Casarse para una mujer puede significar la mayor alegría de la vida, pero para mi no lo es.

 Mi nombre es Victoria, un nombre fuerte ,para alguien muy débil .

¿Quieren saber como llegue  al punto de estar comprometida con alguien que hasta ahora no conozco?

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Todo empezó aquella tarde del miércoles cuando regresaba de estudiar de la universidad , mi mejor amigo Renzo  me acompaño a casa ya que era un poco tarde , la verdad era que Renzo era más que mi amigo, era como mi hermano . Quizá pude tener algo con él, pero luego que lo ves como hermano es imposible verlo como algo más. 

Esa misma tarde me despedí  de Renzo ,quizá eso fue como una señal  de que no volvería a estudiar,  ni a verlo en un largo tiempo.

En aquella casa vivía toda mi familia, mis abuelos,  mis tíos y mis primas,  no entiendo ¿por qué? Pero esa tarde como nunca se me ocurrió ir a la sala,  jamás pasaba por allí o me acercaba ya que mi abuelo siempre estaba en ese lugar y yo no llevaba una buena relación con él.

A medida que entraba escuchaba voces,  supuse que eran de mis amadas tías y mis primas pero igual quise averiguar,  cuando estuve allí me encontré con un  tipo que segun yo rodeaba los  40 años,   llevaba unos  papeles en las manos,  estaba un poco molesto y con el rostro desencajado.

- Ella! - exclamó mirándome de pies a cabeza

- Lo lamento mucho Señor Bernal pero Victoria no tiene nada que ver en esta tema -  trató de explicar mi abuelo , indicandome que me vaya .

- Cállate!  - exclamó - ¿Tu también eres su nieta ? - me preguntó acercándose a mi

- Si..si - dije con la voz entrecortada.

-  Pon  a la chica al tanto - dijo cogiendo su maletín,  en el cual llevaba muchos papeles , cosa que yo no entendía porque mi abuelo no tenia ninguna empresa ni nada parecido.

- Pero señor,  aún puede elegir entre Rossana  y Paulina,  ellas son muy bellas y harían feliz a cualquier hombre - suplicó mi abuelo,  lo que más me asustó fue oir aquellas palabras,  ¿elegir? ¿Feliz?¿ Hombre? ... Esto no me gustaba,  no sabia porque aquel tipo me había "elegido" , se me venían cosas a la cabeza que me daban mucho miedo así que corrí a mi habitación y me encerré allí .

Desperté unas horas después,  mi madre estaba sentada a mi lado llorando como cuando mi padre nos echó de su casa.

- ¿Qué tienes? - pregunte asustada

- Ay mi niña hermosa - decía mientras acariciaba mi cabello - Cariño tienes que casarte - como siempre me soltaban las noticias de sopetón

-¿ ¿Qué?? - pregunté aturdida dando un salto rapidamente, casi caigo de la cama al escuchar eso

- Victoria,  tu abuelo perdió las tierras y esta casa,  tienes que entender, él está muy enfermo y necesitaba ese dinero para sus medicinas - respondió con los ojos llenos de lágrimas

-¿Medicinas? Medicinas!  Tu y yo sabemos muy bien que ese dinero no fue para medicinas,  fue para darle la gran vida a las zorras de mís primas!,  porque tendría que sacrificarme por ese señor que nunca me demostró un poco de cariño,  que siempre me recordó que mi padre me tiró como basura,  yo no haré absolutamente nada. - espeté furiosa, que queria, que dijera que estaba feliz por casarme y que estaba llenas de ansias por ayudar a mi abuelo?.

- Victoria.. - suplicó

- No mamá , tu y yo podemos salir adelante y ser feliz , por favor no me obligues a casarme - le dije sollozando como una niña pequeña que tiene miedo a un fantasma que no existe.

 No sé como me quedé dormida, solo sé que  desperte con los ojos totalmente hinchados,  no había podido dejar de pensar en esa atroz idea de casarme y menos con ese viejo que podía ser mi padre.

Me di una ducha, me arregle un poco para ir a estudiar, pero cuando intente salir la puerta estaba cerrada.

- Mamá - grite desesperada tratando de romper abrir aquella cosa que me impedia salir .

Por mas que grité,  lloré y supliqué nadie me abrió, ni siquiera mi madre que decía quererme,  sabia muy bien que no saldría de este hoyo en el que mi propia familia me había metido, pareciera que a la vida yo no le caía muy bien, porque no perdía ningún momento para recordarme que yo no debí nacer.

Estuve allí casi un mes ,  no paraba de llorar y mirar a la ventana pensando en como mi vida iba pasando minuto a minuto .

- Levántate niña,  tengo que conversar contigo - soltó secamente mi abuelo tomándome del brazo a la fuerza.

Yo no hacia mas que llorar,  no quería casarme,  no quería arruinar mi vida,  no quería saber nada de nadie.

- Victoria mañana te casas con Iván Becker  , aquí tienes tu vestido - decía entregandome una caja muy bella , el cual me hubiera gustado ver en otras circunstancias.

- Abuelo por favor dejame salir - supliqué sujetandome de sus piernas.

- Mira niña,  tu te casas porque te casas, me darán una buena comisión por ti, así que es mejor que seas complaciente con el Señor Becker, sino yo mismo te mato - decía tomandome del cuello , me estaba lastimando pero ya no importaba si me mataba o no,  me daba igual.

Quien era Iván Becker? Que quería conmigo?  Eran demasiadas interrogantes que se despejarian en la boda , allí lo conocería por primera vez.