Pueden tomarse su tiempo para procesar esto o simplemente ignorarlo y continuar trabajando. Me retiro.

En el estacionamiento me detuvo, como era de costumbre tomando de mi brazo.

—Dije que no me toques. —me solté.

—¿Quién te hizo eso? —se refirió a mi mejilla.

—¿Y eso a ti que te importa? —cuestioné con seriedad.

—¿Fue por mi culpa?

—¿Te crees el centro del universo Ryan? Porque déjame decirte algo, no lo eres. —frunció el ceño, observándome como si no me conociera. —¿Que sucede? Tú quisiste esto, ahora no me busques y al igual que mi padre, solo tendrás que preocuparte por tus asuntos. Veamos hasta donde puedes llegar sin mi.

Aquello lo dije con total arrogancia, aunque parecía quemarme la garganta con cada palabra dicha, ¿Por qué lo hacía si era doloroso? Porque solo así regresaría la mujer que no debió debilitarse al regresar a Londres.

Al llegar a mi departamento estampé mi bolso contra la pared mientras me quitaba la ropa para tomar una ducha de agua fría.

Terminaba de cenar cuando la puerta fue tocada y tuve que abrir para encontrarme con mi madre, parecía preocupada, dudando en avanzar o quedar en la puerta.

—Puedes pasar. —hablé dándole paso.

—Gracias. —sonrió. —Hija, ¿Como estás? —parecía tener miedo de tocarme.

—Supongo que papá te comentó sobre la reunión.

—No me importa. —negó. —No me importa nada de eso, respeto tu decisión si eso es lo que te hace bien, lo respeto Lily. Siempre tomaste lo que fue mejor para ti. —tomó mis manos, sintiendo el temblor de las suyas y una la subió hasta mi mejilla. —No entiendo cómo llegamos a esto, éramos una familia tan perfecta a pesar de las adversidades.

—Mamá, no te culpes. Tampoco pienses en eso, solo asegúrate de estar con papá y yo estaré bien. —alejé su mano.

—Mi niña. —bajó la mirada, frotándose los ojos para después buscar algo en su bolso hasta que mostró un sobre. —Creí que sería mejor que supieras de esto, es así como lo supimos.

Tomé el sobre para encontrar fotografías en él, algunas de ellas eran de las veces que Ryan iba a mi departamento y se retiraba al día siguiente y eso lo recordaba, pero para dar más información a mi padre, estaba  detallado  en el reverso.

—Bien... —las dejé un momento y dudé en preguntar. —¿Que sucedió en la audiencia de hoy?

—Lamentablemente, Ryan aún no tiene la custodia y el juez aceptó al testigo de Ashley, como así también, testimonio. Ahora mismo las cosas están complicadas y el juez dictaminó un periodo de prueba, ambos pasarán tiempo con el niño y se juzgará su comportamiento. El próximo será un juicio más serio, dentro de dos semanas.

—Entiendo. Solo espero que no le hagan daño a Max. —murmuré para mí misma.

Luego de que se fuera observé aquellas fotografías, sintiendo la molestia hacerse presente y sonreí.

—Eso es todo, me aseguraré de que lo pagues Xavier... —tomé el móvil para hacer una llamada importante hasta que respondieron. —Soy yo, necesito que me hagas un favor importante.





¿Sincera opinión sobre Lily?

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