CAPÍTULO 22
CAPÍTULO 22
Terminé de alistarme para dicha cena, y debía admitir que me sentía muy agotada, esperaba que no sucediera nada inesperado que me afectara de algún modo.
Como lo había mencionado, al bajar me esperaba un automóvil, el mismo que solía transportarme cuando recién había regresado como así también, el mismo chófer y eso me tranquilizaba.
—La esperaré aquí mismo. —avisó antes de bajarme.
—Puedes dar un paseo, no tengo idea de cuánto tiempo estaré aquí, pero te escribiré antes. —me bajé sin esperar respuesta.
Entré al lugar, era un gran restaurante con un salón preparado especialmente para dicha cena. Había muchos hombres allí, algunos conocidos y otro no, solo hasta ese momento me planteé la pregunta, ¿Cual era la razón de esa cena?
—Señorita Walker, ¿Está aquí en representación de su padre? —un hombre mayor se acercó con una sonrisa.
—Así es, espero que esto sea breve y conciso, hay quienes no tenemos tiempo para gastarlo socializando. —sonreí levemente, adquiriendo mi postura arrogante.
—Eso lo veremos, solo disfrute de la noche con conversaciones gratificantes con los demás presentes, ¿Puede hacerlo? —se retiró para sentarse con un grupo.
—¿Que quiso decir? —murmuré, tomando una copa.
—Que solo eres una representante legal, lo que no significa que tengas el conocimiento necesario para los negocios. —respondió alguien a mis espaldas. Giré encontrándome con el mismo chico con el cual había tenido el incidente en el evento.
—Me pregunto si es coincidencia que te encuentre o vienes directamente a atacarme, de todos modos no me interesa. —intenté irme, pero sus palabras me detuvieron.
—¿Crees que al ganar un caso ya iniciado te da un estatus tan elevado para intentar pisotearnos? —volví a mirarlo. —¿Que sucede? Sin tu socio no eres nada, ¿Cierto? En ese momento no sabía que lo serían, pero está claro el porqué te defendió.
Suspiré restando importancia a sus palabras, desviando la mirada hacia la entrada donde la puerta ya estaba cerrada.
—Ryan no apareció y los hermanos Anderson no confirmaron su presencia, ¿Es por eso que no respondes? —continuó con claras intenciones de molestarme.
—Escucha... —controlé mi ánimo. —En caso de querer pisotearlos lo haría sin importar mi estatus y está más que claro, no necesito de prestigio para hacer tal cosa. Como así, tampoco necesito que nadie cuide mi espalda, puedo hacerlo sola. Ahora, me pregunto ¿Por qué tanto empeño conmigo? ¿Será por miedo? —sonreí ante su silencio.
Me alejé de él para platicar con otras personas y distraerme un momento, el problema eran sus pláticas elevadas sobre negocios e inversiones, algo de lo que no tenía control.
—¿Cual método utilizaría usted para evitar una perdida? —me miraron expectantes.
Mi mente quedó en blanco ante la pregunta, la verdad era qué no estaba escuchando en lo absoluto y tampoco tenía respuesta.
—Bueno... —fruncí levemente el ceño.
—Cualquier metodo debe ser privado de una entidad, a menos que haya una sociedad consolidada. —respondió alguien más, llegando a mi lado. —Lamento llegar tarde.
Solo me limité a mirarlo un momento y luego acudir al llamado para la cena.
—Vamos. —ofreció, colocando una mano en mi espalda baja para dirigirme.
Al llegar a la mesa deslizó mi asiento para que lo tomara y así lo hice para no hacerlo quedar como un idiota, aunque sentía que la situación era absurda. Tanta caballerosidad era innecesaria y podía percibir lo que causaría, tanto en esa noche como en posteriores rumores.
Él tomó su asiento a mi lado mientras platicába adecuadamente con los demás, algunos posibles tratos, entre otras cosas. En mi caso solo me limité a comer con lentitud y alejarme de lo que sucedía a mi alrededor.
—¿Por qué su socia permanece indiferente ante un tema tan interesante e importante? —preguntó una mujer.
—Para ser sincera, solo estoy aquí por cortesía. No tengo intenciones de involucrarme en sus conversaciones monótonas y desviarme de mis asuntos. —la miré.
—¿Y como pretendes forjar relaciones con quienes podrían ser tus socios? Tengo curiosidad. —sonrió levemente, desafiándome.
—Es simple, no necesito más socios. Con los que tengo es más que suficiente.
—Tienes mucha confianza en ti misma, o quizá sea por tu padre. Es inevitable tener nuevos socios, los ámbitos evolucionan y hay que hacerlo con ellos, escucha mis consejos. Escucha lo que dice una experta de años.
Entonces la miré con seriedad, directamente a los ojos para luego sonreír furtivamente. Comprendí el rumbo de sus palabras, eran las mismas de todos desde que me conocieron.
—En ese caso, creo que no importa la relación que se tenga a nivel personal ya que es lo empresarial el punto que juega el papel más importante. En otras palabras, si un contrato, propuesta o posibilidad de sociedad es factible y convincente; creo que la otra parte aceptaría. Después de todo, lo único que les importa es la ganancia. —incliné levemente mi cabeza para hacer una vista panorámica de la mesa en cuestión. —Esos son casos que trato en una oficina, con datos exactos para poder tener un éxito asegurado. No me interesa perder el tiempo en pláticas y reuniones triviales como ésta.
—Vaya... —asintió. —para ser una principiante no eres nada cortés, no te pareces en nada a tu hermano y tu padre.
—¿Que saben ustedes sobre mi? No regresé a ésta ciudad para ser pisoteada como lo tenían previsto, ese fue el motivo de esta reunión sin previo aviso, ¿No es así? —coloqué un codo sobre la mesa para poder tomar mi mentón entre mis manos y pensar un momento. Aquella pose debía ser irritante para cualquiera, y era lo que quería provocar. —Me conocen en el evento caritativo y tratan de grosera. Demuestro parte de mi potencial y no es suficiente. Me invitan a este lugar e intentan pasar sobre mi con preguntas e insinuaciones que podría tomar como agresivas, ¿Que debo hacer?
Tomé mi copa para remover un poco la bebida, mientras fingía pensar una respuesta.
—Podría presentarles una demanda ahora mismo por difamación, entre otras cosas. —se sorprendieron. —Pero no lo haré, sería demasiado. Fuera de eso tienen solo dos opciones. —marqué con mis dedos. —La primera sería, esperar mi debacle, porque sé perfectamente que es lo que quieren y no solo por mi, sino por la empresa en si. La segunda, quedar sentados, tal cual están ahora, siendo indiferentes y esperar para ver lo que puedo hacer.
La mayoria se miró entre si, como si no comprendieran mis palabras y que podrían tomarme como una loca que decía cosas sin sentido mientras otros me miraban directamente, con seriedad. Entonces supe, supe quiénes serían marcados como enemigos.
—Pensaron que en este momento estaría lloriqueando en una esquina, ¿cierto? Pero se equivocaron.
Miré a Ryan que bebía de su copa, con una sonrisa dibujada en sus labios.
—Ahora, si me disculpan me retiro. Espero que hayan adquiro valiosos conocimientos de nuestra plática. Disfruten de su cena, no creo que quieran compartir la mesa con alguien grosera como yo. —me levanté con un sentimiento satisfactorio al dejarlos con la palabra en la boca.
De ese modo salí de aquel lugar, buscando con la mirada a mi chófer hasta que recordé que debía darle aviso.
Tomé el movil para llamarlo hasta que alguien me lo arrebató.
—¿Que haces? —lo miré de inmediato.
—Vamos, te llevaré —quitó el seguro del automóvil que estaba a pocos metros. —Debemos mantener la apariencia y demostrar que nos llevamos bien, así nadie dudará de nuestra sociedad.
Sin decir más subí, no porque estuviera de acuerdo sino para averiguar sobre su actitud.
—La idea es aparentar que nos llevamos bien, no ser amantes. —lo miré con seriedad, haciendo que detuviera su acción de colocarse el cinturón de seguridad para mirarme.
—¿Que?
—Tu actitud allí dentro, luego me retiro y tú haces lo mismo. Creo que cualquiera interpretaría eso como cosas de amantes.
—¿Amantes? —sonrió, desviando la mirada y comenzando a conducir. —¿Contigo? Imposible. Preferiría...
—¿Perder millones o fracasar en un contrato? Déjame recordarte que ya lo hiciste. —interrumpí, sintiéndome orgullosa por dejarlo sin alegato.
—¿Quieres jugar Lily? No tienes posibilidades de ganar contra mi. —su expresión se tensó, entonces sonreí complaciente.
—¿Jugar? —se detuvo en un semáforo y pudo mirarme. —¿Tienes diez año?
—No digas cosas que luego puedes arrepentirte.
—Soy sincera al decir que eres quien más se arrepiente de las cosas. El arrepentimiento no es para mi. —ninguno apartó la mirada, creando un ambiente tenso entre los dos. —Como también te arrepentirás en caso de que se generen rumores.
—Amantes... —repitió con una sonrisa ladina, retomando el viaje. —¿Por qué no?
—Definitivamente no, eres la clase de hombres que está colocado en una lista negra bajo el nombre de, no deseados. —simulé remarcar con mi mano.
—¿No deseado? —se detuvo delante de mi edificio.
—Es lo que dije. —intenté abrir la puerta, pero estaba asegurada.
—Me pregunto hasta qué punto. —se quitó el cinturón para acomodarse y mirarme con seriedad.
—Cualquiera que imagines. Ahora abre la puerta.
—En caso de ser así, ¿Por qué escuchaste mi consejo sobre el vestido? —me señaló.
—Solo fue cortesía y para no dejarte en vergüenza, mostrando más de lo debido en algo tan aburrido. —no pretendía ceder a la insinuación, aunque debía detenerlo lo antes posible.
—Cortesía... —bufó. —puedo mostrarte otro tipo de cortesía. —se acercó rápidamente para detenerse a solo dos centímetros.
Nuestras miradas se encontraron, cambiando el ambiente tenso a uno cálido debido a la cercanía, más aún cuando tomó mi mentón e intentó besarme.
—Oye. —lo alejé con un empujón para abofetearlo con fuerza. —No te confundas, no comiences un juego que no puedes controlar. Esto solo fue una demostración de mi cortesía, la próxima te dolerá más.
Asintió con una sonrisa quitando el seguro de las puertas para que pudiera salir.
—Gracias por traerme, regresa con cuidado —sonreí, fingiendo amabilidad.
En cuanto giré borré mi sonrisa para subir a mi departamento completamente furiosa. Lo que hacía no me agradaba en lo absoluto aunque mi cuerpo reaccionara de otro modo haciendo dudar de lo que realmente quería.
*Cof cof* Perdón...
¿Que creen que suceda? ¿Como ven esta “relación”?
Y... Nos vemos a la próxima, ¡Adiós! *Se va corriendo*
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro