Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

CAPÍTULO 23

CAPÍTULO 23

Por los siguientes días solo nos cruzamos en la empresa y algunas reuniones que teníamos solo los tres, con Dylan. Todo era completamente profesional.

—¿Eso es todo por hoy? —pregunté, frotando mi cuello con cansancio, aquellas reuniones me agotaban completamente.

—Eso es todo. —confirmó Dylan, levantándose de su lugar. —Ahora me retiro y nos vemos en una semana.

Los hermanos Anderson se la ingeniaban para rotar el trabajo entre ellos, dándose esa responsabilidad pasando una semana.

—¿Agotada? —llamó mi atención Ryan, luego de que su primo se retirara.

—Quizas. —me limité a responder, acomodando algunas cosas mientras me levantaba.

—Que poca resistencia.

Me detuve al escuchar aquello, evité mirarlo pero sonreí automáticamente.

—¿Que sabes? Ocupate de tus asuntos y de limpiar los rumores que te dije qué se generarían. —entonces lo miré. —Luego podrás juzgar mi resistencia, cuando deba salvar tu estúpido trasero de los errores que cometiste.

No apartó la mirada y sonrió divertido.

—Creía que tu vocabulario había cambiado, pero continua intacto.

Evité regañarme por tal cosa, era cierto que en el pasado solía hablar groserías cuando me molestaba, pero había cambiado. Claro que había cambiado, pero Ryan tenía la habilidad de irritarme con pocas palabras.

—¿Sabes? Me pregunto, ¿Por qué recuerdas tantas cosas de mi? —lo miré con seriedad. —¿Me extrañaste?

Fue cuando borró su sonrisa haciendo que me sintiera satisfecha por lo dicho, y sin decir más me retiré del lugar.

De regreso a mi departamento me detuve en una tienda para hacer algunas compras necesarias, era una habitual que siempre concurría desde niña aunque tenía sus cambios con el pasar de los años.

Mientras recogía lo necesario reconocí a alguien a la distancia, acercándome para saludar.

—¿Selena? —detuvo su andar para voltear a verme al igual que su compañía.

—Hola Lily, que sorpresa encontrarte aquí. —inmediatamente me abrazó a lo cual correspondí.

—Lo mismo digo, ¿Como has estado? Veo que tu hijo crece saludable y rápido. —miré al niño que se encontraba comiendo unas galletas.

—Cariño, te he dicho que no debes abrir el paquete antes de pagarlo. —suspiró, sin ánimos de regañarlo y reí. —Como puedes ver, llevo una vida  de casada, ama de casa y trabajo. He querido visitarte pero entre la casa, el trabajo y que supe que también estuviste muy ocupada, no he podido llamarte. —sonrió.

—No te preocupes por eso, tendremos tiempo. Justamente ahora mismo salí del trabajo y vine por algunas cosas. —también tomé unos paquetes de galletas para cargarlos en mi carrito y sonreír al niño que me miraba maravillado por los dulces.

—Perfecto, podemos ir a un café en cuánto salgamos de aquí. —sugirió.

—Me encantaría, realmente necesito distraerme y Vanessa está muy ocupada últimamente. —hice énfasis en "muy" para luego lamentarme por mi posible error.

—¿Por qué? —sonrió divertida, mientras nos dirigiamos a la caja. —¿Una relación?

—Sabes de su empleo y competencia con su madre... —evité responder. —muchas veces está allí, pensando en diseños, ya sabes.

—Entiendo. —asintió.

Al salir ambas dejamos nuestras cosas en nuestros respectivos coches, para luego ir a una cafetería cercana para platicar tranquilamente mientras su hijo comía pastel.

—Que lindo. —sonreí al ver cómo comía con distracción, observando a todos lados.

—Se parece a mi, ¿Cierto?  —cuestionó su madre.

—Si, en rostro... —señalé. —Pero los ojos son de su padre, y la sonrisa, tú no tienes ninguna de ellas —reí por su expresión.

—Todos dicen que es una mini imitación de Andrew. —bufó por lo bajo, provocando mi risa.

—Selena, ya estás demasiado grande para quejarte por esas cosas. Deberías ser más agradecida por tener un hijo saludable, una familia completa y unida, ¿No lo crees?

—Tienes razón. —asintió. —Se nota mucho tu madurez, pero dime, ¿Como has estado? Sé sincera conmigo, no tienes porqué ocultarte, soy como tú hermana mayor. —tomó mi mano en forma de apoyo.

—Lo sé, y no necesitas mencionarlo. —sonreí levemente. —No miento al decir que estoy bien, estoy bien anímicamente, estoy estable en muchos sentidos, como profesionalmente. Sin embargo, también es cierto que aún es difícil no... —negué. —lo visito continuamente y aún no asimilo que ha pasado casi un año. —me sinceré.

—Lo sé, aún es muy difícil para ti. Era tu único hermano, no está mal que lo visites continuamente pero también debes continuar con tu vida. Es lo que habría querido.

—Lo sé, y lo estoy haciendo. De otro modo me habría quedado en Italia negando la realidad, encerrándome en mi mundo como solía hacerlo de niña.

Era tan fácil hablar con Selena, qué a pesar de la diferencia de edad, era una hermana mayor para mí. Me brindaba confianza para expresarme libremente, eso no significaba que Vanessa fuera diferente pero a la vez si había una pequeña diferencia. Vanessa era el tipo de amiga que te recargaba y sacaba de la rutina, como así también saber que estará para ti pase lo que pase y que podría hablar de todo pero a la vez, sabe lo que te sucede y te apoya, te contiene sin necesidad de platicar.
Por otro lado, Selena era lo contrario, con ella funcionaban más las palabras, esas que te daban confianza y seguridad para hablar de lo que sea. Quizás era porque era mayor y la veía como una hermana mayor y experimentada, pero era una de las personas preciadas en mi vida.

—Sé que lo habrías hecho, pero me refiero a otra cosa... —ladeó la cabeza para que comprendiera.

—Hablas de una relación. —bebí mi café con una leve sonrisa.

—Exactamente, ¿Por qué no lo estás? Eres hermosa, profesional, dedicada, divertida y amable cuando te lo propones.

—En este momento es imposible, debo ocuparme de muchas cosas y en lo sentimental me conformo con darle amor a mi sobrina. —sonreí.

—También tenía muchas cosas de que ocuparme cuando conocí a Andrew y era más joven que tú. En realidad creo que tú no quieres darte la oportunidad, está bien ese vínculo con tu sobrina pero también necesitas otro tipo de amor. —solo sonreí sin responder. —¿Cuando fue la última vez que tuviste una?

—Creo qué... —pensé un momento. —serán cuatro años.

—Eso es mucho tiempo. —se sorprendió.

—Soy sincera al decir que no lo noté. En ese entonces me centré en mi carrera y mis primeros casos, aprender y luego demostrar de lo que podía hacer. —recordé aquellos tiempos. —Ganar mi lugar en el bufete de abogados, ganando casos por más pequeños que sean, era como una competencia de vida o muerte.

—Eres dedicada y amas tu profesión, no veo ni una pizca de remordimiento por tu relación. Aún me pregunto porqué terminaron.

—Sucediron cosas, pero aún queda algo por resolver. —sonreí recordando a Xavier.

—Espero que sea bueno. —comió su pastel.

—Depende para quien. —imité su acción.

—Interesante. —dejó el cubierto de lado. —Por cierto, Eve me contó que estás trabajando directamente con Ryan, ¿Es cierto?

—Lo es. —confirmé sin importancia.

—¿Y como...

—Es completamente profesional, sea lo que sea, es profesional. —interrumpí antes de que continuara. —No pienses demasiado en ello.

—Lo entiendo, solo preguntaba. Tranquila. —levantó la mano en son de paz. —Benjamin me contó que hace poco salieron los cuatro juntos, y me preguntaba si su relación se había suavizado.

—No, no salimos los cuatro.  Salí con Vanessa y casualmente los encontramos en un bar,  nos unimos y solo eso. No cruzamos palabras fuera del trabajo, te lo aseguro.

—Entiendo, pero me preguntaba porqué Ryan... —murmuró quedando en silencio. —¿Esa noche viste a mi hermano con alguien? —preguntó repentinamente provocando que tosiera.

—¿A esta edad serás sobreprotectora con tu hermano? —fruncí el ceño.

—No es eso, los últimos días lo vi un poco eufórico y solo puede significar una cosa. Sus relaciones anteriores fueron un fracaso con malas elecciones, no quiero que suceda lo mismo.

—La hermana mayor al rescate de su...

—Debo advertir a esa pobre chica para que no cometa un error como ese. —quedé con cara de payaso al escucharla.

—Era eso. —miré a los alrededores.

Selena se preocupaba que algo saliera mal, lo que significaba que Benjamín no fue alguien exactamente “perfecto” en sus relaciones anteriores. Aunque también estaba segura que lo decía con la intención de protegerlo.
Aún así, de saber quien era la novia de su hermano no se preocuparía, conocía bien a Vanessa y debíamos compadecer a Benjamín de cierto modo. Mi amiga era buena, demasiado buena hasta que la molestaban y era alguien totalmente diferente.

—No te preocupes demasiado, con la edad que tiene creo que ahora puede tomar mejores decisiones. —mientras en mi mente decía, “ambos”, pensando en mi amiga particularmente.

Luego de una bonita tarde donde nos pusimos casi al día de muchas cuestiones, cada quien regresó a su casa donde luego de una ducha le escribí a Vanessa.

Yo: Casi fuiste descubierta por tu cuñada. Cuidado, recuerda como es Selena 😆😆😆

En ese mismo momento me llamó, antes de responder dejé que sonara unos segundos para generarle intriga.

“¿De que hablas?”

Cuestionó en cuanto respondí.

—Hola Vanessa, estoy bien ¿Tu también? Que bueno. —dije con sarcasmo.

“Lily...”

Rió.

—Nada, nos encontramos en una tienda y platicamos un poco...

Le conté el contexto a lo que se sorprendió un poco y luego le restó importancia.

—Espera, tengo otra llamada. Hablamos luego. —colgué para responder a otra persona. —¿Que quieres? —mi tono de voz cambió drásticamente.

“Vaya, así le hablas a tu socio. Que buen camino.”

Lo escuché suspirar.

—Nunca fuiste de muchas palabras, así que dime qué necesitas.

“Bien, ¿Estarás disponible mañana? Mi  agenda se canceló, sería bueno continuar con la cuestión.”

—Dejame ver... —verifiqué mi agenda. —solo debo revisar unos documentos en la oficina, pero será rápido. Puedo ir a tu casa luego de eso, solo espero que tengas absolutamente toda la información porque la necesito.

“De acuerdo, nos vemos mañana.”

Luego de eso colgué sin alargar más la llamada. Me froté la frente girando en mi lugar, intentando acomodar mis ideas para que no se desviaran en algo que no quería y así mantener mi postura. Esperaba que fuese así.

Al día siguiente hice lo que debía en la empresa, para no dejar nada inconcluso y así dirigirme a la casa de mi socio.

Toqué la puerta esperando a que abriera, y cuando lo hizo lo encontré con el cabello humedo.

—¿Max te hizo alguna travesura? —pregunté pasando, sin esperar permiso.

—No, acabo de tomar una ducha. Max no está.

—¿Como que no? —giré para mirarlo. —se supone que vengo aquí porque no puedes dejarlo solo.

—Hoy fue de paseo con alguien, ¿Por qué te molestas? —se dirigió a la cocina.

—Será porque no me gusta tu casa. —expresé con fastidio.

—¿Y eso por qué? No está mal. —miró los alrededores. —¿Quieres algo?

—Solo quiero terminar con esto de una vez, lo mejor será que me entregues toda información y la analizaré en mi departamento. —regresé a la sala, para sentarme con los brazos cruzados.

—Bien. —colocó algunas carpetas sobre la mesa. —Es todo.

—Gracias. —intenté tomarlas y así poder irme pero presionó sobre ellas para impedirlo.

—Hay detalles que no se mencionan allí, debes saberlo.

—Te escucho. —desvié la mirada, derrotada.

Se sentó a mí lado para comenzar a detallar cosas que me parecían importantes, o eso fue hasta que dejé de escucharlo activamente, siendo invadida por la fragancia de su perfume. Algo tan cautivante que volteé para mirarlo mientras hablaba, solo observé sus labios moverse y preguntarme, ¿Que me sucedía?.

—Lily.

—¿Que? —reaccioné.

—¿Escuchaste lo que dije?

Divagué con la mirada para finalmente asentir.

—Claro. —desvié la mirada. —Entonces, deja que organice todo y esperemos encontrar una solución. La encontraré en caso de haberla, de lo contrario debes ir asimilando la derrota.

Volví a mirarlo, su mirada estaba fija en mi aunque miraba un punto en específico. Fue en ese momento que noté su cercanía, ¿En qué momento se había acercado tanto? Prácticamente sentía su respiración chocar con mi rostro.

—¿Ryan?

Tomó mi rostro con suavidad, sorprendiendome por lo que estaba haciendo y debía reaccionar rápido.






Uno extra para que quede el pique...  *Se va corriendo a toda velocidad*

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro