CAPÍTULO 33

Pretendía dormir hasta el día siguiente, pero una llamada interrumpió mi sueño. Tomé el móvil, aún con los ojos cerrados para llevarlo a mi oído y responder.

—¿Si?

“Hola, ¿Como está la hija más hermosa y responsable que puede haber?”

La voz con excesiva dulzura de parte de mi padre hizo que frunciera el ceño para alejar el móvil y verificar el remitente.

—¿Bien? —bostecé sin poder evitarlo.

“¿Te desperté?”

—No, solo intentaba dormir temprano. —me senté para no caer dormida.  —¿Como están ustedes?

“Bien, disfrutamos y descansamos lo suficiente. Mañana mismo tomaremos un vuelo de regreso”

—¿Mañana? —mi cerebro aún estaba durmiendo sin poder asimilar lo dicho.

“¿No quieres que regresemos?”

—No, no es eso... —reí levemente. —creí que quedarían más tiempo pero, aquí los esperaré. Eso significa que mi sobrina también regresará, dime que si.

“Es lo que quería escuchar, pronto estaremos contigo. Y Amy se quedará aquí unos días más con sus padres, pero serán pocos.”

—Entiendo, entonces los iré a recoger al aeropuerto. Solo díganme la hora. —bostecé nuevamente.

“No te preocupes por eso, estás muy ocupada con el trabajo. Hablaremos cuando lleguemos y se te nota agotada, no te excedas.”

No respondí, solo divagué con la mirada un momento.

“Nos vemos pronto. Tu madre también te saluda.”

—Igual para ella, nos vemos pronto. Buen viaje.

Colgué, dejando caer el móvil en la cama y con él, también mi cuerpo.

—Que no me exceda con el trabajo. —sonreí levemente. —Si, trabajo. —mencioné para mí misma, en un tono irónico.

Finalmente pude conciliar el sueño hasta el día siguiente donde mi humor no era el mejor y entendí el por qué, pero tenía energía suficiente para afrontar el dia.

Tomé una relajante ducha para luego preparar mi desayuno mientras escuchaba algo de música para armonizar mi ánimo, y media hora después estaba rumbo a la empresa.

Al llegar me encontré con Ryan en el elevador, donde curiosamente subíamos solo los dos.

—Buenos días. —murmuró desde su lugar.

Evité mirarlo y me limité a responder con un balbuceo más parecido a un “Hmm...”
Aquel pequeño y corto encuentro, en un lugar tan reducido provocó un leve estrés cargado con tensión que creía que ya no estaría entre nosotros, pero aún seguía ahí.

Mientras realizaba mi trabajo verificaba el móvil a la espera de la llamada de mis padres, pero muy probablemente sería como lo dijeron, se irían a la casa para “no molestarme”. Dejé a un lado el bolígrafo que tenía mientras bebía una taza de café, meditando un poco mis tiempos pero los recuerdos de la noche del sábado invadían mi mente.

—Por favor, ni que fuese tan bueno... —murmuré para mí misma, intentando disipar aquello.

Momentos después me avisaron que tenía una reunión justamente con él, Taylor y algunos accionistas que hasta el momento no habia conocido o quizás si, pero no formalmente.

—Buenos días. —tomé mi lugar ante la mirada de los presentes.

—Buenos días, finalmente tengo el gusto de conocerla señorita Walker. —mencionó un hombre. 

—¿Y usted quien es? —ambos de mis acompañantes me miraron en silencio.

—Me presento, soy Joseph Hall, consultor estratégico. Trabajo con su padre desde sus inicios. —se presentó con amabilidad y una leve sonrisa.

—Supongo que es un consultor independiente y que solo es llamado por una buena razón, de otro modo estaría en los registros de empleados. —mencioné, recordando lo que había leído.

—No se equivoca, y me alegra no haber estado en los registros o estaría completamente despedido.

—¿Por qué habría? ¿Hizo algo a espaldas de mi padre? —coloqué los codos sobre mesa para mirarlo con atención.

—Lily... —me llamó Taylor por lo bajo y lo miré. —no necesitas estar a la defensiva con el señor Hall. Los trabajos realizados con él fueron una garantía.

—No estoy a la defensiva, solo estoy preguntando cordialmente. —volví la mirada al mencionado. —¿Por qué está aquí el día de hoy?

—Supe de su prisa para lanzar el producto y vine a dar mi opinión al respecto.

Desvié la mirada a Ryan que hizo lo mismo, pero parecía no tener intenciones de intervenir.

—Lo escucho.

—Lamento mi sinceridad pero según el análisis que realicé al respecto, no es una buena idea apresurarse y peligrar a las fallas. Lo que provocaría el cancelamiento del producto hasta nuevas pruebas. —adquirió una actitud demandante.

—Entiendo. —asentí. —¿Y que le hace pensar que ésta vez responderemos a su análisis?

—Porque es mi trabajo y en caso de no responder tendré que tratar directamente con su padre y dar aviso de la negligencia que está teniendo.

—¿Negligencia? —fruncí levemente el ceño. —¿Si sabe que estoy al mando de manera temporal? Y que mis decisiones son basadas en el bien de esta empresa. No responderé sin tener datos sólidos para su consejo.

—Trabajo para ésta corporación hace años, pero no trabajo para usted. Puede estar al mando pero creo que su padre debe saber de lo que está sucediendo,  tampoco tengo porqué responder ante usted. Solo mencionaré que este es mi campo especializado, no como usted que solo sabe de leyes, pero las leyes no la llevará a recuperar ésta cooperación.

Antes de que replicara salió de la sala dejando un silencio muy incómodo.

—Lily... —escuché a Taylor.

—Mi padre estará aquí mañana. —lo murmuré liberando un suspiro. —Y de nuevos insisten en involucrarse con mis habilidades, ¿Que les sucede?

Finalmente los miré con tranquilidad.

—Taylor, ¿Estás de acuerdo con él? Soy consciente de que esto afecta directamente a la inversión que realizaron.

—Creo que también necesito realizar un análisis. —desvió la mirada, dando a entender una confirmación a mi pregunta.

—¿Ryan?

—Como socios directos nos afectaría en la misma proporción, tenga razón o no. —me miró directamente. —Pero tengo mucha curiosidad por saber cómo enfrentarás está situación, el señor Hall no es alguien fácil.

—Y tampoco lo soy, ¿Tienes curiosidad por saber o ver?

Entonces sonrió de manera fugaz, sin ser notado por su primo que comenzaba a mirarnos con curiosidad.

—Sorprendenos, ¿No? —lo miró y el mayor no tuvo más opción que asentir con confusion.

Evité sonreír con satisfacción ante su respuesta, aquello se sentía tan estimulante para accionar con seguridad, sin pensar en qué podría afectar. De todos modos no me importaba antes pero, debía tener más cuidado ante la posible reacción de mi padre. Confió mucho tiempo en ese hombre que era muy posible que lo escuchara.

—¿Ustedes se llevan mejor? —preguntó Taylor en medio de ambos, mientras estábamos en el elevador.

—No. —respondimos al mismo tiempo, regresando a nuestra actitud habitual.

—Pero en la reunión...

—Sabes como somos. —lo interrumpí. —Como socios nos vemos obligados a actuar lo mejor posible para el bien de las partes, afuera es otra cosa, ¿No? —miré a Ryan.

—En efecto. —salimos en el estacionamiento. —Hasta ahora hizo un buen trabajo, veamos si realmente tiene el potencial para enfrentarse a alguien como Hall. De ser así no habrá ninguna duda. —volvió a mirarme con una leve sonrisa.

—¿Okay? —dudó un poco en su palabra, aún así mi expresión no cambió.

—Cerraré la boca de todos aquellos que aún dudan de mi. Será mejor que se cuiden la espalda, hasta mañana. —me dirigí a mi automóvil escuchando una leve risa de parte del mayor.

—¿Está bromeando? —no recibió respuesta. —¿Cierto?

Entonces sonreí para mi misma ante la expresión que podrían tener ambos.

Al llegar a mi apartamento tomé una ducha relajante para después preparar mi comida y llamar a  amiga.

“Debes extrañarme horrores para llamar primero y a esta hora.”

Dramatizó en cuanto respondió.

—Puedo colgar. —intentó replicar pero reí. —Lamento lo de nuestros planes del fin de semana, pero era importante y creo que también será una semana complicada.

“No te preocupes por eso, ¿Sucedió algo? Te noto agotada.”

—Mañana regresarán mis padres y hay alguien en la empresa que me acusará como negligente. —sonreí automáticamente con ironía.

“¿Acusarte? ¿A ti, una maravillosa abogada? Déjame adivinar, ¿Ryan?”

—No, él no es tan idiota. Es alguien más que no tuve en cuenta, pero que de igual manera será complicado para tratar, o eso me dijeron.

“¿Eso te preocupa? No hay nada que no puedas resolver, querida Lily.”

—Eso espero... —dejé mi plato a un lado. —¿Como vas con tu negocio?

“Las cosas de siempre. Últimamente he recibido pedidos y también compraron muchas cosas, gracias a Benjamín.”

—Apuesto que se te dibujó una sonrisa. —negué. —¿Te recomendó?

“Si y me ayudó mucho. Por eso, también tengo suficiente trabajo, aunque quiero visitarte no puedo.”

—Está bien. Ambas lo estamos, pero nos pondremos de acuerdo para el fin de semana, ¿Si?

“¡Perfecto!”

Hooolaaa... ¿Alguien por aquí? *Grillos* ¿Nadie?

Bueno, solo pasaba a actualizar *patea una piedrita*