01.- Declaración fortuita
Me dispongo para otro día soporífero en la escuela. Realmente no tengo deseos de ir, claro, dispongo mis razones; primero que todo, es viernes, el último día de la semana, donde uno supuestamente debería descansar, pero justo a mi clase le realizan las materias más sofocantes; segundo, el día está desagradable. Pero ahora no tengo opción. Estoy realizando el sagrado último año de escuela, aunque luego vendría la universidad, así que, no sé cuál es peor. Por ahora tengo que concentrarme, si es que quiero terminar la escuela en buenos términos.
Me despido de la señora que me dio a luz, mi madre, quien seguramente duerme en su habitación, mientras que su hijo se levanta temprano. Le voceo un último adiós, espero que eso la despierte.
Abro la puerta de mi casa, para comenzar a transitar hacia la escuela.
Hoy, muchos catalogan a los jóvenes por su forma de ser en la escuela, incluso yo lo hago, pero seguramente es porque viene en mis genes, así que no me hago responsable. Una escuela no sería una escuela si por lo menos no hay un "sabe-lo-todo", el que saca buenas calificaciones, por el simple hecho de no realizar otra cosa que estudiar. También están los que se creen turcos, que se creen mejor por estar con muchas chicas a la vez. No hace falta hablar de las fáciles, porque por arte de magia aparecen cerca de ti cuando las invocas, ellas son las que toda la escuela sabe con cuantos chicos se han acostado y con quién piensa hacerlo. Los supuestos "reyes", los que se meten con las fáciles, los que se creen geniales porque se han acostado con muchas chicas, salen y organizan fiestas como si no hubiese un mañana. Los populares, esos que tú los ves desde lejos y ya todos conocen su historial completo, su nombre, tipo de sangre, número telefónico, edad, esos que imponen respeto sólo con su presencia. Los chicos malos, esos que se creen mucho sólo porque realizaron algo ilegal, porque se metieron en una pelea con otros y hacen todo lo contrario a lo que les dicen. Al final de todos están los normales, los casuales, los que siguen una vida normal, como una persona normal, es ahí donde estoy yo.
A unos pocos metros se encuentra la escuela. Es un recinto bastante considerable. Tiene un total de cuatro plantas, cada una clasifica un ciclo, la primera es para la pre-básica, luego la básica, después la media y finalmente los que están en su último año, una planta solamente para cinco aulas diferente, eso también significa que tengo que ascender tres putas escaleras que parecen eternas.
Mi escuela sí posee un uniforme, es una camisa de precioso color azul hielo, el cuello está adornado por una corbata roja veneciana, con el logo del recinto en el extremo inferior de ésta y unos pantalones negros para la parte baja, claro, esto para los chicos. Las chicas utilizan una blusa de la misma preciosa tonalidad, una corbata adornando sus cuellos, con el mismo sello en el extremo inferior, pero a diferencia de nosotros, ellas utilizan una falda que presenta un diseño a cuadrículas, la cual combina los tonos annatto y negro, las faldas tienen unos suspensores que conectan la parte del frente con la de detrás, estos tirantes llevan en la parte inferior dos botones de un color verde bosque. Pero a pesar de la existencia de un uniforme, vestirlo es opcional, excepto para ceremonias o celebraciones, ya que ahí es obligatorio.
Accedo a la escuela por la entrada principal. La cual consiste en un pasillo de baldosas de colores fríos, principalmente los tonos azules y los tonos violetas, es bastante amplio, lo suficiente para que cupieran seis personas una al lado de la otra. Aledaño al pasillo hay un jardín, donde el césped está bien cuidado, ya que conserva un precioso color verde, a los extremos hay diversos tipos de flores, aunque la mayoría conservan tonalidades cálidas.
Al terminar el recorrido del pasillo, este se conecta con una verja negra, el diseño de esta consiste un perímetro con cuadrados de diversos tamaños, dentro de estos hay una delgada lámina de cristal.
Cuando atravieso la puerta, que estaba formada del mismo material que la verja, diviso el panorama. El pasillo continúa hasta encontrarse con una pileta de agua fabricada con cerámica, luego de esta el pasillo continúa hasta llegar a la escalera principal, la cual está en forma de V. El jardín continúa junto al pasillo y finaliza en la misma parte de este.
Inconscientemente mis ojos se dirigieron a algo, mejor dicho, a alguien, que llamó mi atención.
Es un chico. Pero no cualquier chico. Es Luke.
Un chico que combina muchos de los términos. Es el típico chico que se cree malo, por intimidar a alguien inferior. Es un mujeriego en todos los aspectos. Se cree un galán, se cree seductor y quizás lo único bueno que tiene es su cabello rubio, el cual parece ser un color adecuado, ¿las rubias son tontas?, bueno, él es un imbécil. Sólo observándolo puedes decir que la palabra "virgen" es graciosa para él. Y cree que puede conseguir todo lo que desea por el simple hecho de ser él, Luke Adams.
Justo el tipo de persona que detesto.
Sigo con mi recorrido como si nada hubiese acaecido. Rodeo la pileta y continuo hasta encontrarme con las malditas escaleras, como odio subirlas.
Puedo decir sin ningún remordimiento que estas putas escaleras pueden tener treinta o cincuenta peldaños.
Además, luego de subir esta, tengo que subir otra y otra más, que es aproximadamente del mismo tamaño. ¿Acaso nos quieren hacer adelgazar? ¿O es para recordarnos que venir es un sufrimiento?
¡No tengo idea!
Comienzo a ascender las escaleras.
Un primer peldaño. Segundo peldaño. Tercero. Cuarto. Y no voy a continuar porque comienza a ser fastidioso, además, ¿cómo se dirá cuando llegue a los cuarenta? ¿cuatrogésimo? No lo sé. Porque los números ordinales son fáciles hasta que llegas a los veinte, porque de ahí todo se vuelve un lío en tu cabeza.
Por fin termino de subir cada uno de los estúpidos escalones.
¿Acaso el arquitecto que lo diseñó quería matarnos al subir las escaleras?
¡Me llevó más de siete minutos subir! ¡Más de siete putos minutos!
Suspiro.
Volteo a la izquierda. Mi salón es el último en este pasillo. Primero nos hacen subir escaleras y ahora nos hacen recorrer todo el pasillo para poder finalmente descansar en una silla más incómoda que pisar mierda con tus amigos, no me ha pasado, pero supongo que es vergonzoso y abrumador.
Termino mi recorrido cuando me encuentro frente a la puerta del salón. Suspiro otra vez. Abro la puerta y accedo a la sala de clases. Comienzo a caminar entre las amplitudes que elaboraban los pupitres. Llego a mi actual asiento, el cual se ubicaba al final de la columna, paralelo a la ventana.
Mi vista atravesó el cristal, dejando ver libremente el exterior. Hay muchos que corren desesperados para llegar a la hora, aunque hay algunos que caminan tranquilamente, sin colocar ni el mínimo esfuerzo.
Oí un estrepitoso sonido en mi mesa.
Me volteo rápidamente hacia la dirección de éste. Toda la cólera, la irritación, la ira y la rabia está a punto de emanar de mi garganta. Pienso todas las groserías que puedo y me permito decir al frente de esa persona.
Entonces veo una cabellera escarlata, tez algo pálida, una alegre sonrisa pegada a su rostro y todos esos malos sentimientos se despiden de mi cuerpo. Aunque si fuera por mí le hubiese gritado de todas formas.
Es Sherry.
Ella es un demonio disfrazado de ser humano. ¡Nos ha arrastrado a un centenar de cosas! Y siempre somos nosotros los que terminamos limpiando sus desastres.
Aunque en realidad es divertida, alegre, afable y confortable. En general, es agradable estar con ella, pero a veces es un fastidio. Aunque cuando comienza a hablar de ello, es plenamente desapacible.
Ella tiene una pequeña, qué estoy diciendo, ella tiene una gran, monumental, obsesión con la relación entre un homosexual y otro homosexual, generalmente chicos. Ningún chico puede pasar por su lado sin que ella comente algo de él respecto a posiciones y otras cosas, nosotros, sus amigos, tampoco nos libramos de eso.
—¡Edward! —manifiesta su alegría.
Suspiro.
—Buenos días, Sherry. —Ignoro su comentario anterior.
Se sentó en el pupitre de adelante.
—Eh... sí. Hola —contesta desconcertada.
—¿Cómo estás?
—Bien... ¿y tú? —Me da gracia verla así.
—Bien.
Carraspea y vuelve a generar una sonrisa.
—¡Edward! —Volvió a decir.
Suspiro.
—Te voy a oír si no hablas de eso —comento.
Su sonrisa se modifica y genera una de satisfacción.
—¿Eso? —¡Está siendo sarcástica!
—Tú sabes. —No quiero decirlo—, eso.
Desvío la mirada.
—No lo sabré si no eres nítido.
—No hables de la relación. —El calor atrapó a mi rostro— entre chicos.
—¿Por qué?
Frunzo el ceño.
—¡No es como si me gustara escuchar cómo dos chicos tienen sexo! —bramo.
Las personas que están alrededor comenzaron a observarnos extraño.
Mierda. ¡Qué vergüenza!
—¡Pero bien que te gusta hacerlo!
¿¡No puedo pasar más vergüenza, cierto!?
Enterré mi rostro debajo de mis brazos.
—¡Qué no soy gay! —Me excuso.
—¡Claro! ¡Y yo soy homofóbica!
—No hables con ironía, por favor.
—¡Entonces tú no mientas!
Me alzo del pupitre, apartando la silla de mí y colocando mis manos encima de la mesa.
—¡No miento!
Ella realiza el mismo acto que yo, pero coloca sus manos en la mesa que yo ocupo.
—¡Sí, lo haces!
—¡Que no!
—¡Tu ano no decía lo mismo anoche!
¡Mierda! ¿Por qué siempre soy el perjudicado?
Aunque mi orgullo me presiona a continuar.
—¡Mi ano es virgen! —¡Oh Madre Tierra! ¡Por favor trágame!
—¡A mí no me engañas!
—¡Que no te engaño, mierda!
¿Cuándo parará con esto?
—¡Me has dicho una grosería!
—¡Sí! ¡Lo he hecho! —La enfrento—. ¿Qué harás al respecto?
—¡Tú y yo luego de la escuela!
—¡Encantado! —respondo a su invitación.
—¡Más te vale ir!
—¡Iré con todas mis ganas! —Garantizo.
—¡Mientras me quedaré aquí sentada para ver cómo todo el mundo piensa que eres gay!
Se sentó en su silla con los brazos cruzados y haciendo un mohín.
Yo también realizo lo mismo, pero apoyo mis codos en la tabla y situó mis manos en mis pómulos.
Bufé.
¿Tendré qué pedirle disculpas después? Porque esa niña de todas maneras mantiene su orgullo y nunca se arrepiente de lo que realiza, pero yo tampoco quiero disculparme, después de todo, toda la culpa fue suya.
Ella comenzó, así que ella lo termina.
—Edward —murmura sin cambiar de posición—. ¿Puedo agregar algo?
¿Se va a disculpar?
¿Sherry Blackwell se va a disculpar?
¿Ella?
Estoy sorprendido.
—Seguro. —No puedo desaprovechar esta situación.
Giró su cuerpo hasta encontrarnos frente a frente.
Bajó su mirada.
—Sabes. —Comienza—; somos amigos desde... —¿No lo recuerda?— hace mucho. —Lo evadió, ella acaba de evadirlo—. Hemos pasado por muchas cosas juntos. Te he hecho pasar vergüenza infinidad de veces. Es por eso, que creo que es hora de decirte. —¿Lo va a decir?— Es algo que debí expresar hace mucho tiempo. —Creo lo mismo. Eleva su mirada y nos quedamos mirando a los ojos—. Edward, debo decir que. —Suspira—, creo que eres muy fácil de violar.
¿¡Qué!?
Todo el discurso que tenía preparado se fue a la mierda.
Que yo también la conocía desde hace mucho. Que igual las cosas que hemos pasado eran divertidas. Que yo también había sido inmaduro. Y finalmente un perdón de mi parte.
No.
No.
No.
Ni una de esas mierdas puedo decir ahora.
¡¿Cómo debo reaccionar ahora?!
—¡Oye! —vocifero.
Ella observaba mi reacción sonriente.
No debo permitir que se aproveche de mi reacción.
Siseo.
¿Entonces qué puedo realizar ahora?
Bufé.
¿Debo hacer un puchero?
No, eso sólo empeoraría las cosas.
¿Ignorarla?
No, sumisión exorbitante.
¿Golpearla?
No, eso tampoco me conviene a mí, seguro me devuelve el daño.
¿Manifestarme?
Hasta ahora es la opción más admisible.
—Sherry. —Comienzo con el ceño fruncido.
No conseguí decir otra palabra más. La pelirroja ha colocado las palmas de sus manos en mis mejillas.
Frunzo aún más el ceño.
¡Me está considerando una burla!
Comienzo a mover mi cabeza con el objetivo de remover sus manos de mis pómulos. Cuando finalmente desistió, involuntariamente en mi rostro se formó una sonrisa.
—Ves —comenta sonriendo con sus manos apartadas de mí—, si hasta cuando te enojas eres lindo y ukeable.
¿Cómo se supone que debo reaccionar?
Definitivamente no estoy preparado.
—¡Oye! —manifiesto otra vez.
A lo lejos logro divisar a una chica. Una chica de esponjosa melena, la cual mantenía unas tonalidades ámbar, sus ojos transportaban semejantes colores, eran preciosos, pero están obstaculizados por unas gafas con gamas rojas.
Se acercó a nosotros. Una sonrisa adornaba su rostro.
Mi salvación.
Ella es Amber. Un ángel disfrazado de ser humano.
¿Por qué se encuentra junto a un demonio como Sherry? Ni la menor puta idea.
—¿Te ha vuelto a molestar? —interroga con una sonrisa.
—¡Eres mi salvación! —exclamo automáticamente tras reaccionar a su voz.
—Cálmate, Edward. —Comienza la pelirroja—. Ella es de mi propiedad.
Además, es importante agregar que la pelirroja mantiene un gran cariño a Amber, bueno, llevan más de diez años juntas, es comprensible.
—Primero, no soy una cosa, así que no te pertenezco Sherry. Segundo, ¿está todo bien?, cuando entré muchos miraban en esta dirección. —Vuelve a interrogar.
—¡Por supuesto que no! —protesto.
Amber suspiró, volviendo a generar una sonrisa.
—¿Otra vez molestando a Ed, Sherry? —pregunta observando a la pelirroja con una mirada bastante superior de alguna manera.
—¿Cómo crees? —Incluye con sarcasmo—. Sólo le comentaba lo fácil que sería completar la hazaña de violarlo. —Sonríe.
Ella permite que una carcajada saliera de su cavidad bucal.
¿También se burla de mí?
Sé que soy una molestia, ¿pero a tal grado de nivel?
Amber comienza a negar con la cabeza repetitivamente. Parece divertirse.
—Sherry, estás demente —comenta riendo.
¿Me está apoyando o es sarcástica?
¿Es mi idea o la profesora se está demorando demasiado?
Ni idea de lo que ocurrió, pero mi garganta comienza a emitir una carcajada.
¿Por qué poseemos tal grado de estupidez?
Sherry también reía y asentía con la cabeza repetidamente.
La entrada del salón volvió a abrirse. Haciendo que me mantuviera alerta. La profesora ingresó al salón, con una sonrisa en su rostro, una mujer de cabellera oscura
Aquí algunos les dicen a los profesores "sensei", ya que la escuela se interesa demasiado en la cultura de otros países. Quizás, desean que nosotros mantengamos conocimiento sobre los diferentes países, para luego lograr triunfar en la vida. Aunque bueno, eso fue hace mucho, pocos son los que le dicen así ahora.
La profesora se sienta en una silla frente al escritorio que se encuentra al frente de todos nosotros.
Sostuvo un gran libro y comienza a nombrar la lista de apellidos.
Anderson. Alguien respondió a su nombre.
Andrews.
Anniston. Nadie responde.
Blackwells. Aquel, es el apellido de Sherry, es bastante conocido, ya que sus padres son unos exitosos diseñadores, los cuales son bastantes distinguidos en Francia y sus vestidos suelen ser un éxito.
Brats. Ella asiente levantando la mano.
Bill. Ella también está presente.
Bloom.
Brown.
Burgesandler.
Cannon. Sin duda, él se encuentra al final. Todos aquí lo conocen, es popular y se lleva bien con todos, pero a mí, no deja de molestarme su presencia.
Carter.
Collins. Ella también es popular, es conocida, por su aspecto físico y su personalidad de diva. Rubia y de ojos azules.
Ruedo mis ojos.
Davis. Él asiente.
Deep.
Foster.
Grable.
Grand. Él levanta su mano.
Jones. Ella asiente, revisando sus uñas.
Johnson.
Lewinsky. Nadie responde a su nombre. Bueno, no es novedad, él nunca se presenta a clases.
Miller. Ella asiente, elevando su voz
McCartney. Sin duda él ha vuelto a ausentarse, siempre es así.
McGwire.
Mcfarland. Ella se ausenta.
Morgan.
Osier. Él eleva su voz informando su presencia.
Pershing. Ella asiente.
Peterson.
Ross.
Robertson.
Smith. Él se ausenta, parece que tiene problemas médicos, en realidad no sé, pero eso se escucha de los demás.
Steward. Finalmente, mi apellido, por mi parte levanto el brazo para notificar mi presencia. Hay algunas veces que pienso que me colocaron mi nombre porque rima con mi apellido. Espero que no sea así.
Tyson. El último de la lista, el apellido de Amber. Al parecer ese no es el apellido de su padre, sino que es el apellido de su abuela, no sé bien los detalles.
He escuchado un centenar de veces la lista que ya me la sé de memoria y también ubico los asientos de cada uno a la perfección, por lo menos no tengo problemas memorizando cosas.
Cuando la maestra termina de escribir el registro de alumnos en el libro de clases lo golpea con fuerza contra el escritorio, generando un gran ruido. Todos se silencian y llevan su mirada al frente. Esta profesora siempre hace lo mismo después de terminar, así que ya no me sorprende.
Tengo bastante tiempo libre como para memorizar cosas como estas. Debería aprender cosas más útiles, pero no estoy de ánimos como para ponerme a leer la materia.
Mi clase es bastante monótona, no hace más de lo que le es ordenado, es silenciosa, tranquila, ordenada y se percibe que no hay confianza en absoluto. Así se comporta cuando algunos miembros de la clase faltan, porque cuando ellos se dignan a aparecer, hay bastantes cosas que decir.
La maestra comienza con la clase de Lengua, estamos viendo género lírico, debo admitir que no soy un gran fan de la poesía, además no es mi fuerte si comparamos con los otros géneros. Nunca le encuentro el significado correcto a los poemas.
Comienzo a tomar apuntes de la clase en mi cuaderno, no estoy dispuesto a quedarme atrás por un estúpido poema.
Justo cuando comienzo a concentrarme un avión de papel cae en mi cuaderno, arruinando toda la inspiración que había conseguido.
Observo el puto avión con incredulidad, mientras que una sonrisa con el mismo sentimiento se hace presente en mi rostro. Luego dirijo mi mirada a la clase, para ver quién es responsable, pero nadie parece haberlo tirado.
Cuando sepa quién fue el hijo de puta se las va a ver conmigo.
¡Me arruinó toda mi disposición! ¡Ya no quiero hacer nada!
Vuelvo a mirar el estúpido avión, se asoman un par de letras en las alas, parece que tiene algo escrito.
Si es un insulto me re cago y averiguo quién fue el imbécil.
Comienzo a abrirlo para deducir por la letra y claro, leer el mensaje. Termino de abrirlo, lamentablemente no voy a poder armarlo nuevamente porque no tengo idea de cómo se hacen.
La caligrafía me es familiar, la he visto antes, no sé si eso es bueno o no, pero es una pequeña pista.
Me concentro en el mensaje, sin antes arrugarlo por completo.
"¡Hola!
¿Al pequeño ya se le pasó el enojo? ¡Espero que sí! No quiero estar con un minino enojado.
En estos momentos pareces súper concentrado, sería una pena que alguien te molestara..., ¡así qué no te enojes conmigo!, lo hice porque encontré que es necesario.
¡Nuevas noticias reportándose!
¡Hoy el clima está de asco! Se sospecha que se hará presente una gran tormenta, ¡así que afírmense en sus puestos! ¿Será esta tormenta detenida? Es algo que muchos nos preguntamos, pero me gustaría observar cómo será el desenlace de esta.
¡En otras noticias! Se rumorea que la profesora de Lengua ha tenido algunos problemas amorosos, así que tomen sus lápices y hagan unas buenas trampas ¡porque ni los poemas están a salvos sí el examen está en medio de una discusión amorosa!
¡Oh! ¿Han oído eso? Se dice que Anny Collins ha terminado con su novio y ahora está en busca de uno nuevo, ¡agarren sus pantalones!, porque no sabemos a quién se los bajará...
¡Y por último! La familia homosexual cada vez está creciendo más y más, ¡el entusiasmado Nicholas Light ha salido del closet! Se ha confesado bisexual en medio de la barra de la última fiesta hecha por los de segundo año. ¿Quién será el próximo la semana que viene?
Los rumores se deslizan fácilmente por las bocas de las personas, ¡así que cuidado con escuchar rumores de una mala fuente! Les conviene continuar escuchando las noticias por esta operadora ya que tiene información recién salida del horno.
¡Se me estaba olvidando algo! ¡La noticia qué encabeza los motivos de este bello reportaje! Se le informa al violable, Edward Steward que no se le puede olvidar ir a buscar a su querido 'amigo', Paul Richard para el siguiente receso y por el resto del día. También se le ruega que salga lo más pronto del closet ya que ansiamos tener novedades sobre su persona.
¡Con esto terminamos las noticias del día!
¿Desea suscribirse a esta red de información y recibir diferentes tipos de noticias todos los días? Y lo mejor, ¡totalmente gratis!
Sí . No.
Tu querida y amada amiga, Sherry <3"
Dirijo mi mirada al asiento de Sherry, ella está sentada en la otra esquina del salón y cuatro puestos más adelante, así que por lo menos es racional que hubiese lanzado ese avión, ¡pero no con esa escritura de mierda, para decirme algo que ya sabía!, además arruinando mi concentración.
La miro fijamente por un rato, dicen que las personas sienten las miradas y voltean.
Voltéate, voltéate, date vuelta de una puta vez, Sherry.
¡Se dio vuelta! Parece que esa técnica sí funciona, la usaré más seguido.
Ella comienza a mover la cabeza, seguramente buscando el responsable, entonces cruzamos miradas. Gestiona una sonrisa colmada de hipocresía mientras que dibuja un corazón con sus dedos.
¿Esa es tu respuesta pelirroja?
Entonces que así sea.
Intento sonreír, tratando de trasmitir los mismos sentimientos que ella emana con esa sonrisa.
Sherry, con toda la tranquilidad, cariño y amistad que te tengo, te dedico esta acción.
Elevo mi dedo cordial, dejando el resto apoyados en la palma de mi mano. Espero que eso le pueda comunicar la gratitud que le tengo por ese trozo de papel.
Ella como respuesta baja sus manos y se voltea, entonces, yo realizo lo mismo.
No hay caso con ella.
A pesar de que la conozco desde hace tiempo, no ha cambiado ni un poco, sigue siendo infantil y orgullosa, no sé cómo continuamos siendo amigos.
Si lo pienso hace mucho que nosotros somos amigos, es increíble pensar que nos conocemos desde hace tanto tiempo y todavía hay sorpresas por descubrir, además, no tengo idea de cómo duramos tanto teniendo una amistad, muchas amistades no viven tanto. Sin incluir que la manera en la que nos relacionamos fue bastante peculiar.
Primero conocí a Paul, quien ha sido mi amigo desde el primer año que llegué a esta escuela y debo confesar que me ayudó bastante en ese tiempo. Después llegó Sherry de la nada, todavía no sé cómo comenzó a ser frecuente su presencia. Y finalmente nos relacionamos con Amber, la cual llegó por parte de la pelirroja, ellas eran amigas desde hace unos años, entonces quería que la conociéramos.
Recuerdo que cuando ingresé a esta escuela no tenía muchos amigos, era nuevo y había ingresado a mitad del semestre, así que ya todos los grupos de amigos habían sido formados. Era difícil acercarme a esos niños, así que solía pasar las tardes solo.
Un día un grupo de niños se ofreció a jugar conmigo, era ingenuo, así que obviamente iba a estar feliz por jugar con ellos. Entonces, no dudé al aceptar. De alguna manera cuando jugaba con ellos siempre terminaba siendo el perjudicado, cuando jugábamos a las escondidas yo tenía que contar o cuando jugábamos al pillarse yo siempre era el que tenía que pillar, y de alguna manera siempre perdía.
Entonces en uno de esos días mientras los buscaba me topé con Paul en unas mesas, le pregunté por los chicos y él de una manera muy gélida respondió: "Vi a unos niños correr por aquí, corrían de alguien a quien le mentían diciéndole que eran amigos. Al parecer ese niño eres tú". Bastante cruel, ¿no?, para un niño de doce años fue impactante. Yo decidí no creerle y continué jugando con ellos. Días más tarde continué divirtiéndome con ellos hasta que comenzaron a mandarme a comprar o recoger cosas, yo ingenuo aceptaba, incluso algunas veces me hacían llegar tarde a clase por esos pedidos. Empezó a exagerar el día que comenzaron a echarme la culpa de cosas que yo no cometía, y siempre me decían: "Los amigos no se delatan entre ellos, sálvanos de esta".
Comenzó a irritarme después de que empecé a tener problemas con mi madre por todas sus metidas de pata. Entonces los enfrenté diciendo: "Ya no haré lo que me dicen, estoy harto", ellos se inmutaron por mi comentario y respondieron "¿Por qué? Los amigos se ayudan entre ellos", eso me enfadó un poco más de la cuenta y les exclamé "¿Ah sí? Entonces yo soy su único amigo porque soy el único que va a hacer sus recados. Ya no quiero más", me acuerdo de que el líder de ellos se acercó a mí y declaró "¿Incluso sí eso significa no ser nuestro amigo y estar solo?", yo asentí pensando que era una broma que hicieron por la furia, pero comenzó a alejarse y regresar con los otros, "Nunca te consideramos un amigo de todas formas", reveló antes de regresar al patio.
De alguna manera a mí sí me afectó, a pesar de todo yo sí consideraba nuestra amistad, ya que habían sido los primeros en jugar, comer y conversar conmigo. Yo había pensado que ellos eran mis amigos. Entonces al darme cuenta que todo era mentira me fui corriendo al patio de juegos y me senté en la mesa vacía más alejada del resto, fue ahí cuando ridículamente comencé a llorar, me arrepiento tanto de eso. Aunque gracias a eso conocí a Paul, quien fue a consolarme de mi estúpido llanto.
Nos hicimos amigos después que le explicara la situación y por lo menos esa amistad fue de verdad, porque lo somos hasta hoy en día.
Y mejor ni recordar cómo conocimos a Sherry, que llegó preguntándonos sí éramos pareja.
—¡Edward!
—¡Sí! —exclamo exaltado.
Estaba tan concentrado en mis recuerdos que olvidé dónde me encontraba.
—Te he estado llamado, más de cinco veces. —Me recrimina la profesora.
—Lo siento. —Estoy muerto, ya no hay esperanza para mí.
—Supongo que has estado prestando atención, ¿no es así?
—¡Por supuesto! —En estas instancias no me puedo negar—. Si retrocedemos el tiempo a unos minutos antes...
—Entonces supongo que ya realizaste el poema que indiqué hace unos diez minutos.
¿Había que hacer un poema? Bueno, comiencen a cavar mi tumba por favor.
—En eso estaba. —Ya no puedo retroceder, sólo ruego que no me haga leerlo.
—Perfecto, por favor lee lo que llevas.
¿Por qué? ¿Por qué me hace esto?
Vas a tener que crear algo rápido cerebro, aunque sea estúpido.
Comienzo a levantarme de mi asiento paulatinamente, para hacer tiempo. Cuando termino, cojo el cuaderno, para de esa manera pretender leer. Siento el sudor frío recorrer mi frente.
Por favor no digas algo estúpido.
—¿Comienzo?
Por favor no seas la burla de la semana.
—Adelante.
Por favor di algo que rime.
—Las rosas son rojas. El cielo es azul. Pero nadie compara, la belleza que tienes tú. —Siento mis mejillas arder por vergüenza.
¿Cómo fue qué salió algo así de mi boca? ¡Nunca imaginé que diría algo tan romántico!
Las risas inician con furor en la sala de clase. ¡Era obvio qué iba a ser la burla si decía algo como eso! Algunos de mis compañeros comienzan a silbar reiteradamente por mis palabras.
Ahora de seguro comenzarán a burlarse.
—¡Tenemos todo un galán por aquí!
Ahí está, el primero, ahora que comience la cadena.
—¿Se lo dedicas a alguien en específico?
—¡No te imaginamos con esas intenciones!
—¡Cuidado que me enamoro!
Y así empiezan a decir un centenar de bromas respecto al tema. Yo sólo podía permanecer ahí parado intentando cubrir mi rostro con el cuaderno.
Una vez que la profesora me indique, me sentaré e intentaré ignorar todas las voces que hablen respecto a esa equivocación, como si nada hubiera pasado.
—¡Se lo dedica a Sherry!
¿Qué?
¿Quién mierda dijo eso? Porque ahora sí que la jodió.
Toda la clase emprendió en coro una mofa, con el típico sonido agudo y la extensa silaba 'u'. Incluso algunos silbaban con más energía.
Observo a la pelirroja para confirmar su reacción. Al parecer se encontraba igual que yo ante ese comentario, petrificada.
¿Cómo pueden imaginar eso? ¿Cuándo di a entender eso?
Sí, me gustan las chicas, ¿pero, Sherry?, ¿de todas las chicas que hay en el salón?, ¿ella?
El ruido a mí alrededor no cesa, todos están emocionados por una confesión que ni siquiera es verdadera. Ni siquiera la profesora los detiene.
—Eso no puede ser verdad —confiesa la pelirroja. Todos alrededor guardan silencio para escuchar sus palabras —. Yo quiero a Ed como un amigo.
Nadie vuelve a atreverse a repetir las bromas, e incluso la profesora me indicó que tomara asiento para retomar las clases.
Y de alguna manera continúo pasmado.
Acabo de ser rechazado en una supuesta confesión.
Es bastante impactante.
No logré prestar atención al resto de los poemas, ni a las explicaciones, no podía sacar de mi mente la reciente escena.
La clase terminó más rápido de lo que imaginé, la maestra dio la orden para que nos retiráramos y así lo hicieron muchos. Sacudo mi cabeza repetidas veces para expulsar de mi memoria aquel acontecimiento.
Debo concentrarme y olvidar aquel error. Ahora iría en busca de Paul, luego le pediría los apuntes de la clase a Amber e ignoraría todas las palabras que tengan que ver con eso.
Me levanto de mi pupitre para comenzar mi recorrido hacia su aula, la cual era la primera del pasillo. Echo una última mirada al salón para verificar la ausencia de la castaña y la pelirroja, entonces me dirijo a la salida.
Voy a confesar que es un fastidio ir al salón de Paul, porque es el curso más desordenado de la generación y tiene sentido, porque en esa sala se encuentran las personas más problemáticas de la escuela. No sé cómo sobrevive Paul en ese ambiente.
Suspiro.
Sólo espero no encontrarme con ninguno de los 'guarda-espaldas' de Luke o con él. No me llevo muy bien con esos chicos y meterme con ellos es lo último que quiero en este horrible día.
Pero para mi fortuna no tuve que ni acercarme a su salón, ya que me estaba esperando a la salida de mi curso. Nunca viene él hacia nosotros, así que este es un gran paso para la humanidad.
—Hola —saludo llamando su atención y aprovecho de acercarme a su persona.
—Hola. —Corresponde a mi saludo.
Emprendimos camino a las escaleras más cercanas, ya que Sherry y Amber nos esperaban abajo en el jardín. Odio las escaleras, pero es más fácil bajar que subirlas, aunque de todas maneras tendremos que ascenderlas cuando finalice el receso.
—¿Qué te trajo por ahí? —Comenzamos a descender repetitivos peldaños.
—Mi clase terminó antes, así que aproveché de ir. No soportaría un segundo más ahí con el alboroto que hicieron hoy. —Suspira.
—¿En serio? Para verte suspirar, debió ser algo serio. ¿Qué ocurrió? —Me intereso.
—Bueno, ¿supiste qué Anny Collins terminó con su novio? —Afirmo con la cabeza. Incluso él sabe de esas cosas, me sorprende—. Su novio va en mi clase y mis compañeros no dejaban de molestarlo preguntándole que cómo lo hacía o si podían dormir con ella ahora que estaba soltera. —Cuánta honestidad en sus palabras, no sé si yo sería capaz de decir eso —. Resulta que él se cabreó de una manera y comenzó a gritarles, para luego lanzarse sobre ellos y comenzar a golpearlos, por supuesto que ellos no lo iban a dejar así e hicieron lo mismo. La profesora no pudo detenerlos, así que llamó a los inspectores. Cuando lograron calmarlos se lo llevaron a detención y el director nos fue a dar una charla al respecto. En eso concluyó mi clase de historia —explica—. Puedes imaginar cómo está el ambiente ahora, ¿no?
—Bastante tenso, ¿no?
—Sí, así que decidí salir cuanto antes, ya que en cualquier momento pueden comenzar a gritarse los amigos de los castigados.
—Cuando terminen las clases va a quedar la grande afuera.
—Te creo, no me quiero ni cruzar con ellos —confiesa.
—Ni yo. —No soy muy bueno defendiéndome, así que mejor mantener distancia—. ¿Estabas afuera desde que salimos?
—Sí.
—¿Y cómo fue que, Amber y Sherry no te vieron? —Llegamos a la primera planta de la escuela y nos dirigimos al jardín.
—Porque están ciegas. Además, parece que bajaron por la otra escalera.
—Presiento que lo hicieron a propósito —declaro.
El castaño se queda en silencio.
—No sé por qué creo lo mismo —reconoce.
Finalmente llegamos al jardín. Con la mirada busco las cabelleras de las chicas, no fue muy difícil encontrar a una pelirroja rodeada de cabellos oscuros, están sentadas en una mesa de madera apartada de las demás, al parecer la habían reservado para nosotros.
—Ahí están —digo apuntándolas con mi dedo índice.
Encaminamos en esa dirección.
Todo era tranquilo hasta que siento una mano en mi hombro. Me volteo para conocer a los responsables. Uno de ellos es mi compañero de clases, Abraham Davis y el otro parece que es su amigo, pero no sé cómo se llama. Ambos se encuentran en mi espalda con su mano en mis hombros, y no estoy entendiendo qué sucede.
—Lo siento mucho, amigo —dice mi compañero mientras me da pequeños golpes en el hombro.
¿Qué? ¿Me está consolando?
—Sí, yo igual. Fuiste valiente. —Acompaña su amigo, haciendo lo mismo, pero en mi espalda.
¿Qué?
Luego de decir y realizar eso, siguieron su camino como si nada hubiese pasado.
¿Qué acaba de pasar? ¿Por qué han dicho eso?
No me digas que fue por lo del poema...
La sangre comienza a subir a mis mejillas. Qué vergüenza. Yo estaba dispuesto a ignorar todo lo que dijeran a mis espaldas, ¿pero de frente?, nunca me esperé que reaccionaran de esa manera.
—¿Qué fue eso? —cuestiona el chico de mi lado.
—Una larga historia... —Miro a Sherry— que de seguro ella va a querer contar.
—¿Sherry? —Asiento con la cabeza.
Acortamos la distancia que había entre ellas y nosotros. Cuando nos encontramos en la mesa, nos sentamos a su lado. Dejo salir un suspiro, de alguna manera tengo un mal presentimiento.
—¡Hola! Veo que se tomaron su tiempo, ¿se estaban divirtiendo a escondidas? —Comienza con su burla la pelirroja.
Frunzo el ceño, no importa cuánto tiempo pase nunca voy a lograr acostumbrarme a esto.
—¡No! —contestamos unísono.
—Incluso son sincronizados al contestar, es obvio que también se calientan al mismo tiempo. No hay que tener vergüenza, somos jóvenes.
—¡Diablos no! —bramo.
—¡Claro qué no! —responde él.
Ella realizó un puchero mientras que afirmaba con sus manos sus mejillas.
—Hubiese sido divertido si hubiesen dicho lo mismo otra vez. —Suspira.
Por favor que otra persona diga algo, porque de lo contrario ella va a insistir con el tema.
—Hola Paul —saluda la castaña.
¡Gracias, Amber! ¡Eres nuestra salvadora!
—Hola —responde al saludo.
—Por cierto, Paul, ¿ocurrió algo en tu clase? —interroga la pelirroja.
Ya imaginaba que le preguntaría algo así, después de todo ya conocía ese hecho.
—¿Por qué preguntas?
—Oí por ahí que el ex-novio de Anny está en tu clase. —Realiza un diminuto silencio—, me pregunté si ocurrió algo con él...
—Así que ya sabías de su ruptura. —Ella afirma—. Entonces puedo suponer que tú esparciste ese rumor.
—¿Cómo crees? Ese tipo de cosas se saben muy rápido, incluso yo me enteré gracias a otros medios.
Él suspira y comienza a contarles lo sucedido. Pero no presté mucha atención, porque me lo había dicho antes.
Sherry es muy misteriosa si me pongo a pesarlo, siempre está llena de sorpresas y sabe de todo, sea cultura general o una noticia de la escuela, me pregunto que hace en sus tiempos libres además de ver esas cosas.
—Supuse que ocurriría eso, pero no imaginé que sería en el primer periodo, incluso pensaba en advertirle, parece que fui muy lenta esta vez —confiesa.
—¿Y ustedes? ¿Alguna novedad en su clase?
—Ed se le confesó a Sherry —responde, riéndose, Amber.
Esa revelación hizo que me atragantara con mi propia saliva.
Sabía que esto saldría a la luz, pero no imaginé que fuera la castaña quién lo desvelara.
—¿Eh? No conocía esa parte de ti, Ed —comenta el castaño.
—Cierto —opina la pelirroja —. Eso fue muy repentino.
—¡No, no, no, no! ¡Ese fue un gran mal entendido! —Interfiero con un gran calor en mi rostro.
La castaña y la pelirroja comienzan a reírse energéticamente.
¿Me perdí de algo?
—Lo sabemos. —Intenta decir, entre risas, Amber—. Sólo queríamos ver tu reacción.
—Incluso yo que no me sé la historia supuse que era mentira —confiesa Paul.
—Yo quería ver la reacción de Paul, pensé que se iba a colocar celoso.
—Lo siento, Sherry, pero lamentablemente no soy celoso —confirma él.
—¿Es así? —Ella resopla—. Bueno oí por ahí que tu signo es el más infiel.
—¿Tú crees?
—Sí, así que deberías tener cuidado, Ed.
—¿Por qué me incluyes a mí en esto? —voceo.
—Porque de seguro no sería divertido si te engañara —informó la pelirroja.
—¿En serio creen que yo sería infiel sólo porque lo dice el horóscopo? —interrumpe Paul.
Nos quedamos sin hablar por unos minutos.
—Ten cuidado Piscis, nunca sabemos lo que está planeando Géminis —anuncia divertida, Sherry.
Nos largamos a reír tras ese comentario.
¿Paul engañando a alguien? Parece imposible de imaginar.
—No digas imposibles, por favor —comento entre risas.
—Claro, sólo lo dices porque no quieres imaginarlo.
—Sherry, no deberías molestar a Ed hoy, fue hace mucho tiempo que en la escuela era reconocido cómo un hetero, y todo gracias a ti. —Amber, ¿me estás defendiendo o te estás burlando?
—¿Eh? —gruñe la pelirroja—. ¡Eso no es justo!
Esos tres comenzaron a reírse. ¡Pero yo no lo encuentro gracioso! Es bastante penoso lo que acaba de decir Amber.
—Entonces, ¿fue por eso que esos chicos reaccionaron así contigo? —cuestiona divertido.
Suspiro.
—Sí.
Volvió a reírse estruendosamente.
—¿Qué? ¿Qué? ¿De qué me perdí? —Sherry se interesa.
—Cuando veníamos hacia acá, a este chico. —Me apunta —, le golpearon la espalda amistosamente y le dieron sus condolencias.
Una vez más sus risas iniciaron en mi contra.
—Deberías tener cuidado, Ed, quizás esos golpes no fueron amistosamente —dice la pelirroja.
—¡Sí que lo fueron! ¡Fueron netamente amistosos!
Ella comienza a reírse con mayor intensidad que los demás. Abre la boca para comentar otra cosa, pero fue interrumpida por la campana.
Ahora, vamos a tener que volver a subir esas malditas escaleras.
De verdad que me canso con sólo verlas.
Por lo único que me alegro de que haya sonado la campana es porque interrumpió a Sherry, no me puedo imaginar qué cosa quería decir ahora.
Nos retiramos de la mesa y nos dirigimos a las escaleras.
—Presiento que esta clase va a ser divertida —habla la pelirroja mientras que comenzamos a subir.
—¿Divertida? No lo creo, nos toca Francés. —Suspiro mientras ruedo mis ojos.
Comenzamos a subir las malditas escaleras.
—Me gusta el francés, por eso lo digo, además es fácil.
—Claro, fácil para ti porque viviste unos años allá —incrimina la castaña.
—Sí —apoyo a Amber—. De lo contrario estarías igual que todos nosotros.
—A mí me va bien en Francés —comenta Paul.
—Te excluimos de esta conversación porque eres inteligente. —Le respondo.
—Y tienes el descaro de decirme inteligente, chico adelantado.
Queda la última escalera.
—Tiene razón, deberías ser más consciente de lo que dices. —Amber, ¿tú no estabas de mi lado?
—¡Ya les dije que eso fue un error!
—Igual pasaste el examen —incrimina la pelirroja.
—¡Tú no tienes derecho a decirme algo!
—¿Eh? ¿Por qué? ¡A mí también me gusta ir en tu contra!
—Tú ya eres inteligente así que no puedes molestarme con eso.
—¡A Amber le va bien en Matemáticas y Biología! ¡Y a Paul le va bien en los idiomas extranjeros y Lengua! ¿Por qué yo no? —Hizo un puchero.
Bufo, ¿por qué ella es tan infantil en algunas cosas?
—¡Bien! Todos somos inteligentes y con eso terminamos con la conversación. —Llegamos al pasillo.
Debo admitir que esa fue la primera vez que me sentí tan tocado en mi vida.
Recorrí todo el pasillo hasta mi salón con manos en mi torso superior y palabras compasivas. Mis amigos iban riéndose de mí y de seguro seré su burla anual. Dejamos a Paul en su sala y los toques junto a palabras rápidas continuaban.
Y no. Ningún familiar mío falleció esta semana.
¿Qué le pasa a esta escuela?
—Qué yo no me declaré a Sherry, joder —murmuro en mi asiento.
La profesora ya ha comenzado con la clase, pero no puedo sacarme esa reciente imagen de mi cabeza, ¿va a ser todo el día así? Al parecer nos están enseñando cómo utilizar frases en pasado, aunque al parecer es un repaso.
—Ahora niños les voy a dejar una actividad. —Qué bien, por lo menos ahora escuché que hay tarea—. Vous devez écrire cinq scénario qui ont eu lieu la semaine dernière (van a tener que escribir cinco circunstancias que hayan ocurrido esta semana). —Esta señora se quiere enterar de los rumores que circulan entre nosotros—, ils peuvent être réels ou imaginaires et ils doivent aussi avoir trois verbes minimum, au passé évidemment. Vous avez dix minutes, puis je demanderai au bénévole au hasard (pueden ser reales o ficticias y deben tener tres verbos como mínimo, verbos en pasado obviamente. Tienen diez minutos, luego preguntaré al azar).
No tengo ningún tipo de interés en la clase, pero si me llegan a preguntar no quiero decir otra estupidez.
Veamos, qué sucedió esta semana, el lunes, qué pasó ese día... ¿podría escribir cuando llegué a casa y hallé a mi mamá llorando? Bueno es lo único que se me ocurre.
Presiono la punta del lápiz contra la hoja y comienzo a escribir.
"J'ai trouvé ma mère, pleurant parce qu'elle a brûlé le gâteau qu'elle cuisinait (encontré a mi mamá llorando porque se le quemó el pastel que estaba haciendo)".
Debo decir que me dio el susto de mi vida, no la había visto llorar desde hace bastantes años y me recibe llorando por un pastel que hace casi todas las semanas, igual si le sacabas lo quemado estaba bueno.
Lo peor que esta semana ha sido de lo más aburrida, a lo mejor puedo escribir los rumores que me compartió la pelirroja, pero eso sería muy bajo, como echarle carbón al fuego.
Pero vamos a darle.
"I Ils ont lutté dans la salle de classe voisin, car ils dérangent un gars avec son ex copine en conséquence le principal les a reproché (pelearon en un salón vecino, porque otros comenzaron a molestar a un chico con su ex, como consecuencia el director los reprochó)".
Como soy un chico bueno no nombro a los involucrados.
"Ils ont trouvé un couple qui était caché dans l'auditorium, pour avoir des rapports sexuels (encontraron a una pareja que se escondía en el auditorio teniendo relaciones íntimas)".
Puedo recordar como si fuera ayer que comenzaron a darnos una charla de relaciones sexuales en lugares públicos. Aunque eso sucedió hace cinco días y toda la escuela se enteró. Incluso ahora hay inspectores en los auditorios.
Me faltan dos, ¿qué tan difícil puede ser?
"Le couple préféré de l'école est séparé parce qu'ils ont disputés pour quelque chose d'enfant, et ils n'ont parlé jamais de c'est-que (la pareja favorita de la escuela rompió porque discutieron por algo infantil y no hablaron más del tema)".
Es increíble como uno se entera de todo. Eso paso en el patio principal, pero no importa.
¿La profesora quería algo ficticio? Pues que pena.
¿Debería continuar con esto y decir tales rumores? Mejor terminemos con algo simple y dulce. Literal.
"Je dis a mes amis que je devais faire une course, mais en fait je suis allé acheter une grande crème glacée, je ne voulais pas inviter ils (les dije a mis amigos que iba a hacer unos recados, cuando en realidad me compré un helado grande en una cara y buena heladería, pero no quería convidarles)".
Lo sé, fue egoísta, pero valió la pena cada segundo. Porque era bueno, rico y para comérselo solo.
Siento qué si digo eso, Sherry me va a matar. Pero es su culpa, cuando a ella le convidas un poco, se lo devora todo y te deja sin nada.
Creo que eso está bien, ojalá que no me vaya a equivocar esta vez, no quiero pasar por otra ridícula vergüenza.
—Dix minutes se sont écoulées (han pasado diez minutos) —informa la maestra—. Okay... (bien...). —Toma el libro de clases y lo abre, una vez finalizado eso comienza a deslizar su dedo repetitivas veces encima del papel en un orden específico—; Bills... Andrea! Entrez vos phrases (Bills... ¡Andrea! Por favor coméntanos tu frase).
Mi cerebro omitió prestarles atención a dichas frases, mientras que no me toque o no me involucre a mí, no me concentro en ellas.
No tengo pensado viajar a Francia, así que conocer su idioma es irrelevante, pero bueno, mi escuela quiere ofrecerles las mejores oportunidades a sus alumnos, por eso hay dos idiomas extranjeros, inglés y francés. O por lo menos eso es lo que dicen cuando aceptan nuestra matrícula.
— Edward a confessé à Sherry ses sentiments puis il l'a recité un poème à Littérature, mais elle rejette il (Edward se declare a Sherry luego de que recitó un poema en Literatura, pero ella lo rechazó).
¿Qué?
¿Siguen con eso?
Justo cuando presto atención deben decir una frase mierdosa como esa. Lo peor es que esta profesora no va a dejarlo pasar porque le encanta escuchar los líos amorosos de la juventud.
—Bonne prononciation, maintenant... (buena pronunciación, ahora...). —Se quedó en silencio—. Edward, t'a confessé tes sentiments à Sherry? (¿Edward, te declaraste a Sherry?).
Lo supuse.
Me levanto colocando ambas manos en el pupitre. ¿Cómo debería explicarme si nadie me cree?
—¡Yo...!
—Nous sommes à Français (estamos en Francés). —¿Es en serio?
—Je n'ai pas fait ça! Vous avez mal interprété! (¡yo no hice eso! ¡Todos lo malinterpretaron!). —Me defiendo, aunque sé que muchos lo ignoraran.
—¡Ya supéralo! —vocifera alguien, busco con la mirada al dueño de la voz y me encuentro con Jack Morgan, uno de los 'amigos' del rubio. Bufo—. ¡Por fin dejaste de ser un marica para la vista de todos! ¿Por qué no mejor lo asumes y cierras la boca, imbécil?
—¡Jack! —reprochó la maestra.
Suspiro.
Sabía que diría una estupidez, iba a ignorarlo, pero...
¿A quién llamas marica, hijo de puta?
No quería meterme en problemas hoy, pero parece que es inevitable.
—¿De quié...—
—Oh, parlant d'homosexuels, je suis sûr que tout le monde veut savoir sur ce sujet, je n'ai pas raison, 'miele'? (oh, hablando de homosexuales, seguro que muchos tienen curiosidad al respecto, ¿no es así, 'miele'?). —La de cabellos escarlata sonríe, mientras que el rostro colorado de Jack son una gran medalla—. Aussi, combien de fois j'ai besoin à dis ce? Il ne mon genre, et il est mon ami. Il n'est pas si stupide (además, ¿cuántas veces debo decir que es imposible? No es mi tipo y es mi amigo. Él no es tan estúpido).
El salón retomó el silencio nuevamente.
Otra vez he sido rechazado, por la misma persona. Debería acostumbrarme a esto.
Ni siquiera me gusta.
—Edward, por favor tome asiento. —Obedezco, aunque con toda la conmoción se me había olvidado que estaba de pie.
No sé cómo interpretaron eso, yo pensé que éramos como amigos normales.
Parece que no.
Quizás la amistad entre chicas y chicos no es entendible para algunos.
La campana sonó cuando la profesora estaba haciendo leer a algunos sus frases e intentaba desviar el tema que me complicaba.
Tengo un mal presentimiento. Conozco a esta profesora, es de las que no se detiene hasta obtener una respuesta satisfactoria.
Ella da la orden para retirarse.
Me levanto de inmediato y camino hacia la salida con mis demás compañeros. El objetivo; pasar desapercibido entre la multitud.
No quiero preguntas, porque sé que no van a creer, ¿cuántas veces dije ya que no me declaré a Sherry? ¡Millones! Pero, ¿quién me ha creído? ¡Nadie!
—Edward. —Me detuve—. Necesito hablar contigo.
Objetivo; fallido.
¿Por qué no me salió si todo se veía perfecto?
Busco con mi mirada a la castaña y a la pelirroja, mi búsqueda concluye cuando las encuentro en la puerta de salón.
Realizo un ademán para captar su atención, el cual sólo funcionó en Amber que me respondió con una mímica de interrogación.
Intento transmitirle mis palabras a través de gestos. Primero junto ambas palmas y las meneo constantemente, después apoyo mi dedo índice y mi dedo del medio sobre la palma contraria, e intento hacerlos 'caminar', finalmente realizo la letra del salón de Paul.
Es decir: "Por favor, vayan a buscar a Paul".
Ella comienza a asentir mientras me muestra ambos pulgares.
Suspiro.
Le dedico mi atención a la profesora de Francés, la profesora Jennifer, la profesora asignada para mi salón.
¡Primer capítulo terminado!
Finalmente pude publicarlo, debo admitir que me costó más de la cuenta hacerlo, pero eso ya no importa.
¿Qué les pareció?
Estoy segura que nadie se esperaba que fuera así, es decir, veo las teorías y luego leo el capítulo y veo un sinfín de diferencias. Digo, ni siquiera aparece mi rubio bello ;-;
¡La ganador/a de las teorías es @Sempai-05! Todas las teorías estuvieron muy buenas y me hicieron mucho reír, pero la tuya me encantó, no sé la leí y fue como "esta es la elegida", iluminación total. Así que este capítulo es para ti <3
Me gustó mucho escribir y editar este capítulo, así que espero que lo hayan disfrutado.
¡También agradézcanle a las hermosa beta-readers que tengo! Sin ellas nada de esto hubiese sido posible. @xflorx3, @-Thama, @roperez2001, Sofi <3, Griss <3 y @Lila0526. En el reparto podrán ver algo más elavorado XD
Todavía continúo con la búsqueda de beta-readers, así que podrán ver más información en otro apartado.
También como la traducción al francés que estuvo a cargo de @xflorx3 y @aazucarera.
¡Próximamente podrán ver la representación de los personajes en otro apartado!
¡Los quiero muuuuucho! <3 <3 <3
¡Duerman, coman y vean yaoi Galletitas y Cooks!
(No podías faltar mi frase celebre XD)
Votar & comentar <3
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro