15. Mucha decepción de por medio.
Elleny.
Domingo, 10 de diciembre de 2017.
Miré a mi alrededor y aunque me dolió aceptarlo, supe que lo que estaba a punto de hacer, era lo mejor. Quizá por ahora, para mí, lo era.
Pasé de cuidar cada uno de los pasos que daba, a perder por completo el control de ellos. No tenía absolutamente nada bajo control. Ni mis acciones, ni mis emociones, ni pensamientos. Si no podía con los mios, muchísimo menos con los de él.
Cuando decidí quedarme una semana más, nunca imaginé que cada día se iba a sentir como una jodida maravillosa eternidad. Que lograríamos resquebrajar cada jodida barrera dentro de nosotros y que nos complementaríamos tan bien sin siquiera intentarlo.
Todo comenzó desde el día en que llegó junto a Elliot, todo golpeado. Mis pulmones se exprimieron dentro de mí y vaciaron todo el oxigeno que retenían cuando lo vi. Me sentí asfixiada. Nerviosa. Débil. Completamente débil ante la idea de que a él pudiese pasarle algo, pues él no era solo un conocido o amigo para mí. Era quizá la mejor persona que había tenido a lo largo de toda mi vida. Esa persona a la que quieres aferrarte, no quieres perder, pero tampoco lastimar, solo cuidar. Él estuvo para mi, desde ese día en que ni yo lo estaba. Me ayudo sin pedir nada a cambio y lo seguía haciendo cada día que pasaba, pero dejando a un lado la ayuda, Afraid me hacía sonreír, trabajar en mí. En quererme, apreciarme y valorarme... Ante eso, mi alma no tenía como pagarle.
Todo estaba pasando muy deprisa, pero eso no le quitaba lo intenso. No es el tiempo, es la persona. Y eso lo aprendí con él.
Mis primeras palabras del día eran para Afraid, las de él para mí.
Mis últimas palabras del día eran para Afraid, las de él para mí.
Su primera risa del día, se la ocasionaba yo.
Mi primera risa del día, me la ocasionaba él.
Cuando iba a decir algo, él complementaba la idea por mí, ¡Como si estuviese en mi puta cabeza! Y joder, en el momento era gracioso, ameno, relajante y se sentía bien. Y ese era el problema.
La vida no da y te quita sin más. La vida te da, y mientras algo mejor se siente, significa que más arriba estas. Pero recuerda, mientras más arriba estés, más fuerte será la caída el día que todo termine. Yo no quería caer, por eso prefería no subir más y huir a tiempo.
Sabía que dolería muchísimo el momento de la despedida, por eso tendría que apurarme y evitarla. Aprovechar que él acababa de salir con Elliot a retirar los puntos de su sien e irme.
Algo dentro de mi me decía que era una vil cobarde, que caminara a pasa decidido ese camino que él quería mostrarme, pero mi instinto y mi inseguridad me impedían hacerlo. No podía. No ahora.
Reprimí el nudo en mi garganta cuando saqué del armario la caja azul marino que tenía para él.
En la tienda donde trabajaba, vendían ropa para hombres, mujeres, niños y niñas. Apenas pude, luego de hacer el mercado y comprar las cosas personales que me hacían falta, compré una camisa para Afraid. La mayoría de prendas que estaban en su closet eran negras, yo me decidí por darle una franela de rayas verticales azul marino y líneas blancas en la misma dirección.
Sabía que le gustaría.
Tomé la carta que había escrito para él y la releí.
"Afraid.
Espero que mis cuidados hayan sido correctos y tus heridas estén curadas como debe ser.
Nunca me gusto eso de ser doctora, pero contigo se me dio bien.
Dije que me quedaría unos días más, y esos días caducaron.
No tengo palabras para agradecerte por todo lo que hiciste por mí. Es por ello que aún no desapareceré, pues no lo mereces.
Sabes dónde encontrarme y en que horarios hacerlo.
Para tu mala suerte, yo también lo sé.
Se despide.
Elly. "
Tomé la caja, la carta y deje ambas sobre su cama, antes tomar mis cosas, dejar las llaves sobre la mesa, e irme del lugar donde aprendí, que aun nada estaba perdido. Ahora es que había camino para continuar.
***
Toqué el timbre del apartamento, estando aun anonadada por las lujosas instalaciones del conjunto.
No decidí aceptar la propuesta de las chicas por esa razón, pues cuando decidí irme de casa de mi padre, asumí que lujos no eran ni de cerca mi prioridad. Fue algo más de tranquilidad. De no querer seguir abusando de las buenas acciones de Afraid.
La puerta del apartamento se abrió y me impresioné al ver a Miah abrirme en brasier.
—Si no llegabas en media hora, estábamos listas para ir por ti.
—Creo que tú estas todo, menos lista.
—¡Elly querida! ¿Qué te hace pensar que no puedo ir así? —Ladeó su cabeza y asintió— Menos mal que has llegado.
—Dije que vendría—Le recordé.
—Suerte que tengas palabras—Me guiño un ojo.
Tomé mi maleta y me introduje dentro del apartamento.
—¡Jesús!, ¡José! Y ¡María! —Gritó Lizzie al verme— Nadie está preparado para este descontrol. Bienvenida Elly.
—¿Tú crees? —Cuestioné con gracia.
—¿Qué si creo? Tan segura como que me llamo Lizzie Morgan.
—¿Y Pauline? —Pregunté entre risas.
La mejor parte de todo, es que estar con ellas era como un viaje gratis a un lugar lejos de todo, donde entre comentarios banales y temas de conversaciones que iban y venían, el tiempo pasaba y los problemas se sentían lejos.
Estar con ellas, era despejar mi mente de todo y de todos...
—Está terminando de grabar un video.
Asentí al recordar que Pauline grababa videos para internet.
Maiah se acercó a nosotras y recitó con voz de locución:
—¿Quieres superar a tu ex, pero no puedes? ¿Nada de lo que haces funciona? ¿Necesitas un tip para sacar a ese ex de tu cabeza? ¡No se diga más! Pauline te trae ¡10!
Lizzie y yo estallamos en aplausos y reímos. Maiah era sin duda alguna, muy extrovertida, y se le daba bien.
—¿Sobre eso es el video?
—¡Sí! —Confirmó Lizzie—Yo no puedo esperar para verlo. Aún tengo sueños mojados con el imbécil de mi ex.
—¡No me jodas Lizzie! ¡Hace dos años que terminaste con él! Lo que necesitas es una buena follada.
—La buena follada sí, pero soñar con él tampoco está mal.
Maiah estaba lista para replicar cuando un chillido desde una de las habitaciones nos ensordeció.
—¡Vengan chicas! ¡Elly ven aquí, ya escuché que llegaste! —Sentenció Pauline.
Nos encaminamos a su habitación y en el camino detalle todo con atención.
Me gustaba el ambiente relajado del apartamento.
Quizá el hecho de estar rodeada de chicas, le daba un toque más fresco aún.
Se me apretujó el corazón al notar que tampoco podía engañarme mucho e intentar hacerme sentir menos culpable.
Afraid no era una chica y aún así su apartamento también tenía un toque fresco y armonioso. O quizá su simple compañía lo era...
Ya por la hora, era un hecho su regreso a casa y la cálida bienvenida que recibió de mi carta y mi regalo. Deseé en mi mente que se aferrara al futuro que en palabras le ofrecí, y no que lo hiciera al abandono que hoy le demostré.
Aunque entre los hechos y las palabras, hay mucha decepción de por medio...
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Hola hola!!!!
Como estan? Aca otro capítulo de esta historia que por lo visto les está encantando!!!
COMENTARIOS AQUÍ!!!
Besos.
(Capítulo dedicado a Alexa Sanchez que estuvo de cumple el sábado. Te quiero nena)
Recuerden que si quieren estar en el grupo de Whatsapp, solo deben enviarme su número de teléfono por mensaje directo y listo!!
Besos bellezas.
Los amo.
PD: Pauline existe, tambien es Youtuber y tambien grabó ese video.
Así que si quieren verlo, acá les dejaré el link.
https://youtu.be/iq7p1DlPyOc
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