CAPÍTULO 68
CAPÍTULO 68
Al día siguiente desperté por el insistente sonido de una llamada, parecía que la persona del otro lado no descansaba y el reloj marcaban las 7 a.m.
—¿Quién? —rebusqué el móvil, cerrando los ojos hasta que lo encontré. —¿Diga?
“Lily...”
Entonces fruncí el ceño, del otro lado podía escuchar a un Ryan muy diferente al del día anterior.
—¿Ryan? —cerré los ojos, frotando mi cabello. —¿Que quieres?
“¿Puedes venir a mi casa de inmediato?”
—¿Que? ¿De que demonios hablas? Es demasiado temprano para hacer este tipo de bromas. —me molesté.
“Por favor, es por Max. Es muy importante”
En ese momento abrí los ojos de golpe, sentándome sin comprender lo que sucedía.
—¿Max? ¿Que sucedió?
“Solo ven, por favor.”
Colgó y me dejó con la incertidumbre de la situación, sin saber que hacer exactamente. Sin embargo, no lo pensé mucho. Solo corrí hasta el baño para tomar una ducha, cambiarme y salir rumbo a su casa.
Al llegar toqué con evidente impaciencia, esperando que abriera con rapidez y cuando lo hizo me sorprendí por la preocupación reflejada en su rostro.
—¿Ryan? —pasé para observarlo mejor.
—Necesito tu... —dudó un segundo, luchando con las palabras.
—¿Qué sucede? —fruncí el ceño, mi confusión era evidente.
—Tienes que ver algo. —trajo a Max y lo sentó en el sillón, levantó su ropa y reveló una marca en su espalda.
—¿Qué es esto? —mi sorpresa era innegable. Él permaneció en silencio. —¿Sucedió durante el viaje con su madre?
—Eso creo... —evitó mi mirada. —llegaron anoche, me lo dejó y se fue. No tengo idea de dónde se encuentra. Llegó dormido y hoy descubrí esto.
—Eso parece una... —me froté la frente con fuerza.
—Una contusión, y le duele. Iba a llevarlo al médico, pero no estoy seguro.
—¿No estás seguro? Ryan, por supuesto, debes llevarlo. Esto es grave. —me levanté, instándolo a seguirme, pero se quedó inmóvil.
—Pueden pensar que fui yo... —susurró, con su voz llena de impotencia.
Entonces comprendí su preocupación. Si Ashley decidía no aceptar la separación de manera amigable, esto podría usarse en su contra. Sin embargo, eso no significaba que no le preocupaba su hijo. Al contrario, temía perderlo justo cuando estaba intentando retomar el rumbo de su vida.
—Ryan, no te preocupes. Te diré qué hacer, estaré contigo. —no respondió. —Ryan...
Me acerqué para hacer que me mirara, sus ojos reflejaban frustración y eso me dolía. Aunque quisiera ocultarlo, me dolía. Sin pensarlo dos veces, lo abracé y él correspondió al instante. Mi intención era que sintiera que no estaba solo, y lo entendió.
—Vamos. —dije en tono bajo. Me alejé para tomar a Max en brazos, con cuidado, y salir de la casa.
El trayecto fue silencioso, pero su expresión no cambiaba y no quería imaginar lo que haría si se confirmaba lo que sospechaba.
—Al llegar, iremos directo con la pediatra para que lo evalúe adecuadamente. Dependiendo de su diagnóstico, solicitaremos un informe médico y luego testificaremos ante las autoridades pertinentes. —no respondió. —Ryan.
—Lo entiendo. Solo espero que no sea grave. —estacionó frente a la clínica.
Solicitamos la consulta más inmediata y no tardaron en llamarlo. Claramente lo acompañé para estar al tanto de la situación.
—¿Es usted su madre? —la doctora me miró.
—No, soy compañera de trabajo de su padre. —respondí con tranquilidad.
—Entiendo.
La doctora examinó a Max con cuidado, estudiando la marca en su espalda y aplicando una leve presión sobre ella. Max se retorció, con lágrimas en sus ojos, y extendió sus manitas hacia mí. Entonces, la doctora lo soltó.
—Bien. Definitivamente es una contusión severa, pero afortunadamente no es grave y no veo complicaciones. Aún así, le realizaré algunos análisis para estar seguros. —se sentó en su escritorio, anotando algunas cosas. —Por el momento, le prescribiré medicación para el dolor y una crema para la piel. —avisó mientras escribía.
—Doctora... —me acerqué. —¿Cree que esto fue accidental?
—Es difícil determinarlo, pero tiene 3 años y es poco probable que se haya caído como un niño que recién está aprendiendo a caminar. —lo observó un momento.
—Quizás deba conocer el contexto. Ryan... —lo miré.
Ryan intentó explicar la situación de la manera más cautelosa posible, evitando dar demasiados detalles que pudieran alertar a la profesional.
—Con esa información, creo que podríamos estar ante un caso de maltrato infantil. Existen procedimientos para estas situaciones.
—Lo sabemos, soy abogada —agregué. —por eso es importante tomar precauciones con los informes médicos. Le agradeceríamos mucho su cooperación.
—Entiendo, y lo importante es el bienestar del niño. Supongo que sabrá como actuar. —me miró mientras realizaba el informe.
—Claro que lo sé.
Al salir miré a Ryan, parecía preocupado por su hijo, pero también confundido por la situación y no sabía si sería un buen momento para hablarlo.
—Tenemos algo fundamental. —señalé el informe. —Si tú quieres, podemos realizar la denuncia correspondiente y se llamará a una audiencia en un par de días, ¿Sabes lo que significa?
—Eso creo... —miró al niño. —Pero primero quisiera hablar con ella, y...
—¿Y? —pregunté, ante su duda.
—¿Puedes ser mi abogada en ésta situación, también?
—Me gustaría, por Max lo haría, pero no es mi especialidad. Incluso podemos tener dos causas en esta situación, conozco a alguien perfecto, pero no está en éste país. —liberé un suspiro, pensando en otra posibilidad. —Puedo hablar con mi madre, es abogada en derecho de familia y de las mejores, sin duda sería de mucha ayuda.
Pensó un momento y negó de un modo que parecía asimilar algunas cosas, como si cayeran cosas que no había tenido en cuenta.
—No, sin planearlo estaré envolviendo a toda tu familia en mis problemas y...
—Ryan. —lo detuve con seriedad. —No pienses así, piensa en Max y este es nuestro oficio. No debí preguntarte, hablaré ahora mismo con mi madre.
Me alejé de ellos para poder llamarla y saber que estaba en el trabajo e iría a visitarla.
—Justamente está en el estudio, regresemos así pueda tomar mi automóvil. —subimos para regresar.
—Debería ser quien hable con ella. —suspiró con agotamiento.
—Solo quedate con él... —miré al niño. —Me haré cargo y luego te informaré.
Él asintió bajando a Max que tomó un carrito para jugar como siempre, y así pudo mirarme.
—Todo estará bien. —intenté animar, abrazándolo con fuerza. —Todo estará bien Ryan, no te sientas así, tú no hiciste nada malo.
—No debí permitir que se lo llevara. —murmuró con un palpable sentimiento de culpa.
—Ya pasó, no se puede hacer nada con lo que pasó, pero sí con lo que pasará. —me separé para mirarlo. —Vamos, quiero ver a Ryan. —sonreí tomando su mano y luego saludar a Max para finalmente retirarme.
Fui directamente al estudio de mi madre, donde pude apreciar lo espacioso que era y estaba a la altura de su reputación.
—No quiero quitarte mucho tiempo, así qué, seré directa. —dije luego de un breve saludo y de haber recibido café.
—Claro, ¿Necesitas ayuda sobre el caso? —hizo un sorbo.
—No es por mí, quiero pedirte que seas la abogada de Ryan en caso de que se realice una audiencia por Max. —detuvo su acción para fruncir el ceño sin comprender. —Por favor.
—¿Bien? —pensó un momento. —¿De que hablas?
—Ryan me llamó hoy, Max fue llevado por su madre a España y regresaron anoche, pero notó algo es su espalda. Le recomendé ir a un médico y lo acompañé, al parece sufrió maltrato infantil ¿Sabes lo que significa? —no esperé respuesta. —No puede estar cerca de esa mujer, haya sido o no la causante.
Quedó en silencio un momento, analizando la situación hasta que asintió.
—¿Quiere la custodia completa?
—No lo sé, primero quiere hablar con Ashley para tener alguna explicación, pero no puede contactarla. Luego de eso hará la denuncia y en un par de días sería la audiencia, y si lo preguntas, ya tenemos el informe médico.
—De acuerdo, viniste hasta aquí para hablarlo conmigo como profesional y te respondo como tal. Está bien, lo representaré y haré todo lo posible para ayudar.
—Gracias.
—Ryan tiene mucha suerte de que estés dispuesta a ayudarlo y...
—Es por Max, él es un niño inocente que no tiene la culpa de nada. No merece sufrir. —interrumpí antes de que dijera algo que me molestara.
—Está bien.
Al salir de allí tomé el móvil para escribir un mensaje a una persona es específica.
Yo: Necesito que encuentres a una persona lo antes posible. Su nombre es Ashley... ✓✓
*Se queda en silencio*
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro