Egoísta
Veo cómo el tiempo me la arrebata con cada día que pasa.
Su cuerpo se ha vuelto débil
Y su mente no es lo que solía ser.
Se ha transformado en un rompecabezas,
Uno al que, día tras día, le faltan más piezas.
Egoísta,
Clama mi mente,
Mi conciencia;
Es el mantra que repiten las voces en mi cabeza.
Intento ignorarlo,
Trato y trato, pero no consigo apartarlo.
El pensamiento me persigue,
Me quita el sueño y me roba el aliento.
Pero he intentado remediarlo,
Con cada día que pasa,
Yo también voy cambiando.
Intento no comer tanto,
Sé lo mucho que te gusta mi cuerpo delgado;
Incluso he dejado mis pasiones,
Sé que te molesta cuando me emociono,
Siempre termino hablando demasiado.
Dime qué más necesitas de mí,
Sabes que lo daría todo por ti,
Lo que sea,
Todo con tal de verte feliz.
La ironía no se me escapa,
Con cada día que pasa,
Siento que me ahogo en un mar de desesperanza;
Pero tú sonríes más, te ríes más,
Parece incluso que has empezado a amarme más.
No puedo culparte,
La debilidad me vuelve maleable;
Me convierte en la actriz perfecta,
Lista para interpretar el papel que deseas.
Aunque tal vez no sea tan buena como me gusta creer.
Mis ojeras se vuelven más oscuras,
Mi cabeza más inestable;
Mi garganta arde, víctima de "mis rabietas",
Arde casi tanto como mis muñecas.
Los cortos son cada día más profundos, más atrevidos,
Dejándome al borde del abismo.
Los días pasan,
Me aferro a la esperanza;
Pero al final,
La determinación me falla.
Parece ser un día normal,
Solo una tarde más;
Hasta que me encierro en el cuarto,
Cuchillo en mano.
Las voces se convierten en gritos,
Me aturden,
Me agobian.
Lágrimas caen sin control,
Mis manos tiemblan,
Presas del pánico y la impotencia.
La sangre brota a borbotones,
Se desliza lentamente por mi cuerpo.
Baja por el pecho,
Nublando mi mente.
Tu voz es un eco lejano en la oscuridad,
Acabas de llegar;
dejas las llaves,
tiras la cartera,
Te acercas molesta a la puerta entre abierta.
Así fuiste siempre, en la vida y en la muerte, una egoísta.
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